Mandamiento 102, 103 y 104

Mandamientos relativos a los Sacerdotes y su servicio diario

Y comerán aquellas cosas con las cuales se hizo expiación, para llenar sus manos para consagrarlos; mas el extraño no las comerá, porque son santas. (Éx. 29:33 RVR60).
Y Aarón quemará incienso aromático sobre él; cada mañana cuando aliste las lámparas lo quemará.
Y cuando Aarón encienda las lámparas al anochecer, quemará el incienso; rito perpetuo delante de Jehová por vuestras generaciones. No ofreceréis sobre él incienso extraño, ni holocausto, ni ofrenda; ni tampoco derramaréis sobre él libación. (Éx. 30:7-9 RVR60).

Explicación del mandamiento:

Éx. 29:33 dice que los kohanim (sacerdote) coman carne de las ofrendas Jatat (por falta) y Asham (por la culpa). Y los siguientes mandamientos están en Éx. 30:7-9 dice que los kohanim (sacerdote) quemen incienso dos veces por día en el altar de oro.

No quemar, ni hacer sacrificios en el Altar de oro (a excepción de los especialmente prescritos).
Estos mandamientos eran para los sacerdotes (kohanim).

Los sacerdotes eran los que consagraban su vida y se certificaban para el servicio del Tabernáculo de testimonio o de reunión.

Éx. 29: 31 y 32, tomaras al carnero de las consagraciones, y cocerás su carne en lugar santo.
Y Aarón y sus hijos comerán carne del carnero, el pan que esta en la canastilla, a la puerta del tabernáculo de reunión.

Los dos mandamientos anteriores se conectan después con Éx. 33 que dice:

-Y comerán aquellas cosas con las cuales se hizo expiación, para llenar sus manos para consagrarlos, más el extraño no comerá, porque son santas.

Aquí se extiende el mandamiento y de acuerdo al primer mandamiento, habla acerca de que los sacerdotes podrán comer de las ofrendas, pero en el versículo 31 si dice que la ofrenda será hervida y es ahí donde el Eterno nos permite ver que no será asada, ni cocinada, ni de otra forma, porque para hervir la carne necesitamos agua que deberá llegar a altas temperaturas, cuando hierves la carne suelta su esencia y cuando la comemos esta jugosa y llena de su esencia y sabor.

Era algo memorable en aquel entonces participar en dicha ofrenda y este es precisamente el mensaje que tiene para los sacerdotes, el primer sumo sacerdote es Yeshua que estaba lleno de la esencia del Eterno y fue pasado por agua y a altas temperaturas por nosotros, desde ahí empezamos a ver la sombra de Yeshua en este mandamiento, que es comer esa carne de la expiación.

¿Y qué era la expiación? Y ¿cuales eran esas dos ofrendas las del pecado y culpa Jatat y Asham?

Realmente quien ofreció su vida por nuestras culpas y nuestros pecados fue Yeshua nuestro Mesías, para que nosotros podamos consagrar y sacrificar nuestra vida al servicio del tabernáculo de testimonio de reunión. Pero ¿por qué aquí hablamos que nosotros podemos consagrar nuestra vida y santificarnos al servicio del Tabernáculo de testimonio de reunión?, ¿aquí que sería el tabernáculo de testimonio de reunión?, ¿cuál seria? Sería el Hogar, la Congregación, podría ser el empleo, si tu consagras lo que realmente haces para el Eterno, podría ser tu negocio o cada una de las obras que hacemos.

Pero aquí dice que Ningún extranjero, antes vamos a definir que es un extranjero, en aquellos tiempos se le decía extranjero a un extraño, extraño a la Torá y a la palabra de Dios, son los que no pueden consagrar su vida y santificarla, porque muchas veces están alejados de la palabra de Dios y eso nos hace ser unos extraños, inclusive en nuestro propio hogar.

Al comer propiamente estas ofrendas se estaban consagrando y santificándose. ¿Y qué sucedía después? Es aquí donde encontramos la relación con los siguientes dos mandamientos y dice -que los kohanim (sacerdotes) pongan el incienso dos veces en el día en el altar.

En Éx. 30:7-8 dice:
Y Aarón quemará incienso aromático sobre él; cada mañana cuando aliste las lámparas lo quemará.
Y cuando Aarón encienda las lamparas al anochecer, quemará el incienso; rito perpetuo delante del Eterno por vuestras generaciones.

¿Y qué sería el incienso para los sacerdotes?

En la actualidad el incienso serian las oraciones , que debemos hacer por la mañana y al anochecer, otras versiones también nos dicen que se quemaba el incienso en la mañana y en el amanecer, y también nos dice como deberían ser nuestras oraciones y muchas veces es ahí cuando nosotros no nos acercamos correctamente a través de una oración aromática.

¿Y qué sería una oración aromática?

Las oraciones aromáticas, ¿cuáles serían? Son las que van de acuerdo a su Voluntad, esas son las oraciones aromáticas, podrían ser de arrepentimiento, de agradecimiento, de perdón, de peticiones de acuerdo a su voluntad y siempre se deben hacer a su nombre y deberán ser por siempre.

Y de ahí, se conecta con el otro mandamiento que dice -No quemar, ni hacer sacrificios en el altar de oro, más adelante dice a extraños o ajenos a los que Él ordenó y nos vamos a leer

Lev. 10:1 que dice: Nadab y Abiú, hijo de Aarón, tomaron cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego, sobre el cual pusieron incienso, y ofrecieron delante del Eterno fuego extraño, que él nunca les mando.

Y esto mismo sucede en nuestras casas cuando nosotros no estamos cuidando que tipo de oración realizan nuestros hijos, ósea que le estamos enseñando a nuestros hijos a través de nuestro ejemplo.

Y ahí precisamente menciona que debe dirigirse al altar de oro, ¿y quién sería el altar de oro?
El altar de oro sería Yeshua nuestro Mashiaj (Mesías), aquí está la sombra de nuestro Mashiaj (mesías) en cada uno de estos mandamientos.

Para extender el último mandamiento vemos y escuchamos algunos actos y sacrificios extraños y ajenos para querer consagrarse y santificarse completamente alejados de la palabra del Eterno, a veces buscamos diferentes interpretaciones que muchas veces nos alejan más que acercarnos, por eso hay que tener mucho cuidado.

Leamos Juan 1:29-34

 El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.
Este es aquel de quien yo dije: Después de mí viene un varón, el cual es antes de mí; porque era primero que yo.
Y yo no le conocía; mas para que fuese manifestado a Israel, por esto vine yo bautizando con agua.
También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él.
Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquel me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ese es el que bautiza con el Espíritu Santo.
Y yo le vi, y he dado testimonio de que este es el Hijo de Dios.

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