213. No ir tras la idolatría, ni con el pensamiento, ni con la palabra, ni con la mirada.

214. No hacer estatuas, ni siquiera para un idólatra.

“No os volveréis a los ídolos, ni haréis para vosotros dioses de fundición. Yo Hashem vuestro Dios”. (Levítico 19:4 RV60) 

Explicación del mandamiento:

El mandamiento 213 nos dice que de ninguna manera debemos dirigirnos a los ídolos para rendirles culto. Esto hace referencia a cuando salió el pueblo de Israel de Egipto, para que por donde pasaren no adoraran ídolos de ninguna índole, ya que se corría el riesgo de que fueran jalados a la idolatría, y no solo se refiere a adorar un objeto, sino también a la hechicería, a la adivinación, a los amuletos, consultar espíritus muertos, etc.

Esto lo podemos constatar en Deuteronomio 18:10 que dice:

“No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero” (Deuteronomio 18:10 RV60)

Entonces aquí podemos comprobar que no solo se refiere a idolatrar objetos.

Esto lo advierte la biblia en muchos lados y tenemos que tener en claro que la idolatría es una de las cosas que Dios más aborrece, dando la espalda a las personas que lo practican.

En Levítico 26:30 dice:

“Destruiré vuestros lugares altos, y derribaré vuestras imágenes, y pondré vuestros cuerpos muertos sobre los cuerpos muertos de vuestros ídolos, y mi alma os abominará”. (Levítico 26:30 Rv60)

Aquí podemos notar como Dios abomina a cualquier persona que haga o adore la idolatría, y es algo que evidenciar que se practica en la actualidad.

La idolatría se puede traducir como cualquier cosa que quiera suplantar el lugar de Dios, podemos notar que hay muchas cosas en las que ponemos nuestra confianza en lugar de ponerla en el Eterno, sabiendo que el Eterno es el que va a obrar en nuestras vidas.

El mandamiento 214 nos habla de no hacer estatuas, ni siquiera para un idólatra, la palabra “ídolo” tiene su origen en un vocablo en hebreo que significa “negación”, lo cual nos pone en contexto que son cosas que no sirven para nada, pero al dirigirnos hacia ellos les estamos dando un valor que no tienen.

En la palabra, Dios dice que “no tendrás dioses ajenos en mi presencia” entonces el hecho de comprar algo para revenderlo, ya lo estás teniendo en su presencia, por lo que es un acto de abominación.

En Isaías 42:8 dice:

“Yo Hashem; este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas.” (Isaías 42:8 RV60)

Aquí podemos observar que dice que cualquier estatua o escultura es idolatría, por lo que hay que deshacernos de todo eso que nos hace tropezar en la fe.

Conclusión:

Entonces, ¿Qué debemos hacer?

Dice en Deuteronomio 7:5:

“Mas así habéis de hacer con ellos: sus altares destruiréis, y quebraréis sus estatuas, y destruiréis sus imágenes de Asera, y quemaréis sus esculturas en el fuego.” (Deuteronomio 7:5 RV60)

Entonces es muy claro que todo lo que tengamos de idolatría que nos aparta y nos hace poner nuestra atención en otras cosas que no es la palabra del Eterno, hay que quemarlas y destruirlas. Ya que lamentablemente es lo que más sé práctica en muchas de las religiones que existen.

En Isaías 57:13 dice:

“Cuando clames, que te libren tus ídolos; pero a todos ellos llevará el viento, un soplo los arrebatará; más el que en mí confía tendrá la tierra por heredad, y poseerá mi santo monte.” ( Isaías 57:13 RV60)

Aquí tenemos la recompensa, así que no hay que tener miedo de deshacernos de aquellos ídolos, ya sea imágenes o esculturas que son una piedra de tropiezo para nosotros porque los estamos poniendo por encima de Dios.

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