Presentar los dos panes de trigo en Shavuot
“De vuestras habitaciones traeréis dos panes para ofrenda mecida, que serán de dos décimas de Efa de flor de harina, cocidos con levadura, como primicias para el Eterno.” (Lev. 23:17 RV60).
Explicación del mandamiento:
Este mandamiento consiste en presentar la ofrenda de dos panes hechos con trigo de la cosecha nueva en el día 50 de la ofrenda del Omer. Esto es, en otras palabras, la fiesta de Shavuot. Así se le conoce a la fiesta de las semanas, que es el conteo que iniciaba justamente el día después del primer día de panes sin levadura. A la siguiente noche se iniciaba este conteo hasta llegar al día 50, y entonces entramos en una nueva fiesta del Eterno.
La fiesta de las semanas, también llamada Pentecostés o Shavuot, tiene el peculiar mandamiento de llevar dos panes para ofrenda mecida (dice el versículo 17) que serán de dos décimas de efa de flor de harina, cocidos con levadura, como primicias para el Eterno.
Notemos, para complementar, que un poco antes, en el versículo 16, dice:
Hasta el día siguiente del séptimo día de reposo contaréis cincuenta días; entonces ofreceréis el nuevo grano a Jehová. (Lev. 23:16 RVR60).
La forma de presentar el nuevo grano era a través de estos dos panes muy grandes; dos panes que se hacían con la harina nueva del trigo.
¿Qué representan y por qué El Eterno mandó hacer estos dos panes?
Representan las dos casas: Israel y Judá, que, curiosamente, contrario a panes sin levadura, aquí sí llevaban levadura, y vamos a ver un poco más adelante esto de la levadura; y otro punto importante que nos dice el mandamiento, es que los panes eran cocidos con levadura, pero como primicia.
¿Qué significa primicia?
Primicia en hebreo es Bikkurim, lo primero, y no nada más lo primero en cuanto a orden, sino la idea de bikkurim, es también lo mejor de esa cosecha; y era lo que se presentaba por medio de estos dos panes delante del Eterno. Y estos dos panes, también recordaban el sustento del Padre, el sustento del Eterno, durante el desierto, que no falló en ningún momento, y curiosamente, estos dos panes, asimismo, nos recuerdan de alguna manera, que también Dios entrego dos panes en ese día.
¿A qué panes se hace referencia?
A los 2 panes espirituales, los que alimentan nuestra alma,y ese alimento para nuestra alma es la Torá. El Eterno entregó las dos tablas de la ley justamente en ese día, de acuerdo a la tradición judía; y así como los panes sustentan el cuerpo físico, la Torá sustenta nuestra alma, nuestro espíritu, nuestro cuerpo espiritual, vamos a llamarle así. Y qué es que tenemos que recordar al presentar estos dos panes: lo que debemos recordar es darle al Eterno lo mejor de nosotros, lo mejor que tengas para darle, aunque haya levadura; y la levadura, ¿qué representa?, representa el pecado. Entonces, estos panes llevaban levadura. Efraín y Judá, estos dos panes se leudaron, cayeron en pecado, pero aun así, dice el Eterno, tú preséntate ante mí de la mejor manera posible, de la mejor forma que lo puedas hacer.
¿Qué otra cosa se hacía?
Dice en Levítico 23:17: “de vuestras habitaciones traerán dos panes para ofrenda mecida”. Esta ofrenda mecida también se traduce como ofrenda elevada, la palabra mecida, es la palabra hebrea tenufah, que implica como mover arriba, hacia arriba y hacia abajo, o mecerse, hacia adelante y hacia atrás, hacia arriba y hacia abajo. Suena curioso, pero era lo que hacía el sumo sacerdote; ahora bien, ¿Cómo lo mecían? Al sacerdote se le presentaban estos dos panes, algunos dicen que se le llevaba en una canasta, otros dicen que se llevaba sobre un Talit, y el sacerdote junto con otro sacerdote más, por lo menos, los tomaban y los movían, así como se mece a un bebe; en ese vaivén, esto justamente es, mecerlo. Y ¿qué representaba este movimiento?: simbólicamente, el espíritu de Dios que está trayendo a su pueblo a su presencia.
Por otro lado, dicen que este movimiento se hacía de norte a sur; de este a oeste, de arriba a abajo; y esto representa que el Eterno es el dueño de todo, Él es el que controla los cuatro puntos cardinales, todas las dimensiones que existen en el universo las tiene controladas, y está su presencia ahí, todo eso le pertenece, todo eso es suyo, y el movimiento es un símbolo del Espíritu.
Y cuando nosotros hacemos esto, incluso hasta el día de hoy, lo hacemos de una manera simbólica en la fiesta de Shavuot. Se llevan estos dos panes de trigo y se depositan sobre un Talit y se mecen de esa manera.
Lo que tratamos de anunciar de una manera profética es que el Eterno está trayendo hacia Él, una vez más, a su pueblo del este, del oeste, del norte, del sur, de arriba, de abajo. Así como se mecían los panes, así el Eterno está trayendo a las dos casas, una vez más, hacia él.
¿Y quién es el Sumo Sacerdote, el sacerdote del Eterno?
El Sumo Sacerdote es Yeshua, y él dijo algo muy interesante: que ´cuando él fuere elevado a todos, atraería hacia sí´. Así que esta ofrenda también representa a Yeshua.
Muchas cosas tengo que decir y juzgar de vosotros; pero el que me envió es verdadero; y yo, lo que he oído de él, esto hablo al mundo.
Pero no entendieron que les hablaba del Padre. Les dijo, pues, Jesús: Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces conoceréis que yo soy, y que nada hago por mí mismo, sino que según me enseñó el Padre, así hablo. Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada.
Hablando él estas cosas, muchos creyeron en él. (Juan 8:26-30 RVR60).
Cuando hayan levantado al hijo del hombre, reconocerán que yo soy. Yeshua fue levantado como estos dos panes, ¿Con qué propósito? Para atraer a todos hacia él, él es el que tomó el pecado de las dos casas, como estos dos panes con levadura, pero finalmente se presenta delante del Eterno a nombre nuestro.
Mecer los panes es un mandamiento específico de la fiesta de Shavuot, es un mandamiento que nos invita a presentarnos a nosotros mismos a la fiesta de Shavuot con lo mejor de nosotros delante del Eterno, como lo mejor de la gran cosecha del trigo y si tú tienes esa intención, si tú te presentas delante de Dios de esa manera es una garantía, que también serás levantado espiritualmente.
Para algunos rabinos, esta expresión de ofrenda mecida, que también se llama ofrenda elevada, no era tanto que la elevara físicamente el sacerdote, sino que la idea es que es una ofrenda con elevación espiritual, o sea, una ofrenda superior. Durante el año se llevaban diversas ofrendas de flor de harina y de algunos panes, pero al decir que esta es una ofrenda elevada, una ofrenda mecida, significa que espiritualmente es una ofrenda diferente a todas; y en eso se cumple una vez más la obra de Yeshua y también nos lleva a presentarnos nosotros como una ofrenda.
Conclusión:
¿Cómo debemos presentarnos?
Como lo mejor que podamos para ser elevados espiritualmente y llenos del espíritu de Dios. Si logramos eso, estemos seguros de que cada fiesta de Shavuot nuestra vida, va a ser otra, y va a cambiar radicalmente.
Ahora, hoy en día, ¿se debe hacer esto?
Aunque es un mandamiento que se llevaba a cabo particularmente en los días del Templo, no hay ningún problema en hacerlo en casa o en alguna comunidad, recordando justamente lo aquí explicado: el propósito de esta ofrenda y de recordar que algún día el Mesías será ese sacerdote que se presentará para llevar delante del Eterno toda ofrenda.
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