428 No tener provecho de los adornos que se utilizaron para un ídolo.
429 No tener provecho de ningún elemento utilizado para la idolatría.
Las esculturas de sus dioses quemarás en el fuego; no codiciarás plata ni oro de ellas para tomarlo para ti, para que no tropieces en ello, pues es abominación a Jehová tu Dios; y no traerás cosa abominable a tu casa, para que no seas anatema; del todo la aborrecerás y la abominarás, porque es anatema. (Deu. 7:25-26 RVR60).
Explicación del mandamiento:
El Tema de la idolatría es una constante a lo largo de la torá. Estos versículos hablan del contexto de cuando el pueblo está por entrar a la tierra de Israel. Deuteronomio es un libro que trae algunas repeticiones de lo que es la torá misma, de las cuestiones fundamentales, pero sobre todo es un libro que nos lleva mucho al pensamiento de que van a entrar a otra tierra y Dios está advirtiendo con antelación a su pueblo que tenga cuidado porque va a encontrarse con un mundo diferente a esos 40 años que El Eterno acompañó.
Ahora iban a llegar a la tierra de Canaán, en donde iban a abundar las esculturas de dioses, diferentes tipos de cultos y muchos de estos cultos iban a estar relacionados con el dinero, lo económico, lo material y Dios es muy tajante con respecto a esto diciendo: las quemarás en el fuego, ¿por qué no dice dale de martillazos, las haces pedazos y listo, por qué en el fuego? Porque realmente el fuego deshace prácticamente todo y no hay forma de reconstruir algo que el fuego quemó, es prácticamente imposible. Si alguien rompía una figura de estas, otro podría llegar, por curiosidad volverla a armar o pegar.
No sacar provecho.
Estos mandamientos implican que no se tenga provecho de los adornos que se utilizaron en un ídolo o de ningún tipo de elemento, Dios dice: Aléjate de todo lo que tenga que ver con la idolatría, mantén la sana distancia, aléjate de eso que no me agrada ¿Y por qué Dios no soporta, entre otras cosas, la idolatría? Porque es prácticamente como un sustituto de Él, en términos espirituales es como adulterio que no va a tolerar, Él es un Dios fuerte y celoso.
La historia de un hombre que empezó siendo humilde tanto en sus propios ojos como a los demás, no se veía como un líder, pero Dios lo animó, le mostró que con él podía lograr grandes cosas y ese hombre es Gedeón este acontecimiento tiene cierta similitud o característica con lo que ocurrió también con Saúl que en un momento dado captura a unos Reyes, liberando a ciertos cautivos.
El libro de Jueces capítulo 8 nos dice lo siguiente:
Entonces dijeron Zeba y Zalmuna: Levántate tú, y mátanos; porque como es el varón, tal es su valentía. Y Gedeón se levantó, y mató a Zeba y a Zalmuna; y tomó los adornos de lunetas que sus camellos traían al cuello. (Jue. 8:21 RVR60).
(Dato importante: Estas personas son ismaelitas, vienen de Ismael, de los musulmanes y el símbolo que identifica justamente a los musulmanes es una media luna, elemento que representa tanto al islam como a los israelitas.)
Del versículo 22 al 27 dice lo siguiente:
Y los israelitas dijeron a Gedeón: Sé nuestro señor, tú, y tu hijo, y tu nieto; pues que nos has librado de mano de Madián. Más Gedeón respondió: No seré señor sobre vosotros, ni mi hijo os señoreará: Jehová señoreará sobre vosotros. Y les dijo Gedeón: Quiero haceros una petición; que cada uno me dé los zarcillos de su botín (pues traían zarcillos de oro, porque eran ismaelitas).
Ellos respondieron: De buena gana te los daremos. Y tendiendo un manto, echó allí cada uno los zarcillos de su botín. Y fue el peso de los zarcillos de oro que él pidió, mil setecientos siclos de oro, sin las planchas y joyeles y vestidos de púrpura que traían los reyes de Madián, y sin los collares que traían sus camellos al cuello. Y Gedeón hizo de ellos un efod, el cual hizo guardar en su ciudad de Ofra; y todo Israel se prostituyó tras de ese efod en aquel lugar; y fue tropezadero a Gedeón y a su casa. (Jue. 8:22-27 RVR60).
Este fue el resultado de haber tomado lo que aparentemente es legal, pero realmente el corazón de Gedeón no era tan puro, ya que quedó con esos objetos valiosos que tenían los soldados como protección por la superstición de la persecución y hoy en día es exactamente igual, hay gente que idolatra imágenes, objetos, etc. Con esto se saca provecho, es un negocio impresionante.
Dios le dice a su pueblo muy claro, muy concreto: No tengas relación con esto, no saques provecho, no seas partícipe de la mercadotecnia por Internet, web, marketing u otras campañas. A veces el Eterno nos pone ciertas pruebas para conocer nuestro corazón y aprendamos del caso de Gedeón, que fue un hombre que realmente empezó de una manera ejemplar, de una manera humilde, pero se fue apartando hasta tal punto que se mandó a hacer este efod que era una especie de chaleco. Incluso en otras versiones, no dice efod si no dice estatua o ídolo.
A veces es mejor decir: no.
En el sentido práctico uno tiene que estar dispuesto a decir que no cuando nos quieren regalar algo que tiene que ver con esto o a lo mejor nos heredan algo: un cuadro, una pintura y entra en esta categoría de idolatría por ello tenemos que deshacernos de todo esto literalmente rompiendo, quemando, no regalándolo porque va a ser tropiezo para alguien más.
Todo esto es una cuestión delicada porque a veces hay dinero de por medio, es una cuestión económica porque es de oro o es de plata o es de baño de oro o porque costó tanto, aun así tenemos que buscar realmente agradar a Dios. Dentro de esta misma categoría se incluye el dinero que se obtiene, que deriva de todos estos negocios y se está sacando provecho económico.
Recordemos que Moisés destruyo al becerro de oro porque el pueblo estaba volcado tras él. Cuando descendió del monte y los encontró en plena idolatría, molió el oro y se los hizo tragar. Moshé es un ejemplo de cómo cuidar la santidad de nuestro hogar, cuidemos de no traer abominación, cosa abominable a nuestra casa, sino que estaremos dañando directamente a las personas que posiblemente más amamos. Dios no nos da mucho margen esto NO lo tolera.
Para cerrar este artículo, reflexionemos también sobre 1° de Juan capítulo 5, versículo 21:
Hijitos, guardaos de los ídolos. Amén. (1 Jn. 5:21 RVR60).
El apóstol Pablo exhorta en diferentes cartas sobre tener mucho cuidado con esto y, como vemos también en el libro de los Hechos, pues la idolatría era un negocio impresionante por eso es que el judío siempre ha sido muy celoso en ese sentido de alejarse y obedecer estos mandamientos, ya que el Eterno quiere un pueblo Santo.
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