Prohibición de hacer ofrendas fuera del Santuario.

Cuídate de no ofrecer tus holocaustos en cualquier lugar que vieres.

Sacrificar todas las ofrendas en el Santuario.

Sino que en el lugar que Jehová escogiere, en una de tus tribus, allí ofrecerás tus holocaustos, y allí harás todo lo que yo te mando.

Explicación de los mandamientos:

Estos mandamientos se refieren a ofrendas en el Santuario, que es una forma de denominar al tabernáculo o, en este caso, al templo. En Deuteronomio 12:13-14, se advierte: “Cuídate de no ofrecer tus holocaustos en cualquier lugar que veas, sino que en el lugar que Jehová escoja, en una de tus tribus, allí ofrecerás tus holocaustos, y allí harás todo lo que yo te mando”. Este mandamiento pertenece a los días del templo, y es un precepto que debemos cuidar, dado que actualmente no hay Santuario.

Este tema se había tratado con anterioridad en los mandamientos, en Levítico 17:1-5, donde Jehová habló a Moisés diciendo: “Habla a Aarón y a sus hijos, y a todos los hijos de Israel, y diles: Esto es lo que ha mandado Jehová: Cualquier varón de la casa de Israel que degüelle buey o cordero o cabra en el campamento o fuera de él, y no lo traiga a la puerta del tabernáculo de reunión para ofrecer ofrenda a Jehová delante del tabernáculo de Jehová, será culpado de sangre, derramó sangre; será cortado el tal varón de entre su pueblo.

A fin de que los hijos de Israel traigan sus sacrificios, los que sacrifican en medio del campo, y los traigan a Jehová a la puerta del tabernáculo de reunión, al sacerdote, y ofrezcan sacrificios de paz a Jehová”.

La importancia de presentar las ofrendas ante el Eterno y la validación por los levitas.

Todas las ofrendas debían presentarse ante el Eterno (santuario) y debían ser validadas por los levitas, por las siguientes razones:

  1. Principio de orden y debido respeto al altar. El altar es un lugar de reconciliación entre el Eterno y la persona, siendo los levitas representantes de Dios (intermediarios y reconciliadores con el Eterno). Es el lugar donde podemos acercarnos y reconciliarnos con Él, aun cuando nos hayamos extraviado y fallado. El Eterno quiere mantener la relación, pero no en cualquier lugar ni de cualquier manera.
  2. Principio de obediencia a Su Palabra. Este principio se ejemplifica en el caso de Samuel, cuando cuestionó al Rey Saúl acerca de qué complacía más al Eterno: ¿los sacrificios y ofrendas o la obediencia? Ambas cosas van de la mano: obediencia y sacrificio. El Eterno desea ver nuestra obediencia, por eso establece cómo deben ser las cosas, no solo cuando nos place obedecer, sino teniendo en cuenta lo que Él ha estipulado.
  3. Para no ser piedra de tropiezo. Si realizáramos sacrificios en cualquier lugar, se podría dar pie a que quienes nos rodean se preguntarán a qué dios estamos ofreciendo esos sacrificios.
  4. Para ayudar al sustento de los levitas. Si cada persona diera ofrendas donde quisiera y como quisiera, los levitas podrían quedar desamparados.

El cumplimiento fiel de las prácticas religiosas según la voluntad del Eterno.

Este mandamiento solo aplica cuando se trata de ofrendas que tienen el propósito de ser una ofrenda de reconciliación, paz u otras situaciones relacionadas con el Eterno. En el primer libro de Reyes se menciona la práctica de los lugares altos, que se utilizaban para sacrificar cuando aún no había un templo construido, pero una vez que se edificó el templo, se debía acatar la orden, aunque esta costumbre fue difícil de erradicar.

Conclusión: Las costumbres se convierten en ley. En la actualidad, a menudo preferimos hacer lo que queremos y no nos gusta que nos digan qué hacer o cómo hacerlo. Este mandamiento es particular, ya que el Eterno nos insta a estar dispuestos a evaluar si hacemos las cosas como Él quiere y no según nuestros deseos. Aparentemente, podríamos estar realizando muchas actividades para el Eterno, pero si no las hacemos conforme a Sus indicaciones, podemos estar equivocados.

Ejemplos claros son el diezmo y el día de descanso que debemos guardar, ¿lo hacemos como Él lo dice o como nos conviene?

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