572. No tomar de un israelita préstamos ni créditos a intereses.
573. Se puede prestar a un extranjero con intereses.
Este mandamiento nos manda a marcar una diferencia en la relación con las personas en cuestión de negocios. Aquí si podemos observar la acepción de personas, aunque la regla general es que Dios no hace acepción de personas, en este caso particular y especifico Dios, sí, marca una diferencia.
Introducción al mandamiento:
El tema del dinero siempre ha sido complicado, mayormente siempre surgen varias opiniones, en ciertas ocasiones no es muy grato hablarlo y cuando se toca el tema para muchos es incómodo y se necesita mucha discreción porque es algo de carácter muy personal – privado y no abierto. Bueno, en este caso aun entre hermanos en la Fe también suele ser difícil la cuestión de realizar este tipo de transacciones, casi se prefiere prestar a alguien que NO sea de la Fe – hermano (a) porque cuando se presta a algún hermano (a) de la Fe surgen ciertos detalles donde afectan la relación y surgen diferencias lo que provoca que después ni se saluden en la reunión de la Congregación o luego se ven en Línea de Chat-WhatsApp y ni ganas de mandarse un mensaje o hasta se bloquean.
No es fácil entrar en asuntos de dinero con cualquier persona y mucho menos dentro de la misma familia biológica o como ya mencionamos entre hermanos en la Fe. Pero, por supuesto, para Dios no es nada nuevo este tipo de comportamiento indiferente entre nosotros como resultado de una falta por cuestión de dinero, nuestro Padre nos empuja a estas instancias a través de esta instrucción justamente porque quiere que cambiemos de actitud para así entender que tenemos que llevar una relación mucho más profunda con nuestros hermanos (a) en la Fe. Viendo todo lo que conlleva el estrechar una relación de amistad es también a través del dinero, podemos ver que dice más o puede más en una relación alguien que te da una ofrenda en un momento difícil a alguien que solo dice: voy a orar por ti, aclarando que no estamos juzgando a la persona que no está en sus posibilidades dar, aunque en su corazón tiene el gran deseo, se entiende en este caso.
¿Qué enseñanza nos quiere transmitir el Señor, respecto a dichas especificaciones en este mandamiento?
Aquí no solo está hablando de un préstamo, sino también de situaciones donde se habla de negocios en general que implica una inversión donde una de las partes no tiene del todo y requiere de alguien le apoye. Este sistema de tipo bancario siempre ha existido y era siempre necesario que una persona que no podía tener acceso a un préstamo significativo por parte del banco (como hasta el día de hoy) pero igual vemos personas que cuentan con ese capital monetario que puede prestar y es aquí donde el mandamiento nos manda a apoyar a nuestro hermano (a) en la Fe para poder comenzar y emprender algo o poder rescatar algo hipotecado o alguna prenda, claro, no era extraño que se prestara con intereses; ahora, evidentemente prestar dinero siempre implica un riesgo para quien otorga el préstamo, así que el interés era una forma de minimizar ese riesgo de perder, pero la Biblia es muy clara en este mandamiento, a un hermano (a) en la Fe, NO. No nos podemos portar igual como si fuera algún extraño, no debemos actuar como los bancos y aplicar intereses para obtener ganancias, apoyando ya no por amor ni con la intención verdadera de ayudar, sino para beneficio propio con fines de lucro.
De muchos pasajes que existen respecto a este tema, pondremos tres, donde Dios nos muestra el deber que tenemos ante el que necesita apoyo:
Cuando prestares dinero a uno de mi pueblo, al pobre que está contigo, no te portaras con el cómo logrero, ni le impondrás usura (interés). (Éxodo 22:25)
No tomarás de él usura ni ganancia, sino tendrás temor de tu Dios, y tu hermano vivirá contigo. No le darás tu dinero a usura, ni tus víveres a ganancia. (Levítico 25: 36-37)
Cuando haya en medio de ti menesteroso de alguno de tus hermanos, en alguna de tus ciudades, en la tierra que el Señor tu Dios te da, no endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano contra tu hermano pobre, si no abrirás a él tu mano libremente, y en efecto le prestarás lo que necesite. Guárdate de tener en tu corazón pensamiento perverso, diciendo: cerca está el año séptimo, el de la remisión, y mires con malos ojos a tu hermano menesteroso para no darle; porque él podrá clamar contra ti al Señor, y se contará por pecado. Sin falta le darás, y no serás de mezquino corazón cuando le des; porque por ello te bendecirá el Señor, tu Dios en todos tus hechos, y en todo lo que emprendas. Porque no te faltarán menesterosos en medio de la tierra; por eso yo te mando, diciendo: abrirás tu mano a tu hermano, al pobre y al menesteroso en tu tierra. (Deuteronomio 15: 7-10)
Con estos pasajes ya leídos tenemos un mejor entendimiento siguiendo esta secuencia con nuestros pasajes base del mandamiento estudiado:
Deuteronomio 23: 19-20 No exigirás de tu hermano interés de dinero, ni interés de comestibles, ni de cosa alguna de que se suele exigir interés. Del extraño podrás exigir interés, más de tu hermano no lo exigirás, para que te bendiga el Señor, tu Dios en toda obra de tus manos en la tierra adónde, vas para tomar posesión de ella.
Aquí, Dios, nos llama a comportarnos como verdaderos hermanos y el dinero es una de las mejores oportunidades de demostrarlo. Ahora, lo contrario a recibir es el devolver, y aquí no está diciendo que no devolvamos lo que se nos prestó como apoyo. Entendamos algo, esto no es una excusa para aprovecharnos y no pagar, aquí el mandamiento es claro: no prestes con interés a tu hermano, punto; el mandamiento es apoyar a nuestros hermanos sin interés, el interés, nos lo va a dar nuestro Señor Dios porque actuamos conforme a su voluntad y eso va a perdurar mucho más que cualquier interés obtenido. El punto clave es prevalecer la amistad:
“la relación antes que los negocios”
¿Sabías qué?
A las comunidades judías se les reconoce por siempre apoyarse entre ellos, por eso Dios los bendice tanto porque siguen estos principios de la Torá que estamos estudiando, a pesar de ser grandes negociantes y emprendedores a nivel mundial, son diversas las razones que han llevado a este singular pueblo a estar entre las personas más ricas del planeta y una de las razones principales es la herencia cultural hebrea que ponen en práctica la Torá de Dios.
Siempre que alguno de ellos va a comenzar a emprender un negocio, entre todos se cooperan para ayudarle en todo lo que necesite, y una vez que esa persona es apoyada y obtiene sus ganancias, Dios le prospera igual para que devuelva el apoyo que recibió al principio. Es un gran ejemplo para nosotros de poner estos hábitos en práctica más allá de lo que simplemente estamos acostumbrados.
Conclusión
En el libro de los proverbios salomón expone, Prov. 19:17 “A Dios presta el que da al pobre, y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar.” Cuando ayudamos a nuestros hermanos en la Fe como al pobre, mostramos amor y honor tanto al Creador como a su creación. Dios ve nuestra buena voluntad al apoyar al que necesita y sobre todos a los pobres, porque él dice que es como si le hubiésemos ofrecido primero directamente a Él. Ahora, como ya mencionamos, por último, no se debe de tomar como pretexto para tomar la ayuda y no pagar el préstamo después, debemos tener mucho cuidado, el mandamiento hace señalamiento al interés, no a pedir prestado y luego no pagar. El espíritu del mandamiento es no tratar al hermano (a) en la Fe como a un extraño (extranjero) sino tener esa buena relación como Hijos delante de nuestro Padre, de amarnos unos a otros y eso incluye la instrucción en este mandamiento.
¿Deseas recibir la lista de los 613 mandamientos?
Escríbenos a info@caminoaemaus.org y recibe en PDF la lista de los 613 mandamientos de la Ley en tu correo.
Escribe un comentario