DEVOLVER Y NO RETENER LA PRENDA DEL PROPIETARIO CUANDO LA NECESITA

Si el hombre fuere pobre, no te acostarás reteniendo aún su prenda. Sin falta le devolverás la prenda cuando el sol se ponga, para que pueda dormir en su ropa,  y te bendiga; y te será justicia delante del Eterno, tu Dios. (Deuteronomio 24:12 y 13).

Están enfocados en la compasión y en el amor al prójimo. No nos olvidemos que toda La Torá se resume en amar a Dios y en amar al prójimo. Entonces, no importa cómo los clasifiquemos, positivos o negativos, siempre van a entrar en estas 2 categorías, o incluso en las 2: enfocados en amar a Dios, o más enfocados en amar al prójimo; y aquí vemos evidentemente, que tiene mucho que ver en amar al prójimo y esta es una forma sencilla, pero muy poderosa de demostrar el amor al prójimo. 

Si tomares en prenda el vestido de tu prójimo, a la puesta del sol se lo devolverás. Por qué solo eso es su cubierta, es su vestido para cubrir su cuerpo ¿En qué dormirá? Y cuando él clamare a mí, yo le oiré, porque soy misericordioso. (Éxodo 22:26-27).

Si el hombre fuere pobre, no te acostarás reteniendo aún su prenda: No dice que uses su prenda, sino que no te acostarás reteniéndola. Entonces, este principio que vemos aquí para el acreedor, se conoce como derecho de retención.

¿Qué es el derecho de retención?

De acuerdo a la ley o a la jurisprudencia de muchos países. Por definición, nos dice que, la facultad que otorga la ley, en casos concretos y determinados, al poseedor de un bien ajeno, para conservar esa posesión hasta que el propietario le pague lo que le adeuda. Como hoy sería una casa de empeño.

Este derecho de retención que tenía, el acreedor,  tenía también un límite; y ese límite no solo implicaba que hasta que se le pagara, sino que si la persona lo necesitaba, se le tenía que devolver. Y aquí, particularmente, en estos versículos, se habla sobre alguna prenda que la persona usara en caso de que fuera muy pobre, la túnica, la famosa túnica, que era una prenda que le servía en la noche para poder dormir, para poderse tapar, era como un jorongo, en México se les llama así, como tipo sarapes, como un tipo talid pero mucho más grueso, y lo usaba mucha gente en el campo para poder dormir: En el día hace calor, pero y a en la noche baja muchísimo la temperatura y pues es necesario taparse con algo y el jorongo o la túnica, le servía también como cobertor. Así que por eso dice ahí: si la persona fuera muy pobre, no te acostarás reteniendo su prenda, sin falta se la devolverás cuando se ponga el sol, o sea, cuando la necesite, en grandes rasgos, en este caso, dice, para que pueda dormir en su ropa.

Entonces, ten compasión de la persona, no que perdones la deuda, pero actúa con misericordia. No seas tan duro en la aplicación de la justicia, ve también lo que hay de fondo, ve también la necesidad que hay detrás de la deuda, el porqué la persona te entrego la prenda, si te entregó es porque no tenía algo más de valor, porque eran prendas costosas; entonces, cuando una persona era tan pobre que lo único que podía empeñar era esta ropa, esta prenda, esta túnica; pero lo que dice aquí: ya cuando llegue la noche se lo devuelves, y así, hasta que termine de pagar la deuda, pero no lo dejes, al descubierto; y además como por lógica; si estamos hablando de que en la noche lo necesitaba porque hacía frío, pues si se enfermaba por no taparse, pues menos iba a poder pagarte, porque se iba a enfermar. Es una forma de ver aquí en la Escritura: Bueno, tienes derecho, pero también puedes ser de un ojo compasivo y misericordioso.

Tienes todo el derecho de cobrarle y si eso es todo lo que te dejó en prenda, pues ni hablar, así es, pero también sé consciente de la necesidad de la persona. No está, como tal, perdonándole la deuda, pero sí, definitivamente, está exhortando a que tengamos un ojo misericordioso y compasivo. Tiene un poco que ver con que si tu ojo está en tinieblas, cuanto más estarán las tinieblas en ti. Y eso tiene que ver también con el buen ojo o el mal ojo, cuando maneja Yeshúa esta idea en el sermón del monte con la compasión y no ser, en pocas palabras, tacaño.

Analiza la situación: La persona es tan pobre que no tiene nada más con qué taparse, no tiene otra prenda que pudo empeñar;  devuélvesela en el momento en que la necesite: no la afectes más de lo que de por sí ya está. Yo creo que una deuda es como una soga en el cuello y es una situación incómoda, Mucha gente cuando tiene deudas no puede dormir porque está todo el tiempo pensando, se te va el sueño, estás caminando en la noche, en fin, situaciones así. Entonces dice: no le agraves más el insomnio, porque además no pueda dormir del frío.

Hay una promesa en lo que dice aquí mismo la palabra.

Sin falta le devolverás la prenda en cuanto el sol se ponga para que pueda dormir en su ropa y te bendiga. (Deuteronomio 24:13).

Es interesante porque podemos decir te bendiga Dios o te bendiga la persona, pero no, lo que da a entender es que aun la persona en su momento te va a bendecir, va a decir gracias, o sea, no tendrías por qué (por decirlo así) por qué compadecerte, pero gracias por darme un poco de oxígeno en medio de toda esta deuda: pero ahí sí dice y te será justicia delante del Señor tu Dios.

 La palabra tzadik tiene la misma raíz que la palabra tzedaka, que también aplica como justicia o como ofrenda, como compasión, pero son 2 términos que están ligados, la justicia y la persona que es justa. ¡Y El Eterno dice aquí: te será por justicia, o sea, como que Dios va a ver esto y se va a agradar; no es como que ya eres justo delante de Dios, porque te portaste bien; no! Si no que de alguna manera vas a hacer lo que le agrada al Eterno y Él, por ello, sin duda, te va a bendecir. 

Entonces este mandamiento es muy claro: no retengas algo si la persona lo necesita; no significa la cancelación de la deuda, pero sí actúa con compasión, sí actúa con misericordia, sí considera la situación de la gente y sobre todo, como aquí el ejemplo, que es el caso de extrema necesidad. Y yo les digo, tomemos la alaha de Yeshúa en esto. Y Él dio un ejemplo muy hermoso de esto, me parece, sobre la compasión, sobre amar al prójimo sobre cómo comportarnos; y dice: no te comportes como un despacho jurídico de cobranza, no te comportes como usurero como una persona que solo piensa en el dinero, que solo piensa en que por qué lo haces, lo que me importa es que me debes y que me pagues y si no me pagas te vas a la cárcel, aunque sea por darle de comer a tus hijos.

Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses, Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos. (Mateo 5:42-48).

El Eterno es bueno, hace salir el sol para todos: Él no está pensando, este es bueno, este es malo, Él ve a todos con misericordia y compasión y da a todos por igual; porque dice aquí: Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles? O sea, los publicanos también actúan así y ellos están pensando solo en el dinero, en cómo sacar más; pero dice aquí al final en el verso 48: Sed, pues perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos, es perfecto.

Pues bueno, no así de una perfección de no cometer un solo error, sino en la perfección moral de tu vida y de tus actos, a eso claro que podemos aspirar; a una conciencia limpia, saber que estamos buscando actuar para agradar al Eterno. Esa debe ser la finalidad de nuestro comportamiento; no para agradar a nadie, no porque la letra tal cual lo diga, sino porque buscamos agradar al Eterno.

Entonces, todos tenemos que aprender mucho de esto, todos tenemos que crecer en el espíritu de este mandamiento, que es la compasión, que es la misericordia, que es el darte cuenta de que cuando tú estás en una posición ventajosa, no aprovecharte como tal de esa posición. No tratar de sacar ventana de esa situación. Simple y sencillamente, pensar como el espíritu de la letra lo dice aquí: Actuando con compasión, para que esa persona incluso te bendiga, dice aquí, y se considera que aun la persona deudora puede bendecirte, y Dios lo escuchará, y te será justicia delante del Eterno tu Dios. Así que, esto es importante, porque, de alguna manera, todos queremos ser hallados justos delante del Eterno. Y no porque nuestras obras lo hagan, pero sí quiere decir que hemos entendido que hemos sido justificados.

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“El que recibe enseñanza en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo enseña”

Gálatas 6:6 (RVC)



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