¿Qué dice la Biblia sobre la cremación?

¿QUÉ DICE LA BIBLIA SOBRE LA CREMACIÓN?

La cremación o incineración es la práctica de deshacer un cuerpo humano muerto, quemándolo, lo que frecuentemente se lleva a cabo en un lugar denominado crematorio. Fuente: Wikipedia.

Gn. 3:19: “Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.”

Se considera que el alma viene de arriba, de las esferas celestiales, pero el cuerpo de abajo, de las esferas terrenales.  Y por tanto cada uno debe volver a su lugar de origen.

“Al polvo volverás” significa que el cuerpo esta destinado a volver a la tierra mediante un proceso natural y orgánico.

Aunque curiosamente esta cita se menciona en la cremación, el convertir el cuerpo en ceniza, no es un proceso natural, sino totalmente artificial.

Ejemplos en la Biblia sobre sepultura:

  • 23 – Abraham entierra a Sara.
  • 14 – Yohanan el bautista
  • 11 – Lázaro
  • 27 – El mismo Yeshua

En general en la región de Oriente Medio era la práctica universal aceptada. Por ejemplo por los babilonios y los persas lo llevaban a cabo. Los persas incluso castigaban con pena capital a quien intentara incinerar un cadáver.

En tiempos de Yeshua, la sepultura era en muchas ocasiones en cuevas.

En la Edad Media, era vista como un castigo para los herejes. Por ejemplo: a John Wyclif (traductor, teólogo y reformador inglés de origen judío) que tradujo la vulgata latina al inglés, lo desenterraron y cremaron su cuerpo y sus cenizas esparcieron en el río.

Realmente la cremación es una práctica relativamente moderna, sus orígenes datan de 1873 en Viena y en E.U.A. en 1874.

Respeto al Cuerpo

En la Escritura se le da un gran respeto al cuerpo, incluso un malhechor merecía ser sepultado.

Dt. 21:22, 23: “Si alguno hubiere cometido algún crimen digno de muerte, y lo hiciereis morir, y lo colgareis en un madero, no dejaréis que su cuerpo pase la noche sobre el madero; sin falta lo enterrarás el mismo día, porque maldito por Dios es el colgado; y no contaminarás tu tierra que Jehová tu Dios te da por heredad.”
Este pasaje nos muestra la importancia de la sepultura y como el dejar que el cuerpo muerto fuera dañado ya sea por animales o la naturaleza, era una “contaminación para la tierra”.

Según la ley judía, un objeto que facilitó el cumplimiento de una mitzvá debe ser tratado con respeto, y no puede ser desechado por casualidad. Por ejemplo: un sefer Torá, los tzit tzityot, las tiras de cuero de tefillin, incluso el prepucio que es quitado del brit milá. En las tradiciones judías estos artículos deben ser enterrados con el debido respeto cuando ya no tienen utilidad o han cumplido su función, ¡cuanto más en base a esta idea se aplica al cuerpo humano!

Tenemos una responsabilidad implícita de devolver al Creador el cuerpo que nos fue dado como Templo de la mejor forma posible, y eso incluye el cuerpo en el estado más completo posible.

Aún el Cohen Hagadol (Sumo Sacerdote), debía cumplir con el mandamiento de sepultar un cadáver (met mitzva), aún cuando tenía prohibido entrar en contacto con un cadáver (Lv. 21:11).

De hecho, hace unos 2,000 años, el historiador romano Tácito del s.I. destacó que “los judíos entierran a sus muertos en lugar de quemarlos”. Fuente: itongadol.com

La tradición judía enseña que cuando el cuerpo es enterrado, el pequeño hueso luz, hueso de la parte posterior del cuello, nunca se desintegra y a partir de allí será reconstruido en la futura Era Mesiánica. Por lo que la idea de la sepultura está asociada a la resurrección.

Hoy en día se toma la opción de la incineración por aspectos económicos. Aproximadamente en la Cd. de México las cremaciones alcanzan el 80% por falta de espacio y razones económicas.

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-37769532

La memoria del Holocausto, donde millones de judíos fueron asesinados por los nazis y sus cuerpos fueron dispuestos quemándolos en hornos crematorios o en fosas ardientes, le ha dado a la cremación connotaciones muy negativas.

El entierro es parte de un proceso de asimilación y despedida de la persona fallecida por parte de sus seres queridos, mientras que la cremación no cumple este proceso.

Aún la cabalá (estudio místico de la Torá), enseña que el alma no deja el cuerpo de inmediato después de la muerte. Una partida tan abrupta sería demasiado dolorosa para el alma. La descomposición gradual del cuerpo le permite al alma tener el tiempo para dejarlo de a poco y aclimatarse a su nueva vivienda divina. La destrucción instantánea del cuerpo que causa la cremación le quita al alma la posibilidad de tener este período de acomodamiento realmente necesario.

El acudir a un cementerio es un lugar de recuerdo, para mantener el legado de la persona fallecida. Hoy tenemos las tumbas de Abraham, Itzak, Yacob, por ejemplo. Son una forma de reconocer lo que hicieron en vida y no olvidar sus nombres. Cuando no se tiene un cuerpo para enterrar, ese objeto y su memoria, queda en una especie de deriva, capturado por la duda de su paradero. La sepultura es también para los familiares, para que tengan un lugar donde recordarte, donde asimilar esa pérdida.

Hay historias de soldados que arriesgaron sus vidas para rescatar el cadáver de otros compañeros y darles sepultura. Como los hombres de Jabés que arriesgaron sus vidas para rescatar el cuerpo de Saúl y Jonathan (1a Sam. 31).

¡YA CREMARON A MIS PADRES O PARIENTES! ¿QUÉ PASA?

Un individuo que ha sido criado en una atmósfera donde no se le inculcó el amor a la Torá o los principios bíblicos, al que nunca se le ha brindado una educación bíblica apropiada no puede ser considerado responsable por su falta de observancia.

Esta regla general se aplica a individuos que eligen ser cremados porque su educación y su crianza no les brindaron el conocimiento necesario para decidir sobre esta cuestión.

Fuente:https://es.chabad.org/library/article_cdo/aid/3327263/jewish/Por-qu-la-ley-juda-prohbe-la-cremacin.htm

Finalmente, la vida eterna no depende de la forma en que nuestro cuerpo fue tratado al morir, sino las decisiones que tomamos estando vivos respecto a nuestra relación con Dios.

El Talmud dice “es una mitzvá cumplir los deseos de una persona que fallece”. Sin embargo se debe tratar de explicar las razones a la persona sobre la importancia del entierro, pero si aún así la voluntad del difunto fue en vida ser cremado, se considera se debe respetar su voluntad. Pero siempre y cuando se hizo el intento de hacerle cambiar de opinión. Hay opiniones que dicen que por un bien mayor se puede desobedecer esta voluntad, pero ya quedará a criterio de cada quien

Te invito a que pongas en oración este tema, si todavía no sabes si cremar o enterrar a algún familiar cuando llegue el momento de su partida o tu mismo no has decidido tu voluntad al respecto.

Shalom!

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