¿Qué es la blasfemia contra la Ruaj Hakodesh?

EJEMPLOS DE BLASFEMIA EN LA BIBLIA

Vamos a tratar de encontrar la respuesta a lo que significa esto. Mateo 12:31-32 “Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; más la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada. A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero.” (RVR60).  También Lucas 12:10 “A todo aquel que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que blasfemare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado.” (RVR60). Y en Marcos 3:29 “pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, sino que es reo de juicio eterno.” (RVR60). Éste último pasaje es muy similar al de Mateo 12. 

Este es un concepto que suena bastante fuerte: ¡Blasfemó! Sobre todo, cuando leemos las consecuencias de lo que dice Yeshua: Aquél que blasfemare contra el Espíritu Santo, ya es reo de muerte, ya no tiene perdón. Por eso, es lógico, a veces preguntarse, ¿cuál es la blasfemia contra el Espíritu? ¡No sea que ya la haya cometido! Y se puede especular mucho sobre lo que está tratando de decir Yeshua, pero me parece interesante que su audiencia no tiene una reacción como de confusión o de preguntar sobre lo que significa eso. Es probable que ya para ellos, de alguna manera, fuera algo entendido. Tenemos un antecedente aparente en la Torá, aunque no es exactamente lo mismo, pero al menos en cuanto a la idea sobre la consecuencia en la blasfemia, es la misma. Levítico 24:16 “Y el que blasfemare el nombre de Jehová, ha de ser muerto; toda la congregación lo apedreará; así el extranjero como el natural, si blasfemare el Nombre, que muera.” (RVR60). Esto se orienta hacia la idea de que si alguien dice el Nombre del tetragramatón de una manera blasfema o insultante. 

DEFINICIÓN DE BLASFEMIA

Blasfemia = en el griego: blasfemeo significa vilipendiar, blasfemar, insultar, profanar. Específicamente es hablar impíamente, hablar mal e injuriar. Se traduce también como calumniar, decir mal, difamar. 

Y una palabra similar en griego: blasphemos, viene de un derivado que es blapto que significa estorbar y otra palabra que es phem que significa rumor, fama o dicho. Es una fama, un rumor o un dicho que causa un tropiezo. Es algo difamatorio, calumnioso o impío. No hay como tal una definición precisa en la Biblia que nos dejara satisfechos, pero si analizamos el contexto de estos pasajes como en Mateo 12, vamos a llegar a una respuesta mucho más acertada.

Mateo 12:22-32 “Entonces fue traído a él un endemoniado, ciego y mudo; y le sanó, de tal manera que el ciego y mudo veía y hablaba. Y toda la gente estaba atónita, y decía: ¿Será éste aquel Hijo de David? Mas los fariseos, al oírlo, decían: Este no echa fuera los demonios sino por Beelzebú, príncipe de los demonios. Sabiendo Jesús los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá. Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido; ¿cómo, pues, permanecerá su reino? Y si yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿por quién los echan vuestros hijos? Por tanto, ellos serán vuestros jueces. Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios. Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero no le ata? Y entonces podrá saquear su casa. El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama. Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; más la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada. A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero.” (RVR60). Qué combinación tan fuerte: endemoniado, ciego y mudo. Cuando Yeshua le sana y literalmente le abre los ojos y suelta su lengua, la gente empieza a conectar estas profecías mesiánicas y por supuesto con un reinado, ¡de David! Pero los fariseos tenían otra opinión muy diferente, pues atribuyen esta evidencia tan clara a satanás. Por ello, Yeshua dice, si tú no estás conmigo, estás contra mí. Si ante tal evidencia eres capaz de no creer esto, no te va a ser perdonado. El pecado de los fariseos no era algo que Yeshua tomara de manera personal por eso les responde que si ellos van en contra del testimonio que es la verdad que solo da el Espíritu de Dios, entonces no hay manera de que puedas creer y recibir ese perdón. 

ENSEÑANZA / DIDACHÉ

Didaché es un término griego que significa enseñanza y es un documento que algunos consideran del primer siglo y que era una especie de credo entre los apóstoles y entre los discípulos de los primeros apóstoles de Yeshua como para justamente evidenciar quien era un verdadero apóstol, quien era un verdadero discípulo de Yeshua y quien no. En el capítulo 11, sección 7 dice: “No pongáis a prueba ni a examen ningún profeta que habla en espíritu. Porque todo pecado será perdonado, pero este pecado no será perdonado. Así está establecido en este documento que va muy acorde a lo que dice Yeshua. Entones ¿por qué no será perdonado? Porque hay una evidencia de lo que es la verdad y una de las misiones que dijo Yeshua del Espíritu es que él nos iba a guiar a toda verdad.

CONSECUENCIAS DE LA BLASFEMIA

 Vamos a ver otro ejemplo en Hechos 18: 5-6 “Y cuando Silas y Timoteo vinieron de Macedonia, Pablo estaba entregado por entero a la predicación de la palabra, testificando a los judíos que Jesús era el Cristo. Pero oponiéndose y blasfemando éstos, les dijo, sacudiéndose los vestidos: Vuestra sangre sea sobre vuestra propia cabeza; yo, limpio; desde ahora me iré a los gentiles. (RVR60). Aquí se da la misma secuencia: una persona que blasfema no se le será perdonado y en el libro de Levítico dice una persona que blasfemare el Nombre será apedreada, es decir, no le será perdonado y tendrá que pagar con su vida. También en el caso de que Pablo está exponiendo la verdad de que Yeshua es el Mesías, pero dice que ellos se oponen, lo resisten y blasfeman, entonces Pablo dice se acabó, ya no soy responsable, su sangre sea sobre sus cabezas, ustedes son responsables de esto. Entonces la blasfemia implica endurecer el corazón a punto de:

1. Negar la obra de Dios y atribuírsela en el otro extremo a satanás ó 2. Simplemente rechazar lo que Dios está mostrando que es verdaderamente la verdad. Esa es la labor del Espíritu: guiarnos a toda verdad. Yeshua dijo que cuando venga el Consolador, el Espíritu de la verdad, dará testimonio acerca de Él. Y eso era también lo que hacían los apóstoles, testificaban que Yeshua era el Mesías por medio de la Escritura. Juan 16:13 “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.” (RVR60). Entonces la blasfemia contra el Espíritu implica el rechazar la Palabra de Dios; el testimonio de la Palabra de Dios. No es que el Espíritu sea mayor que el Mesías, simplemente es porque el Espíritu, vamos a llamarlo así, esta herramienta es la fuerza que nos lleva al arrepentimiento y que nos muestra cual es la verdad. Pero si tú rechazas esa opción no hay una manera de poder ser perdonados. La teshuva (arrepentimiento), es un requisito para poder ser perdonado. Pero si al Espíritu que nos redarguye, que nos muestra el pecado, lo rechazamos, es como la lámpara que nos muestra el camino o donde hay polvo y suciedad, pero si apagamos la lámpara no hay manera de poder ver el polvo, lo que está sucio y el pecado de nuestra vida. 

¿DÓNDE SURGE LA BLASFEMIA?

Mateo 15:19 “Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias.” (RVR60). Este es un comentario que hace Yeshua, justamente después de una discusión con unos fariseos en donde estaban anulando la Palabra de Dios y estaban más preocupados por otros aspectos de su corazón. Así que la blasfemia surge de un corazón endurecido y que no quiere aceptar la verdad y la ha rechazado hasta el punto de darle la espalda a Dios. 

1 Timoteo 6:3-4 “Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas,” (RVR60). Otra evidencia de donde surge la blasfemia. Pues para Pablo escribe doctrina porque tiene que ver con la Torá (instrucción), con el Tanaj (también conocido como Mikrá, es el conjunto de los libros sagrados del Antiguo Testamento). Entonces cuando una persona no se conforma a las sanas palabras del Mesías y de la Escritura, de la Torá, los Profetas y los Escritos, entonces ahí va a nacer la blasfemia, el rechazo hacia lo que Dios ha planteado y mostrado como la verdad. 

La pregunta que todos nos hemos planteado: ¿Cómo yo sé si blasfemé? O ¿Cómo sé si una persona ya blasfemó? Bueno, saber de un tercero, es realmente muy difícil. Pero si tú estás preocupado por ti, entonces es porque no has llegado a esa instancia. El hecho de estar preocupado, indica que todavía hay un Espíritu que nos está redarguyendo que tenemos que cambiar. Es un poco como le pasó a Faraón que, ante toda la evidencia y el testimonio, él quiso endurecer su corazón hasta el momento que Dios dijo: Quédate con ese corazón duro y aunque tengas toda la evidencia del mundo, no vas a poder creerla, no vas a poder aceptarla, no vas a querer cambiar. Entonces la blasfemia implica que una persona que ha rechazado la verdad y le ha dado la espalda a Dios al rechazar al instrumento que Él usa para que nos arrepintamos; sin arrepentimiento no hay perdón. Como lo veo yo: somos nosotros mismos los que nos condenamos. No es que Dios diga: A ti te mando este espíritu de blasfemia. ¡No¡ Sino que cuando una persona decide endurecerse, no hay más. Por eso dice la Palabra: Si escuchas hoy su voz, no endurezcas tu corazón.