¿QUÉ SIGNIFICA LA FRASE: “QUE EL GUSANO DE ELLOS NO MUERE”?

Una frase que vamos a analizar y a encontrar dentro de los evangelios donde la mencionó Yeshua. Vamos a ver el contexto en que fue dicha esta parte, este extracto del versículo, que habla sobre el gusano que no muere y el fuego que nunca se apaga.

MARCOS 9:42-48 “DONDE EL GUSANO DE ELLOS NO MUERE”

Este pasaje se encuentra en Marcos 9:42-48:

“Cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le fuera si se le atase una piedra de molino al cuello, y se le arrojase en el mar. Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. Y si tu pie te fuere ocasión de caer, córtalo; mejor te es entrar a la vida cojo, que teniendo dos pies ser echado en el infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. Y si tu ojo te fuere ocasión de caer, sácalo; mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga”. (Marcos 9:42-48 RVR60).

El verso 42 también se menciona en el evangelio de Mateo y de Lucas, prácticamente es el mismo pasaje con algunas pequeñas variantes. Donde Yeshua, poniendo a un pequeñito en medio como ejemplo, dice: “cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le fuera”, etc. La piedra de molino eran estas ruedas inmensas de piedra que servían para triturar en muchos casos las aceitunas y extraer de ellas el aceite. Eran tan enormes que eran movidas por un asno. Así que hacer tropezar a un niño es tremendo, es una declaración fuerte. Sobre la misma línea sigue diciendo que el gusano no muere y el fuego nunca se apaga.

Esta frase de alguna manera, en la época más actual, se llega a interpretar como una frase que denota un castigo eterno para las personas de quienes está hablando aquí Yeshua. Es como la imagen que muchos tienen de este lago de fuego, de este lugar conocido coloquialmente como el infierno, donde la persona estará en un castigo eterno, sufriendo continuamente. Vemos que no hay ningún comentario o respuesta a lo que dice Yeshua, al parecer, todos entendían la frase muy bien. Pero ¿de dónde pudo haber tomado esta frase Yeshua, que era conocida para otros? Pues para saberlo, vamos a la Escritura, al Tanaj, a los profetas, recordando que muchas expresiones eran entendidas por qué tomaban como base otros pasajes de la misma Escritura.

ORIGEN DE LA FRASE: ISAÍAS 66:20-24

Leamos Isaías 66:20-24:

“Y traerán a todos vuestros hermanos de entre todas las naciones, por ofrenda a Jehová, en caballos, en carros, en literas, en mulos y en camellos, a mi santo monte de Jerusalén, dice Jehová, al modo que los hijos de Israel traen la ofrenda en utensilios limpios a la casa de Jehová. Y tomaré también de ellos para sacerdotes y levitas, dice Jehová. Porque como los cielos nuevos y la nueva tierra que yo hago permanecerán delante de mí, dice Jehová, así permanecerá vuestra descendencia y vuestro nombre. Y de mes en mes, y de día de reposo en día de reposo, vendrán todos a adorar delante de mí, dijo Jehová. Y saldrán, y verán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí; porque su gusano nunca morirá, ni su fuego se apagará, y serán abominables a todo hombre”. (Isaías 66:20-24 RVR60).

Este pasaje, y prácticamente todo el capítulo 66, nos habla de la futura restauración de Jerusalén, del futuro restaurador para el pueblo del Eterno. Nos habla que ese exilio, esa diáspora, terminará y muchos de los que estuvieron lejos regresarán para ofrecer ofrendas al Eterno. También dice que esa gente que acuda llegará de diferentes naciones y algunos serán tomados para levitas y sacerdotes. Más esa gente, que vuelve y regresa a esa Jerusalén restaurada y a esa época del milenio, propiamente, ya que el reino del Mesías se estará estableciendo ahí, verán los cadáveres de la gente que se rebeló contra Dios. Porque al mismo tiempo, estará cayendo ese juicio sobre aquellos que se rebelaron y que no fueron humildes para entregar su vida al Eterno. Caerá la evidencia de un escenario muy claro, los que entran al milenio y la restauración, serán testigos del castigo de la rebeldía contra el Eterno. Luego viene la frase que estamos analizando: “porque su gusano nunca morirá ni su fuego se apagará”. Entonces llega esta gente a Jerusalén en la restauración y de pronto, van a ver los cadáveres que se los está comiendo el gusano, serán abominables y quedarán fuera del reino.

¿CASTIGO ETERNO?

¿Estará hablando Yeshua de un castigo eterno, permanente y para siempre? Esta frase que toma Yeshua de Isaías la vamos a volver a analizar en Marcos, una vez más en el capítulo 9. Recordemos que Yeshua también como un profeta, hace uso de la misma Escritura, de la Palabra misma, porque era algo conocido, pero en este caso no habla de un castigo eterno. Si no que hace referencia a dos cosas principales:

1. El destino de los rebeldes sería exactamente el mismo de aquellos que hacen tropezar a uno de esos pequeñitos, al fuego que no puede ser apagado, al gusano de ellos que no muere y que será echado en el infierno, ya que es el contexto del pasaje de Marcos.

2. En los días de Yeshua esta expresión era asociada con un lugar en particular: el Valle de Hinom. Aquí en Marcos dice que serán echados al infierno, pero la palabra es una traducción y la palabra correcta viene del griego “geenna” en el diccionario Strong (#G1067), que significa el valle del -hijo de- Hinón o infierno, un lugar conocido como el basurero público o municipal donde se arrojaban todos los desechos, la basura, las inmundicias, los restos de animales y ahí se quemaban. Era la forma de deshacerse de la basura en aquellos días. Y, no me queda la menor duda, que mucho de lo que se arrojaba ahí eran cadáveres de gente que no llegaban a recibir una sepultura porque eran los más indeseables.

Aunque la Torá manda sepultar a las personas, era sabido que cuando la gente cometía ciertas transgresiones o era odiosa a los demás, se les echaba en ese lugar.

El Valle de Hinom tiene una historia que da todavía más sentido a lo que dice Yeshua del gusano que no muere y el fuego que no se apaga, porque desde los días del Rey Josías era un lugar conocido como terrible, porque ahí se sacrificaban los hijos a Moloc (deidad principal de los amonitas).

Vamos a leer 2 Reyes 23:10:

“Asimismo profanó a Tofet, que está en el valle del hijo de Hinom, para que ninguno pasase su hijo o su hija por fuego a Moloc.” (2 Reyes 23:10 RVR60).

Es una de las reformas que hizo Josías, porque este lugar ya se había establecido como un lugar de culto idólatra a este dios terrible. Una de las cosas que se hacía es que se encendía fuego y se pasaban a los hijos por ahí. Entonces, desde los días de Josías, este lugar se convirtió en un basurero donde se tiraban y quemaban los desechos. Era muy común pasar por el Valle de Hinom y verlo encendido día y noche porque siempre había basura. Entonces, cuando alguien decía: “te vas a ir al Valle de Hinom, era como decir, te vas a ir al lago de fuego, te vas a ir al infierno”.

Este lugar, por tanto, era como un símbolo de juicio, lo que está asociado también a la idea de Isaías que nos muestra que la gente salva, que entraría al milenio a reinar con el Mesías porque había sido justificada, llegaría a Jerusalén, voltearía y vería todas las sepulturas que representan a los muertos que no fueron justos, sino rebeldes. Y, esa rebeldía, les costaría la vida. Es como actualmente, al pasar por un cementerio, la gente sabe que lo que se come al cuerpo, son los gusanos.

¿UN GUSANO QUE NO MUERE?

Entonces, este gusano que no muere es una expresión que significa literalmente que mientras haya cadáveres, este gusano no se va a morir, ya que tiene de qué alimentarse: los cuerpos putrefactos. Y dice Isaías, esto es abominación, porque el cadáver humano es una inmundicia. No puede estar cerca de las cosas santas. Y conectándolo con lo que dice Yeshua: “todo aquel que hace tropezar a un niño”, no entrará al reino del Eterno. Entonces si piensas que puedes ser de tropiezo para alguien, mejor córtate la mano, el pie o sácate un ojo, porque al cuerpo de todas maneras se lo van a comer los gusanos. Pero el castigo se va a quedar ahí y no vas a entrar.

Evidentemente, no está hablando de un castigo eterno. Está hablando que mientras haya un cuerpo, el gusano estará comiendo y no va a morir. No habla de una especie de gusano que, literalmente, nunca vaya a morir. Yo creo que, Yeshua simplemente está haciendo uso de esta expresión coloquial en ese contexto de: “si tú eres de tropiezo para uno de estos pequeños, ay de ti, porque vas a terminar en el Valle de Hinom, es decir, como basura en un lugar donde el fuego no se apaga y donde el gusano no muere porque habrá muchos cadáveres que los alimenten. El gusano no muere, mientras tenga qué comer. El fuego nunca se apaga mientras tenga “combustible”.

De esto también deducimos, que contrario a la idea de un castigo eterno, el castigo duraría mientras el gusano tenga qué comer. Y el fuego no se apagaría, mientras tenga algo por consumir. De hecho, a veces, los incendios se apagan porque ya no tiene más elementos por quemar. Más bien, que la persona será castigada acorde con sus pecados y en tanto, el cuerpo seguirá siendo consumido, acorde con lo que come el gusano y dure el cuerpo.
En otras palabras, Yeshua está diciendo, si eres de tropiezo, puedes terminar de comida de los gusanos, en un lugar de maldición, en un lugar de fuego.

Todas las personas deberían ser sepultadas y a todas se las comerían los gusanos. Pero la expresión del infierno, donde el fuego no se apaga, era entendida como ser echado en el Valle de Hinom. Lo que era sinónimo de ser maldecido, serás desechado, serás rechazado. El Valle de Hinom estaba fuera de Jerusalén, era como ser exiliado, expulsado y no podrías entrar al reino. Como la expresión de Isaías dice que los que no entraron al reino, esos murieron, terminaron su ciclo porque fueron rebeldes y ahí estará el gusano comiéndoselos. Y los que sí lleguen en ese cuerpo transformado, será impactante.

NO SEAMOS DE TROPIEZO A NADIE

Esto es lo que básicamente podría implicar esta expresión sobre el gusano. Y aunque yo lo veo como que la persona no sufrirá por la eternidad, si será un largo sufrimiento mientras sus pecados sean pagados. También en el ámbito judío no se cree en un castigo eterno, por los siglos de los siglos, si no más bien es una expresión que denota que hasta que sean pagados los pecados. Es decir, hasta que cubran toda su deuda. Como los prisioneros que hasta que no cubran lo último de su condena, no podrán salir, es también una forma de interpretarlo. Y esto no debe ser tomado como: ¡ah!, si esto no significa que estaré en un castigo eterno, hago lo que quiero.

¡Definitivamente no!

Espero que también haya llegado a ti el entendimiento de esta frase y concepto para que nos lleve a reflexionar sobre no ser de tropiezo para nadie y sobre el destino que tendrán aquellos que han hecho tropezar a niños, que han sido injustos y rebeldes, ya que su camino no será otro, sino la “geenna”, el Valle de Hinom o, dicho de otra manera, el infierno. Que el Eterno nos halle siendo justos, cubiertos por la sangre del Mesías y en santidad.

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CategoríaVida y Muerte
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