¿QUÉ SIGNIFICA JANUKA?

La fiesta de Januka o Janucá es conocida también como:

  • La fiesta de las luces.
  • La fiesta de las luminarias o,
  • La fiesta de la dedicación.

Januka conmemora la re-dedicación del segundo Templo de Jerusalén, la rebelión y victoria de los Macabeos contra el imperio seléucida, (Descrita en los libros 1 y 2 de Macabeos).

El nombre Januka o Janucá derivado del verbo hebreo significa: dedicar, consagrar, inaugurar. Esta fiesta se celebra el día 25 en el mes de Kislev del calendario hebreo, durante ocho días y termina durante los dos primeros días del mes de Tevet. 

Tradicionalmente durante estos días el pueblo hebreo encienden las velas de un candelabro de nueve brazos, llamado januquiá o janukía, se enciende de izquierda a derecha una vela al día y se coloca el candelabro cerca de una ventana para que sea visible e ilumine tanto el interior  como el exterior de la casa, a la gente que pasa.

Se debe prender una vela la primera noche, dos la segunda, y así hasta completar las ocho, todas las velas se encienden con una vela extra, llamada shamash (vela piloto) la cual debe ser más sobresaliente que las demás. Ya que en el caso de nosotros como creyentes en Yeshua HaMashiaj, esta vela shamash simboliza a Yeshua como la luz del mundo. (Yohanan/Juan 8:12)

La historia del candelabro hace referencia al milagro del frasco de aceite recogido de la tradición rabínica, ya que el hecho de permanecer encendida durante ocho días seguidos fue un gran milagro ya que sólo debería haber durado un día.

 

¿Cuál es su origen?

La historia de Januka se remonta al siglo 2 a.M. cuando los diferentes pueblos parecían convivir, el rey griego Antíoco IV prohibió el judaísmo y consagró el Templo a los dioses de la Antigua Grecia. Esta helenización forzada aparece en el relato del alboroto judío llamada la revuelta de los Macabeos. 

Con el fin de poner fin a las persecuciones que sufrían los judíos, Judas Macabeo y su familia lideraron una rebelión en nombre de su fe durante 3 años de combate: el 25 del mes de kislev del año 140 a.M., triunfaron ante el altar del Templo, que fue consagrado de nuevo al culto normal. 

Esta victoria se celebró durante ocho días, durante los cuales se mantuvo constantemente encendido un frasco de aceite sagrado.

Judas Macabeo estableció la conmemoración anual de Januka como símbolo de la victoria de esta batalla. Aunque la lucha continuó más allá de este acontecimiento y se extendió durante más de 20 años, este episodio marcó la historia de la independencia y de la fe judía. Así que Januka es símbolo de victoria y resistencia espiritual a la asimilación.

 

¿Cuáles son las tradiciones de Januka?

En Januka hay ciertos elementos que caracterizan esta festividad:

  • Se canta la canción ‘MaozTzur’, cuya letra explica cómo Adonai cuida y protege a su pueblo de los enemigos o imperios que quieran destruirles.
  • Se juega con dreidels, un tipo de perinola de cuatro caras, cada una con una letra del alfabeto hebreo:

נ (Nun).

ג (Guímel).

ה (He).

ש (Shin) o פ (Pei).

que forman un acrónimo con el significado: ‘un milagro ocurrió aquí’ (Nes gadol haia sham).

  • Se intercambian regalos con familiares y amigos. 
  • La familia se reúne en la mesa para comer recetas tradicionales como sufganiot, latkes o rugelach -un dulce tradicional-.

Otros platillos que se consumen también son donas y buñuelos, pero estos deben cocinarse o freírse con aceite de oliva, ya que el aceite tiene un significado especial y se conecta al frasco de aceite con el que ocurrió el milagro.

En Januka la familia es un símbolo importante, ya que representa el centro social que debe evadir el intento de control de su fe, ya que los Macabeos obtuvieron la victoria a través de la unión familiar y demostrando así en nuestra época el poder del amor (Yeshua) como base de la familia.

“Ya era invierno, y Yeshua estaba en Jerusalén durante el tiempo de Jánuca, el Festival de la Dedicación.” (Yohanan/Juan 10:22)

De esta manera al celebrar esta fiesta, (aunque no es un mandamiento bíblico) recordamos la victoria de la fe en El Eterno sobre la asimilación y  el milagro del aceite, el cual simboliza la Ruaj (Espíritu) en nuestra vida.

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