¿QUÉ REPRESENTAN LOS ELEMENTOS DE LA CENA DE SHABAT?

Vamos a seguir conociendo de la Palabra de Dios, una vez más, bienvenidos a “Respuestas en la Biblia”. Hoy vamos a responder la pregunta No. 42, pues en la pregunta No. 41 hablamos acerca de la importancia que tiene la cena del Shabat (Día de reposo) y, ahora nos vamos a enfocar en lo que representan ciertos elementos que son los más significativos de la cena precisamente. Lo que le da ese sentir diferente al Shabat tiene que ver con lo que podemos ver, no solo con la comida en sí misma. Hoy conoceremos un poco mejor y a detalle lo que representan estos elementos. En otra pregunta, más adelante, vamos a estudiar cómo se hacen las bendiciones, ahora solo vamos a buscar entender lo que representan estos elementos, que no están en la Biblia, no forman parte del mandamiento de Shabat, pero tienen una gran tradición, un significado muy profundo y tienen un gran valor porque son elementos valiosos dentro de nuestra mesa de Shabat, por eso es importante conocerlos. Sé que no será la única manera de entenderlos como yo los voy a explicar, pues seguramente podrán encontrar otras más. La descripción que yo daré está basada en elementos mesiánicos, es decir, en elementos considerando que “Yeshua” (Jesús) es el Mesías y que están mencionados en el “Brit Hadasha” (Nuevo Testamento). Por lo tanto, no solo están considerados en la tradición judía, sino a los elementos que apuntan a Yeshua. 

Además, yo personalmente creo que, así como todas las fiestas, apuntan a Yeshua, ya que Él mismo dijo: “Si creyeran en mí, creerían en él, porque de mí escribió Moisés”. De la misma manera, yo creo que, aunque estos elementos forman parte de una tradición, siguen apuntando y mostrando quién es Él. 

Vamos a conocer los elementos principales, aunque tal vez, puedan ver por ahí algunos otros. Los más representativos son: velas, fruto de la vid o vino, lavado de manos, pan, sal, mantel. Vamos a describir cada uno de ellos para ver lo que representan.

VELAS      

Por regla general, se usan dos velas para Shabat, aunque en algunos casos para los que somos creyentes en Yeshua, se agrega una vela, representando que Él es la luz del mundo y de nuestras vidas. En algunas casas, ya es tradición, dentro de la cultura judía, se enciende una luz por cada hijo. Así que, si tienen ocho hijos, es una gran iluminación.

 ¿Qué representan en sí las velas que se encienden antes de que oscurezca? Una vez más, reiteramos que no se enciende fuego en Shabat, por lo que se encienden antes del anochecer. Principalmente, las dos luminarias, representan las dos formas justamente del cuarto mandamiento que son “Zajor y Shamor”. La primera significa recordar y la segunda guardar o cuidar. Entonces, Dios ordenó: “Acuérdate del Shabat para santificarlo” y en Deuteronomio 5, nos dijo: “Guardarás el Shabat para santificarlo”. Lo recordarás, lo guardarás y cuidarás. Esa es la idea de las dos velas: te cuerdas y lo guardas.  

¿Por qué otra razón se encienden dos luminarias? Aquí hay un sentido muy lógico que viene del Salmo 119:105:

 “Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino.” (Salmo 119:105 RVR60).

 Entonces es la Palabra la que nos enseña sobre Shabat y estas dos luminarias representan la lámpara a nuestros pies y la lumbrera a nuestro camino. O como dice Proverbios 6:23a:

 “Porque el mandamiento es lámpara, y la enseñanza es luz,” (Proverbios 6:23a RVR60). 

Entonces, nos recuerda eso. 

Como ya comenté el caso de la tercera vela está ligada o asociada a Yeshua quien es realmente la luz de nuestras vidas. La luz que disipa las tinieblas. Él mismo dijo en Juan 8:12:

 “Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino tendrá la luz de la vida”. (Juan 8:12 RVR60).

 No tendría el mismo sentido el Shabat si no consideráramos que Yeshua es la luz verdadera que alumbra a todo hombre. 

Finalmente, el encender las velas nos recuerda que hay una responsabilidad como discípulos de Yeshua de ser esas luminarias del mundo y, nuestra observancia de los mandamientos es una forma de iluminar también al mundo. Yeshua dijo en Mateo 5:14-16:

 “Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en la casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a nuestro Padre que está en los cielos”. (Mateo 5:14-16 RVR60). 

Eso es el Shabat, es una luminaria, es la luz de toda la semana y es el recordatorio para nosotros de que también somos una luz y debemos iluminar y brillar a los demás. Este es el sentido del encendido de las dos velas de Shabat.

EL FRUTO DE LA VID O VINO  

El siguiente elemento es el vino o el jugo de uva. Prácticamente, todas las fiestas que el Eterno nos ordenó, como una manera tradicional de santificar el día, se hace por medio de un “kidush” (santificación) a través del jugo de la vid. Se puede usar jugo de uva para no ser de tropiezo, pues es un pequeño detalle que debemos considerar a la hora de invitar a alguien nuevo, que no conoces bien y, por tanto, no sabes si a esta persona el vino le pueda ser de tropiezo, es mejor evitar el vino y significa lo mismo que sí lo haces con jugo de uva o también por una cuestión de economía. Tampoco nos vamos a poner estrictos, no tiene que ser un factor para no hacerlo. 

¿Qué representa el vino? Este es uno de los elementos que nos muestran en sí, lo que nos quiere dar y lo que evoca el Shabat. Les recuerdo que estos elementos son por tradición y, la mayoría los hemos recibido y conocido por medio de los judíos. Si no fuera por ellos, difícilmente podríamos tener una idea de cómo es, qué celebra y cómo se guardan la cena y las bendiciones del Shabat.  Leamos el Salmo 105:15:

 “Y el vino que alegra el corazón del hombre, El aceite que hace brillar el rostro, Y el pan que sustenta la vida del hombre.” (Salmo 105:15 RVR60).

 ¿Quién no quiere estar alegre en Shabat? Sabemos que Shabat es una fiesta y, por tanto, debemos estar alegres. Al menos esa es la idea. Por eso, el vino es un elemento que forma parte de la cena de Shabat. Porque el vino representa alegría, regocijo y, como ya dijimos, debemos de tener cuidado. Acordémonos de la historia de Noé que se embriagó. Aquellos que no la sepan, vayan a la pregunta que ya planteamos en esta serie de “Respuesta en la Biblia” donde analizamos por qué Noé se emborrachó al bajar del Arca. 

Además de ser una señal de alegría, el vino también representa una señal de pacto entre dos partes. Es decir, representa la señal de pacto. Dijo Yeshua en Lucas 22:20:

 “De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama.” (Lucas 22:20 RVR60).

 Por ello, de alguna manera, el hecho de tomar el vino es una señal de pacto. Lo mismo que el Shabat es una señal de pacto con Dios como dice Éxodo 31:13:

 “Tú hablarás a los hijos de Israel, diciendo: En verdad vosotros guardaréis mis días de reposo; porque es señal entre mí y vosotros por vuestras generaciones,”. (Éxodo 31:13 RVR60).

 Y, como leímos en Lucas 22 y también está en Mateo 26, el vino o el fruto de la vid, lo relacionamos con la sangre del Mesías porque por medio de Él tenemos un verdadero reposo y a través de Él, somos partícipes del pacto renovado. Él dijo: “esto es mi sangre del nuevo pacto” cuando tomó la copa de vino. Así, el Shabat, también nos recuerda la sangre del Mesías y su sacrificio que nos permite disfrutar del Día de Reposo. 

LAVADO DE MANOS    

El siguiente elemento es el lavado de manos, en hebreo se conoce como “Netilat Yadaim”. Generalmente, se pone una bandeja de agua sobre la mesa y se utiliza una jarra de agua o simplemente se puede pasar a la tarja de la cocina o al baño para lavarse las manos. Este lavado de manos no tiene la finalidad de ser un lavado de rápido estilo Covid para desinfectar, más bien es algo representativo. ¿Qué representa? Las manos representan nuestras acciones, nuestra fuerza y la capacidad de crear y hacer cosas. Entonces, el lavado de manos simboliza que nuestras acciones y todo lo que hagamos sea puro y limpio delante de Dios. Leamos el Salmo 26:6:

 “Lavaré en inocencia mis manos, Y así andaré alrededor de tu altar, oh, Jehová,” (Salmo 26:6 RVR60).

 Y también Santiago 4:8:

 “Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.” (Santiago 4:8 RVR60).

 Esta idea hebrea de limpiar las manos está asociada a esto: que nuestras acciones sean limpias delante de Dios y le agraden a Él. 

¿Por qué otra razón hacemos “Netilat Yadaim” o nos lavamos las manos? Los sacerdotes en los días del Templo lavaban sus manos antes de llevar a cabo un servicio para el Eterno. Y, aunque aquí no estamos hablando de que sea un servicio como en el Templo, de cierta manera, la cena de Shabat es una pequeña representación de esas ofrendas que se llevaban al Templo. Así como el Padre funge como sacerdote de su casa, de cierta manera, estamos entrando a un espacio con Dios. De igual modo, nos sentimos incómodos al traer las manos sucias y nos sentamos a cenar o a un lugar con pulcritud para participar de los alimentos, de la misma forma, la idea es, al entrar a Shabat, tener las manos limpias. 

Lo último que puede representar el lavado de manos es la Palabra de Dios, que también nos limpia. Dijo Yeshua en Juan 15:3:

 “Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.” (Juan 15:3 RVR60).

 Entonces, el agua, el lavado de las manos, representan la limpieza que trae el Mesías por medio de su Palabra. Pensando en el tema de la cena y el lavado de las manos, en ciertos casos, por cuestiones de espacio porque puedan ser muchas personas o por cuestiones prácticas de tiempo, muchas veces se omite.

 EL PAN (LEJEM) 

El siguiente elemento es el pan o “lejem”. Aunque en hebreo se conoce como “jalá” (pan particular trenzado que se utiliza para la cena de Shabat), se puede hacer con cualquier otro pan. Pero generalmente, si ustedes lo han visto como en esta imagen, se acostumbra a usar este tipo de pan que en plural es “jalot”, porque además era el término que se utilizaba para la porción que se les daba a los sacerdotes. Son dos panes que suelen ser trenzados y que, en muchas ocasiones, la mujer de la casa lo prepara. También se puede comprar, no hay ningún inconveniente con eso. Tampoco hay una regla específica sobre el tamaño que deba tener, simplemente, que sea suficiente para todos los comensales. Solamente que, así como las velas, se acostumbra que sean dos hogazas de pan. Ya que el pan nos recuerda la doble porción que caía del maná, cuando el pueblo de Israel estaba en el desierto. Cuando Dios los sacó de Egipto y habitaban en el desierto, Él los alimentó 40 años con maná. Y, el sexto día, recogían doble porción, porque Dios hacía que cayera el doble. En recuerdo de ese momento y como una forma de respetar el Shabat.

¿Qué más representa el pan? Lo vimos en el Salmo 104, simboliza el sustento de Dios. Cuando comemos estos panes, recordamos que no nos faltó el pan en nuestra mesa, que no nos faltó la provisión durante la semana. En el Templo, incluso, había la famosa mesa de los panes de la proposición, que también era el recordatorio del sustento para las 12 tribus de Israel. El Shabat es un momento de recordar que el Eterno es nuestro sustento, que no nos va a dejar y que no va a faltar el pan en nuestra vida. 

¿Qué más nos recuerda el pan? Por supuesto que, a Yeshua, nuestro Mesías. Porque Él dijo:

 “Porque el pan es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo. Yo soy el pan de vida, el que viene a mí, nunca tendrá hambre y, el que en mí cree no tendrá sed jamás”. (RVR60).

 Por tanto, Yeshua es el pan que descendió del cielo para alimentar nuestras almas. Para sustentar nuestro espíritu. Él mismo dijo en Juan 6:51:

 “Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.” (RVR60).

 Recordamos a Yeshua que es el pan de vida y que también lo es la Palabra de Dios. Porque lo dijo Yeshua y también escrito está en Deuteronomio 8:3b:

 “para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, más de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre.” (Deuteronomio 8:3b RVR60).

 Así como necesitamos nutrir el cuerpo con el pan, también necesitamos nutrir el espíritu con el pan espiritual que descendió del cielo. 

Así mismo, de cierta manera, los dos panes nos recuerdan a las dos casas de Israel que fueron divididas en dos en su momento y que, cuando las juntamos para unirlas, es como una cuestión profética que dicta que algún día, esas dos casas volverán a estar unidas, trenzadas en las manos del buen Pastor, en las manos del sacerdote. 

**NOTA: INSERTAR IMAGEN DEL PAN JALA

LA SAL  

El siguiente elemento es la sal. Algo muy sencillo, simple y que, tal vez, usamos todos los días. Sin embargo, en Shabat tiene algo especial. Se usa, por lo general, después de hacer las bendiciones de los panes, rociándola encima de ellos. ¿Qué representa la sal en estos elementos de Shabat? Todas las ofrendas que se llevaban al Templo estaban sazonadas con sal. Y significaba la señal de pacto perpetuo que el Eterno hizo con su pueblo en el famoso pacto de sal. Leamos en Levítico 2:13:

 “Y sazonarás con sal toda ofrenda que presentes, y no harás que falte jamás de tu ofrenda la sal del pacto de tu Dios; en toda ofrenda tuya ofrecerás sal.” (Levítico 2:13 RVR60). 

Les decía hace un momento que, de cierta manera, la mesa se convierte o representa el altar en el que los sacerdotes ofrecían al Eterno. De la misma manera, aquí pensando en esta idea, la sal era un elemento que debía incluirse en las ofrendas. Por eso, acostumbramos a ponerle sal al pan “jala”. 

Yeshua también nos dijo algo muy importante en Mateo 5:13:

 “Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.” (Mateo 5:13 RVR60).

 Entonces, el Shabat es un llamado a convertirnos en la sal de este mundo. 

La sal en la Biblia, en los días de Yeshua, era un agente que servía, no solo para sazonar, sino para preservar la carne. No había refrigeradores, ni congeladores, así que, una manera de poder conservar la carne por más tiempo era salándola. Por tanto, la idea de la sal es preservar. Al poner la sal en el pan, tratamos de pensar que debemos ser agentes preservadores. Personas que ayudemos a que las cosas en este mundo no se echen a perder rápidamente y que nuestra vida sirva para proteger a este mundo de la corrupción. Además, con la sal suceden dos cosas. Por un lado, le da sabor a la comida. Y, si Yeshua dijo: “ustedes son la sal de la tierra”, debemos pensar que, tanto lo que hagamos, como nuestras palabras, estén sazonadas con sal, para darle sabor a nuestras acciones y que eso genere bendición y curiosidad en los demás. Por otro lado, la sal produce sed. Por tanto, que genere sed de conocer más del Shabat y más del Eterno. 

Esto es lo que representa la sal en la cena de Shabat.

MANTEL 

El mantel es un elemento que se puede considerar no tan relevante. Sin embargo, se acostumbra a poner un mantel bonito para una cena especial y, representa en sí, el “maná” (el pan enviado por Dios a los israelitas todos los días durante los cuarenta años que estos deambularon por el desierto), el rocío que caía de maná, temprano al salir el sol, alrededor del campamento de Israel y que era de color blancuzco. Es una manera de asociarlo y recordarlo. 

Es importante mencionar que la idea de estos elementos es que, no se conviertan en un ritual sin sentido o mecánicamente, sino que lo hagamos con intención y con el deseo sobre lo que estamos haciendo, cada que celebremos Shabat. Dijimos que Shabat es una fiesta, por eso se acostumbra a usar un mantel y una vajilla especiales, cuando sea posible, un vino y una buena carne. Tratando de tener los mejores elementos para ese día especial.  

ELEMENTOS ADICIONALES

Para cerrar, hay ciertos elementos adicionales que podemos tener también para la cena de Shabat, por ejemplo: 

  • Música: entre los judíos ortodoxos que no usan la electricidad, se acostumbra a cantar. Los que no cantamos bien, podemos poner música y, de esta manera, amenizar y crear un mejor ambiente. 
  • Biblia: un elemento muy importante para, ese día, no perder la oportunidad de leer algún pasaje alusivo a Shabat o algún otro versículo que sea de bendición para las personas que están presentes. 
  • Un corazón dispuesto a conectarse con el Eterno. Un corazón alegre dispuesto a cumplir con las palabras de Isaías 58:13:

 “Si retrajeres del día de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de Jehová; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras,” (Isaías 58:13 RVR60).  

Estos elementos y la cena que hacemos buscan darle honra a Dios y, de paso somos nosotros los que nos beneficiamos más. Así que, te animo a que celebres esta cena de Shabat, que uses estos elementos ahora que sabemos lo que representan. Ahora tendrán más sentido y lo podremos disfrutar mucho más. 

Que el Eterno te bendiga y vamos a seguir estudiando más adelante otras preguntas en “Respuestas en la Biblia”.

CategoríaShabat
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