¿QUÉ ES LA FIESTA DE PURIM?

Bienvenidos a “Respuestas en la Biblia”. Estamos en la “Kehilá” (Congregación) Camino a Emaús y vamos a seguir conociendo más de la Palabra del Eterno. El día de hoy llegamos a la pregunta No. 57. Estamos por llegar a la Fiesta de Purim y es muy común preguntarse: ¿De qué se trata? ¿Cómo se celebra y cuál es la historia de la fiesta de Purim? Aunque es una festividad conocida como una fiesta menor, tiene un valor muy importante y si dejáramos de celebrarla estaríamos perdiendo una gran parte de nuestra identidad espiritual y nuestro arraigo con el pueblo de Dios y, por supuesto, nuestra conexión con Él. No veamos las cosas tan simples como, a veces, se ven de afuera. 

Cuando uno busca en Google información o imágenes sobre Purim, aparecen todo tipo de fotos carnavalescas, de disfraces o de gente que, evidentemente, no está en la Palabra y, mucho menos en el temor de Dios. Es como un shock, sobre todo, cuando comenzamos a conocer de la Palabra y tenemos este fervor y fuego por la santidad para agradarle a Él, por ser tocados por Él, por guardar sus mandamientos y sus fiestas, es un contraste muy grande el que suele darse. Yo quiero invitarte a que no dejemos llevarnos, por lo que vemos en las redes sociales y en el internet en general. Si no que abordemos y busquemos con el lente de la Palabra de Dios. 

Para conocer la fiesta de Purim debemos ir más atrás y comprender algo que es fundamental, que es parte de lo que Dios nos ha revelado y mostrado. Todos los pueblos tienen su propia historia, sus creencias y celebraciones. Todo eso es parte de lo que conforma la cultura. La cultura es una suma de todo esto y marca la identidad nacional. Cada nación considera que es un deber contar a sus hijos esas historias, sus creencias e instruirlos en esas celebraciones, porque es lo que mantiene a un pueblo con una identidad propia y particular. No enseñar a cada generación que viene la historia, significaría, en ese caso, perder parte de esa igualdad. Y esa generación correría el grave riesgo de ser asimilada por las corrientes de otros pueblos o la corriente global y los valores de este mundo. Digo esto porque, ser mexicano significa más que nacer en México. O ser Colombiano, significa más que nacer en Colombia o a cualquier nación a la que uno pertenezca. Es compartir una historia en común con esas personas, la gastronomía, la tierra, el acento y, tantos aspectos que compartimos cuando somos parte de algo y que, a su vez, nos unen, lo queramos o no. Nadie es ajeno a una cultura o una identidad.

¿QUÉ SIGNIFICA SER ISRAELITA?      

Sin embargo, en nuestro caso particular, como creyentes en la Escritura y en “Yeshua” (Jesús), yo pregunto. ¿Qué significa ser un israelita? ¿Qué aspectos en común nos unen con el resto de nuestros hermanos? Sin saber de qué tribu somos, sabemos que tenemos una conexión con el resto de nuestros hermanos israelitas. Compartimos lo mismo que con aquellas personas del lugar donde nacimos. Es decir, cuando venimos a la Palabra, al entendimiento de la Torá y del Mesías, de acuerdo con lo que dijo el Apóstol Pablo en Efesios 2:19:

 “Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios”, ( Efesios 2:19 RVR60).

 ¿Qué implica que ya no seamos extranjeros ni advenedizos y que seamos conciudadanos de los santos? Porque, a veces, lo vemos en un ámbito totalmente espiritual y desconectado de este planeta. Como si no existiera una cultura, festividad o tradiciones, incluso, para el pueblo de Dios. Todo forma parte de una riqueza cultural. Entonces, ¿qué significa ser un israelita? Que no podemos separarnos de esta ciudadanía celestial -porque el reino de los cielos es el establecimiento del reino aquí en la tierra- y, ser ciudadanos de este reino, también implica ser parte de toda esa cultura revelada por Dios. De hecho, algunos dicen que la palabra cultura, viene de la palabra hebrea “Kol Torá” que significa la voz de la Torá. Reflexionando en esto mismo, ¿qué sucedía cuando una persona declaraba ser israelita como lo hizo Rut? No sé si lo hayas hecho en algún momento o lo hayas sentido en tu corazón, pero Rut se hizo muy famosa en este breve libro por esta expresión que le dijo a su suegra: “Tú pueblo será mi pueblo y tú Dios será mi Dios”. Lo que puede tomarse como una conversión. Una persona que ha adoptado y abrazado, lo que implica ser parte de ese pueblo. ¿Por qué digo todo esto? Porque no podemos separar esa ciudadanía y la declaración que hizo Rut de lo que da la identidad y forma parte de la cultura, costumbres, tradiciones, mandamientos, en fin, del pueblo. 

Todo esto lo comento porque la fiesta de Purim es parte de esa historia, cultura e identidad como el pueblo de Dios. No estoy diciendo que, si alguna persona no celebra Purim, automáticamente, pierde su identidad. ¡No! Pero, el hecho de celebrarla nos arraiga e identifica propiamente con el pueblo de Israel. De entrada, por eso, es importante la fiesta de Purim. Porque no podemos sacar los elementos que forman parte de un pueblo y su cultura para excluirlos porque no nos identifiquemos con ellos. 

LA BIBLIA: EL LIBRO DE HISTORIA DEL PUEBLO DE DIOS    

Pensando más en esto, como parte del pueblo escogido del Eterno, nuestro libro de texto y de historia, donde hay relatos, costumbres, una idiosincrasia y una constitución, es la Biblia. Es el libro completo. No solo la “Torá” (Instrucción, ley), compuesta por los primeros cinco libros de la ley de Moisés, sino toda la Biblia completa, que describe toda la historia del pueblo de Dios. Cómo inicia, lo que ha pasado y lo que va a pasar, incluso. Entonces, si bien es cierto que, Purim no es parte de las fiestas ordenadas por Dios a Moisés, es una historia que está íntimamente ligada al pueblo de Israel y forma parte de la Biblia. Nadie la puede sacar de ahí. Ni aun las personas que son “haters” de Purim, no pueden arrancar el libro de Ester. Si alguien lo hiciera, sería demasiada osadía. 

A diferencia de otras naciones como: México, Estados Unidos, España, cualquier otra nación, la historia de Israel debe ser considerada sagrada. Porque Dios ha intervenido directamente en esa historia. Él se ha involucrado en esa historia. 

El primer mandamiento dentro del famoso decálogo o las “diez declaraciones” es: “Yo Soy el Señor tú Dios. Yo Soy el Eterno tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto. No tendrás dioses ajenos delante de mí”. En la tierra, no hay ningún otro pueblo que pueda decir esa declaración. Ningún otro pueblo de todos los países que hay en este mundo puede decir: “A mí, ese Dios me sacó de la tierra de Egipto”. Esto nos muestra que la historia del pueblo de Israel ha sido dirigida por Dios. Que Él se ha involucrado, que ha estado ahí presente, lo ha acompañado y eso, no ha cambiado. Por lo tanto, la historia de Purim es parte de la historia de Israel. Sacar la historia y la fiesta de Purim, es como tratar de sacar un pedazo de la historia del pueblo de Dios. Es como si alguien, en un momento dado, en tu país, te dijera que no existió la revolución o la independencia o ciertos acontecimientos históricos que están ahí. No podemos negarlos. Así Purim es parte de la historia del pueblo de Dios, su conexión con Él y su consecuente celebración es parte de esa historia y de la Biblia. Podemos no estar de acuerdo en cómo celebrarla, pero Purim es parte de la historia de Israel. Lo queramos o no, es como Dios lo permitió y como lo estableció. Además, es una historia única y particular, pues no hay otra que se le compare a Purim. Por algo, es objeto de estudio ya por años y generaciones. Su mensaje es tan profundo y espiritual que, creo que, satanás como estrategia constante, ha buscado apartar al pueblo de esta fiesta. Me atrevo a decirlo así por el poder espiritual que conlleva. 

LA HISTORIA DE PURIM      

Yo quiero que conozcamos hoy la historia, a grandes rasgos, de Purim. La detallaremos en otro momento y la puedes leer completa en el libro de Ester, son 10 capítulos, no es un libro sumamente largo. Es una historia literalmente que te atrapa, te hace pensar en muchas cosas. 

Para conocer la fiesta de Purim, vamos al origen donde comienza todo en el libro de Ester

Resumiendo la historia: Israel es dividido en dos reinos o dos casas en el año 931 A.M. y, en el año 722 A.M. aproximadamente, el reino del Norte (las 10 tribus o llamadas también Efraín) son llevadas al exilio por los asirios, prácticamente, a todas las naciones circundantes y, de ahí a las cuatro esquinas del mundo. Se terminan por mezclar con ellos. Los que quedan en el territorio de Israel, no se diga los que salieron, se terminan por asimilar y la historia dice que no han regresado, al menos físicamente. En el año 586 A.M. el reino del sur (Judá) es llevado cautivo a Babilonia, el imperio más poderoso de ese tiempo. Pero, estando en Babilonia, llega la invasión persa. Cuando esto sucede, también llegan buenas noticias para todos aquellos judíos que arribaron a este reino. Porque se les permite regresar a Jerusalén. Y este regreso está registrado en los libros de Esdras y Nehemías. Hay tres etapas que están documentadas para este retorno. Primera: Bajo el mando de Zorobabel que está en los capítulos 1 al 6 del libro de Esdras. Segunda: Se da bajo el liderazgo del mismo Esdras que está en los capítulos 7 y 8 del libro de Esdras en el año aproximadamente 457 A.M. Y, después de eso, aquellos que ya no volvieron se quedaron en el reino de Persia donde se desarrolla la historia de Purim, descrita en el libro de Ester, aproximadamente entre el año 483 y 435 A.M. Después de la historia de Ester viene un tercer regreso: Bajo el liderazgo de Nehemías descrito en el capítulo 2 en el libro del mismo nombre. Del total de los que regresan, se estiman que no fue ni el 10% de todos los judíos. 

Así que, Purim relaciona, al menos, al 90% de todos los judíos que se quedaron en el reino de Persia. Los cuales estaban dispersos por todo el vasto imperio de aquellos días, que era el más grande. Y, son una serie de eventos, aparentemente fortuitos, los que se encuentran en el libro de Ester y le dan forma a esta fiesta. Según el relato, una joven es tomada para el harén de las mujeres candidatas para ocupar el lugar de la reina “Vashti” (Vasti). El nombre hebreo de esta jovencita es “Hadassa”, a quien se le llama Ester. Mientras esto sucede, esta joven es llevada al harén y toma el lugar de la reina. Hay un hombre que se levanta, como uno de los hombres más poderosos del reino, por ser de los más cercanos al rey, llamado “Hamán” (Amán), un antisemita que, trama la destrucción del pueblo judío. Lleno de odio en su corazón, induce al rey a crear un edicto para que, entonces, se les pueda destruir en el próximo mes de Adar, es decir, el doceavo mes. 

Por otra parte, en el Palacio, un tío de esta joven, llamado “Mordejai” (Mardoqueo), descubre un complot para matar al rey y le avisa a Ester, que ya se encontraba para aquellos días en el palacio por haber sido nombrada reina. Se le avisa del complot, se investiga, se dan cuenta de que era cierto y, entonces, le es salvada la vida al rey y esto queda registrado sin pasar nada más. Cuando llega el momento de anunciar el exterminio de todos los judíos, obviamente, se desata un terror y clamor impresionante entre el pueblo. Y, Mardoqueo, con ese contacto que tiene en el palacio, insta a Ester para que considere para qué el Eterno le permitió llegar hasta ese lugar, a esa posición. Ester reacciona y manda que el pueblo se una en oración y ayuno por tres días. Después organiza una serie de banquetes, donde revela la intención de Amán delante del rey. Y, por supuesto, lo desenmascara y, le hace ver al rey la verdadera identidad. Así que, Amán termina colgado junto con sus diez hijos en una horca que él mismo había mandado construir para Mardoqueo. Los judíos, al llegar el momento del decreto, ya se les había dado la oportunidad de defenderse y salvar su vida porque el decreto original no se podía abrogar. Entonces, llega el día en que se hará efectivo el edicto y ningún judío muere. Por el contrario, aquellos que fueron atacados terminaron por derrotar a sus enemigos, lo que propició que se estableciera como un día festivo para enviarse porciones -alimentos- y hacer un banquete para celebrarlo todos los años. 

A grandes rasgos, este es el origen y raíz de la fiesta de Purim. Es un momento histórico que vive el pueblo de un exterminio inminente. Y, el haber salvado la vida, es motivo suficiente para celebrar y que no pase desapercibida para todas las generaciones. Entonces, el establecimiento de la fiesta de Purim no solamente es la idea de celebrarlo, por celebrarlo. Si no, con la idea de que, las siguientes generaciones conozcan la historia y sepan que Dios ha salvado a su pueblo. No hay mayor gozo para el pueblo de Dios que la redención.

¿CUÁNDO SE CELEBRA PURIM?     

Purim se celebra de forma anual, el día 14 del mes doceavo, al que se le llama en el idioma babilónico como el mes de Adar. Bíblicamente, es el mes doce. Se cree y considera que, Moisés nació en el mismo mes de Adar. Por eso, algunos rabinos han tenido la idea de que, después de Purim, vendría la redención. Como la sombra de lo que Moisés fue en su tiempo: el redentor del pueblo de Israel. Se celebra el día 14, en conmemoración de los sucesos narrados en el libro de Ester entre el año 486 al año 435 A.M. Es considerada una fiesta histórica y de identidad entre el pueblo y, aunque no forme parte de las fiestas de Levítico 23, es una fiesta que sí está en la Biblia porque el libro de Ester está en la Escritura. Y, no podemos pensar que el libro de Ester es menos inspirado que, cualquier otro libro. Podemos pensar que tiene menos autoridad, sí, ciertamente. Pero, no significa que no haya sido inspirado por Dios. Es decir, cada libro está dentro de ese saco, de esa bolsa de inspiración divina. 

La palabra Purim, viene del hebreo “pur” que significa “suerte”. Por lo tanto, la palabra purim significa suertes. Y, se le da este nombre porque fue, justamente, lo que hizo Amán. Él hechó -suertes- para saber en qué día habría de exterminar a los judíos. Así que, esa suerte que él consideró que tenía a su favor, se le revirtió y, en ese mismo día, pereció. 

¿QUÉ APRENDEMOS EN PURIM?  

Finalmente, ¿qué aprendemos de la historia de Purim? Hay muchas enseñanzas, aunque este estudio no tiene el propósito de explicar en sí, la historia de Purim. Por tanto, yo quiero invitarte a que vayas al estudio que tenemos del libro de Ester, capítulo a capítulo, versículo a versículo, ya que lo dejaremos en la descripción del video para que conozcas a detalle toda la historia de Purim. De verdad que es algo único y particular. Citando un detalle, de los más relevantes del libro de Ester, es que, no se menciona a Dios. Es el único libro de toda la Biblia, donde no se menciona el nombre de Dios. Y, esto, por supuesto, que no ha pasado desapercibido para los estudiosos de la Escritura. ¿Cómo es posible que, en un libro, como es la Biblia, el libro de Dios, no hable de Él? ¿Qué nos quiere mostrar Dios? 

  • No podemos ver al Eterno, pero Él está ahí siempre. La historia de Ester nos muestra lo que es la verdadera “emuná” (fe), aquella que no necesita caminar viendo, sino con la confianza puesta en el Eterno. De eso se trata y eso tratamos de adquirir cada año en la fiesta de Purim. Fortalecer nuestra emuná y confianza en Dios, sabiendo que Él se muestra en todas las circunstancias.
  • Las circunstancias pueden cambiar, pero la emuná y la confianza en Dios deben ser constantes, en un mundo cambiante. Así es la historia de Purim, llena de cambios, sucesos que, de pronto, parece que se agravan, luego parece que mejoran y pareciera que no hay con cuál de ellos quedarse. 
  • Aun con el enemigo cerca, la salvación del Eterno está aún más cerca. Algo que nos enseña la historia de Ester y que, debemos recordar en la fiesta de Purim es que, también debemos estar dispuestos a enfrentar persecución. ¿Por qué? Porque cuando Mardoqueo, como varón judío e israelita, no quiso arrodillarse delante de Amán, es porque él no quiso hacerlo delante de los valores del mundo. Entonces, vino la persecución. Por tanto, no nos asustemos y no nos preocupemos, porque de eso se trata esta fiesta, de confiar en el Eterno plenamente. Y, de comprender también la realidad, de esperar una persecución cuando no nos arrodillamos delante de los valores del mundo.  
  • El poder que tiene la oración y el ayuno cuando un pueblo se une. Es impresionante la historia por esto, porque un pueblo que estaba a punto de ser exterminado fue salvado por hallar gracia (así como halló gracia en repetidas ocasiones Ester). El pueblo fue capaz de reaccionar ante las adversidades, orando y ayunando. Una fe grande no es la que es capaz de mover montañas, sino aquella que es capaz de ver a Dios aún en las cosas más pequeñas.
  • Otro detalle del libro de Ester es que, no hay ningún suceso sobrenatural o que pudiera ser considerado como un milagro. Simple y sencillamente es una descripción de acontecimientos. Y solo aquel que ha avanzado en la fe y elevado su nivel espiritual, sabe que aun en las cosas más simples, Dios está ahí. Por eso, hay bendiciones que parecieran ser muy sencillas, como: bendecir el fruto de un árbol, bendecir el fruto de la vid o el pan. Porque nosotros sabemos que Dios está detrás de esa bendición. No es el panadero que hace el pan, sino Dios que extrae el pan de la tierra. El libro de Ester nos enseña que Dios está detrás de todas las circunstancias y se manifiesta aún en las cosas más sencillas, aunque no le podamos ver, Él está ahí. Eso dependerá de cada uno de nosotros, creerlo o no, aceptarlo o no. Esta es exactamente la misma polémica con la fiesta de Purim, muchos no la pueden creer, aceptar y celebrar porque piensan que Dios no está ahí. Y no pueden ver a Dios en esos disfraces, en el vino, etcétera. Pero no podemos ver a Dios en muchas otras cosas de nuestra vida, así como tanto tiempo Dios estuvo ahí detrás de nosotros y nosotros éramos como ciegos. Y todos los acontecimientos de nuestra vida, Dios los estuvo dirigiendo. De eso se trata la fiesta de Purim, de recordar que Dios está detrás de todo lo que nos ha sucedido y de todo lo que nos sucederá. 
  • El libro de Ester nos muestra la elección que hacemos entre ver la mano de Dios en las circunstancias de nuestra vida o ver las cosas como mera coincidencia. Pensando que solo fue suerte sin considerar que detrás de la suerte está Dios.  
  • Otra reflexión que hacemos en la fiesta de Purim es, considerar que es por algo por lo que Dios nos pone en el lugar en el que estamos. Considerando que Dios nos ha puesto en la situación en la que hoy estamos. Tal vez no quisiéramos estar en esa situación en la que nos encontramos viviendo. Por eso, reflexionamos que es por algo por lo que hemos llegado a esta hora, a este momento y a este lugar. Cuando lo hagamos, nuestra vida cobra sentido y toma un propósito divino. A veces, quisiéramos ser personas que cambiaran el mundo, inventaran algo maravilloso o que nuestros nombres aparecieran en televisión o en la radio y redes sociales, porque pensamos que debemos hacer cosas exageradamente grandiosas, pero el libro de Ester y la fiesta de Purim, nos enseñan que somos una pieza clave donde quiera que estemos. Todo lo que nos ha sucedido, ha tenido un propósito: el lugar donde nacimos, el trabajo que tenemos, la casa donde vivimos.  

Esto es parte de lo que aprendemos o debemos aprender cuando celebramos Purim. La fiesta no solo son disfraces, comida y bebida. Esto es verdaderamente Purim.  

Vamos a cerra con lo que dice el “Talmud” (libro que contiene la tradición oral de la ley) de Jerusalén y que es secundado por el rabino Maimónides, que dice que: “Cuando se olviden todas las obras proféticas, los libros e incluso, las fiestas en un futuro; el libro de Ester todavía será recordado y la festividad de Purim seguirá siendo observada por la trascendencia, el valor y por el mensaje”. 

Finalmente, uno de los puntos que aprendemos en esta celebración y que no podemos olvidar es que Dios ha preservado tu vida y la ha salvado, estoy seguro, más de una vez. Probablemente, no haya un edicto sobre tu exterminio, pero yo pienso que, al menos una vez, todos hemos puesto en riesgo nuestra vida y su mano invisible ha estado ahí para salvarnos. ¡Este es un gran motivo para celebrar! Así que, si no sabías en qué momento celebrar que Dios te rescató de las garras de la muerte, te sacó de un hospital, te salvó de un accidente o tragedia, yo te propongo que sea el día de Purim y ese día recuerdes y digas: “Yo estoy aquí porque Dios me salvó”. Dios ha preservado tu vida con un propósito muy grande. 

Espero que esta información haya sido de bendición para ti y, que la podamos compartir con otros. 

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