¿QUÉ ES LA LEVADURA?
Primeramente, vamos al texto que aparece en nuestras Biblias sobre este tema de la levadura y, por otro lado, el opuesto que, son los panes sin levadura, en Éxodo 12:15-20:
“Siete días comeréis panes sin levadura; y así el primer día haréis que no haya levadura en vuestras casas; porque cualquiera que comiere leudado desde el primer día hasta el séptimo, será cortado de Israel. El primer día habrá santa convocación, y asimismo en el séptimo día tendréis una santa convocación; ninguna obra se hará en ellos, excepto solamente que preparéis lo que cada cual haya de comer. Y guardaréis la fiesta de los panes sin levadura, porque en este mismo día saqué vuestras huestes de la tierra de Egipto; por tanto, guardaréis este mandamiento en vuestras generaciones por costumbre perpetua. En el mes primero comeréis los panes sin levadura, desde el día catorce del mes por la tarde hasta el veintiuno del mes por la tarde. Por siete días no se hallará levadura en vuestras casas; porque cualquiera que comiere leudado, así extranjero como natural del país, será cortado de la congregación de Israel. Ninguna cosa leudada comeréis; en todas vuestras habitaciones comeréis panes sin levadura.” (Éxodo 12:15-20 RVR60).
Ahora vamos a saltar a Éxodo 13:6-7:
“Siete días comerás pan sin leudar, y el séptimo día será fiesta para Jehová. Por los siete días se comerán los panes sin levadura, y no se verá contigo nada leudado, ni levadura, en todo tu territorio.” (Éxodo 13:6-7 RVR60).
Prácticamente, esta es la base escritural sobre la levadura y los panes sin levadura. No se sabe cuándo se utilizó la levadura por primera vez para hacer pan. Sin embargo, el primer registro que se tiene proviene del antiguo Egipto. Los investigadores especulan en relación con una mezcla de comida con harina y agua y, que fue dejada más tiempo del habitual en un día muy cálido y, las levaduras que se producen como contaminantes de la harina, ocasionaron que se fermentara antes de hornear. Entonces, el pan que resultó de dicho contratiempo terminó siendo más ligero, más sabroso y esponjoso que el pan habitual que era plano y duro. Así como en muchos otros casos, la levadura se descubrió por accidente. En este caso, de cierta forma el pan leudado, es decir, con levadura fue, hasta cierto punto un descubrimiento accidental.
Es complicado como tal, definir que es la levadura. La Biblia, evidentemente, no la define, simplemente la menciona. Lo que quiere decir que, era algo conocido desde los días de Moisés. Ningún hebreo tenía la duda, de qué era la levadura porque era de uso común. Si buscamos la definición del diccionario o de Wikipedia, les puedo decir que, se denomina levadura o fermento a cualquiera de los hongos microscópicos clasificados como ascomicetos o basidiomicetos, predominantemente unicelulares en su ciclo de vida. -Fuente Wikipedia-. Pero nos quedamos casi igual con esta explicación. Aquellos que no tenemos conocimientos de gastronomía, ni de química o cuestiones de esta índole. El punto aquí es la parte práctica, ¿qué es la levadura entonces? Como comentaba yo, la Biblia no lo detalla en sí.
Sin embargo, se le denomina en hebreo “jametz” (cosa leudada). También, ya lo tenemos por entendido, que es este hongo propiamente el que genera fermentación en el alimento. Y es en el libro de Éxodo que aparece por vez primera este relato. De hecho, hay dos palabras que están asociadas y son prácticamente sinónimos. Una la encontramos en Éxodo 12:15:
“Siete días comeréis panes sin levadura; y así el primer día haréis que no haya levadura en vuestras casas; porque cualquiera que comiere leudado desde el primer día hasta el séptimo, será cortado de Israel.” (Éxodo 12:15 RVR60).
La palabra leudado es la palabra hebrea “jametz”. En la concordancia Strong, aparece como un fermento, un elemento leudado, un elemento con levadura. Entonces, tampoco nos ayuda a esclarecerlo del todo. La otra palabra aparece en el mismo capítulo del libro de Éxodo, versículo 19:
“Por siete días no se hallará levadura en vuestras casas; porque cualquiera que comiere leudado, así extranjero como natural del país, será cortado de la congregación de Israel.” (Éxodo 12:19 RVR60).
Aquí la palabra levadura es la palabra hebrea “seor”, que significa prácticamente lo mismo que jametz, (fermento, pan ácimo o pedazo de levadura), es algo que se infla y hace que las cosas se hinchen. Por tanto, los dos términos hebreos que definen levadura son la palabra “jametz” y la palabra “seor” que, básicamente, significan lo mismo: algo que está fermentado.
CINCO ESPECIES DE CEREALES
Pero, vamos a ir descubriendo detalles en el pasaje de Éxodo que hemos leído. Tanto la palabra “jametz” como “seor”, siempre están asociadas a un alimento y a la idea del consumo humano. El punto, entonces, es NO comer levadura y, por otro lado, es como el límite o el cerco del mandamiento que está asociado a este alimento.
De acuerdo con la tradición judía, obviamente, ya que no hay ningún rabino que esté en desacuerdo con esta idea, se consideran jametz o levadura, las cinco especies de cereales que cosechaban los hebreos en Egipto: el trigo, la cebada, el centeno, la espelta y la avena. Los cuales no son en sí mismos levadura, pero la acción de fermentación que se produce en ellos al estar en contacto con el agua es lo que los convierte en levadura o jametz durante los días de “Pésaj” (Pascua) y de “Jag Hamatzot” (Panes sin levadura) que están prohibidos.
Definiendo lo que es levadura y, que es aceptado universalmente como jametz son los productos y derivados del trigo, cebada, centeno, espelta y avena.
NO TODO LO QUE LEUDA ES LEVADURA
Hay que definir y entender algo que es importante: No todo lo que leuda es automáticamente jametz o levadura. Lo aclaramos porque vamos a encontrar en internet, gran cantidad de productos en un listado muy largo que dice que están prohibidos durante los días de Pésaj. Pero, lo que hace que algo se convierta en jametz, como ya lo explicamos, es que al estar en contacto con el agua estas especies, entre 17 y 18 minutos fermentan, dependiendo de la temperatura ambiental y de la altitud en la que se encuentren los elementos. Por tanto, ¿qué es lo que se convierte en jametz? Estos cinco cereales en cuanto entran en contacto con el agua y exceden los 17 o 18 minutos. Y me gusta utilizar el término de jametz, porque es el que vinculamos a la fiesta de Pésaj y Panes sin levadura como el elemento prohibido. Y pongo de ejemplo, el tepache, que es una bebida muy conocida en México, que se saca de la cáscara de la piña, se pone en agua, se le añade piloncillo o azúcar y se deja a que comience el proceso de fermentación. Ya fermentada, esta bebida se toma y es muy sabrosa. Existe fermentación en esta bebida, sí, pero no tiene ninguna relación con los cereales, ni sus derivados que mencionamos anteriormente.
Investigando más del tema, porque siendo honesto, de ninguna manera me considero experto ni mucho menos, al contrario, porque las materias de procesos químicos y biológicos siempre se me han hecho muy difíciles. Indagando más, se dice que hay dos tipos de fermentación, la alcohólica y la láctica. Estos fermentos se emplean, literalmente, en miles, sino es que en millones de productos en nuestro diario vivir en el mundo entero. Hay alimentos, alcoholes, combustibles, medicamentos, productos químicos, etcétera. Gran cantidad de productos se fabrican a partir de este proceso de fermentación de hongos microscópicos que se encuentran en la naturaleza y con ciertas combinaciones se generan solos. Esto me sirvió para entender por qué los rabinos prohíben ciertas cosas y productos que yo no comprendía. Por ejemplo, prohíben ciertos vinos y otros no, lo hacen porque hay una cierta fermentación, pero no todo significa jametz.
Por ejemplo, esta fermentación que es llamada del tipo alcohólica, se produce en ausencia de oxígeno y es originada por la actividad de ciertos microorganismos que procesan los hidratos de carbono, que generan azúcares de los productos finales que se obtienen de este tipo de fermentación. Evidentemente, están el alcohol, la cerveza, el vinagre, el vino, el etanol y de ahí, el ser humano ha logrado que estos productos a su vez generen combustibles. Al final, éstos son el resultado de un proceso de descomposición. Hay que decirlo, el ser humano ha hecho cosas maravillosas y magníficas a través de los elementos que la naturaleza nos da.
Por ejemplo, la levadura de la masa del pan, utiliza la fermentación alcohólica que produce dióxido de carbono. Las burbujas de gas en la masa, es lo que causa que ésta se expanda y se infle. Esas burbujas dejan como pequeños orificios en el pan después de horneado como resultado de esa descomposición. Esto hace que el pan sea liviano y esponjoso.
Por ejemplo, la fermentación láctica, su principal uso es en los lácteos como el queso, yogurt y otros derivados de la leche. De hecho, nuestro mismo cuerpo genera una fermentación. Cuando hacemos mucho ejercicio, al otro día nos comienzan a doler los músculos por el ácido láctico que, al generar una descomposición que se acumuló, produce dolor porque están inflamados. Hasta en nuestro cuerpo generamos fermentos, jametz, pero esa levadura es “kosher” (apta). Volviendo al punto principal de la pregunta, lo lógico es que el jametz al que se refiere la “Torá” (Instrucción, ley), era sobre algo conocido y como un elemento común. No se refiere al etanol, ni a todos los productos químicos fermentados empleados en los maquillajes, pongamos el caso.
¿QUÉ TANTO SACAR O NO CONSUMIR?
De aquí viene el siguiente cuestionamiento: ¿qué tantos alimentos sacar o qué tantos debemos dejar de consumir? Ya que Dios nos ha ordenado que no consumamos nada leudado. Esto es una parte importante porque ya leímos que la consecuencia de comer levadura es que será cortado de la congregación de Israel. Esto no podemos tomarlo a la ligera. No podemos pensar que es algo sencillo y obvio, hay que entenderlo con claridad porque la implicación es fuerte.
Ya definimos qué es jametz. Sin embargo, hay diferentes niveles de exigencia en la eliminación para no consumir esa levadura. Como ejemplo, los judíos “askenazi” de Europa Oriental siguen la costumbre de prohibir el arroz, el maíz, los vegetales de la familia de las leguminosas, en hebreo “kitniyot”. Hace muchos años estos granos se mezclaban con otros en la siembra. Entonces, como poniendo un cerco, cuando dudaban ¿será arroz, trigo, cebada o algún otro cereal? Mejor decidieron que todos esos granos que, de alguna manera, comparten cosechas y, a veces, el lugar de almacenamiento, se quedaron como una prohibición. Se quedó como un cerco, pero al final es solo un precepto. Otra cuestión, que también, les hizo pensar en que deberían estar prohibidos el arroz o los frijoles, es porque se inflan. Al entrar en contacto con el agua y cocerse, generan un efecto de inflado, que es la palabra seor.
En otras comunidades ortodoxas judías, se prohíben ciertos jabones, pastas de dientes, jarabes, maquillajes, lápices labiales, pegamento, cera para zapatos, perfumes, mostaza, alcohol, caramelos, saborizantes, dextrosa, medicinas, plastilina, vinagre, vitaminas, la lista es larguísima. Todo esto, a raíz de los cercos que, a lo mejor consideran la palabra fermento, pues hay muchísimos elementos que generan un proceso de fermentación. En México, ponía yo el ejemplo, de esta bebida conocida como tepache que se hace con la fermentación de la piña, pero la piña no tiene nada que ver con el trigo, cebada, centeno, espelta y avena. Pertenecen a dos mundos diferentes, aunque todas leuden. Un rabino diría: ¡No! Eso está prohibido.
Punto número 1. Lo que delimita el mandamiento es, por tanto, lo que deriva de estos cinco cereales y es llamado “jametz” (leudado). Y esto es lo que universalmente está aceptado y reconocido.
Punto número 2. Lo que también consideramos, a partir del texto, es que está asociado al consumo humano, es decir, al alimento. Así como las mujeres aplican lápiz labial, no significa que sea para su consumo. Ni una pasta de dientes, porque no es alimento, no se consume.
Por tanto, debemos tener mucho cuidado toda la semana de panes sin levadura, no solamente de no tenerlos en casa, sino de no consumirlos tampoco fuera de casa, en el trabajo, en un restaurante, de visita en otra casa.
CADA UNO CONVENCIDO EN SU CORAZÓN
Como dice la Escritura en 1 Juan 3:21:
“Si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos para el Eterno”. (1 Juan 3:21 RVR60).
¿Qué quiere decir esto? Si alguien se siente intranquilo considerando que se debe ser más rigorista, en este sentido, puede seguir una “halajá” (comportarse) más estricta para sí mismo, pero no imponerla a los demás. No podemos exigirle a nadie que tenga el mismo nivel de observancia que nosotros y mucho menos cuando estamos hablando de un tema que no está descrito tal cual en la Palabra.
Yo quiero invitarte a que, en los siguientes días de la Fiesta de Panes sin Levadura, consideremos guardar, como debe de ser, estos mandamientos porque son para nuestro bien, son de bendición, son importantes y forman parte de nuestra vida espiritual. Son un mandamiento que Dios nos ha dado y, aunque no los podamos entender del todo o no venga una explicación detallada, son para nuestro bien.
Espero que esta respuesta haya sido de bendición para ti y la puedas compartir. Que el conocimiento no se quede solo contigo, sino que lo llevemos a muchas otras personas.
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