¿QUÉ ES Y POR QUÉ SE HAVDALÁ?
Bienvenidos a Respuestas en la Biblia de la Kehilá Camino a Emaús. El día de hoy llegamos a la pregunta No. 98, de la cual vamos a buscar su respuesta y explicación.
Una acción muy frecuente que encontramos en la Escritura desde el principio de los tiempos es separar las cosas. Esto es lo que significa “havdalá” (separación). Es lo que podemos entender en su sentido literal y en su definición: havdalá, es decir, separación.
¿De dónde viene este principio de separar? Y, ¿Qué es lo que estamos separando? Las personas que están habituadas desde hace unos años ya, tanto en la Kehilá, como en varios grupos de Raíces Hebreas, sinagogas y en casa, se acostumbra a hacer esta ceremonia de Havdalá para separar.
El principio de la separación, vamos a ver que es tan antiguo como la Creación misma. Vamos a Génesis 1: 3-4:
“Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz. Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas.” (Génesis 1: 3-4 RVR60).
Como leemos aquí, el primero que hizo havdalá fue el Eterno. Aquí está el principio de separar. Como sabemos, desde la semana de la creación Dios fue haciendo algo nuevo cada día y el verso 4, indica que separó la luz de las tinieblas. También más adelante en Génesis 1:6-7 dice:
“Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas. E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión. Y fue así.” (Génesis 1:6-7 RVR60).
Aquí leemos una vez más esta idea separar. Este principio de separar es algo que nosotros vamos a tener que aplicar en nuestra vida constantemente y hacer havdalá es, tan solo, una parte de nuestra vida. En la fe, tiene que ser de esta forma, porque debemos aprender a distinguir entre lo que es “kosher” (apto) de lo que NO es kosher, no solo en los alimentos, sino en muchas otras cosas que hacemos en la vida. Si una película, una canción, la ropa, en fin, debemos verificar si son kosher o no. Porque de esta manera estamos separando lo que sí es apto de lo que no lo es.
Como leímos en los versículos anteriores de la Creación, no es suficiente crear algo bueno. Dios creó algo bueno, la luz, pero hay que aprender a separarla de las tinieblas. Este es el principio práctico que nos deja hacer havdalá. Que aprendemos a hacer una separación y distinción, ya que hay cosas que parecen, pero no lo son. El Eterno, por ejemplo, nos ha dicho que no nos unamos en yugo desigual. Puede ser muy atractiva una persona, tener muchas cualidades, ser interesante, pero al no formar parte de la misma fe, habría que hacer una separación. No discriminación, solo separación. Y lo hacemos, no porque necesariamente sea algo malo. Dios separó la luz, de las tinieblas, no porque estas últimas fueran malas, como se le da la connotación negativa. Simplemente, era separar la oscuridad o la noche, del día que llegaba.
Por tanto, la idea de havdalá, es aprender a diferenciar. Este es el mismo principio que sigue el “shabat” (día de reposo) y la consecuente acción de havdalá.
¿QUÉ ES LA HAVDALÁ?
Havdalá es la acción, por medio de la cual, separamos el shabat del resto de la semana. Cuando hablamos de havdalá, tenemos que hablar del shabat, porque es por medio de esta acción que concluimos el día de reposo e iniciamos la nueva semana.
Havdalá también es conocida como una ceremonia que, aunque no es ordenada por el Eterno, porque no la encontramos como un mandato. Es una tradición que no está en contra del shabat, de ningún mandamiento, ni contradice alguna enseñanza de Yeshua o de sus Apóstoles. Esto es muy importante, porque, a veces, en ciertas congregaciones o religiones cuando es escuchada la palabra ritual o ceremonia, les parece a las personas como una acción de carácter obligatorio. Por supuesto, que no es una obligación, Dios no quiere obligarnos a hacer nada porque el amor no busca obligarnos o exigirnos. Simplemente, el hecho de hacer havdalá es un principio para nosotros, es una bendición para quien lo hace. Una persona puede no hacer havdalá al terminar el shabat y no hay ninguna transgresión. Pero, si lo hacemos, es porque buscamos agradar a Dios. Además, el shabat es un día muy especial y hacer havdalá es una forma de despedirlo también muy especial. Havdalá es una breve ceremonia que dura unos cuantos minutos. Es sumamente breve pero muy especial. Porque, así como al inicio hicimos bendiciones particulares para comenzar el shabat, es propio o hasta cierto punto entendible que, se haga lo mismo al momento de terminar el día para despedirlo. Además, la ceremonia de havdalá es algo hermoso porque involucra los cinco sentidos
¿POR QUÉ HACER HAVDALÁ?
El shabat, sin duda, es un día muy especial. Yo espero que para ustedes sea el día más especial de toda la semana y, el que más anhelemos. Pero, de acuerdo con la misma Escritura, no solamente es por un sentir personal. La Biblia nos muestra que es el día que cierra la Creación y que Dios mismo lo descansó y lo santificó. Vamos a leer esta idea para que notemos que no es una percepción personal, sino algo que la Escritura nos muestra en Génesis 2:2-3:
“Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.” (Génesis 2:2-3 RVR60).
Recordemos que cuando hablamos de havdalá, tenemos que hablar inequívocamente de shabat, porque es la forma de despedir el día. Dios mismo, toma este día como un día distinto a los que ya había hecho. Y la idea es que Él descansa y toma un tiempo al finalizar todo ese proceso creativo para santificarlo.
Aunque podamos decir que shabat es muy especial, también tenemos que reconocer que, en realidad, no sucede nada especial. En la naturaleza, por ejemplo, no sucede nada en particular porque sea shabat. El sol sigue saliendo por el este y se sigue ocultando por el oeste. Puede llover o no, como en cualquier otro día. Tampoco, hay una distinción en el cielo que nos diga que es shabat u otro elemento milagroso que nos haga reconocer el día. Entonces, ¿qué hace especial al shabat? Ya dijimos la primera razón: porque Dios descansó y lo santificó.
¿Cómo podemos entender esto mejor? Esto se podría comparar al día de nuestro cumpleaños. En nuestro cumpleaños el sol sale por el mismo punto, la tierra sigue girando de la misma manera, pero, hay algo, sobre todo, cuando somos más jóvenes, que te hace percibir que es un día especial. Nos despertamos con expectativa porque sabemos que es nuestro cumpleaños. Para nosotros, no es como cualquier otro día. Y, evidentemente, a lo largo del día, se va haciendo más tangible y real. Ya sea porque nos mandan felicitaciones, recibimos mensajes, nos mandan regalos, vamos a comer a un lugar especial o hacemos una fiesta, lo que provoca que se convierta en un día diferente y especial. Lo mismo sucede con shabat. Dios lo santificó, aunque aparentemente todo siga siendo igual que el resto de los días de la semana. Pero, cuando nosotros hacemos o, bien, dejamos de hacer ciertas cosas, eso es lo que hace especial al shabat.
Por ello, yo te animo e invito a que conozcas lo que es el shabat dentro de esta serie de Respuestas en la Biblia, donde tenemos una pregunta sobre el tema del shabat. Y, conocerlo es el primer paso para comenzar a practicarlo y vivirlo. La noche del viernes, santificamos la ceremonia de “kabalat shabat” (apertura del shabat), encendemos una vela, bebemos la copa de vino, hacemos una serie de bendiciones, ciertas acciones que, justamente, nos hacen sentir y vivir un día diferente. Estamos comenzando un día que sabemos que es especial. Yo los animo a que lo hagamos juntos. En la Kehilá, nosotros hacemos la apertura de shabat, el primer viernes de cada mes secular, y es un gusto siempre poderlo compartir con todos ustedes.
Hacemos havdalá, para que, mediante ciertas acciones particulares, al igual que al inicio del shabat, tomemos conciencia de que estamos dando paso al inicio de una nueva semana. Esta ceremonia se le conoce también como “despidiendo a la reina”. Parte de la santificación y ese honor es la razón por la que hacemos havdalá. Es como hacer una pequeña fiesta de despedida. Al igual que una fiesta al inicio.
OTRA RAZÓN DE HACER LA CEREMONIA DE HAVDALÁ
Otra razón para hacer la ceremonia de havdalá es, cuando los límites entre lo santo y lo profano son borrados, lo santo ya no es santo y a lo profano no le queda nada para ser elevado al punto de santidad. Entonces, el shabat es una separación, pero también es, marcar un límite. Los límites son importantes en la vida. Como ciertos preceptos que dicen: no traspasarás o no moverás los límites del terreno de tu vecino. Los límites tienen que ver con el respeto, con la importancia de algo. A los chicos o jóvenes es importante enseñarles los límites de velocidad, la hora de llegada, de lo que puede o no puede hacer. Y estos, no deben ser vistos como opresiones o como que nos amargan la vida. Simplemente, son cercos que nos ayudan a no salirnos del camino. Havdalá es la manera de marcar un límite entre la conclusión del shabat y el inicio de la nueva semana. Eso es lo que hacemos, marcamos la separación del shabat de los días laborables de la semana. Y, con ese límite, establecemos una relación entre lo que es mío y tuyo. Eso, a veces, es sano y necesario. Cuando faltan los límites, se generan muchos conflictos.
En este caso, al hacer havdalá, establecemos una relación entre el shabat y el resto de los días, ya que el día de reposo es lo que imparte esta visión trascendental y espiritual del resto de la semana que se sublima dentro de la santidad del shabat. También es necesario, yo sé que a todos nos encantaría gozarnos del shabat y tener mucho más tiempo, pero hay que seguir haciendo otras actividades que son importantes y al realizar havdalá, podemos hacerlo. Y, con ello, le damos la bienvenida a la nueva semana, que es la oportunidad de realizar estas actividades que en shabat estarían prohibidas. No porque sean malas, sino porque simplemente, estamos hablando de lo que se permite o no en el día de reposo. Son los límites entre una cosa y otra. Debemos aprender a disfrutar de todo.
Finalmente, otra razón para hacer havdalá es, ¿qué mejor forma de iniciar una nueva semana que con el Eterno? Es decir, como cuando se inicia una empresa, un trabajo, un negocio, generalmente, lo que buscamos es agradar a Dios y hacer las cosas bien delante de Él y que bendiga el nuevo proyecto. En este caso, hacer havdalá, es una manera de buscar la bendición de Dios para todas nuestras actividades del inicio de la nueva semana. Estamos pidiendo su bendición y guía para esa nueva semana y, para todos los retos que se presenten. Por eso, es importante enseñarla a nuestros hijos.
¿CUÁNDO SE HACE HAVDALÁ?
¿En qué momento hacemos havdalá? Cuando concluye el shabat, es decir, el sábado al oscurecer, nos despedimos del día de reposo, después de un día de descanso, de haber alimentado nuestra alma y espíritu con el pan que es Su Palabra y de un tiempo de alabanza. Es el momento de iniciar una nueva semana. Recordemos que, en la biblia, los días inician al ocultarse el sol. Al llegar el ocaso inicia un nuevo día. La ceremonia de havdalá debe hacerse al anochecer del sábado. No puede ser marcado en una hora fija del día, ya que siempre varía de país en país, a veces, de ciudad en ciudad y, por supuesto, también varía según la estación del año, no es lo mismo en invierno que en el verano. No podemos esperar al domingo. En el judaísmo se considera que ha anochecido cuando ya oscureció lo suficiente para que sean visibles tres estrellas de tamaño medio. La idea principal es que, ya está lo suficientemente oscuro para que sea evidente que ha empezado un nuevo día bíblicamente hablando.
Ahora, si queremos ser más precisos, lo cual no está mal, se puede consultar en internet el horario en que se ocultará el sol en nuestra ciudad. De hecho, ya hay aplicaciones tecnológicas que nos dan el horario del ocaso en nuestra locación y también se puede programar una alarma, como recordatorio, para que no se nos vaya a olvidar.
¿Por qué es importante hacer havdalá? Ya que, havdalá implica acciones prohibidas en shabat, debemos ser cuidadosos de no hacer la ceremonia, cuando todavía sigue habiendo luz porque entonces, aún no acaba shabat. La ceremonia conlleva el encendido de una vela, acción que está prohibida en shabat, porque está prohibido encender fuego en día de reposo. Por tanto, debemos esperar a que, realmente, haya oscurecido lo suficiente y, concluido el shabat, para entonces, hacer esta marca o distinción de que estamos conscientes de que estamos terminando el día de reposo e iniciando una nueva semana. Por ende, está prohibido adelantar havdalá por alguna actividad o compromiso porque nosotros no hicimos las reglas, sino el Eterno. Aún donde en ciertas partes del mundo oscurezca muy tarde o ya en la noche. Evidentemente, el shabat también iniciará más tarde. Lo que sí se puede hacer es “retrasar havdalá” para retardar el shabat. Es decir, por ser el día de reposo, un día santo, una delicia, un día tan agradable, tampoco es extraño que, en muchas comunidades se alargue más el momento de la ceremonia de havdalá para seguir disfrutando un tiempo extra del shabat.
Espero que hayan sido razones suficientes y poderosas para que nos animemos, tanto a guardar el shabat con todo lo que implica, como por supuesto, a hacer este cierre de shabat con la ceremonia de havdalá.
Que el Eterno te bendiga: ¡“Shalom” / Paz!
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