¿CÓMO SE HACE HAVDALÁ? Y EL SIGNIFICADO DE SUS ELEMENTOS
Bienvenidos, una vez más a Respuestas en la Biblia de la Kehilá Camino a Emaús. Una serie donde estamos aprendiendo a través de las preguntas que nos surgen cuando estamos aprendiendo de la Palabra de Dios y, en este caso, estamos hablando del tema de “Havdalá” (Separación). La pregunta previa fue, justamente, ¿qué es havdalá y por qué se hace? El día de hoy vamos a ver cómo se hace esta breve ceremonia y el significado de los elementos.
La ceremonia de havdalá es un ritual multisensorial que emplea los cinco sentidos y nuestras facultades para hablar, oír, oler, saborear y tocar, para definir los límites que Dios estableció en la creación “entre lo sagrado y lo profano”. Probablemente, esto suene radical: “entre lo sagrado y lo profano”, pero aquí lo profano no significa inmundo, sino simplemente algo común, cotidiano, que se le da uso todos los días. Por ejemplo, los vasos que usamos en casa habitualmente, podríamos decir que son profanos. Podríamos cambiar la palabra por algo menos sensible y decir cotidiano. A lo mejor, tú tienes una copa especial para hacer la bendición del “shabat” (día de reposo) y, entonces, esa copa está apartada y, lo que está apartado, se le considera sagrado porque tiene un solo uso o un uso particular. Ya que, esa copa no será usada para que se tome en ella refresco o cualquier otra bebida.
De la misma manera, la idea de havdalá, es que nos enseña a separar lo sagrado, de lo profano o lo común, de lo que es santo. Respecto a los cinco sentidos, no cabe duda, de que mientras más sentidos estemos ocupando al aprender, mayor comprensión e impacto va a tener en nuestra vida dicho aprendizaje.
HAVDALÁ MARCA EL TÉRMINO DEL SHABAT
La ceremonia de havdalá, ya se darán cuenta de que involucra nuestros cinco sentidos, para ayudar a tomar conciencia de que ha terminado el shabat y estamos comenzando una nueva semana. El shabat concluye el sábado al anochecer, iniciando así la nueva semana.
Sé que los calendarios seculares marcan que la semana comienza el lunes, pero realmente no es así. Hablando oficialmente, la semana inicia el domingo en los calendarios gregorianos. Pero, en el calendario bíblico, el día comienza al oscurecer y la semana inicia el sábado en la noche. Por eso, es el momento de hacer havdalá.
Aquí es importante que se reúna toda la familia, reúne a tu esposa, tus hijos y a las personas con quienes estás pasando el shabat para llevar a cabo esto.
El primer punto debe ser que, nos aseguremos de que ha oscurecido lo suficiente para poder hacer la ceremonia.
También debo decir algo que es relevante, la ceremonia de havdalá no está en un manual oficial como tal. Tampoco está en la Biblia, es importante aclararlo. Esto que se hace está basado en la tradición y en la costumbre judía. Nosotros, particularmente, en la Kehilá Camino a Emaús, lo hemos hecho con algunas variantes que hemos tomado del libro conocido como el “Sidur” (libro de oraciones diarias, que se recitan en tres momentos del día, de la religión judía, que introduce orden a los rezos según la Torá y el Talmud), pero la base principal es prácticamente la misma. Nosotros hemos decidido realizar una guía para la celebración del shabat, al que llamamos “seder” (orden) de shabat, donde incluimos la ceremonia de havdalá, haciendo una síntesis y resaltando los puntos más importantes. De este seder es que, nos vamos a basar para explicar la ceremonia de havdalá. Si lo buscan en la Biblia, no la van a encontrar.
Sin embargo, como ya dijimos en la pregunta previa, la ceremonia de havdalá, es una tradición que no contradice el shabat, no va en contra de las palabras de Yeshua y, no está transgrediendo en sí ningún mandamiento. Al contrario, nos va a reafirmar y nos va a conectar en nuestra relación con Dios y con nuestro Mesías. Vamos a ver que, por medio de nueve pasos, vamos a llegar a la conclusión del shabat.
LEER EL PASAJE DE ISAÍAS 12
El primero de estos nueve pasos es iniciar con la palabra de Dios, con la lectura del pasaje de Isaías 12:2-6:
“He aquí Dios es salvación mía; me aseguraré y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es JAH Jehová, quien ha sido salvación para mí. Sacaréis con gozo aguas de las fuentes de la salvación. Y diréis en aquel día: Cantad a Jehová, aclamad su nombre, haced célebres en los pueblos sus obras, recordad que su nombre es engrandecido. Cantad salmos a Jehová, porque ha hecho cosas magníficas; sea sabido esto por toda la tierra. Regocíjate y canta, oh moradora de Sion; porque grande es en medio de ti el Santo de Israel.” (Isaías 12:2-6 RVR60).
Este es un pasaje que nos da esperanza y nos habla del poder de Dios. La persona que preside esta ceremonia, que puede ser el padre de familia, también puede ser el Pastor o el Rabino, hace lectura del pasaje de Isaías en voz alta para que todos escuchen. Se deja toda actividad para estar atentos y seguir los nueve pasos. También se puede leer algún Salmo o algún pasaje alusivo del acompañamiento de Dios para las actividades del resto de la semana.
LLENAR LA COPA CON JUGO DE UVA O VINO
Se debe tener dispuesta una copa llena con jugo de uva o vino y, sin tomar aún, se levanta para que todos la vean. El jugo de uva o vino es una señal de pacto y, al igual que en el inicio del shabat, nos conecta con la idea de que estamos en pacto con el Eterno, ya que el día de reposo es un pacto de acuerdo con Éxodo 31. Así que, es muy propicio que, cerremos el día de shabat recordando ese pacto y, por ello, se bendice. También, con el vino, es una forma de expresar gozo y santidad.
SE RECITAN LOS SIGUIENTES TEXTOS
Posteriormente, se recitan los siguientes textos que están basados en algunos pasajes de la Escritura. Pero, también, la idea es involucrar a los que escuchan y están presentes para pedir esa bendición a Dios de que seamos prosperados, bendecidos y que nos vaya bien en lo que hagamos. ¿Quién no quiere empezar con el pie derecho y comenzar con Dios una nueva semana de trabajo? Sabemos que el shabat es como una isla a la que nos vamos, donde nos olvidamos de todo afán y preocupación. Así como de la semana con todos los retos que involucra, las dificultades y situaciones diarias. Pero, ya tenemos que volver a la realidad y havdalá nos ayuda a eso. Con esta ceremonia, es una manera de saber, de sentir, de creer y de escuchar, que Dios está con nosotros. Cuando se lee el primer párrafo donde dice: “Por favor, Dios, haznos prosperar”, en muchos casos, la persona que lee esto en voz alta, da un espacio de tiempo, para que los oyentes también repitan esta misma frase completa. De esta forma, se hace más participativa y didáctica. Después de terminar el primer párrafo, el lector continúa sin que repitan los demás, hasta concluir con él ¡Amén! Y todos dicen: ¡Amén!
El principal de Tsiyon, he aquí que viene y yo enviaré un emisario de buenas nuevas a Yerushalaim.
Alzaré la copa de la salvación e invocaré el nombre del Eterno.
Por favor, Dios, haznos prosperar.
Haz que prosperemos, has que nuestros caminos tengan éxito, haz que prosperemos en nuestros estudios y envía bendición, holgura y éxito en todo lo que emprendamos, como está escrito: recibirá bendiciones del Eterno, y rectitud del Dios de su salvación. ¡Amén!
Y también está escrito: “Y David tenía éxito en todos sus caminos, y el Eterno estaba con él. Que también sea así para nosotros. Y “Noaj” (Noé) halló gracia en los ojos del Eterno. Que así también nosotros hallemos gracia y buen entendimiento en los ojos de Dios y de los hombres. ¡Amén!
BENDICIÓN POR EL FRUTO DE LA VID
El cuarto paso es la bendición del vino o jugo de uva. Ya hemos llenado la copa, ya la tenemos en la mano, hacemos la lectura del pasaje de Isaías, pero no tomamos todavía de ella, hasta que recitamos la bendición, ya que, éste es como el permiso para poder participar de él. Ya hecha la bendición, se toma un sorbo y se puede pasar la copa para que los demás participen y sean parte de ese pacto. En ciertos lugares, cuando es una cuestión familiar, se acostumbra que todos beban de la misma copa. Pero, si a algunos le da cierta desconfianza que todos tomen de ella, entonces el que preside, puede ser el único que tome de ella. Con eso es suficiente.
BENDICIÓN POR LAS ESPECIAS AROMÁTICAS
El quinto paso nos lleva a la parte olfativa, que es la bendición por las especias aromáticas. Generalmente, se usa canela o clavo, pero también se pueden usar otras especias. Siempre y cuando sean de aroma agradable. Después que se ha hecho la bendición, se pasa al resto de las personas que están presentes para que también puedan oler la especia aromática.
El simbolismo detrás de esto es que, oler las especias aromáticas, representan ese anhelo y deseo de tener una semana agradable. Que nuestra semana sea como ese aroma: agradable y positivo. Algunos rabinos dice que esto se hace para no estar tristes porque ya acabó el shabat y el buen aroma nos anime.
Normalmente, las especias se depositan en un contenedor especial que es más tradicional y que tenga una tapita que permita ser sellado para preservar el aroma. También puede ser usado un frasquito u otro depósito especial que sea solo para este fin. Que la especia no sea usada para cocinar o aderezar alimentos con ella. La idea es que esta especia aromática queda apartada y reservada para este momento. Este es un momento muy lindo porque involucra el olfato, como ya mencioné.
BENDICIÓN POR LAS LUMINARIAS
El sexto paso es la bendición por las luminarias que se hace encendiendo una vela trenzada. En muchos casos, esta vela se coloca, de igual forma, en un porta-velas especial que evita el derramamiento de la cera caliente sobre la mano de quien la sostiene. Este contenedor también puede ser decorado o artesanal para resaltar la despedida del shabat por medio de estos objetos. Normalmente en las velas trenzadas, los pabilos están entrelazados para que formen la luz de toda la semana que queremos tener. Lo que representa esta luminaria es que la luz del Eterno y la luz del Mesías nos acompañen a lo largo de toda la semana. Iniciamos el shabat con luz y lo terminamos con luz.
Generalmente, antes de encender la vela, se apaga cualquier otra luz o lámpara que esté encendida, para que sea la vela de havdalá la que brille y disipe la oscuridad. Si no se cuenta con una vela trenzada, se pueden encender dos velas y juntarlas en la misma mano, como asemejando la transición de la luz del shabat y el inicio de la semana.
Otro detalle que se basa en las tradiciones rabínicas es que, el día que fue formado Adán, es decir, el sexto día, no hubo oscuridad. Y, cuando llegó el séptimo día, llegó la oscuridad y Adán se asustó. Entonces, al golpear las dos piedras, para justamente, hacer él fugo, fue el momento en que se tendría que hacer havdalá. Es una historia curiosa como anécdota, nada más. La comparto como breviario cultural. En algún momento se tuvo que encender el fuego por primera vez y, sería muy propicio pensar que, fue al momento de hacer havdalá.
BENDICIÓN DE HAVDALÁ
El séptimo paso es la bendición de havdalá, la cual significa separación. Esta última bendición, justamente, nos ayuda a tomar conciencia de que estamos separando el shabat del resto de los días. La vela trenzada la dejamos encendida aun cuando hacemos la bendición
Por eso se dice: “Bendito eres Tú, Eterno Dios nuestro, Rey del Universo, que hace distinción entre la luz y las tinieblas; entre lo sagrado y lo profano; entre Israel y las demás naciones; y entre el séptimo día y los seis días de actividad. Bendito eres Tú, Señor, que hace la distinción entre lo sagrado y lo profano”. ¡Amén!
Después de decir Amén, se puede prestar el momento para hacer una oración de manera personal o a favor de toda la comunidad o de toda la familia, pidiendo, una vez más, al Eterno su bendición en todo plan, en todo proyecto que tengamos para la semana. Para decirle: “Señor, queremos empezar la semana contigo”.
APAGADO DE LA VELA
¿Cuándo se apaga la vela? En el octavo paso. Justo después de hacer la bendición de Havdalá. Según la tradición judía, se apaga con un poco de vino que se deja caer en el platito donde se encontraba la copa (generalmente, cuando se compra una copa de shabat en las librerías judías, incluye el platito, no es solo la copa). O, a veces, en la charola que contiene todos los elementos, se derrama el vino o jugo de uva.
Nosotros hemos cambiado un poco esta costumbre, ya que generalmente, hacemos havdalá como comunidad en la Kehilá y, entonces, invitamos a un niño que sople para apagarla. Esta es una forma de acercarlos también a la luz. Así mismo, por tradición, los judíos rabínicos u ortodoxos, acostumbran a dejar unos instantes prendidos la vela, para meditar justamente en la santidad del shabat. Algunos se observan las uñas porque dicen que son un elemento que representa la bendición, ya que nunca dejan de crecer. Dicen que cuando Adán pecó, el mundo se llenó de oscuridad, él estaba desnudo y lo único que le tapaba un poco de su carne, eran las uñas. Y está conectado, con que él encendió el fuego. Bueno, esto es una costumbre, curiosa o interesante, como la queramos ver. Entonces, si de pronto, ven imágenes o videos de los judíos que se ven las manos a la luz de la vela de havdalá, es por esta razón.
¡SHAVUA TOV! / ¡BUENA SEMANA!
El punto para concluir la ceremonia de havdalá es abrazarnos y decirnos: ¡Shavua Tov! Que significa ¡Buena semana! Esta frase se dice en el momento mismo en que apagamos la vela: nos deseamos una buena semana, nos damos un abrazo. Le decimos a cada persona que está cerca de nosotros esta frase como sinónimo de desearnos que todos seamos bendecidos por el inicio de una nueva semana con nuestro Mesías y el Eterno también.
Estos serían los pasos por seguir de manera general y, lo que representan los elementos de la ceremonia de havdalá. Espero que sean de gran bendición para ti y, lo más importante, que te animes a hacerla, la experimentes para concluir el shabat y veas que es algo muy especial. Si eres de las personas que nos miran a través de la transmisión, puedes hacer la ceremonia a la par de nosotros desde tu casa con los elementos mencionados. Para los niños también es importante que vean esta marca que hacemos al final del shabat.
Que el Eterno nos bendiga y nos permita gozarnos en Su Presencia y concluir el shabat con la ceremonia de havdalá: ¡“Shalom” / Paz!
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