¿QUÉ SON LOS YAMIM NORAIM? 

Bienvenidos a “Respuestas en la Biblia”. Vamos a seguir aprendiendo más de la Palabra del Eterno y, en este caso, llegamos a la pregunta No. 109 que dice: ¿Qué son los “Yamim Noraim”? Básicamente, es el término con el que se conocen los llamados días temibles. “Yamim” significa días y “Noraim” puede ser como temibles o terribles, también podría implicar como asombrosos. Es el nombre que se les da a los diez días que transcurren desde “Yom Teruah” (Fiesta de las Trompetas) hasta la fiesta de “Yom Kippur” (Día del Perdón), ambos días inclusive. En el ámbito judío sería desde el día de “Rosh Hashaná” (año nuevo civil judío) y Yom Kippur.  

SIGNIFICADO     

Yamim Noraim, así es como se les llama a estos diez días, por si de repente, alguien va navegando en internet y nos damos cuenta de este término. ¿Qué tienen de especiales estos días? Son especiales porque son el enlace entre Yom Teruah y Yom Kippur. Y, más allá de separar estas dos fiestas, yo considero que, más bien, las une. 

Como nosotros sabemos, Yom Teruah, representa el regreso de “Yeshua” (Jesús) a la tierra, así como, el establecimiento de su reino. Y el día de Yom Kippur, implica el día del juicio. Entonces, es como si nos acercáramos a un momento en el que, estamos a unos días de ser juzgados. Un día muy importante que implica el estar delante de Dios, cara a cara, por lo que, implica mucha seriedad. 

¿Cuál es la idea de estos diez días? O ¿Por qué se hace este énfasis en ellos? Porque durante estos días debemos hacer una introspección antes de llegar al día del juicio. Y, por supuesto, si hemos cometido alguna falta o pecado, remendarla y tratar de corregir lo que hicimos mal. Es como el último llamado o la última oportunidad durante esos diez días de corregirnos, de cambiar para no llegar al día del juicio con esas cargas, acusaciones o con esas culpas. De ahí la importancia de estos diez días. Según la tradición judía, durante estos días, Dios evalúa a los creyentes por su actuar durante todo el año. Entonces, el veredicto se dará el día de Yom Kippur, que es el día en que se sienta el juez después de haber escuchado a los testigos, al acusador y al acusado y, al final, da un veredicto. Yom Kippur es el día del veredicto, el día del juicio del trono blanco, cuando serán abiertos todos los libros y donde se expondrá lo que todos y cada uno hayamos hecho. 

Como la Escritura nos muestra que Dios perdona nuestros pecados, toda vez que nos hayamos arrepentido. Pues para eso murió Yeshua, también nos muestra que, no puede perdonar aquellos pecados que cometimos contra nuestro prójimo. Lo voy a repetir: Dios no perdona los pecados que cometimos contra nuestro prójimo, porque es nuestra responsabilidad, pedirle perdón y, perdonar. Entonces, ¿qué es lo que se acostumbra o qué es lo que se debe hacer estos días? Buscar a esas personas y pedirles perdón. O perdonar en nuestro corazón a aquellas personas que nos hayan ofendido, sin esperar necesariamente, que nos vengan a buscar. 

NO ESPERAR HASTA YOM KIPPUR 

La idea es NO esperar hasta Yom Kippur. No llegar a este día para poder perdonar. ¡No! La idea de estos diez días es no esperar hasta Yom Kippur, porque no sabemos si vamos a llegar hasta ese día, ni cómo nos vamos a sentir en ese día. Por el motivo que sea, no te esperes, busca a la persona a la cual tú hayas ofendido y sabes que lastimaste y, pídele perdón. Este es el factor más importante dentro de estos diez días. No esperes hasta Yom Kippur, pide perdón porque estos diez días se deben aplicar las 3 T’s: Teshuva (Arrepentimiento), Tefilá (Oración) y Tzedaká (Caridad / Justicia), dar ofrenda, hacer caridad a quien esté en necesidad, practicar actos de justicia. En hebreo las tres palabras comienzan con la letra “Tav”, que es como si fuera la “T”. 

Esta es la idea de los diez días de Yamim Noraim, a los que se les llama días terribles o asombrosos, porque la palabra “Nora”, de donde deriva “Noraim”, implica la palabra “yirá” en hebreo, que significa como temor o reverencia. Entonces, son días de reverencia, de sentir el temor de Dios y ponernos a cuentas con otros. Tomarlos como días muy serios en los que tenemos que buscar a quien hemos ofendido para estar a cuentas con ellos. 

PONERNOS A CUENTAS     

Esto va de la mano con lo que nos enseñó Yeshua en Mateo 5:23-26:

 “Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda. Ponte de acuerdo con tu adversario pronto, entre tanto que estás con él en el camino, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la cárcel. De cierto te digo que no saldrás de allí, hasta que pagues el último cuadrante.” (Mateo 5:23-26 RVR60). 

Es un mensaje muy claro e importante para todos, en estos días que, Dios nos dice: “Ponte a cuentas”. Están bien las ofrendas, así como, muchas otras cosas que podamos hacer para Dios, pero no hay nada que se compare a ponernos a cuentas con nuestro hermano y pedirle perdón. O como el ejemplo que leímos aquí: si no te pones a cuentas con tu adversario, puede ser que termines mal, puede que termines en la cárcel por no haber buscado ese acuerdo. 

Y, así como en un juicio, una persona puede ser declarado culpable. Cuando una persona confiesa o se entrega, se le aminora o reduce la sentencia. Entonces, la idea aquí es que, antes de llegar a ese juicio, confesemos nuestros pecados delante de Dios y que le digamos lo que hemos hecho. Para que, en un momento dado, seamos capaces de aminorar la sentencia que nos pudiera haber correspondido. 

Todos a prepararnos para la próxima fiesta de Yom Kippur y considerar todo lo que hemos estado aprendiendo y conociendo. Pero, sobre todo, buscar el reconciliarnos en estos días de ‘Yamim Noraim’ con aquellos que sabemos que necesitamos pedirles perdón y perdonar. 

Si fue de bendición este estudio, no olvides compartir para hacerlo llegar a muchos otros que, seguramente, están buscando de la Palabra de Dios. 

Que el Eterno te bendiga: ¡“Shalom” / Paz!