CALENDARIO DE FIESTAS: ¿CUÁL ES EL CORRECTO? 

Bienvenidos a “Respuestas en la Biblia”. Estamos estudiando, de forma temática, algunas preguntas importantes que nos aborda referente a la Escritura. Este es uno de los temas más relevantes. Llegamos a la pregunta No. 110 ¿Cuál es el calendario correcto de Fiestas? A veces, uno trata de convencer a las personas y, creo, considero que, eso ha sido parte de un error personal, el tratar de convencer a la gente como si fuera un mercadólogo durante campaña, en la que tengo que darte los argumentos que te digan que esta es la verdad y que esto es lo correcto y, por tanto, lo que tenemos que hacer. Pero francamente, he aprendido a través de muchos errores que he cometido, ya que a través de ellos también hay aprendizajes y, me he dado cuenta de que no podemos convencer a alguien. Ya que, si lo hacemos, nosotros mismos vamos a tener que mantenerlo convencido. 

Así que, lo más sano y lo mejor es que, cada uno comience a llegar a sus propias conclusiones conforme a la Palabra. Empiece por buscar de la verdad a través de la Escritura misma, como con una lámpara y camine por el sendero que el Eterno tenga para cada uno. 

En este caso, sobre el tema de las fiestas, me han preguntado varias veces, ¿cuál es el calendario correcto? De pronto han comenzado a surgir otros calendarios, diferencias y variantes sobre la luna, los equinoccios y otros aspectos. Cada argumento tendrá lo suyo y será interesante por sí mismo, caso contrario, no estaría.  

NO SOY JUEZ      

Lo primero que yo tengo qué decirles, francamente, respecto a este tema es que, yo no me considero juez o como una persona apta para decirte que el calendario correcto es este. Probablemente, algunos quisieran leer una respuesta mucho más convincente y que tuviera toda la validez y los argumentos para ello, pero, honestamente, no los tengo. 

Fíjense, dice la Escritura, que Dios estableció jueces. El Eterno decretó a los levitas el conteo de los meses, sobre el “sanedrín” (asamblea o consejo de sabios estructurado por setenta y un rabinos que hacían la función de juez), en el cual recaía esta responsabilidad para llevar en orden las festividades (mandamiento No. 4). Yo, sinceramente, no sé si sea levita o no, no sé con exactitud a qué tribu en particular pertenezca, no nací en el seno de una casa judía, no nací en Israel, tampoco soy un erudito, ni hablo hebreo con fluidez. No soy astrónomo, ni tengo una maestría en ciencias avanzadas de las cuestiones astronómicas, ni mezcladas con la Biblia. La verdad es que, yo, hasta cierto punto, me sigo considerando un estudiante y una oveja más, sigo en el proceso de aprendizaje y transformación. Y, personalmente, considero que no me correspondería a mí decretar el principio de los meses o de los años. Yo no me sentiría con la autoridad o con la responsabilidad, ni me gustaría tenerla siendo franco y honesto, para determinar en qué momento empieza un nuevo mes. En verdad, se los digo de todo corazón, a mí no me gustaría llevar esta responsabilidad sobre mis hombros. En mi caso, trato de no llevarme más cargas de las que ya tengo, ni más responsabilidades porque, con trabajos, apenas si puedo. 

Imagínense tener ahora esta responsabilidad de decretar el inicio de los meses o de las fiestas a un grupo de personas o, aunque fuera tan solo mi familia, ya con eso se me hace más que suficiente. ¿Cuánto más si estoy al frente de un grupo? Se me hace un peso bastante fuerte. Bíblicamente, era el sanedrín quien decretaba el inicio de los meses y ellos eran los responsables. De hecho, como les comento, simplemente tengo fe en el Mesías y creo que he sido injertado en el olivo natural y que, ahora, soy parte de Israel. Sé que he sido adoptado, puedo verlo y confirmarlo en la Palabra. Por tanto, decirles yo, ¿cuál es el calendario correcto? No puedo yo llevar esa responsabilidad y, siento mucho decepcionarlos, si a lo mejor, estaban leyendo este estudio con la expectativa de saber, ahora sí, cuál es el calendario correcto. ¡Discúlpenme! Yo considero que me sigue faltando mucho por conocer, porque no soy un erudito en estos temas. No me siento estar en este nivel, revelación o entendimiento como para poder decir este sí o este no. Lo dejo en manos del Eterno. 

¿QUÉ CALENDARIO SEGUIR? 

Sé que en los últimos años ha surgido y, más que nada se ha difundido, información sobre nuevos calendarios. El ‘calendario de Enoc’, ‘el calendario sacerdotal o sadoquita (porque viene de Sadoc)’, ‘el calendario de los jubileos’, ‘calendario restaurado’, ‘calendario bíblico lunar’, ‘calendario de Kumrán’, ‘calendario kadosh’, etcétera. Por tanto, hay una gran cantidad de calendarios y cada uno con su argumento y perspectiva. Seguramente, cada uno de ellos tendrá alguna base en la Escritura, como para decir: ‘este es el que debemos de seguir’. Tampoco he estudiado todos y cada uno de estos calendarios. 

Como les decía, me parecería un poco arrogante de mi parte si yo les dijera que tal o cual es el calendario correcto y divino porque no tiene errores. La verdad no soy astrólogo, ni astrónomo, no sé de cultivos, ni de cuándo reverdece la espiga. No he dedicado mi vida a la ciencia de los astros. Los últimos 23 años, me he dedicado al estudio de la Biblia y a su enseñanza, pero no para determinar cuál es el calendario verdadero. Lo que sí puedo hacer es darles mi opinión, la cual podría estar equivocada, pero darles las razones del porqué hasta el día de hoy, de manera personal y en la “Kehilá” (Congregación) seguimos el calendario de fiestas que seguimos hasta el día de hoy. Tampoco digo que algún día se pudiera cambiar, pero hasta hoy en día, quisiera yo comentar las razones del porqué lo sigo y lo hago. No pretendo convencerles, como decía al inicio. Simplemente, es darles mi perspectiva y que ustedes la evalúen, lo consideren y lo sopesen a la luz de la Escritura. Que lo examinen todo y retengan solo lo que consideren que es de bendición. Por supuesto que también lo oren y lo pongan en manos del Eterno y del Mesías. Si se identifican con esta información, ¡qué bueno y qué gusto! Si no, no pasa nada. Quiero pensar que, aunque haya una diferencia entre un grupo y otro en el calendario, sigo pensando y es mi sentir en las últimas semanas y días en que he estado orando en este tema, que el amor puede ser más grande que un calendario. 

CALENDARIO DE HILLEL II      

¿En qué calendario nos estamos basando hasta el día de hoy en la Kehilá? Es el calendario que se conoce comúnmente dentro del ámbito judío y, en general, como el calendario de Hillel II. Este es el calendario festivo que se siguió en la gran mayoría de las comunidades judías y también en la mayoría de los grupos de Raíces Hebreas, desarrollado en el siglo IV, aproximadamente en el año 359 D.M. Es un calendario luni-solar que se basa en el ciclo del sol y en el ciclo de la luna, basado en lo que dice Génesis 1:14-16:

 “Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años, y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así. E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas.” (Génesis 1:14-16 RVR60). 

Esta es la base del calendario hebreo, en general, que siguen el 98% de las comunidades judías aproximadamente. 

¿Quién fue Hillel II? Fue no solamente un rabino, sino un “Nasí” (Príncipe) que presidía el Sanedrín y, prácticamente, dedicó toda su vida a crear este calendario. No fue una cuestión que se le revelara o que hiciera de la noche a la mañana. Realmente, se le considera que fue el trabajo de su vida al cual dedicó muchísimos años. Aquí sí debo decirlo, porque he escuchado y leído comentarios, que Hillel II estableció este calendario para afirmar la autoridad rabínica y tratando de velar las fiestas en un plano para los demás. Definitivamente, yo no lo creo. Más bien creo que la base histórica y la razón de este calendario fue que, como las reuniones del Sanedrín fueron prohibidas por Constancio II (Emperador romano) y, para evitar persecuciones, basándose en cálculos matemáticos y astronómicos (en lo cual Hillel sí era experto), desarrolló un complejo algoritmo llamado ciclo Metónico, que permite predecir las fechas de la luna nueva, así como las distintas estaciones del año. Buscó tener un calendario que siguiera las bases de la “Torá” (Instrucción, Ley) para que pudiera mantener a Israel unido bajo un mismo calendario y, lo más importante, bajo las mismas fechas en la diáspora y en Israel. 

Es decir, como en otras situaciones, Hillel II vio un panorama complicado para la comunidad judía que se encontraba tanto dentro, como fuera de Israel y sabía que, si esta dispersión se hacía más grande, iba a ser mucho más complicado que pudiera haber comunicación (pues no había como hoy en día la tecnología). Entonces, simplemente fijó este calendario fundamentado en las bases de la Torá, en la observación, combinado con las bases científicas de aquellos días y con el estudio de cálculos matemáticos y astronómicos. Lo cual es muy interesante. Si quieren saber más del tema del ciclo Metónico, les puedo compartir el enlace de una página judía, donde explica por qué realmente lo que hizo Hillel II fue algo extraordinario para su época y para los recursos que él tenía. Pero, lo sorprendente es la precisión y exactitud con que logró establecer un calendario que juega con los dos aspectos: la parte lunar y la parte solar. Por eso, el calendario hebreo es luni-solar, ya que los meses son fijados por la luna, los años son fijados por el ciclo del sol, los cuales están relacionados con la agricultura. Me parece muy interesante cuando ya lo examinamos a profundidad, el cómo lo hizo y cómo llegó a esto. Sobre todo, la intención con que lo hizo, la cual tiene mucho que ver. Lo digo, porque siempre hay un cierto prejuicio hacia las cuestiones rabínicas, judías y ahora, hacia los grupos de raíces hebreas, pensando que es talmúdico o que ya está tergiversado, alegando que “Yeshua” (Jesús), estuvo en contra de esa gente. 

Primeramente, la intención de Hillel, fue justamente mantener la unidad entre todas las generaciones. De ninguna manera fue por atribuirse la autoría de un calendario. Él no hizo nada nuevo que no se estuviera ya haciendo. Simplemente lo tipificó en un sentido más científico y por escrito, sobre todo para aquellos días. ¡Al contrario! Yo creo que él sabía que depender de la observancia de la luna, tendría sus problemas, por ejemplo, en la diáspora. Es uno de los temas recurrentes, el pueblo de Israel ha sido, hasta cierto punto, un pueblo nómada que ha estado en constante movimiento. Con las persecuciones iba a ser complicado que el pueblo pudiera saber si salía o no la luna, si había o no la gavilla para poder determinar el nuevo año. Por ende, ¿cuándo se celebrarían las fiestas? Iba a ser difícil transmitirlo por la distancia entre una comunidad y otra. O, por cuestiones obvias: si un día estaba nublado, una noche era lluviosa, no se iba a poder observar ni tener la certeza. Así que, la intención de poner por escrito un calendario era unir, no excluir, ni transgredir la Torá, ni añadirle, sino mantenerla. Y que algo tan rico y valioso, como son las fiestas, no se perdiera. Literalmente, durante años no hubo controversias, todas las comunidades judías que, además eran prácticamente, las únicas que guardaban las festividades no tenían ningún inconveniente o problema. Ahora, con el internet, han surgido en los últimos 7 u 8 años más situaciones relacionadas con esto, debido a que el internet magnifica todo porque puede llegar a cualquier parte del mundo y puede lograr que cualquier tema pueda ser visto de una manera mucho más grande de lo que, tal vez, pueda ser. 

NUEVOS MAESTROS, NUEVAS REVELACIONES       

Hablando justamente sobre estas situaciones que han surgido ahora con el calendario, también han surgido nuevos maestros, rabinos, pastores, pastoras, nuevos apóstoles, discípulos, en fin, muchísimos grupos, denominaciones y, con ello, también tienen que surgir nuevas revelaciones. Hoy en día, en las redes sociales, en WhatsApp, en Telegram, yo veo como cada vez hay más grupos que hablan de este tema y dicen que esta información se las mostró o reveló Dios o que lo han estudiado durante dos o tres años en Google y por eso, ya lo pueden enseñar y explicar. 

Seamos honestos, ¿en qué creemos que se basa toda la información que se esparce sobre este tema, y como muchos de nosotros mismos, buscamos información y la consideramos confiable? Pues no es de otro lado, sino de internet, en las redes sociales, de grupos en canales de difusión que, a su vez, se basan en lo mismo. Una persona se basa en un video de YouTube que, a su vez, se basa en otro video de YouTube o en Facebook. Entonces, se va haciendo como una bola de nieve que cada día va creciendo porque cada momento alguien lo comparte y así sucesivamente. Así, la persona que subió el video ya tiene 10 mil likes o 200 mil visualizaciones y va creciendo cada vez más. Además, las personas que suben lo relativo al tema de los calendarios se presta mucho para esto, así como para hablar de otros temas polémicos, controversiales, de conspiraciones, de otras revelaciones y otros secretos que van como de la mano. Si somos francos y examinamos el perfil o los canales de las personas que comparten de esto, van muy de la mano con temas de conspiraciones, que si la tierra es plana, que si el hombre no llegó a la luna, los extraterrestres y con cuestiones en las que hay una revelación personal.

Paradójicamente, la idea de los nuevos calendarios es que te dicen que no son nuevos. ¡Eso es lo curioso! Lo interesante de los nuevos calendarios es que no son nuevos, sino todo lo contrario. La base de muchas de estas nuevas ideas de los calendarios lunares es que son más antiguos que Hillel. Como diciendo que, el calendario que siguen los judíos ahorita realmente es nuevo. Es más, ni Yeshua lo conoció, ni tampoco Moisés, porque se van hasta los días de Enoc y su calendario. Piensan que, como Enoc fue antes de Noé, esto es la raíz de la raíz, es como la esencia, por decirlo así. 

Por eso, hay que checar las fuentes de información, el perfil de donde obtiene la persona la información, para saber si lo que nos dice se puede corroborar. 

¿EL PRIMER RENOVADOR DE CALENDARIOS, QUIÉN FUE?       

No hay nada nuevo debajo del sol, esa es la realidad. Yo considero que este tema es algo que, por supuesto, no se le escapa a Dios. ¿Quién sería el primer renovador de calendarios? ¿Dónde tenemos evidencia clara en la Biblia de que ya no se seguiría el calendario de Judá? Vamos a leer 1 Reyes 12:25-33:

“Entonces reedificó Jeroboam a Siquem en el monte de Efraín, y habitó en ella; y saliendo de allí, reedificó a Penuel. Y dijo Jeroboam en su corazón: Ahora se volverá el reino a la casa de David, si este pueblo subiere a ofrecer sacrificios en la casa de Jehová en Jerusalén; porque el corazón de este pueblo se volverá a su señor Roboam rey de Judá, y me matarán a mí, y se volverán a Roboam rey de Judá. Y habiendo tenido consejo, hizo el rey dos becerros de oro, y dijo al pueblo: Bastante habéis subido a Jerusalén; he aquí tus dioses, oh, Israel, los cuales te hicieron subir de la tierra de Egipto. Y puso uno en Bet-el, y el otro en Dan. Y esto fue causa de pecado; porque el pueblo iba a adorar delante de uno hasta Dan. Hizo también casas sobre los lugares altos, e hizo sacerdotes de entre el pueblo, que no eran de los hijos de Leví. Entonces instituyó Jeroboam fiesta solemne en el mes octavo, a los quince días del mes, conforme a la fiesta solemne que se celebraba en Judá; y sacrificó sobre un altar. Así hizo en Bet-el, ofreciendo sacrificios a los becerros que había hecho. Ordenó también en Bet-el, sacerdotes para los lugares altos que él había fabricado. Sacrificó, pues, sobre el altar que él había hecho en Bet-el, a los quince días del mes octavo, el mes que él había inventado de su propio corazón; e hizo fiesta a los hijos de Israel, y subió al altar para quemar incienso.” (1 Reyes 12:25-33 RVR60).

 Jeroboam fue el primer Rey de la Casa de Israel o de Efraín. Fue el primero que llevó al pueblo a la apostasía, quedó como un antecedente. Posteriormente se diría: ‘Como un Jeroboam’, por lo mucho que apartó a Israel y así mismo del Eterno y del camino que él tomó. Lo primero que él hizo está registrado en los versos sucesivos. Como lo que hizo del bajo pueblo, de efraimitas, entregándoles funciones sacerdotales y responsabilidades que deberían recaer en los levitas. Vemos cómo él mismo tomó la iniciativa de llevar a cabo este tipo de acciones sacerdotales y de autoridad. Pero, sobre todo, dice el pasaje que no es que haya anulado las fiestas. No es que le haya dicho a Efraín que no celebraran la fiesta, no la prohibió, no la negó, simplemente, movió la fecha de la fiesta. No sabemos qué argumentos les dio Jeroboam para cambiarles la fecha de la fiesta, pero algo les tuvo que haber dicho, porque esto surgió de su corazón; es decir, de su pensamiento. Tuvo alguna idea para hacer que las diez tribus ya no se unieran a Judá. ¿Cuál era el temor de fondo de Jeroboam? ¿Qué había detrás de esto? Justamente lo que dice el verso 26: Y dijo Jeroboam en su corazón: Ahora se volverá el reino a la casa de David. ¿Cuál es la casa de David? Es la casa de Judá. Y esa era su preocupación y temor, que esta gente de Efraín se acercara a Judá y se acercaran a ellos en las fiestas. 

No deja de ser interesante que, desde aquellos días, la estrategia para que Efraín y Judá no se unieran en las festividades fuera simplemente mover el calendario. Cambiar la fecha dentro del calendario para que no hubiera coincidencias entre Judá y Efraín. Uno no puede dejar de pensar que, el enemigo siempre busca dividir y separar. Roma, finalmente, también adoptaría esta estrategia muchos años después. Lo hizo con la Pascua, con “Shavuot” (Fiesta de las Semanas o Pentecostés) y, por supuesto, con el día de reposo, lo cual fue su obra maestra, porque del sábado lo cambió al domingo. Hoy millones de personas guardan el domingo y no piensan o no han considerado que tendría que ser el sábado. 

AL JUDÍO, PRIMERAMENTE 

En esta consideración y situación, vamos a ver qué dice la Palabra, porque estos calendarios que les llaman restaurados o nuevos calendarios lunares, yo me hago esta pregunta porque siento una carga a nivel personal. Yo creo que, en todo esto, hay una misión y una parte profética que es la ‘Reconciliación de Efraín y Judá’, porque dice en Romanos 11: ‘Y entonces todo Israel será salvo, cuando venga la plenitud de los gentiles y cuando venga la unión de estas dos varas o palos que representan ambas casas y, entonces, haya esta reconciliación’. Pero ciertamente, mientras haya esta diferencia de calendarios y fechas, va a ser complicado que pueda haber esta conciliación. Yo, de verdad, lo digo de todo corazón, sin ánimo de juzgar a quienes llevan cualquier otro calendario, yo me pregunto: ¿cómo nos verán los judíos?, ¿cómo nos observarán los rabinos? y ¿cuál será la perspectiva del hermano mayor, en este caso, Judá?, ¿cómo observarán que estamos en otro calendario?, ¿cómo les podemos decir que “Yeshua” (Jesús) es el Mesías? Si de repente, les tenemos que decir que la Pascua es en otra fecha, que usamos otro calendario y que nosotros los vamos a enseñar a celebrar las fiestas. Está complicado el panorama, creo yo, para que finalmente los judíos acepten a Yeshua como su Mesías. 

Hay un detalle interesante en el evangelio de Juan, que está escrito en tres citas. Vamos a leerlas. Juan 5:1:

 “Después de estas cosas había una fiesta de los judíos, y subió Jesús a Jerusalén.” (Juan 5:1 RVR60). 

No sabemos exactamente qué fiesta era. Algunos dicen que era Shavuot porque coincide con una cuestión de cronología. La verdad, yo no lo sé con certeza. Luego dice en Juan 6:4:

 “Y estaba cerca la pascua, la fiesta de los judíos.” (Juan 6:4 RVR60).

 Yeshua acude a esta cita, a esta fiesta de la Pascua. Finalmente dice en Juan 7:2:

 “Estaba cerca la fiesta de los judíos, la de los tabernáculos;” (Juan 7:2 RVR60).

 ¿Por qué es que Juan menciona así las fiestas como de los judíos? ¿Eran exclusivas de ellos y de nadie más? No precisamente, no tenía por qué ser así. Lo deja como un recordatorio porque sabemos que el evangelio de “Yohanan” (Juan), se considera un evangelio dirigido a los gentiles y a los que están en la diáspora. Es decir, al contexto griego, por llamarlo así. El evangelio de Juan se considera el más universal porque está enfocado a todas las naciones. 

Entonces, son como un recordatorio de las fiestas del Eterno y si hay alguien que las ha guardado y que podemos decir que son suyas, pues son los judíos. Por eso, cuando comentamos que guardamos “shabat” (día de reposo), nos preguntan: ¿eres judío? Porque los judíos son el punto de identificación porque han guardado y han tenido celo de la “Torá” (Instrucción, Ley), del calendario y las fiestas. Así es, justamente, el pueblo judío. ¡Eso no podemos negarlo! Millones de vidas se han entregado por razón y por la persecución de ese calendario. Yo considero lo que dice en Deuteronomio 32:21:

 “Ellos me movieron a celos con lo que no es Dios; Me provocaron a ira con sus ídolos; Yo también los moveré a celos con un pueblo que no es pueblo, Los provocaré a ira con una nación insensata.” (Deuteronomio 32:21 RVR60).

 Que somos llamados a provocar celos en Judá. Está profetizado. Mi pregunta es, ¿siguiendo otro calendario estaremos cumpliendo esto? Ya dirá cada quién si se siente en este sentir o no. 

Pablo estableció una verdad muy clara que, nos guste o no, está escrita en Romanos 3:1-4:

 “¿Qué ventaja tiene, pues, el judío? ¿o de qué aprovecha la circuncisión? Mucho, en todas maneras. Primero, ciertamente, que les ha sido confiada la palabra de Dios. ¿Pues qué, si algunos de ellos han sido incrédulos? ¿Su incredulidad habrá hecho nula la fidelidad de Dios? De ninguna manera; antes bien sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso; como está escrito: Para que seas justificado en tus palabras, Y venzas cuando fueres juzgado.” (Romanos 3:1-4 RVR60).

 Esto es lo que Pablo considera con todo y las tradiciones y “takanot” (correcciones) y “guezerot” (promulgaciones de protección), con todo lo que él mismo luchó del judaísmo que no aceptó a Yeshua. Aun así, reconoce que la autoridad viene de arriba. Y, como él mismo dijo: ‘Los dones y el llamamiento son irrevocables’. Más adelante, en Romanos, capítulo 11, habla de ese detalle del gentil que no les puede quitar ahora lo que Dios les ha dado. No lo podemos negar: el liderazgo no creyó en Yeshua, más su incredulidad no ha hecho nula la fidelidad de Dios. Este es un principio que está aquí escrito. Yo, en muchos casos, cometí ese error. Lo digo con verdad, porque muchas veces enseñé y dije que los judíos habían rechazado a Yeshua, que vivían puras tradiciones y que su enseñanza era talmúdica o babilónica, pues hasta su calendario tiene nombres babilónicos. Ahora veo que Dios fue misericordioso conmigo. Después de 20 años de conocer de la Raíces Hebreas, créanme que ese fue uno de mis grandes errores. Sistemáticamente, había que rechazar todo lo que oliera a algo rabínico o tradición oral. En Latinoamérica tenemos muchos prejuicios hacia estos aspectos. Por eso, también en Romanos 9, Pablo habla de lo que le ha sido dado a Judá, específicamente a los judíos. Él dice: ‘De los cuales es la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la Torá, el culto y las promesas. De quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino el Mesías, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén. Eso no se los puede arrebatar nadie, eso no lo puede cambiar nadie. Errores hemos cometido todos y ellos también. Es la parte final de un plan, pero eso no significa que Dios los haya rechazado y haya rechazado absolutamente todo lo que sea judío o fariseo o rabínico. Créanme que yo estaba en eso y, en algún momento, yo estaba en esa postura de que solo es válida la Torá escrita y rechazamos todo lo que tenga que ver con la tradición y ley oral y el Talmud. 

Sin embargo, nos damos cuenta de que, Yeshua siguió algunos aspectos rabínicos y algunos principios de tradición. Nunca habló en contra del Templo o de las autoridades. Él mismo, realmente, se sujetó a ellas. Sí criticó ciertos aspectos personales como ser hipócritas u otros aspectos en los que estaban mal, pero nunca por sistema, atacó el judaísmo como tal. Él mismo era judío, así que no destruyó lo que él venía a salvar. 

Seguramente, algunos de ustedes ya habrán leído el pasaje que habla de la visión increíble y maravillosa de los dos palos y las dos varas en Ezequiel 37:19:

 “diles: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, yo tomo el palo de José, que está en la mano de Efraín, y a las tribus de Israel sus compañeros, y los pondré con el palo de Judá, y los haré un solo palo, y serán uno en mi mano.” (Ezequiel 37:19 RVR60).

 Aquí nos damos cuenta de que la intención de este capítulo es la restauración de las dos Casas y nos dice que es Efraín el que se debe unir a Judá. Es lo que manifiesta aquí claramente. 

Pero si nosotros estamos aquí celebrando las fiestas en otras fechas, va a ser difícil unirnos. Nos ponemos de acuerdo para celebrar el cumpleaños de alguien, pero si tenemos diferentes días de cumpleaños, va a ser muy difícil que podamos coincidir. Tristemente, yo creo que esta es la parte colateral de lo que sucede con esta variedad de los calendarios que provocan esta división en grupos cada vez más pequeños, cada uno con su calendario. Entonces, ya está pasando lo mismo que con el cristianismo, que se empezó a dividir de tal manera que hay miles de denominaciones. Al rato, en las Raíces Hebreas van a haber cientos de denominaciones también. Esta es parte de mi opinión y perspectiva. Como les digo, yo respeto la opinión de cada quién y se pueden sentirse tranquilos, a pesar de no sentirse comprometidos en estas partes de la Palabra sobre la unión que tendría que haber entre Efraín y Judá. Y sobre quién debe unirse a quién. Como dice el dicho: ‘Ahora los patos les tiran a las escopetas’ o ‘No le vengas con cuentos, a quién sabe de historias’. Ahora resulta que somos los que venimos de un contexto gentil, los que vamos a enseñarle a los judíos cómo celebrar sus fiestas. Entonces suena difícil que haya una unión con esto. 

EFRAÍN: PALOMA INCAUTA  

No debemos perder el contexto, ni la perspectiva de una característica que tiene Efraín. Como las diez tribus, se le describe en Oseas 7:11:

 “Efraín fue como paloma incauta, sin entendimiento”. (Oseas 7:11 RVR60).

¿Qué implica como una paloma incauta? Es decir que, los de Efraín, somos muy dados a dejarnos llevar por lo que nos digan. Simplemente como creyendo lo que venga. Yo me llegué a cuestionar tantas veces en el cristianismo: ¿por qué la gente creerá tantas cosas?, ¿por qué hay tantas denominaciones?, ¿por qué creen en las “caídas” o manifestaciones del Espíritu? Cosas que desde el principio se me hicieron super raras. Porque a veces, hay tanta hambre de la Palabra que lo que nos dicen lo recibimos, no lo filtramos y es lo que está de moda, lo que me hace sentir bien o diferente. Entonces, yo creo que, ese es un rasgo que tenemos y debemos considerar porque somos Efraín y somos incautos en muchos sentidos y podemos caer en el error.   

Yo pregunto: si el calendario rabínico o el calendario de Hillel, está mal. ¿Qué seguridad tenemos de que cualquier otro calendario, sea cual sea, sea el que esté bien? Podríamos pensar que, porque la fuente de información es judía o es rabínica, ya está mal. Al final del día, la gente dice: ‘no hay que seguir las costumbres o mandamientos de los hombres’. Pero, seamos honestos, detrás de todos estos calendarios, ¿quién está?, ¿quién creó estos nuevos calendarios? Pues tuvieron que venir de una persona. Hay una persona detrás de los videos y de los calendarios. Porque no vino Enoc a dejarnos el calendario, ni nos dejó escrita la información de que su calendario fuera el exacto. Son menciones o citas que se pueden interpretar de una o mil maneras. Es más, entonces deberíamos pensar: ¿vamos a seguir el libro de Enoc, el libro de los Jubileos y los otros libros?

Yo creo que tenemos que quitarnos estos términos del calendario caraíta, el rabínico, el de Enoc, etcétera; porque finalmente en la Biblia no hay estos términos, ni aparecen. Finalmente, todo es una cuestión de interpretación que, en este caso, procede incluso de libros que ni siquiera están en la biblia. Por tanto, decir que vamos a seguir el calendario de Enoc, ¿cómo sabemos que ese calendario sea el de Enoc que vivió antes de Moisés, antes Abraham, antes de Noé?, ¿cómo tendremos la certeza de que Enoc dejó ese calendario? La persona que lo enseña, ¿dónde obtuvo la información? La obtuvo leyendo esos libros. Al final del día llegamos a lo mismo. Con todo respeto para las personas que siguen el calendario de Enoc o cualquier otro, en definitiva, lo hace a través de otra persona. Decimos que no vamos a seguir palabra de hombre, sino la de “Adonai” (Mi Señor). Sin embargo, detrás de eso, está una persona, lo queramos aceptar o no. Entonces, ya será cuestión de confiar en esa persona o en ese grupo que, en definitiva, están conformados por hombres y como les digo yo mismo: podemos estar equivocados.

Yo no veo a Yeshua yendo en contra del judaísmo de su generación. Más bien, Él quiso venir a renovarlo, a restaurarlo y a salvar lo que se había perdido. Mucha de la tradición oral, Él la siguió. Él tomó una copa en “Pésaj” (Pascua) y, ¿eso dónde está estipulado? Eso lo estipuló Hillel I. También levantó los brazos para hacer la “berajá” (bendición) del pan y eso también es rabínico. Bendecir la comida, antes de comer, también es rabínico. La “Tevilá” (Inmersión) no es un mandamiento como tal y, sin embargo, se practicaba, se hacía y Yeshua lo hizo, siendo una disposición rabínica. Por tanto, no estaba en contra de eso. Debemos filtrarlo. Hay que quitarle las espinas al pescado y quedarnos solo con la carne. Pero, si todo lo vemos con espinas y lo tiramos, se me hace que estamos desperdiciando y tirando mucho. 

Como hemos leído, Yeshua celebró las fiestas conforme el pueblo lo hacía, conforme al calendario que en ese entonces se seguía, el cual decretaban los fariseos, es decir, los rabinos de su época. Yo creo que, lejos de verlo con tanto prejuicio y con tanta negatividad y, hasta cierto punto, con un poco de antisemitismo detrás. Aunque no sea abierto y no se reconozca, es un poco de esa jactancia. Es como decir, ellos están mal, nosotros estamos bien. Nosotros ya abrimos los ojos y los de ellos siguen cerrados y velados. ¡Eso es muy triste! 

Los que hablan de una restauración del calendario bíblico, dicen que el calendario rabínico es inexacto, que Dios es un Dios perfecto y que no nos puede dar un calendario fallido. Siendo honesto, yo no sé si estos calendarios lunares sean hiper exactos, ni tampoco qué tan inexacto sea el calendario de Hillel. Habría que investigar ambos. Si alguien está convencido, está bien. 

DIFICULTADES DE LOS NUEVOS CALENDARIOS 

Lo que sí sabemos es que, los calendarios se basan principalmente en la observación, aunque no sabemos si todos lo hacen. ¿Qué relevancia tiene la observación? 

Pongo aquí una imagen de las lunas rojas porque fueron toda una sensación hace un par de años. Les llamaron lunas de sangre y se comenzaron a interpretar como señales y presagios. Y, definitivamente, me parece que lo fueron y lo son. Pero, lo más impresionante de esto, es que coincidían perfectamente con el calendario judío, ¡eso es lo más curioso! Si lo quisiéramos ver como una coincidencia que, justamente, estas señales en el cielo de lunas rojas o de sangre y eclipses, coinciden con el calendario judío. Esto nos hace pensar: ¿cómo le hacemos para decir que no es así? ¿Dónde quedan los que estaban diciendo que están mal las fechas y, por tanto, el calendario? Porque aquí hay, hasta cierto punto, un respaldo y una evidencia más de que el calendario judío no está tan errado. Porque, ¿qué puede hacer un judío para cambiar la luna o el sol o generar un eclipse y cambiar las lunas rojas? Además, estos eventos fueron tan sincronizados que es impresionante. Al menos a mí, si me dejó pensando seriamente. En esos momentos mucha gente ya dijo: ‘Esto es divino. Dios está hablando. Se conecta con las fiestas: por algo coincide con “Pésaj” (Pascua) y “Sukkot” (Fiesta de los Tabernáculos)’. 

Como les decía, el aspecto principal de estos calendarios nuevos es que, están basados en la observación, lo cual es más Bíblico, porque en aquella época había dos testigos que eran levitas, estaban en Jerusalén, eran miembros del sanedrín, eran personas escogidas, subían y observaban el movimiento de la luna en el cielo. Por lo cual, esta observación es como se hacía en la Biblia. Piensan que, si salen y ven la luna, estarían haciendo exactamente igual que en la biblia, porque así no checan la astronomía, ni confían en la ciencia. 

Pero, yo les invitaría a verificar el calendario de Hillel II para que nos demos cuenta de que él, se basó exactamente en lo mismo. No es que él se lo haya inventado. Tampoco es así. Él se basó en la observación y, lo único que hizo fue fijarlo con base en un algoritmo para que se pudiera establecer y todo el mundo lo supiera. Hoy es exactamente igual, podemos saber por medios astronómicos y la tecnología, cuándo es luna nueva o luna llena o cuarto menguante, etcétera. Por tanto, no hay nada por que presumir si el calendario se basa en la luna y en la observación, pues el calendario de Hillel II también se basa exactamente en lo mismo. Solamente que aquí, lo podemos corroborar también con los aspectos astronómicos. 

Si la base de estos calendarios es la observación de la luna, ¿qué sucede en los países donde no se ve la luna? Ya que su visualización depende del lugar donde nos encontremos en el planisferio. Así como hay lugares donde, en ciertas épocas, prácticamente hay sol las 24 horas o lugares donde la noche dura más tiempo. O ¿qué sucede cuando la noche está nublada o es una noche de lluvia? Me parece que es complicado. Otro factor que yo veo de riesgo, aunque habrá personas que sentirán que es lo correcto, es que, se basa en la subjetividad. Porque, al final, es algo subjetivo acorde a quien lo ve. E igual, de la misma forma, dependerá de la posición donde nos encontremos en la tierra. Y es muy difícil porque otra persona puede ver algo diferente. Por eso, personalmente, yo evitaría ese riesgo en tener y cargar con la responsabilidad de eso. Para mí, sería una enorme responsabilidad decirles: ‘Un amigo y yo nos subimos a la azotea hace ratito, estuvimos ahí como cuatro horas, desde que comenzó a oscurecer y ya está confirmado’. Por eso, hay gente que dice que ya les mandaron la foto de la luna en Israel. 

Honestamente, en ninguna parte de la Escritura dice que se espera a que saga la luna en Israel. Es más, cuando Dios dio la “Torá” (Instrucción, ley), el pueblo estaba en el desierto, ni conocían la tierra prometida. Por tanto, ni habían entrado en ella, como para decir que solamente en Israel se vería la luna como una guía. Entonces, yo creo que, el calendario no tendría por qué estar sujeto a que la luna salga o no, se vea o no en Israel y que la manden en fotografía por un grupo de Facebook. La verdad, ya hay muchas personas que se basan en lo que les mandan por las redes sociales. Pero, ¿qué pasa si un día te quedas tú o la persona de Israel sin internet? ¿Cómo podrían hacer, si la persona que está dirigiendo el grupo desde Israel no manda la foto? Yo creo que, se generaría un conflicto. 

Finalmente, debemos entender algo: el calendario no es solo lunar. El calendario lunar es musulmán. Ese sí es un calendario totalmente lunar. Ellos ven el filo de la luna y declaran el nuevo mes. En cambio, el calendario gregoriano es totalmente solar. Y, el calendario hebreo que estableció Hillel, tiene la sincronización de ambos: tanto es lunar, como solar. Y está respaldado con ciertos aspectos agrícolas como el florecimiento de la gavilla en el mes de “Abib” (primer mes del año bíblico) o la cosecha del trigo en “Shavuot” (Fiesta de las Semanas) o la cosecha de los frutos en “Sukkot”. Por tanto, no solamente es un elemento, no solo es la luna para fijar los meses, sino también se debe de considerar que, al final, los meses hacen años. Por citarlo rápidamente, por ejemplo, los meses pueden regir los meses, pero el sol rige los años. La regla es que Pésaj debe caer en primavera. Si nos regimos por un calendario lunar, va a haber un desequilibrio, evidentemente, entre el ciclo de la luna y el ciclo solar, según las temporadas del año: primavera, verano, otoño e invierno.

Por ejemplo, si seguimos el ciclo lunar, en tres años, Pésaj caería 33 días después. Si nos vamos a más años, Pésaj va a terminar en el otoño. Esta sería la situación de seguir un calendario meramente lunar, pues habría un desfase. 

NO TE JACTES CONTRA LAS RAMAS  

Yo les decía que, Pablo habló, finalmente, como profeta de esta situación que él percibía y que sabía que sucedería en sus días en las comunidades judías. Por eso escribe, justamente, a los romanos de que no se jactaran contra las ramas. Que no se ensoberbecieran, sino que temieran. Los judíos por su incredulidad fueron desgajados. A nosotros lo que nos sostiene es únicamente la fe. Pero ¿si Dios no perdona a las ramas naturales, por qué si nos va a perdonar a nosotros? Por eso dice en Romanos 11:22-26:

 “Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios; la severidad ciertamente para con los que cayeron, pero la bondad para contigo, si permaneces en esa bondad; pues de otra manera tú también serás cortado. Y aun ellos, si no permanecieren en incredulidad, serán injertados, pues poderoso es Dios para volverlos a injertar. Porque si tú fuiste cortado del que por naturaleza es olivo silvestre, y contra naturaleza fuiste injertado en el buen olivo, ¿cuánto más éstos, que son las ramas naturales, serán injertados en su propio olivo? Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; y luego todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sion el Libertador, Que apartará de Jacob la impiedad.” (Romanos 11:22-26 RVR60). 

¿Cuál es este misterio? Que a Israel le aconteció un endurecimiento parcial, es decir, de una parte. La de no reconocer a Yeshua como el Mesías. Por tanto, no nos ensoberbezcamos. La verdad, lo digo con un poco de tristeza, el leer a muchas personas en internet, jactándose tal cual, de saber más que los rabinos y de haber tomado un curso rápido de hebreo, por lo cual ya conocen todas las palabras necesarias para decirlas. No creo que eso sea un buen testimonio ni tampoco lo que Dios quiere. O si eso es parte de la visión que se le dio a Ezequiel para unir estos dos pueblos en uno solo. 

Para mí, la parte del calendario y las fiestas es algo estratégico, son algo hermoso, único y especial. Yo creo que, si hoy podemos guardar Torá y reconocemos lo que es “Shabat” (Día de reposo), es justamente por ese pueblo que, aunque sus líderes rechazaron a Yeshua, no quiere decir que dejaron todo lo demás. Es un pueblo que ha dado su vida por ese calendario. Nosotros, viniendo de un contexto gentil, no hemos dado la vida, ni sacrificado nada. Leamos en el libro de Miqueas 4:2:

 “Vendrán muchas naciones, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, y a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará en sus caminos, y andaremos por sus veredas; porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.” (Miqueas 4:2 RVR60). 

Esto es algo que está establecido de manera profética, que las naciones irán y subirán a Jerusalén, a Sion, porque de ahí saldrá la enseñanza, la Palabra. Ahí es donde surgió todo y donde todo podría cambiar. Por eso, no me considero digno de una revelación de un nuevo calendario o de decretar estas cuestiones. De verdad, les digo de todo corazón, mis respetos para el que lo haga.  

Yo creo que, si hoy, hemos aprendido algo, ha sido por los judíos. Si hoy tomamos una copa en “shabat” o un pan de “jalá”, que es rabínico, creo que se lo debemos a ellos. Por eso, si siento yo tristeza en mi corazón de que esta situación termine más por dividir en lugar de unir. Que más que restaurar se termine por derruir. Como sucedió con Jeroboam, su estrategia fue muy clara: ‘Vamos a cambiar el calendario, no cambiamos las festividades’. Con ello evitaba que fueran a ‘judaizar’, término que se utilizaba desde aquellos días cuando la gente de Judá subía a Efraín y veían que estaban siguiendo otros calendarios y otras fechas, les preguntaban qué estaban haciendo, por lo que les decían que no vinieran a judaizar. Aquí se originó esa expresión. ‘No vengan los de Judá a decirnos como hacer las cosas, porque no nos parece’. Esto es parte de lo que tenemos que ser conscientes y que, yo les invito a considerar. No quiero imponerle a nadie ese sentir.  

¿EL CALENDARIO, ES UN ELEMENTO QUE EL MAESTRO NOS LLAMÓ A RESTAURAR?   

Yo me pregunto: ¿será este un tema que el maestro nos mandó a restaurar? ¿Será este un mandato de Yeshua directamente a sus discípulos para arreglarlo? Yo, honestamente, no veo a Yeshua hablando del tema, ni a Pablo, ni ninguno de los apóstoles. Yo, personalmente, se los digo directamente, no siento ese llamado, ni me siento facultado, ni capacitado, ni me ha mostrado esta revelación del calendario para que yo ahora guíe al pueblo. Ni que tal o cual sea el calendario verdadero. Veo más eso que la restauración del calendario. Ni que mis ojos vayan a ser mis testigos y sobre ellos vaya a recaer esto. Creo que este ministerio ha sido llamado hacia otra cosa. Yo no puedo decirles cuál es el calendario correcto o cuando celebrar las fiestas, a lo mejor, a otras personas sí, y tengan mayores argumentos, experiencia y confianza, junto con más conocimiento. Yo, en el “Brit Hadasha” (nuevo Testamento), en la Torá, en las cartas de Pablo o de los Apóstoles, no veo eso. No veo a Yeshua preocupado por el calendario, lo veo más bien ocupado en otras cuestiones como la llamada gran comisión, el hacer discípulos, amarse los unos a los otros, de llevar un mensaje de restauración o el ministerio de la reconciliación, de ir por las ovejas perdidas de la casa de Israel. Veo más eso que cambiar o restaurar el calendario. 

Y Pablo tampoco. Él era un rabino de su época, un erudito de la Palabra y si algo hubiera estado mal con la cuestión rabínica o farisea, creo que él lo hubiera manifestado como lo hizo en otros aspectos. Más bien le escribe a Timoteo en 1 Timoteo 1:3-7:

“Como te rogué que te quedases en Efeso, cuando fui a Macedonia, para que mandases a algunos que no enseñen diferente doctrina, ni presten atención a fábulas y genealogías interminables, que acarrean disputas más bien que edificación de Dios que es por fe, así te encargo ahora. Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida, de las cuales cosas desviándose algunos, se apartaron a vana palabrería, queriendo ser doctores de la ley, sin entender ni lo que hablan ni lo que afirman.” (1 Timoteo 1:3-7 RVR60).

 Aquí dice que se creen doctores de la ley, lo cual, ni les consta, ni entienden lo que afirman del todo. 

¿Qué escribió Pablo además? En 1 Timoteo 4:1:

 Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios;” (1 Timoteo 4:1 RVR60).

 Lo que significa que en estos últimos tiempos todos estamos susceptibles a ser más engañados. En el caso de Pedro, él escribió en 1 Pedro 2:2:

 “desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación,” (1 Pedro 2:2 RVR60).

 Si en algo hay que esforzarnos, es en esto. También escribió en 2 Pedro 2:1:

 “Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina.” (2 Pedro 2:1 RVR60). 

Yo entiendo que haya el buen sentir y la buena intención de alguien y lo acepto. Se lo creo. Conozco gente que está en otros calendarios y les doy mis respetos, admiración y cariño porque tienen los frutos del Espíritu y un corazón increíble. Pero, yo no me siento con esta carga. 

Una persona me preguntaba: ¿por qué restaurarlo todo? Parece que ahora hay un afán por restaurar todo: la Biblia, el Nombre de Dios, la luna, el “shabat”, el calendario, cómo hablamos, etcétera. Si hay que hacer varias restauraciones en nuestra vida, principalmente, en el sentido personal. Pero, realmente, ¿todo está mal en la parte judía y hay que cambiarlo? Yo se los dejo a consideración.  

BUSQUEMOS SHALOM    

Yo creo que, sobre todas las cosas, busquemos “shalom” (paz), no juzgarnos unos a otros, por supuesto. Si ustedes ya investigaron y están muy convencidos de que es así, mi fin no era convencer a nadie. Si ustedes ya lo oraron, lo escrudiñaron y confiamos en la persona que nos está guiando, porque al final del día es así, pues adelante. Si de acuerdo con su investigación esto cuadra, solo asegúrense de que esté en la Biblia, porque hay muchas frases que se dicen que ni siquiera están en la Escritura. Por ejemplo, el calendario de Enoc. ¿Dónde dice que haya un calendario de Enoc? Nunca mencionó un calendario él y ni siquiera está en la Biblia el libro de Enoc. No está en la Biblia el libro de los Jubileos, ni tampoco que deba salir el filo de la luna. Y, de todas formas, si es por observación, Hillel II hizo exactamente lo mismo. 

Un ejemplo o detalle para hacerlo más claro, en el 2022 hubo una discrepancia entre el calendario de Hillel II que caía el domingo 25 de septiembre y otros decían que era dos días después. Astronómicamente, el día 25 era una luna nueva, así estaba establecido y así es como lo marca la Escritura. Pero, no se veía completamente la luna, ni el filo o el porcentaje que pensaban que se debería de ver o, simplemente, a la vista del ojo humano no estaba. Entonces, dijeron que había que esperar dos días más. Sin embargo, la fiesta de Sukkot, que es 15 días después tendría que coincidir con una luna llena. Tanto la fiesta de Panes sin Levadura, como la Fiesta de Sukkot, son el día 15 del primer y séptimo mes, respectivamente. Y es lógico hasta cierto punto que Dios dio la luna llena para que el pueblo saliera en esa huida de Egipto. Entonces, la luna llena no coincide con este calendario lunar. Porque si celebró “Yom Teruah” (Día de las Trompetas) el 27 de septiembre, la luna llena fue el domingo 9 de octubre. Por lo que tampoco coincide. Si lo que se trata es basarse en la luna, debería cuadrar perfectamente. Si en Yom Teruah, debía salir el filito de la luna para la perspectiva de la persona que lo ve, entonces Sukkot debe ser luna llena, sí o sí. Y eso lo podemos ver en cualquier calendario de ciclo lunar. Esa es otra incompatibilidad que, por lo menos yo, encontré. Pero si alguien se siente convencido y tiene otros argumentos, pues está bien. Como dice el dicho: ‘Dios los hace y ellos se juntan’. 

Si estás en un grupo, donde de acuerdo con tu investigación, no están en lo correcto; permíteme darte un consejo: ‘Únete a un grupo donde si consideres que estás bien. Donde vayas a crecer espiritualmente y donde tengas shalom’. Pero si se me hace un mal detalle, cuando las personas se congregan donde no están de acuerdo con la doctrina y comienzan a hacer malos comentarios y a decir todas las cosas que no les parecen porque no creen. Es lo mismo, si alguien va a la carnicería y comienza a hablar mal de la carne porque es vegano. Si es vegano, entonces, que vaya con los grupos de veganos. No me parece correcto que vaya a la carnicería y se les acuse de ser asesinos de animales, que contribuyen al calentamiento global, etcétera. Que cada uno esté convencido y persuadido de lo que cree. 

Yo sé que algunas de estas personas actúan así porque lo hacen por celo y con el deseo por agradar al Eterno. Créanme, yo también cometí errores y después de 20 años en esto, me falta mucho más de lo que algún día pensé o imaginé. Si les puedo decir que he aprendido de esos errores y lo tomo como una cuestión personal, considero que es importante mantener la unidad. Yo sí creo que, hay que buscar la unión de los dos palos y llegar a la unidad como hermanos. Una vez más, no quiero decir que absolutamente todo lo rabínico sea correcto y creo que el calendario es una pieza clave que no podemos considerar como algo menor. Siempre habrá diferencias, dos hermanos no pueden ser iguales. Judá y Efraín nunca serán los mismos, no se trata de ser un clon del otro, ni de seguir a ciegas 100% las disposiciones rabínicas o el Talmud. Pero creo que sí es muy importante la unidad en el plan de redención y restauración justamente. Y el tema del calendario me parece que es una piedra angular de la restauración. 

Pablo escribió en Colosenses 2:16:

 “Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo,” (Colosenses 2:16 RVR60).

 Curiosamente, dice luna nueva porque ya desde aquellos días había situaciones de que se juzgaban por cómo o cuándo lo hacían. Yo, como responsable de este grupo, les digo: ‘Busquemos la unidad, el “shalom bayit” (shalom en el hogar)’. Si ustedes quieren seguir otro calendario, yo les digo: ¡Adelante! Si para ustedes es de bendición, háganlo de todo corazón. Por eso, todos estos temas, yo los prefiero enseñar verso por verso y cada shabat vamos palabra por palabra, verso a verso, capítulo a capítulo y libro por libro. Entiendo el celo de muchos por buscar la verdad. Considero que la gran mayoría no tendrán una mala intención. Sin embargo, me quedo con este pasaje que está en Deuteronomio 29:29:

 “Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; más las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley.” (Deuteronomio 29:29 RVR60). 

Me preguntan: ¿es mandamiento ver el filo de la luna? Para nada. No es mandamiento. Lo que sí es mandamiento, es guardar las fiestas y celebraciones en su tiempo. 

NO NOS JUZGUEMOS UNOS A OTROS 

Al final del día, yo no busco que este tema sea de división y que, al contrario, no nos juzguemos unos a otros. Yo lo digo francamente, no quiero afanarme, ni luchar por tener razón en esto. Si alguien se va de la “Kehilá” (Congregación) por seguir otro calendario: ¡Adelante! ¿Para qué retener a una oveja que no es de este redil? Mejor que vaya donde se sienta bendecida, se sienta a gusto. Donde pueda llegar con la confianza de sentir que está en lo correcto y acepta las enseñanzas. Que se conecta con nosotros porque cree que realmente es por la Palabra. Yo prefiero que nos quedemos los que estamos convencidos y en el mismo sentir y no por mí, una vez más. Si no por la misma Palabra, por la “Ruaj” (Espíritu del Eterno), por lo que considera y porque ha investigado y escudriñado.

Hay mucha fraseología que realmente ni siquiera está en la Biblia. Dicen el calendario “Caraíta”, lo que significa conforme a la Escritura. ¿Dónde aparecen en la Escritura ciertos aspectos que se mencionan? Se dicen nombres muy rimbombantes: calendario restaurado o renovado. Pero, de todo corazón se los digo a quienes están leyendo y a los que son de la Kehilá, aunque ya lleven diez años aquí, yo no quiero retenerlos y no quiero convencerlos, puede ser que yo sea el que esté mal y, a lo mejor en diez años les diga que ‘fue otra metida de pata y me equivoqué’. 

Quiero cerrar este estudio con Romanos 14, porque, para mí, es la síntesis de esta investigación, de lo que Dios me ha mostrado y me ha hablado de este tema. Vamos a leer Romanos 14:4-5:

“¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme. Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente.” (Romanos 14:4-5 RVR60). 

 Les digo una vez más, por generar shalom bayit y por no juzgarnos unos a otros. Yo también les digo: ‘No me juzguen, yo también soy un criado como ustedes. Y estoy haciendo mi mejor esfuerzo. Créanme que, a veces, no es tan fácil estar aquí al frente, tratando de escudriñar y de buscar. Al contrario, siento que cada año que pasa, me falta más y hay que esforzarse’. Y por eso, les digo, si realmente ustedes están convencidos de que debe ser el filo de la luna, porque así se subían y observaban: ¡Adelante! Yo no tengo ningún problema. Porque el que hace caso del día, lo hace para el Señor. Y el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace. 

Seguimos en Romanos 14:6-10:

“El que hace caso del día, lo hace para el Señor; y el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace. El que come, para el Señor come, porque da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor no come, y da gracias a Dios. Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí. Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos. Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven. Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo.” (Romanos 14:6-10 RVR60). 

Todos, compareceremos ante el tribunal del Mesías, ustedes, yo, y el que enseña el calendario Maya, Azteca, etcétera. 

Continuamos en Romanos 14:11-14:

 “Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla, Y toda lengua confesará a Dios. De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí. Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano. Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que nada es inmundo en sí mismo; más para el que piensa que algo es inmundo, para él lo es.” (Romanos 14:11-14 RVR60).

Cada uno decidirá, juzgará y daremos cuentas. Yo también creo en algo muy firme, creo que cuando Yeshua regrese y establezca el reino, Él pondrá orden en todo este asunto y dirá cuáles no eran los calendarios correctos. Él solo es el dueño de la verdad. Él es el camino, la verdad y la vida. Nuestra redención no depende de uno u otro calendario. Esa es la verdad. Si no de hacer “teshuva” (arrepentirse), de entregar la vida a nuestro salvador y redentor; de vivir conforme a la Torá. Yo no creo que Dios se vaya a molestar, tal cual, si una persona sinceramente está buscando agradar al Eterno en esto. 

Ya no lo quise exponer, pero yo tengo otro argumento más profundo de la luna y el porqué no creo que sea con el filo de la luna, pero esto ya es una cuestión de investigación personal y quien quiera saberlo, le puedo hacer llegar un poco más de información, así como las razones. Y no tengo ningún inconveniente si alguien entra aquí para leer y si le es de bendición, qué bueno de eso se trata. Yo creo que esto es un poco como los hijos que, de repente, crecen y se alejan, apartándose de los papás. Pero, yo creo que, para Dios como Padre, que habita en la eternidad todos los días, es hoy. Porque dice la Escritura en “Kippur” que el que no se afligiere en este día, yo lo destruiré. Y nosotros estamos pensando: ¿qué tal si hoy no es el día, si fue ayer o es mañana y me va a destruir porque no es el día correcto? Yo creo que, para aquel que habita en la eternidad, todos los días son HOY. Eso no es un problema para Dios, el problema lo tenemos nosotros. Es como un padre que no considera qué días lo van a visitar sus hijos, sino que ve en ellos el corazón dispuesto a hacerlo. Si nos ve haciendo las enramadas, Él dice: ‘¡Qué bueno!’. Somos muy dados a buscar las diferencias, sobre todo y sobre eso nos vamos. En lugar de buscar la unidad. 

La pregunta que me hicieron: ¿Cuál es el calendario correcto de las fiestas? Pues, no lo sé. Que me disculpe la persona que mandó la pregunta, si lo estoy decepcionando con la respuesta, pero esta es la verdad. Personalmente, tampoco me considero con el conocimiento, la capacidad, la experiencia, la revelación, la unción y el llamado, ni la carga de entenderlo, conocerlo y manifestarlo, ni la carga de esa responsabilidad. Muchas veces, mientras menos responsabilidades podamos adquirir, es mejor, sobre todo en un tema tan delicado. 

Si fue de bendición este estudio, no olvides compartir para hacerlo llegar a muchos otros que, seguramente, están buscando de la Palabra de Dios. 

Que el Eterno te bendiga: ¡“Shalom” / Paz!

CategoríaFiestas Biblicas
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