¿QUÉ ES SHEMINI ATZERET?
Bienvenidos a “Respuestas en la Biblia”. Estamos estudiando de forma temática la Escritura a través de las preguntas que ustedes nos hacen llegar. El día de hoy llegamos a la pregunta No. 111: ¿Qué es la fiesta de Shemini Atzeret? De entrada, el nombre ya nos suena un poco raro, sobre todo, cuando nos vamos acercando a las fiestas del Eterno o a un contexto hebreo, de repente, nos llama la atención la terminología que empezamos a escuchar o a leer y este término es uno más.
Antes de entrar como tal a la definición, los días de “Sukkot” (Fiesta de los Tabernáculos o Cabañas) son con los que está ligada esta fiesta. Además, los días de Sukkot son días de alegría, por eso también se le conoce como el “Tiempo de la alegría”. Así como a “Pesaj” (Pascua) y “Jag Hamatzot” (Panes sin Levadura), se les llama “Tiempo de la libertad” o a “Shavuot” (Pentecostés) el “Tiempo de la Torá”; así Sukkot es el tiempo de la alegría. Y no sé si a ti te haya pasado que hayas ido a una fiesta fuera de tu ciudad, como a una boda o una fiesta muy especial, en la que terminas muy contento, muy feliz porque la fiesta es todo un éxito. Una fiesta de muchísima bendición, quedas muy satisfecho y el tiempo se te va rapidísimo. Generalmente, cuando la estamos pasando muy bien o estamos disfrutando, el tiempo se pasa muy rápido. De pronto, cuando te das cuenta, la fiesta terminó y te quedas con un poco de nostalgia porque ya terminó. Ves como quedó el lugar de la fiesta o si es tu propia casa incluso, notas que todo quedó hecho un tiradero, pero sabes que valió la pena. Al otro día el cuerpo resiente, la desvelada y, a pesar del cansancio, te sientes con ese buen sabor de boca, por lo que acabas de vivir. Y estoy seguro de que todos hemos experimentado esa situación. Pensamos: “qué cansado estuvo, cuánto costó”, pero al final decimos: “Sí, valió la pena”. Estuvo muy bien, nos la pasamos muy bien y todo mundo la disfrutó y fue de bendición. Si nos preguntamos: ¿valió la pena? Por supuesto que valió la pena por todo lo que nos dejó.
Exactamente de esto se tratan las fiestas del Eterno. Que cuando termine y concluya la fiesta, nos quedemos con ese buen sabor de boca de que la fiesta nos haya dejado una determinada enseñanza, pues aprendimos algo y nuestra vida fue transformada. Dios tocó nuestra vida o fuimos testigos personales del poder de Dios, en fin, tantas cosas. El caso es que, realmente, nos damos cuenta, de que valió la pena y de que son hermosas estas celebraciones. Definitivamente, lo volveríamos a hacer y nos anima a estar en la fiesta que sigue. Pues esa es la idea de Shemini Atzeret, de eso se trata. Es como la cereza de un gran pastel que no solamente es Sukkot. A lo mejor Sukkot es el último piso de ese pastel, porque el pastel en sí es todo el ciclo de fiestas.
Creo que no hay mejor manera de cerrar todo el ciclo de fiestas, que con la fiesta de Shemini Atzeret, que nos deja ese buen sabor de boca de todo lo que hemos vivido, sobre todo, la última semana de Sukkot y que al recordar decimos: ¡Qué maravilla y qué bendición! ¡Valió la pena!
Shemini Atzeret es una fiesta adicional a la fiesta de Sukkot. No es parte de Sukkot, pero como van juntos con pegado, prácticamente se puede considerar que es como un extra o una adición a la fiesta de las Cabañas. Pasa un poco, como con Pésaj y Panes sin Levadura, que se fusionan y, prácticamente, se convierten en una sola. Aquí en este caso, Shemini Atzeret, prácticamente se fusiona con el último día de Sukkot. Como les decía, es ese momento de disfrutar en el recuerdo, lo vivido en los últimos siete días.
SIGNIFICADO DE SHEMINI ATZERET
Shemini Atzeret es una fiesta que nos invita a disfrutar del recuerdo, de lo que ya vivimos previamente. Prácticamente, la Escritura no nos dice qué hacer en sí. Ahorita vamos a verlo, a examinarlo y darnos cuenta de lo que implica esta fiesta. Te va a sorprender por muchos detalles.
Shemini Atzeret es también llamado “El octavo día de Sukkot” y, después del último día de Sukkot que es conocido como “Hoshana Raba” (La Gran Salvación), viene Shemini Atzeret.
La palabra “Shemini” significa octavo y la palabra Atzeret, viene del hebreo “Atzar” en el Strong (H6113) que significa: encerrar, cercar, contener, mantener, gobernar, congregar: – atajar, cerrar, cesar, detener, encerrar, impedir, meter, prevalecer, retener. Esto es lo que en su raíz o en su etimología implican estas palabras. Por eso, se le conoce como “El octavo día” o también se le llama “El octavo día de la Asamblea” porque es como el último día de convocatoria que hace el Eterno. Y también se le llama “El día de la Retención”. Como ya vimos por definición de la palabra atzeret, en su raíz implica encerrar o retener. Eso es parte de la idea que tiene, justamente, el Eterno al otorgarnos este día extra a los días de Sukkot.
BASE BÍBLICA DE SHEMINI ATZERET
¿Dónde parte o podemos encontrar la base bíblica de esta fiesta? La vamos a encontrar en Levítico 23:33-43:
“Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles: A los quince días de este mes séptimo será la fiesta solemne de los tabernáculos a Jehová por siete días. El primer día habrá santa convocación; ningún trabajo de siervos haréis. Siete días ofreceréis ofrenda encendida a Jehová; el octavo día tendréis santa convocación, y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová; es fiesta, ningún trabajo de siervos haréis. Estas son las fiestas solemnes de Jehová, a las que convocaréis santas reuniones, para ofrecer ofrenda encendida a Jehová, holocausto y ofrenda, sacrificio y libaciones, cada cosa en su tiempo, además de los días de reposo de Jehová, de vuestros dones, de todos vuestros votos, y de todas vuestras ofrendas voluntarias que acostumbráis a dar a Jehová. Pero a los quince días del mes séptimo, cuando hayáis recogido el fruto de la tierra, haréis fiesta a Jehová por siete días; el primer día será de reposo, y el octavo día será también día de reposo. Y tomaréis el primer día ramas con fruto de árbol hermoso, ramas de palmeras, ramas de árboles frondosos, y sauces de los arroyos, y os regocijaréis delante de Jehová vuestro Dios por siete días. Y le haréis fiesta a Jehová por siete días cada año; será estatuto perpetuo por vuestras generaciones; en el mes séptimo la haréis. En tabernáculos habitaréis siete días; todo natural de Israel habitará en tabernáculos, para que sepan vuestros descendientes que en tabernáculos hice yo habitar a los hijos de Israel cuando los saqué de la tierra de Egipto. Yo Jehová vuestro Dios.” (Levítico 23:33-43 RVR60).
Aquí hay una peculiaridad que me llama mucho la atención, dice que: “Habrá en el primer día una santa convocación, siete días se ofrecerá y se habitará en tabernáculos”; sin embargo, en el verso 36 dice: “el octavo día tendréis santa convocación”. Evidentemente, en una semana, no hay un octavo día. No puede haber una semana de 8 días porque eso no existe. Hasta donde yo sé, no hay ningún país que tenga una semana de ocho días. Siempre han sido semanas de siete días desde el inicio de los tiempos y de la creación.
Entonces, es lógico que, si quieres hacer una fiesta muy larga en una semana, lo más largo que podría ser, serían siete días. Por eso dice en el verso 34: “A los quince días de este mes séptimo será la fiesta solemne de los tabernáculos a Jehová por siete días.” Y luego lo repite en el verso 36: “Siete días ofreceréis ofrenda encendida a Jehová”. Pero, al decir el octavo día es como que está haciendo una adición, le está agregando a la semana un día más. Como les decía, esto rompe las leyes de la lógica y del tiempo porque no hay un octavo día en una semana. Hay un día ocho o día quince o día veinte del mes, pero nunca un octavo día en la semana. ¿Por qué el Eterno lo ha hecho así? ¿Cómo es que el Eterno ha decidido hacer este agregado de un día extra? ¿Cuál sería la razón del Eterno de agregar un día más a la semana y ponernos “una semana de ocho días”? Creo que la razón principal es que el Eterno nos quiere con Él, en una comunión muy especial y en ese día adicional, ¿qué es lo que busca Dios? Después de la experiencia de Sukkot que representa habitar y estar con Él, quiere prolongar Sukkot porque no quiere apartarse de nosotros para que volvamos a nuestras tareas habituales. Tiene mucho sentido, ahora que lo examinemos en el plano profético, de por qué esta tiene que ser la última fiesta. Hay muchas explicaciones y finalmente, todas le dan el mismo sentido.
Sigamos leyendo el pasaje a partir del verso 37, que es como el cierre o epílogo de las festividades. Pero, me llama la atención porque al final, en el verso 39, vuelve a tomar el tema que ya había dejado, que es el tema de Sukkot y dice: “Pero a los quince días del mes séptimo, cuando hayáis recogido el fruto de la tierra, haréis fiesta a Jehová por siete días; el primer día será de reposo, y el octavo día será también día de reposo.” Una vez más, llama la atención que la semana tiene siete días y, sin embargo; vamos a descansar uno más, es decir, el octavo día. Continuando con el resto del pasaje vemos que concluye con esta parte final de agregar los detalles de la fiesta de Sukkot y, finalmente, del octavo día de descanso. Esta es la base bíblica de Shemini Atzeret y de por qué el Eterno otorgó esta festividad adicional.
¡QUÉDATE UN DÍA MÁS!
Tenemos también otra manera de entender esta fiesta que es muy peculiar porque se trata de un solo día y que, además, no nos dice con detalle que es lo que hay que hacer. Prácticamente, lo único que dice la Escritura es que se agrega este octavo día y que será también día de reposo. Como siempre lo he dicho, nadie está peleado con el reposo. Nadie se siente en contra si Dios nos dice: “Descansa un día más”. ¡Qué mejor!
Entonces, el Eterno nos otorga un día de descanso adicional. A lo mejor, fue considerado con todos nosotros, sabiendo que iba a ser, para algunos, complicado acampar siete días y salir de su zona de confort, salir de sus casas, por lo que dijo: “Vamos a agregarles un día más para que se puedan tomar un descanso”. Pero hay algo más detrás de esto muy lindo que lo podemos entender de otra manera: ¿A qué haremos semejante Shemini Atzeret? Podemos hacer semejante a esta fiesta de un rey que, al final de la temporada, planea hacer una gran fiesta. A lo mejor al final de la temporada de la cosecha dice: “Todos los ciudadanos, todos los siervos, se han esforzado muchísimo y yo quiero abrir las puertas del palacio. Vamos a hacer una fiesta de siete días completos (ya que tendría que ir acorde a la generosidad del Rey)”. Entonces, el Rey abre las puertas del palacio para todo el pueblo. Todos están invitados. El Rey quiere que todos vayan. Que no quede nadie fuera: extranjeros, levitas, viudas, huérfanos, siervos, etcétera. Por lo que se declaran en el reino siete días de fiesta, de no trabajar. Todo mundo está invitado, incluyendo los hijos del Rey que vivían lejos, también llegan de un viaje largo para estar presentes en este gran evento y banquete que el Rey, su padre, decide realizar. Así que, todos llegan a la fiesta donde el Rey estaría accesible para todos. Para convivir, para danzar, para alabar y comer. Y, pasan estos siete días increíbles por estar conviviendo con el Rey, para estar comiendo en su mesa. Terminan estos días de regocijo donde todo mundo comió, bebió, danzó, pero nadie quiere que terminen. Sin embargo, todo lo que empieza tiene que acabar y todo el mundo vuelve a casa a retomar su rutina y su vida.
Pero ¿quiénes consideran ustedes que, sin duda, se quedarían un poco más o al “recalentado” en el palacio del Rey después de tremenda fiesta? ¿Quiénes se quedarían un día más con el Rey porque sería lo más propicio y lógico para descansar? La familia y los amigos muy allegados. Así es, seguramente, los amigos más cercanos e íntimos. Generalmente, suele darse así, la familia que llegó de lejos, son los que se terminan quedando con la confianza de adicionar un día más y convivir. Y, por supuesto, los hijos que llegaron de lejos son los que, evidentemente, se quedan. Si pensamos en que los días en la Biblia inician cuando está oscureciendo, pues es cuando el Rey les dice: “¡Quédense un día más! Ya vinieron de tan lejos, después de siete días de fiesta, quédense un día más a descansar y luego se van. Además, ya es de noche, no se vayan cansados. Mejor se van mañana temprano si quieren”. Por lo pronto, quédate esta noche, este día más para que podamos convivir y platicar. Por eso les decía que, Shemini Atzeret es eso, es ese sabor agradable de boca que queda al final de la fiesta.
Shemini Atzeret es un día adicional que se agrega al final de Sukkot para que los hijos se queden con el Rey un día más. Esta es la idea principal. Solo los hijos, los más cercanos, los de mayor confianza, son los que se quedan. De ahí que la palabra “atzar” del hebreo, significa no solo retener, sino que también significa detener, parar o impedir. De cierta manera es como un padre que impide que sus hijos se vayan en la noche cansados y desvelados y que les dice: “¡Quédense aquí, quiero disfrutar un poco más de ustedes! Después de tanto tiempo que no los veo o que no disfrutamos de un momento así, que yo te pido que te quedes”. ¡Ese es el corazón de nuestro Padre Celestial al agregar este día a Sukkot!
Por eso, Dios rompe las leyes, aparentemente, de la lógica y del tiempo para agregar un día más a la semana que tiene siete días. Él le agrega un día, como soberano del universo, como el Rey que está fuera del tiempo, agrega un día más por esta ocasión, solo por esta única vez al año, porque mis hijos han llegado y yo no quiero que se vayan. Él quiere tener a sus hijos cerca para que reposen con Él y en Él.
¿QUÉ HAY QUE HACER EN SHEMINI ATZERET?
¿Cuáles son los mandamientos de Shemini Atzeret? Básicamente, es un día de Asamblea, pero también como leímos, es un día de descanso. Independiente de que se hicieran ciertos sacrificios en el Templo, la idea era: ¡Quédate a descansar!, quédate cerca de mí! Y, pues, ¿quién no quiere estar en la Presencia de Dios? ¿Quién no quiere estar un día más? Como dijo el salmista: “Mejor es un día en tu Presencia, que mil fuera de Él”.
Aquellos que han guardado este día de Shemini Atzeret, son los hijos del Rey, son de esos amigos íntimos y cercanos, son esas personas de confianza, ya que el Eterno nos está dando justamente como una oportunidad de podernos acercar más a Él.
También otra manera de entender este día es como un padre que, al nacer su hijo, se encuentra con dicha y grande gozo por el nacimiento. Y esa semana llega la familia al evento tan especial que es el nacimiento de un hijo. Ahora, ¿qué día se realiza la circuncisión? ¿Qué día está ordenado realizar el “Brit Milá” (Circuncisión)? Y esto nos lleva a pensar que, si Yeshua nació en Sukkot, entonces ¿qué día le fue realizada la circuncisión? Justamente en Shemini Atzeret, el octavo día. El mandamiento del Brit Milá es el octavo día y ese día es Shemini Atzeret. Así el padre que dijo: ¡Vengan a ver a mi hijo que me ha nacido! Y pasa la semana y dice: “No se pueden ir, mañana es el Brit Milá de mi hijo. Voy a hacer una fiesta porque es un motivo de celebración”. Por supuesto que la mayoría diría: “Es cierto, ya venimos, ya disfrutamos, qué alegría” Pero, finalmente, el día en que el hijo entra al pacto es el octavo día. Y para pasar esta trascendencia, entonces, nos quedamos un día más. ¡Esto es lo hermoso que implica la fiesta de Shemini Atzeret y que el Eterno nos otorga después de la fiesta de Sukkot!
EL NÚMERO “8”
El número 8, es un número muy especial, ya que tiene unas connotaciones muy particulares. Tiene una forma característica de interpretarse. Nosotros sabemos que el número 7, que son los 7 días de Sukkot, es también el número que se le atribuye al mundo de la naturaleza. La creación fue hecha en siete días. Es decir, la semana de la creación. Y el número 7 también alude a la perfección, a un ciclo perfecto, precisamente. Como los siete días de la semana, de la creación, las notas en la escala musical, las siete direcciones que son: izquierda, derecha, arriba, abajo, adelante, atrás y al centro. Sukkot representa esos siete días. Entonces el 8 que está después del 7, ¿qué pudiera ser? Si el 7 representa la perfección, entonces, ¿qué viene a ser Shemini Atzeret en el octavo día? El número 8 es algo que va más allá. Así, Shemini Atzeret es algo que va más allá de la naturaleza, representando lo natural y lo sobrenatural, así como la eternidad misma. El 8 también se considera como un número que conecta lo natural con lo sobrenatural. Por eso es al octavo día, por eso lo material y la natural solo pueden fusionarse a través de algo sobrenatural. Por ello, la circuncisión es al octavo día. Es la manera de conectar a este ser, a esta creatura con el mundo espiritual. También, por eso, los “tzit-tzit” (los flecos de las franjas del talit) son ocho hilos que conectan al hombre con el plano espiritual, con el Eterno, con los mandamientos. Por eso, Shemini Atzeret, representado con el número 8, es un período que va fuera del tiempo ordinario. Si vemos el número 8 de manera horizontal, es el símbolo del infinito. Es interesante que a través de los números podamos encontrar una simbología. En esa alegoría del Rey que retiene a sus hijos pidiéndoles que se queden un día más, es como si les dijera: “Mejor quédate para siempre. Ya no te vayas. Vivamos en este octavo día para siempre”. Ya celebramos siete días, pero en lugar de que empieces otra vez en el día 1, mejor vámonos al 8 y nos quedamos ahí. El número 8 representa eso: la eternidad. Shemini Atzeret representa cerrar el ciclo de lo material e iniciar un período eterno que va más allá del mundo natural, del mundo físico. Por tanto, es quedarnos con el Padre para siempre, permanentemente. Donde ya no vamos a estar limitados por un ámbito físico, ni por un tema material. Shemini Atzeret representa el momento en que ya no estaremos regidos por el tiempo, ni siquiera por la materia.
¿QUÉ IMPLICA PROFÉTICAMENTE SHEMINI ATZERET?
Es interesante e incluso tienen una connotación profética, estas ideas que acabo de comentar sobre Shemini Atzeret. Ya dijimos que Sukkot alude al reino del Mesías en el milenio porque representa todavía el reino material, pues está considerado que dentro de este plano físico habrá siete milenios. Es el séptimo milenio el que representa justamente el reinado del Mesías, son los mil años que dice Apocalipsis que el Mesías gobernará. Shemini Atzeret se va hacia una parte más preciada y algo más oculto, a un nivel “SOD” (misterio).
Vamos a leer Apocalipsis 20:6:
“Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.” (Apocalipsis 20:6 RVR60).
Este es uno de los pasajes que nos muestra sobre este gobierno de los mil años. ¿Pero qué sucederá después de los mil años? Satanás será suelto. Porque durante los mil años, Satanás fue atado, amarrado, le pusieron una cadena para que no hiciera de las suyas. Pero después de esto, será suelto y va a provocar una última revuelta que no va a prosperar.
Vamos a leer Apocalipsis 20:7-10:
“Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión, y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar. Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió. Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.” (Apocalipsis 20:7-10 RVR60).
Después de esto viene un juicio del trono blanco y leemos más adelante en Apocalipsis 20:14:
“Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.” (Apocalipsis 20:14 RVR60).
Esto es lo que nos espera. No nada más nos falta el milenio, sino aun después del milenio, como patadas de ahogado por parte de Satanás, hará una última rebelión tratando de usurpar el trono y de rebelarse contra el Altísimo. Pero ya vemos cuál será el resultado para él y para todos los que estuviesen con él.
Después de estos mil años es donde tiene sentido y entra Shemini Atzeret en el octavo día. En el número 8 que representa la eternidad, la conclusión del mundo como lo conocemos. Al final de este milenio, Yeshua va a entregar el reino al Eterno mismo, tal y como lo explica el Apóstol Pablo a los creyentes de Corinto. Esto también es muy interesante. Veamos lo que sucederá después de estos mil años.
Vamos a leer 1 Corintios 15:24-28:
“Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia. Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies. Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte. Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a él, claramente se exceptúa aquel que sujetó a él todas las cosas. Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.” (1 Corintios 15:24-28 RVR60).
El postrer enemigo es la muerte, como leímos en Apocalipsis que, es un espíritu que, será arrojado al lago de fuego. Este pasaje nos muestra lo que sucederá al final de toda esta historia de la humanidad. ¿Cuándo termina y cómo termina la historia? ¡Aquí!
Esto es algo impresionante porque aquí nos muestra la grandeza del Mesías una vez más. Y más que la grandeza, la humildad. Porque primero se le va a dar el reino, luego va a poner a todos sus enemigos por estrado de sus pies y, cuando ya tenga dominado todo y tenga todo, el Mesías Yeshua, va a ser capaz de soltarlo y de entregarlo al Padre. No cabe duda de que, tal vez, esta sea una de las pruebas más duras, sino la prueba más difícil que puede haber. Que se nos entregue algo y posteriormente tengamos que entregarlo. Sobre todo, cuando uno puede pensar: “Tengo todo el derecho, porque yo me esforcé y yo lo hice todo”. Fíjense qué humildad y grandeza de nuestro salvador, y “Adón” (Señor) Yeshua, que teniéndolo todo, va a ser capaz de entregarlo completamente. Lo entregará y lo pondrá delante del Padre porque Él se lo ha dado a Yeshua y ahora, Yeshua lo devuelve a Él.
Por eso, Shemini Atzeret es la conclusión de todo. Es lo que cierra, es lo que le da fin y el punto final a toda la historia. Aquí se cierra el plan de redención y de ahí en adelante todos los que fueron salvos, viven en eterna y armoniosa paz, dotados de cuerpos espirituales que no se pueden corromper. Porque durante el milenio, la muerte no fue echada al lago de fuego ni fue destruida, porque aun durante estos mil años, habrá gente que nazca y muera. Va a haber gente con un cuerpo mortal y, por tanto, va a morir. Pero cuando la muerte haya cumplido su función como siervo, será arrojado una vez más ese espíritu. Por eso dice en Apocalipsis 22: “que ya no habrá más maldición”. Porque ya no va a haber más posibilidad de pecar. Incluso esta frase que menciona Pablo diciendo: “Al final Dios sea todo en todos”. Es decir, que todo volverá a Él, todo volverá a donde surgió. No va a existir nada materialmente hablando. No va a haber nada físicamente hablando. Lo único que existirá será el Eterno y no habrá más. Volveremos a donde un día salimos. Shemini Atzeret es como la celebración del gran día en el que todo volverá a Él. Donde finalmente terminará. Y qué bueno y qué sabio, porque al final del día también es necesario pensar en eso. En que algún día las cosas concluyan.
¿Qué les puedo decir? Esa es la conclusión no solo de Sukkot, sino la conclusión de todo. Shemini Atzeret es la conclusión de este mundo físico y de la humanidad. Por ello, es que se usa este símbolo del infinito y del día ocho.
Yo te invito a que tú guardes no solo la fiesta de Sukkot, sino también este octavo día que, curiosamente, mucha gente no le da importancia porque como no nos dice específicamente qué hacer o ya ni siquiera hay que morar en tabernáculos, en el sentido estricto ese día, como que ya cumplió y ese último día ya no lo guardan, ya se van al trabajo porque ya han sido muchos días. Cuando en realidad, ese es el día que cierra con broche de oro, no solo Sukkot, sino todas las fiestas. Por eso, es muy importante conocer las fiestas y guardar esta festividad para entender esta parte espiritual y profética y, para que, finalmente, podamos decir: ¡Terminado es! ¡Concluido es! ¡Consumado es! Lo hemos logrado: Concluimos el ciclo de fiestas con todo lo que implica y con toda la parte profética, aunque pensemos que falta mucho para su final. Pero acordémonos que cada fiesta es como un ensayo y para eso nos estamos preparando y Shemini Atzeret es una de las fiestas más importantes proféticamente hablando y espiritualmente también. Te invito a que el próximo Shemini Atzeret lo guardes, te prepares y te dispongas a celebrar esta fiesta.
Bendiciones en Yeshua.
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