¿Cuál es la importancia del diezmo?

“Honra al Señor con tus riquezas y con los primeros frutos de tus cosechas; así se llenarán a reventar tus graneros y tus depósitos de vino.” (Proverbios 3:9-10 DHH)

La biblia nos muestra muy claramente acerca de apartar y entregar el diezmo al Rey de reyes, siendo un mandamiento con promesa.

“También Melquisedec, que era rey de Salem y sacerdote del Dios altísimo, sacó pan y vino y bendijo a Abram con estas palabras: “Que te bendiga el Dios altísimo, creador del cielo y de la tierra; y alabado sea el Dios altísimo que te hizo vencer a tus enemigos.  Entonces Abram le dio a Melquisedec la décima parte de lo que había recobrado”. (Génesis 14:18-20 DHH)

El Señor bendecirá, tanto material como espiritualmente, a aquellos que le regresen a El de manera fiel un diezmo íntegro, y también bendecirá a su nación.

Las palabras de Malaquías, confirmadas por nuestro Adon Yeshua, les prometen a los que lleven los diezmos al alfolí que el Señor abrirá las ventanas de los cielos y derramara sobre ellos bendición hasta que sobreabunde.

“Traigan todos los diezmos al depósito del templo, para que haya suficiente comida en mi casa. Si lo hacen , dice el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales,  les abriré las ventanas de los cielos. ¡Derramaré una bendición tan grande que no tendrán suficiente espacio para guardarla! ¡Inténtenlo! ¡Pónganme a prueba!” (Malaquías 3:10 NTV)

Estas promesas son también para las naciones en las que vivimos. Cuando el pueblo de YHWH retuvo sus diezmos y ofrendas, Malaquías condenó a toda la nación, por eso, no dar el diezmo al Rey, es robarle.

“¿Debería el pueblo estafar a Dios? ¡Sin embargo, ustedes me han estafado! . Pero ustedes preguntan: “¿Qué quieres decir? ¿Cuándo te hemos estafado?”.  Me han robado los diezmos y ofrendas que me corresponden. Ustedes están bajo maldición porque toda la nación me ha estado estafando.” (Malaquias 3:8-9 NTV)

De modo similar, cuando muchos creyentes de una misma nación son fieles en el pago de los diezmos a YHWH, hacen llegar las bendiciones del cielo para la nación entera.

Dar el diezmo, además de ser un acto de obediencia, es un acto de fe.

“La décima parte de los productos de la tierra, ya sea grano de los campos o fruto de los árboles, le pertenece al SEÑOR y debe ser apartada, es santa para el SEÑOR.” (Levítico 27:30 NTV)

“Ahora bien, la ley de Moisés exigía que los sacerdotes, que son descendientes de Leví, le cobraran el diezmo al resto del pueblo de Israel, quienes también son descendientes de Abraham.” (Hebreos 7:5 NTV)

Existe una historia que cuenta que durante la segunda guerra Mundial había una madre, viuda y que trabajaba como maestra de una escuela, ganando un salario muy escaso para mantener a sus tres hijos, cuando uno de sus hijos se dio cuenta de que su familia tenía varias necesidades porque no tenían suficiente dinero, le preguntó a su madre por qué seguían pagando diezmo, ella le dijo: “quizá haya gente que se las arregle bien sin pagar el diezmo, pero nosotros no podemos. El Señor se ha llevado a tu padre y he quedado yo para criarlos a ustedes, no puedo hacerlo sin las bendiciones del Señor, y recibo esas bendiciones al pagar un diezmo íntegro, cuando doy mi diezmo, tengo la promesa del Señor de que Él nos bendecirá, y necesitamos esas bendiciones para vivir con gozo y paz, tengo la necesidad de ser obediente y honrar al Padre Celestial con mis bienes.”

Que gran ejemplo de fidelidad tenemos en esta historia, nos enseña que de alguna forma el diezmo es “una garantía de sustento” pues Él es fiel con quienes son fieles. Adonai desea que en cada uno de sus hijos, nuestra entrega, fe y obediencia hacia Él.

Otra bendición es que el diezmo previene la avaricia.

Un diezmo honrado nos enseña a poner el autocontrol por encima de los deseos mundanos, la obediencia a la palabra de  la ley del diezmo cultiva la confianza en que, por medio del esfuerzo personal y diligente, con las bendiciones del Señor, tendremos bendiciones materiales y espirituales que serán suficientes para nuestras necesidades.

Otra bendición es la obediencia, la cual, nos brinda protección.

Las personas fieles con su diezmo íntegro al Eterno, recibirán bendiciones debido a sus esfuerzos constantes por obedecer ese mandamiento. La fe se fortalecerá, el corazón se suavizará y se hará más obediente.

El diezmo trae confianza y paz, a medida que paguemos fielmente el diezmo, sentiremos que aumenta nuestro amor por el Padre Celestial y por todos nuestros hermanos en la fe, ese amor llega al comprender cómo YHWH usa el diezmo para bendecir eternamente a todas las personas que le obedecen.

Él ha prometido más bendiciones de las que podamos recibir cuando hayamos sido fieles a

nuestro convenio de entregar nuestro diezmo. De modo que una de las grandes bendiciones del diezmo es la confianza en lo que nos depara el futuro. Sean cuales fueren nuestras circunstancias, las cosas siempre resultarán para nuestro bien. Al cumplir nuestras promesas, YHWH cumplirá las suyas y esa sensación de su paz y gozo es una de las grandes bendiciones de pagar un diezmo íntegro. Quienes han cumplido con el mandamiento del diezmo pueden testificar que la bendición es real, porque cuando le eres fiel a YWHW con tus bienes, puedes experimentar su fidelidad ya que, El suple cada una de las necesidades de quienes lo honran y obedecen, mostrando su poder de una manera maravillosa.

“Y este mismo Dios quien me cuida suplirá todo lo que necesiten, de las gloriosas riquezas que nos ha dado por medio de Cristo Jesús.” (Filipenses 4:19 NTV)

Así que, de ahora en adelante seamos dadores alegres y regresemos a YHWH el diezmo íntegro de todo lo que El nos da, por amor a El, seamos obedientes y agradecidos con nuestro Padre Celestial, honrándolo con nuestros bienes y así podremos experimentar las maravillas de su Poder y Majestad.

¡Decidamos pagar el diezmo ahora sin esperar más!

“La plata es mía y el oro es mío, dice el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales.” (Hageo 2:8 NTV)

Algunos se preguntan: ¿Dónde debo dar mi diezmo?

La respuesta es: se debe dar en el lugar donde estas aprendiendo las Escrituras con la doctrina correcta conforme a lo que dice la toda la Biblia. El argumento de muchos es que hoy no hay levitas, no hay sacerdocio. Pero hay que entender que las funciones que lleva un pastor o rabino son en esencia las mismas y tienen la necesidad de ser sostenidos, “el obrero es digno de su salario”. Predicar, dar consejería, orar por las personas, preparar un estudio, estar al tanto de las necesidades de las ovejas requiere, tiempo y dedicación y para poder hacerlo dicha persona necesita cubrir sus necesidades materiales mediante el diezmo.

Y he aquí yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por heredad, por su ministerio, por cuanto ellos sirven en el ministerio del tabernáculo de reunión. (Numeros 18:21)