¿CUÁLES SON LOS MANDAMIENTOS DE SUKKOT? 

Bienvenidos a “Respuestas en la Biblia”, el estudio donde estamos conociendo más de la Palabra del Eterno. Estamos en la pregunta No. 106 y vamos a hablar hoy de la fiesta de “Sukkot” (Fiesta de los Tabernáculos), una fiesta muy especial, como todas, por supuesto. Cada una tiene lo suyo y no vamos a negar que todas son especiales. Sin embargo, esta es una fiesta muy particular que comprende varios días, de hecho, es más de una semana completa, por lo que es una de las fiestas más largas de toda la Biblia. Estamos hablando que estos días los vamos a pasar en una experiencia de manera muy especial, conociendo más el plan que tiene Dios para nosotros. 

Con respecto a esta fiesta, sabemos que es la que cierra el ciclo de fiestas del otoño. Sukkot es la fiesta que concluye todo un año bíblico y, ¡qué mejor hacerlo de esta manera tan especial como lo designó el Eterno! Como les decía, de las cosas particulares, es la fiesta más larga. Sé que “Januka” (Fiesta de la Dedicación o de las luces) también dura 8 días, pero, por supuesto, no tiene el respaldo en el sentido de que Sukkot, está ordenada en la “Torá” (Instrucción, Ley). Es más larga que panes sin levadura, por el día extra que se le agrega. Por tanto, son días muy especiales y particulares que el Eterno nos ha regalado y concedido para acercarnos a Él. 

CIERRE DE LAS FIESTAS DE OTOÑO     

¿Por qué el Eterno habrá querido que se cerrara el ciclo de fiestas con Sukkot? Yo creo que esta fiesta nos brinda una experiencia muy particular que, además, nos da un plano profético que estudiaremos más adelante. Porque Dios quiere, justamente, que estos momentos sean inolvidables y que cada instante de esta experiencia tan profunda y vívida se conviertan en un recuerdo permanente. También hay otra razón de por qué cerrar el ciclo de fiestas así; porque está ligada con la salida de los hijos de Israel de la tierra de Egipto. 

Vamos a leer en Levítico 23:43:

 “para que sepan vuestros descendientes que en tabernáculos hice yo habitar a los hijos de Israel cuando los saqué de la tierra de Egipto. Yo Jehová vuestro Dios.” (Levítico 23:43 RVR60). 

El Eterno no quería que nos olvidáramos de esta experiencia para que nuestros descendientes recuerden y sepan que Él nos hizo habitar en tabernáculos. Esta es una de las razones más importantes. Además, esta idea se repite en otras festividades. Por tanto, la idea es que, no solo lo hacemos por nosotros mismos, sino que lo hacemos por nuestros hijos. Así que ellos también tienen que vivir esta experiencia y recordar la vivencia de vivir en tabernáculos o tiendas para que no se rompa esta cadena de enseñanza y pase de generación en generación. Por eso es tan importante la celebración de las fiestas, no solo por uno mismo, debemos pensar en las siguientes generaciones, en nuestros hijos para que sigan guardando. 

Algunas personas comentan que sus hijos ya no quieren saber nada de las fiestas y, tal vez, es porque desde pequeños no los logramos introducir e involucrar en las fiestas del Eterno. Esta es una de las mejores oportunidades para implicar a nuestros hijos en las festividades. 

Entonces, Dios dice: ‘No quiero que se olviden las siguientes generaciones de esta experiencia, de la vivencia y momentos que les tocó pasar a los hijos de Israel, por lo que Yo quiero que también sus hijos pasen esta experiencia’. Acordémonos de algo, muchas veces, es el viaje y la travesía, lo que nos hace cambiar. No es necesariamente la teoría o el estudio lo que nos cambia, sino las experiencias que vivimos. ¿Quién podría pensar que pasar en la “sukka” (cabaña, tienda) estos días de fiesta, serían transformadores? Yo creo que, el día de hoy, ese cambio está a nuestro alcance. En la vivencia de sukkot tenemos la posibilidad de ser transformados y cambiados por el Eterno. Y esto es una cuestión que tiene que ver con la fe, porque si creemos, seremos capaces de vivir eso. 

TE INVOLUCRAS POR COMPLETO  

Vamos a conocer un poco más de los mandamientos de la fiesta de Sukkot. Primero, hay que analizar: ¿Por qué el Eterno ordenó esta fiesta y por qué nos mandó el habitar en tabernáculos? Una de las características que tiene esta fiesta es que te involucras por completo. Uno no puede decir, yo solamente me involucro de aquí para acá. De verdad que sukkot no se compara a ninguna otra fiesta por este motivo. Es una festividad, donde podemos decir que nuestros cinco sentidos están involucrados e inmersos. Cuando entramos a la sukka, estamos viviendo una experiencia única. Un momento que sabemos que no podemos obtener en ninguna otra parte. En este sentido, por eso me gusta mucho esta fiesta, porque no nos podemos quedar a medias. Lo cual es muy bueno, porque si vamos a hacer algo para el Eterno, lo tenemos que hacer completamente. La idea es que, todo lo que hagamos para el Señor, lo hagamos con todo nuestro corazón, con todo nuestro deseo, mente y nuestro ser. Sukkot también es como vivir en otra esfera donde podemos tener un tiempo muy especial. 

MANDAMIENTOS DE SUKKOT – LEVÍTICO 23:33-43    

Realmente no son tantos mandamientos para una fiesta que dura ocho días. Además, recordemos que los mandamientos de Dios no son gravosos. Por tanto, no permitamos que el enemigo nos meta ideas en la cabeza que no son acordes a la Palabra o que nos confunda haciéndonos creer o vendiéndonos la idea de que tenemos un Dios que nos quiere limitar. Al contrario, cada limitación que Él nos da, valida nuestra propia libertad. 

Vamos a leer el pasaje de sukkot donde podemos encontrar los mandamientos de la fiesta, en Levítico 23:33-43:

 “Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles: A los quince días de este mes séptimo será la fiesta solemne de los tabernáculos a Jehová por siete días. El primer día habrá santa convocación; ningún trabajo de siervos haréis. Siete días ofreceréis ofrenda encendida a Jehová; el octavo día tendréis santa convocación, y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová; es fiesta, ningún trabajo de siervos haréis. Estas son las fiestas solemnes de Jehová, a las que convocaréis santas reuniones, para ofrecer ofrenda encendida a Jehová, holocausto y ofrenda, sacrificio y libaciones, cada cosa en su tiempo, además de los días de reposo de Jehová, de vuestros dones, de todos vuestros votos, y de todas vuestras ofrendas voluntarias que acostumbráis dar a Jehová. Pero a los quince días del mes séptimo, cuando hayáis recogido el fruto de la tierra, haréis fiesta a Jehová por siete días; el primer día será de reposo, y el octavo día será también día de reposo. Y tomaréis el primer día ramas con fruto de árbol hermoso, ramas de palmeras, ramas de árboles frondosos, y sauces de los arroyos, y os regocijaréis delante de Jehová vuestro Dios por siete días. Y le haréis fiesta a Jehová por siete días cada año; será estatuto perpetuo por vuestras generaciones; en el mes séptimo la haréis. En tabernáculos habitaréis siete días; todo natural de Israel habitará en tabernáculos, para que sepan vuestros descendientes, que en tabernáculos hice yo habitar a los hijos de Israel cuando los saqué de la tierra de Egipto. Yo Jehová vuestro Dios.” (Levítico 23:33-43 RVR60). 

 

¿Cuánto es la duración de la fiesta y la fecha? Siete días, a los quince días del mes séptimo, correspondiente al calendario bíblico. Dice que es una fiesta solemne, pero también es una fiesta de alegría y así la debemos de celebrar. 

  • Santa Convocación el 1er día (v.35). 

Término en hebreo conocido como “Mikra Kodesh” que es una reunión de carácter público y santo para la lectura de la Torá. Carácter santo, significa que es un día apartado para Dios, no como cualquier otro día.  ¿Por qué nos haría una santa convocación el Eterno en el primer día? A lo mejor, no podamos estar todos físicamente, pero la idea es que, no lo haga cada uno, por su lado, en la fecha y momento que quiera, sino que realmente nos podamos unir. Es una convocatoria pública para que estemos todos, en ese momento, unidos celebrando la fiesta. Y, porque, así como un padre desea ver a sus hijos reunidos; Dios también quiere ver a sus hijos reunidos, compartiendo y pasando este momento con Él, así como, unos con otros. Creo que este es el motivo más importante del porqué de este mandamiento.  

  • No trabajar el 1er día (v.35). 

Este es otro precepto de la fiesta. Vemos cómo Dios es bueno, que nos dice que no trabajemos el 1er día para poder asistir a la santa convocación. Quiere que lo consideremos como un día de descanso en el que debemos acudir delante de Él. Para que no haya conflicto con nuestro trabajo, Dios que está por encima de todos los jefes, patrones y empresas, nos dice: ‘No trabajes este día, asiste conmigo, es un día de reposo’, para que podamos estar delante de Él. Este precepto de ‘no trabajar’ se repite en todas las fiestas del Eterno, siempre hay un día de reposo de por medio. Guardar este día, también es una forma en que demostramos obediencia y fidelidad a Su Palabra. 

Seguimos leyendo a partir del verso 36 donde dice que ofrezcamos ofrenda encendida al Señor, la cual eran los sacrificios que se presentaban ante Él durante los días de la fiesta. Evidentemente, esto ya no va a poder aplicar el día de hoy, por cuanto ya no hay un Templo, ni altar para hacer todas estas ofrendas. Pero, en aquellos días, eran también parte de la fiesta. 

  • Santa convocación el 8vo día (v.36). 

Una vez más, lo que había anunciado al inicio, Dios lo repite al octavo día, que será una Santa Convocación.

  • No trabajar el 8vo día (v.36). 

También el octavo día es un “shabaton” (día de reposo festivo) en el cual no se debe trabajar tampoco. 

Continuando a partir de los versos 37 a 39, vemos que esta fiesta se da en el contexto de un tiempo de recolectar la cosecha. Al final del año agrícola, se cerraba también la cosecha de los frutos de la vid, de la era y de cualquier otro fruto de árboles. 

  • Tomar las especies de Sukkot – Lulav (v.40). 

En hebreo se conoce este término como “Netilat Lulav”, que significa como sacudir o agitar estas especies que, generalmente, se le conocen como lulav. Si quieren conocer más de estas especies, tenemos una pregunta específica sobre qué representan estas cuatro especies en un video de Respuestas en la Biblia. Es muy interesante conocer lo que representan estas 4 especies y por qué son tan simbólicas en estas fiestas. Y esto, es parte del mandamiento. Nos conectan con la tierra y nos hacen agradecer todo lo que nos ha dado la tierra durante el año agrícola; así como, considerar que todo eso lo hace crecer el Eterno. Que todo es suyo y que el reino vegetal le pertenece y, por tanto, debemos ser agradecidos con Él.  

  • Morar en la sukka, los 7 días (v.42).

Aquí el último mandamiento que consiste en morar en la cabaña o tienda los 7 días de la fiesta. Todo natural de Israel lo hará. Esto no se refiere solo a los nacidos en Israel, porque de acuerdo con Efesios 2:12 dice que hemos sido injertados y, que ahora somos parte de ese pueblo y, por lo tanto, tenemos derecho a vivir y celebrar todas estas fiestas.

Vamos a analizar en otra pregunta el porqué es tan importante habitar en la sukka, porque es el precepto más relevante de toda la fiesta. 

EL MANDAMIENTO / MITZVA DE LA ALEGRÍA / SIMJÁ         

Hay un mandamiento que también es muy importante en esta fiesta, en la que se considera a la alegría como parte de otro mandamiento. Si no estamos alegres, podríamos decir que no estamos cumpliendo con la celebración correctamente. Si no estamos contentos, si no tenemos regocijo, si no hay “simjá” (alegría), no estamos cumpliendo con este mandamiento. Sé que muchos podrían decir, finalmente lo estoy cumpliendo: estoy guardando los días, estoy habitando en la sukka, estoy ahí, etcétera. Pero no solo se trata de estar ahí, por estar ahí. Tiene mucho que ver el cómo estamos, cómo vivimos y celebramos la fiesta. 

Imagina que tú haces un banquete o una celebración muy especial en la que te esfuerzas por tener todo listo: comida, bebida, las invitaciones, el lugar y todas las cosas que implican este tipo de eventos grandes y, llegan las personas con una cara entre tristeza, incomodidad o enojo. ¿Cómo te sentirías? Tú también te sentirías mal porque te esforzaste para que todos la pasaran bien y resulta que no están contentos. 

Se considera que la alegría es un mandamiento y vamos a leerlo para comprobarlo en Deuteronomio 16:13-17:

 “La fiesta solemne de los tabernáculos harás por siete días, cuando hayas hecho la cosecha de tu era y de tu lagar. Y te alegrarás en tus fiestas solemnes, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, y el levita, el extranjero, el huérfano y la viuda que viven en tus poblaciones. Siete días celebrarás fiesta solemne a Jehová tu Dios en el lugar que Jehová escogiere; porque te habrá bendecido Jehová tu Dios en todos tus frutos, y en toda la obra de tus manos, y estarás verdaderamente alegre. Tres veces cada año aparecerá todo varón tuyo delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere: en la fiesta solemne de los panes sin levadura, y en la fiesta solemne de las semanas, y en la fiesta solemne de los tabernáculos. Y ninguno se presentará delante de Jehová con las manos vacías; cada uno con la ofrenda de su mano, conforme a la bendición que Jehová tu Dios te hubiere dado.” (Deuteronomio 16:13-17 RVR60). 

La era son los campos maduros y el lagar es justamente de donde se extraía el jugo de uva o vino. Y dice: “te alegrarás en tus fiestas solemnes”. No dice si gustas, si quieres o trata de hacerlo. Realmente dice que ‘te alegrarás’. La alegría debe formar parte de la celebración, no hay sukkot, tal cual, si no hay alegría. Es algo que no podemos cambiar ninguna persona, ni Pastor o Rabino, nadie. Por el contrario, debemos alinearnos con lo que nos dice la Escritura y créanme que vamos a disfrutar mucho más de lo que nos podemos imaginar. 

La alegría también no es un estado cien por ciento natural que tengamos en todo momento. A veces, hay que ser conscientes para estar alegres e, incluso, hay que hacer un esfuerzo para lograrlo. Como les decía, si vamos a una fiesta y, a lo mejor, nos duele un poco la cabeza o no dormimos bien, pero sabemos que el momento es importante y, entonces, hacemos el esfuerzo y nos enfocamos en estar alegres. Yo creo que sí es posible. 

Esta fiesta es un reto y desafío por estar alegres, pero debemos pensar, ¿para quién lo hacemos? Lo hacemos para Dios. Por eso dice el verso 15: Siete días celebrarás fiesta solemne a Jehová tu Dios en el lugar que Jehová escogiere; porque te habrá bendecido Jehová tu Dios en todos tus frutos, y en toda la obra de tus manos, y estarás verdaderamente alegre. Por tanto, no hay chance de no estar alegres. Hay que estar alegres, sí o sí. No lo podemos ver como algo opcional, ni podemos poner cualquier pretexto para no afrontar nuestra actitud o condición. Esto en verdad es algo que tenemos que considerar porque vale la pena y es importante hacerlo como parte de la fiesta porque es un mandamiento más. 

¿Por qué es tan importante el regocijo en la fiesta? Algunos dirán que es obvio que nadie quiere estar triste o enojado en una fiesta. Para todos, la alegría es un estado en el que nos sentimos bien y plenos. Además, cuando estamos alegres es más difícil pecar. Y esta es una enseñanza tradicional dentro del judaísmo, la cual considero como algo muy cierto. La alegría nos aleja del pecado. Una persona alegre, podríamos considerar, con certeza, que peca menos, porque se aleja de la amargura, de los malos pensamientos, de la ira y del enojo en sí. Esto nos va a ayudar a tener una actitud y disposición correctas para guardar más mandamientos y poder amar, soportar y perdonar al prójimo, para pasar por alto sus faltas, en fin. Cuando estamos alegres, la vida es distinta y por eso, Dios nos dice: ‘Regocíjate y Alégrate’. 

UN MANDAMIENTO MÁS         

Un mandamiento más que está en la Palabra en Deuteronomio 16:16:

 “Tres veces cada año aparecerá todo varón tuyo delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere: en la fiesta solemne de los panes sin levadura, y en la fiesta solemne de las semanas, y en la fiesta solemne de los tabernáculos. Y ninguno se presentará delante de Jehová con las manos vacías;” (Deuteronomio 16:16 RVR60). 

Aquí está el mandamiento que también forma parte de la fiesta: ‘Ninguno se presentará delante del Eterno con las manos vacías’. ¿A qué se referirá esta idea de no presentarse con las manos vacías? Sé que, en los días del Templo, era muy sencillo pensar que había que llevar una ofrenda. De hecho, está ordenado llevar una ofrenda encendida como ya leímos al principio. Sin embargo, en los días del Templo, se presentaban también las primicias de la cosecha de los primeros frutos de la vid y de otros árboles frutales. 

La idea, como en otras fiestas, es presentarle a Dios, lo primero, lo mejor de eso. Y esta es, justamente, una razón más para ir delante de Dios a agradecerle, porque no tenemos las manos vacías, sino todo lo contrario. Por tanto, si Dios nos pide u ordena que le llevemos algo, es porque primero nos lo va a dar. 

Como se dice: ¿Quién va a poder circuncidar a su hijo, si primero Dios no le da un hijo? ¿Quién va a poder poner “mezuzá” (poste de la puerta), si primero Dios no le da una casa?, ¿Quién va a poder diezmar, si primero Dios no le da un ingreso? Aquí Dios dice: ‘No te presentes con las manos vacías’. 

Efectivamente, en aquellos días, era llevar delante del Señor una ofrenda de lo que uno hubiese obtenido como cosecha o como primicia, pero en este caso, hoy en día, también es importante considerar el principio y la esencia de este mandamiento. Estemos listos para la siguiente fiesta de sukkot con respecto a esto. La Biblia habla de que esta es la fiesta de la cosecha de los frutos. Es interesante, porque Pablo en la carta a los Gálatas nos habla de los frutos del espíritu que debemos, como creyentes, cultivar y cosechar.

Entonces, ¿qué podemos presentarle hoy a Dios? No nada más el aspecto material, a lo mejor, como una ofrenda extra, sino también presentarle a Dios la cosecha de los frutos que hemos dado a lo largo del año. Es decir, Dios quiere ver un fruto en nuestra vida. De hecho, los frutos más importantes en nuestra vida son: el amor, el gozo, la paz, la paciencia, la benignidad, la bondad, la fe, la mansedumbre y la templanza. Estos son los frutos que debemos presentar delante de Dios y verlos como parte de una “mitzva” (mandamiento) de esta fiesta. 

Yo te invito a que guardemos estos mandamientos, a que nos regocijemos delante de Dios y, que no nos presentemos delante suyo con las manos vacías. Sino que a lo largo del año estemos cosechando todos esos frutos y, para cuando llegue esta fiesta, podamos presentárselos a Dios junto con nuestro corazón. Por tanto, aparta los días de shabatón y considera las fechas para la celebración de esta fiesta que es muy importante. 

Si fue de bendición para ti, no olvides compartir. 

Que el Eterno te bendiga: ¡“Shalom” / Paz!

CategoríaSukkot
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