¿CUÁNDO INTERPRETAR LITERAL O METAFÓRICAMENTE LA BIBLIA?
Bienvenidos a “Respuestas en la Biblia”. Vamos a conocer más de la Palabra de Dios. Llegamos a la pregunta No. 56 que nos hicieron llegar y que, en otras palabras, dice: ¿De qué manera o en qué momento debo interpretar la Biblia, ya sea literal o de forma metafórica? Esta es una pregunta que surge cuando, comúnmente, llegamos a pasajes en los que podemos considerar que hay un significado más profundo. No hay una guía particular en la Escritura sobre esto (sería ideal). Así que, los rabinos, como Pablo, tuvieron que aprender de otro rabino o maestro para poder llegar a estos consensos de interpretación. Evidentemente, así como decimos, cada cabeza es un mundo, cada persona tendrá su propia interpretación, solo que, en muchos casos, vamos a encontrar sentido y congruencia en el momento que veamos la Biblia como un todo. Por tanto, no hay una pauta muy concreta para decirte exactamente en estos libros o versículos, cuando veas estas palabras automáticamente, las vamos a interpretar de forma metafórica o literal.
CUATRO NIVELES DE INTERPRETACIÓN EN LA BIBLIA (PARDES)
Pero, pensando en cómo responder esta pregunta, me gustaría explicar los cuatro niveles de interpretación que existen desde hace muchos años en el ámbito judío y, con ello, vamos a tratar de resolver esta pregunta. Si tú disfrutas leyendo la Biblia, el conocer estos niveles de interpretación, va a enriquecer más la lectura y vas a disfrutar mucho más. No se trata de convertirnos en unos eruditos con la explicación que vamos a dar, ni significa que, por ello, vamos a ser unos maestros de la “Torá” (Instrucción, Ley) y de la interpretación. Ni que vamos a revelar los misterios ocultos por el hecho de saberlo. Seguramente, te vas a dar cuenta de que tiene mucho sentido y vamos a poder llegar a un mejor entendimiento general de toda la Palabra de Dios.
Vamos a ver algunos ejemplos, particularmente en el “Brit Hadasha” (Nuevo Testamento) y nos vamos a dar cuenta de que el Apóstol Pablo, “Yeshua” (Jesús) y los apóstoles, quienes escribieron las cartas del nuevo pacto, seguían también estos cuatro niveles de interpretación que se conocen comúnmente como PARDES, el cual es un acróstico de las iniciales de cada nivel. A veces, en la literatura judía, cuando aparece este término, es una forma de llamarle al paraíso o a quien puede llegar a la presencia de Dios. PARDES también se refiere a un jardín.
Veamos estos cuatro niveles de interpretación, aunque no quiero yo profundizar demasiado, primero para no confundirnos más, segundo porque no terminaríamos de estudiarlos, necesitaríamos, al menos, dos o tres horas más. Pero, si me interesa que los conozcamos de forma general y, créeme que, aun con esto, poco que podamos aprender va a ser muy enriquecedor.
PRIMER NIVEL DE INTERPRETACIÓN: PASHAT
“PASHAT” – LITERAL: Muy sencillo, lo que dice es lo que es. No hay que ir más allá, ni profundizar. Si dice que Yeshua se subió a una barca, simplemente es cuestión de imaginar que está en la playa, hay una barca y él se sube a ella. Y no hay más. También, no quiere decir que un pasaje que es literal se quede solo en esta interpretación. Hay pasajes, que pueden llegar a tener dos o tres, incluso hasta cuatro niveles de interpretación. Pero, en este caso, pashat es literal, no necesita mayor explicación. Es lo que es.
SEGUNDO NIVEL DE INTERPRETACIÓN: REMEZ
“REMEZ” – CLAVE: Son pistas o claves. Son ciertas partes de un todo. Es decir, no tenemos toda la imagen completa, pero tenemos ciertas piezas. Como si fuera un rompecabezas y este nivel solo fueran ciertas piezas de ese rompecabezas que nos ayudan a visualizar o imaginar toda la imagen completa.
Por ejemplo, vamos a leer Lucas 7:16:
“Y todos tuvieron miedo, y glorificaban a Dios, diciendo: Un gran profeta se ha levantado entre nosotros; y: Dios ha visitado a su pueblo.” (Lucas 7:16 RVR60).
Esto es una clave lo que estamos leyendo aquí. Es un suceso en los días de Yeshua debido a que alguien resucitó. Entonces, esta sorpresa la tratan de conectar. Es decir, el acontecimiento es como la clave de algo más. Dijeron: Un gran profeta se ha levantado entre nosotros. Hay un pasaje que está conectado con esta idea en el libro de Deuteronomio 18:18:
“Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare.” (Deuteronomio 18:18 RVR60).
En este pasaje, el Eterno le está hablando a Moisés. Lo que hace el nivel remez, es que, logra conectar dos ideas. Cuando leemos un pasaje de la Biblia que sentimos o consideramos que ya lo leímos en otra parte del “Tanak” (Antiguo Testamento), o la “Torá” (Ley), estos pasajes sirven como testigos del milagro -en este caso en Lucas-, pues mencionan algo que ya estaba en la Torá. Y nos dan la clave para entonces conectarlo en la ley -en este caso con Deuteronomio- y entender quién sería este profeta. Son como esas pistas. Eso es la idea del nivel remez.
Vamos a leer dos ejemplos más de remez: Lucas 7:22-23:
“Y respondiendo Jesús, les dijo: Id, haced saber a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio; y bienaventurado es aquel que no halle tropiezo en mí”. (Lucas 7:22-23 RVR60).
Pensando en el contexto de Lucas 7, “Yohanan el Inmersor” (Juan el Bautista) está en la cárcel y, comienza a dudar -o al menos así se considera- sobre si Yeshua es el Mesías al que esperaban o no. Yeshua le responde a Juan de una manera codificada. Porque no responde: “Sí, soy yo”. Le responde en clave. ¿Qué tendría que pensar Juan de esto? Él lo iba a conectar con un mensaje de los profetas. Yeshua le da las claves, para darle esperanza. Ahora lo vamos a conectar con el pasaje de Isaías 61:1-2:
“El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados; ” (Isaías 61:1-2 RVR60).
Es una referencia de lo que menciona Yeshua. La idea del remez es que no lo dice completo, ni literal, para que uno lo conecte con otro pasaje de la Biblia para poder visualizar la imagen completa.
Otro ejemplo de remez, lo vemos en: Éxodo 21:23-25:
“Más si hubiere muerte, entonces pagarás vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe”. (Éxodo 21:23-25 RVR60).
Aquí habla de la justicia y su aplicación en ciertos casos. Un clásico ejemplo de la ley del talión: ojo por ojo, diente por diente, en fin. La idea principal es la aplicación de la parte equitativa o correspondiente. Pero, aquí no se menciona que pasa con el codo, o el pulmón, el dedo o la uña, no se mencionan todos los miembros del cuerpo, por supuesto. Entonces, estamos delate de un remez que implica que solo nos dice una parte, pero no nos dice lo completo porque sería imposible citar absolutamente todos los miembros del cuerpo. Si lo tomamos literal, alguien podría decir: “Yo le rompí un dedo, pero aquí no lo menciona”. Esto es un remez, entonces, la idea general es que, incluya cualquier otra parte del cuerpo que esté involucrada. Solo es una expresión que no se debe tomar de forma literal.
Otro caso similar está en Éxodo 22:21-23:
“Y al extranjero no engañarás ni angustiarás, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto. A ninguna viuda ni huérfano afligiréis. Porque si tú llegas a afligirles, y ellos clamaren a mí, ciertamente oiré yo su clamor; ” (Éxodo 22:21-23 RVR60).
Este pasaje es un ejemplo de los débiles, de un estrato de la sociedad que se encuentra en vulnerabilidad. Lo que dice Dios es: No abuses del débil, del que no se puede defender, del extranjero que no entiende el idioma o del huérfano que no tiene los recursos, en fin, personas en una situación difícil. Sin embargo, no se mencionan todas las situaciones difíciles en que se puede encontrar una persona. Es como con ciertas partes referirse a todo lo demás. Esto se conecta con la carta de “Yacob” (Santiago) donde menciona en Santiago 1:27:
“La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo.” (Santiago 1:27 RVR60).
Y no quiere decir que sea lo único, sino que es un ejemplo de las buenas obras. No solo es quedarnos con lo literal, sino ir más allá porque sabemos que es solo una parte. Lo mismo implica con los pasajes que nos dan estas claves para entender de manera más profunda un concepto o pasaje que está relacionado. Por eso, hay ciertos versículos que no los podemos tomar de manera literal porque los limitaríamos demasiado. Como en los pasajes de Éxodo que acabamos de leer y son ejemplos de remez.
TERCER NIVEL DE INTERPRETACIÓN: DRASH
“DRASH” – PARÁBOLA: Este nivel implica darle un significado nuevo. Una búsqueda o como escudriñar o buscar, la idea es como alguien que está escarbando, como un arqueólogo que, de pronto, se topa con un metal o algo y, entonces, ya no sigue escarbando, martillando o picando, sino que toma brochas o instrumentos mucho más delicados y, a partir de ese momento, comienza a escudriñar porque saben que hay algo más profundo ahí. También una manera de entender el drash, es una parábola. Todos, en algún momento, hemos leído o escuchado las parábolas de Yeshua, por tanto, tenemos una comprensión muy clara de lo que es un drash. La idea del drash, es como una historia a la que se le da un significado diferente o nuevo que, tal vez, no se había apreciado de esa manera. Entonces, hay ciertos pasajes donde entraría la parte metafórica, donde una cosa, representa otra. De hecho, la metáfora implica, eso, un concepto o una realidad que se expresa por medio de otra realidad o concepto diferentes, pero que tienen una manera de poderlos relacionar.
Cuando alguien dice: “La primavera de la vida”, se está refiriendo a la juventud, porque la primavera es la primera estación del año y la juventud la primera estación de la vida. Entonces, la primavera de la vida, es otra manera de referirnos a la juventud. El libro de Proverbios utiliza mucho este recurso y así hay que interpretarlo, como un gran drash. Comentaba yo, las parábolas, por ejemplo, el caso del hijo pródigo que contiene elementos de la vida real y es una historia que, aparentemente, no quisiera decir tanto si solo la viéramos de manera literal. Es decir, un padre tenía dos hijos, uno de ellos se fue, le fue mal y regresó. El padre lo perdonó. Qué amoroso y lindo padre y ya. Pero, nosotros hoy en día, sabemos que, esta parábola es también una profecía y que, cada elemento en esta historia representa algo más. Yeshua está enseñando una verdad mucho más profunda que una simple historia.
Otro ejemplo, la parábola del sembrador que, aparentemente, es una historia inofensiva, común y corriente. Sus elementos son una realidad. El sembrador salió a sembrar, una parte de la semilla cayó en el camino, otra entre piedras, otra entre espinos y otra en una buena tierra, por lo cual esta creció. Da explicaciones que son lógicas, pero hay un significado que es mucho más profundo. En algunos casos, como el del sembrador, se da el tiempo de explicarlo. Dice que el sembrador representa al hijo del hombre, la semilla representa la palabra y así… Nos hace el favor de interpretar la misma parábola. Eso es exactamente un drash, darle una interpretación a un pasaje que no se le había dado antes. Ver un sembrador sembrando semillas, es algo común, pero darle un significado nuevo, eso es lo profundo. Eso es lo interesante. Solo los grandes rabinos y maestros como Yeshua lo podían hacer.
Por ejemplo, el apóstol Pablo cita en 1 Corintios 9:9:
“Porque en la ley de Moisés está escrito: No pondrás bozal al buey que trilla. ¿Tiene Dios cuidado de los bueyes?” (1 Corintios 9:9 RVR60).
Esta frase está en la Torá, no la sacó Pablo de un concepto propio. Por ello, dice que está en la ley de Moisés, en Deuteronomio 25:4:
“No pondrás bozal al buey cuando trillare”. (Deuteronomio 25:4 RVR60).
Y luego hace una pregunta: ¿Tiene Dios cuidado de los bueyes? ¿O lo dice enteramente por nosotros? ¿Qué está haciendo Pablo aquí? De cierta manera, está defendiendo el hecho que tenía, como otros, de recibir un ingreso para la obra del Señor. De ser sostenido económicamente. Entonces, cita la Torá como un testimonio de su argumento. Y le da una interpretación en este nivel. Ya que, en el nivel literal, es muy claro: No pondrás bozal al buey que trilla. Es decir, no obres mal para con el animal, si está trabajando para ti, déjalo comer. Solamente eso. Cualquier persona diría: Pablo, tú ya sacaste todo de contexto. Aquí la Torá dice claramente que tiene que ver con la agricultura y el trabajo del campo. Sin embargo, el mismo Pablo pregunta: ¿Tiene Dios cuidado de los bueyes? Es decir, ¿solamente lo escribió para eso? ¿Hasta ahí llega su interpretación? ¿Solo es literal? ¡No! La respuesta e interpretación para Pablo, es muy interesante de este pasaje que tiene que ver con el campo, él dice: ¡No!, Esto también tiene una enseñanza más profunda. Y la interpretación es esta, para lo cual lo dejó escrito en 1 Corintios 9:11:
“Si nosotros sembramos entre vosotros lo espiritual, ¿es gran cosa si segáremos de vosotros lo material?” (1 Corintios 9:11 RVR60).
Fíjense cómo Pablo era un super rabino y un gran maestro de toda la Torá. Que dominaba, perfectamente, estos niveles de interpretación de la Torá, a tal grado, de lograr encontrar un drash en estos pasajes que, para muchos, nos pasarían de noche o no consideraríamos que Dios buscara que lo interpretáramos en otro nivel. Y, Pablo lo hace, lo enseña de esa manera y toma una base de la Torá para poder establecer el principio de tener derecho a ser sostenidos, ya que, si sembraban lo espiritual, ¿por qué no segar lo material?
CUARTO NIVEL DE INTERPRETACIÓN: SOD
“SOD”- MISTERIO: A este nivel se le conoce como misterio e implica visiones y estas cuestiones muy alegóricas, como en el libro de Apocalipsis, ciertos pasajes de Daniel, pasajes de Ezequiel, donde son evidentes. Se encuentran en este nivel porque no tienen ni pies, ni cabeza, es decir, no tienen lógica o sentido. Muchas de las cosas que visualiza o ve en visiones Juan en Apocalipsis, por más que uno trata de imaginarlas, es complicado. Habla de langostas que picaban con colas de escorpiones y caras de mujeres. Hay quienes han hecho dibujos pensando que era un jet o un avión o un tanque, pero realmente es difícil saberlo. La idea del sod es, como envolver en un paquete muchas capas del significado verdadero para mantenerlo oculto por un cierto tiempo. Entonces, por ejemplo: en Apocalipsis 13, cuando habla acerca de la bestia y dice que su número es 666. Es que la identidad de la bestia está envuelta de forma numérica o simbólica. Es una manera de mantenerla en este misterio.
Por ejemplo, en el evangelio de Juan 21:11:
“Subió Simón Pedro, y sacó la red a tierra, llena de grandes peces, ciento cincuenta y tres; y aun siendo tantos, la red no se rompió”. (Juan 21:11 RVR60).
Están en la pesca, al final del libro, dice que sacaron 153 peces. Yo creo que, a todos, nos ha llamado la atención, el hecho de que, Juan, haya escrito con detalle que fueron 153 peces, significa que los contaron. ¿Qué puede implicar esta cantidad? Leamos Éxodo 31:1-5:
“Habló Jehová a Moisés, diciendo: Mira, yo he llamado por nombre a Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá; y lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte, para inventar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce, y en artificio de piedras para engastarlas, y en artificio de madera; para trabajar en toda clase de labor”. (Éxodo 31:1-5 RVR60).
Esta es una descripción de cuando comienza el proyecto de la construcción del tabernáculo. Y decimos: ¿esto qué tiene que ver con los peces? Para resumirlo, el nombre “Bezaleel”, significa en la sombra del Eterno o la sombra de Dios. Bezaleel fue el arquitecto del primer tabernáculo y es una sombra del constructor del tabernáculo de David. La idea de cuando Yeshua resucita es que, ahora, Él es el constructor del tabernáculo caído de David, como dice en Hechos 15, que era momento de levantarlo. El nombre “Bezaleel” en gematría (valor numérico que se le da a cada letra) suma 153. Entonces, no es casualidad que son exactamente los mismos peces que sacó “Kefa” (Pedro) en la red al ser llamado por Yeshua. ¿A qué está apuntando Bezaleel con estos 153 peces? A Yeshua que es el constructor del tabernáculo, ya que, por Él fueron creadas todas las cosas. Y tabernáculo es una forma de también llamarle a la creación, el mundo completo. Yeshua es el constructor de este mundo y de este gran tabernáculo. Ahora, Yeshua al llamar a sus discípulos en ese momento en Galilea que, representa a las naciones. Así como todo el mar representa las naciones. Al sacar estos peces, los está llamando a ser como Bezaleel: a ser los constructores del tabernáculo caído de David en nuestros días, del nuevo reino y de los cielos nuevos. Esta fue una explicación muy rápida, pero fue una descripción de lo que sería el 4to nivel de interpretación en este pasaje.
De hecho, los 4 evangelios, están dentro de los 4 niveles de interpretación:
- Marcos está en el nivel “pashat”, no quiere decir que todo haya sido escrito de manera literal, pero gran parte del evangelio tiene esta parte literal.
- Lucas está en el nivel “remez”.
- Mateo es como un gran “drash” porque es el evangelio que contiene más parábolas.
- Juan es mucho más evidente que está en el nivel “sod” porque tiene muchas expresiones que corresponden a un misterio. Cuando Yeshua dice: “El que come mi carne y bebe mi sangre”, es lógico que no lo podemos tomar de forma literal, sino que, implica algo mucho más profundo. Los 21 capítulos del evangelio de Juan tienen parte del nivel sod y, solo así, se puede profundizar y llegar a un entendimiento más completo. No quiere decir que no lo vayamos a entender si no lo vemos en el nivel sod, pero, se enriquece mucho más entendiendo este nivel.
Dicen los rabinos que, un pasaje no pierde su nivel p’shat o pashat, aunque tenga más niveles de interpretación.
Ahora enfocados en la pregunta: ¿Cuándo interpretar la Biblia literal o metafóricamente? La lectura misma nos va dando la pauta. ¿Cómo podemos, entonces, enriquecer nuestra lectura bíblica? Al llegar a un pasaje, partimos de lo literal, nos quedamos con eso y, después, si podemos seguir avanzando porque consideramos que hay ciertas claves o pistas o partes de algo que es mayor, entonces, buscamos esta parte de la interpretación remez y, posteriormente buscamos el tercer nivel que sería el drash porque es una historia que puede tener un significado más profundo o una óptica nueva del mismo pasaje. Finalmente, sería buscar el nivel sod que implica algo más misterioso, porque, aunque lo leamos mil veces en diferentes traducciones o incluso en el hebreo, no podríamos llegar a este nivel de interpretación si no abordáramos o profundizáramos en esta cuestión de gematría. Como punto final, no quiere decir que todo el nivel sod, siempre implica la gematría, solo algunas veces, como el ejemplo que cité de los peces. Por eso, está en el nivel de misterio porque alguna parte del todo está velada.
Necesitamos conocer todos los niveles y profundizar en ellos para tener un entendimiento mucho más amplio de la Escritura.
Espero que esta información haya sido de bendición para ti y, que la podamos compartir con otros.
Escribe un comentario