¿EXISTE EL RAPTO O ARREBATAMIENTO?

Esta pregunta es muy interesante, desde un enfoque cristiano, donde se tiene la idea del rapto. Es un tema mucho más amplio, pero trataré de resumir y ser concreto sobre esto. 

Podemos definir que, lo que entendemos por rapto, es el evento en que los creyentes (la Iglesia) en “Yeshua” (Jesús), serán arrebatados súbitamente y llevados al cielo a celebrar las bodas del Cordero, mientras en la tierra se desata la tribulación sobre sus habitantes. Esta es la idea más comúnmente aceptada sobre lo que podría ser el rapto: este arrebatamiento, este momento de partir a las bodas con Yeshua, el Cordero y, de manera simultánea, en el piso de abajo, es decir, en la tierra, se desata la tribulación. Este es, de forma general, el concepto que se acepta en el ámbito cristiano.

LA GRAN TRIBULACIÓN   

El término rapto está totalmente ligado con otro concepto que es la Gran Tribulación. Ambos están unidos e identificados para el mismo tiempo. 

Según Wikipedia es un concepto propiamente de la escatología cristiana, independiente de las profecías que se le den, es el período de la historia de la humanidad donde viene un momento de gran angustia y tribulación. Esta idea está basada en la Escritura en el pasaje de Mateo 24:21:

 “porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá.” (Mateo 24:21 RVR60). 

Aquí nos presenta la síntesis de lo que será la Gran Tribulación.    

También en Daniel 12:1:

 “En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cuál nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro.” (Daniel 12:1 RVR60). 

En este verso la palabra angustia es la palabra hebrea “tzará” que implica aprieto. Pero en la Septuaginta, esta palabra fue traducida como tribulación. Por eso, podemos entender que lo que describe Yeshua en Mateo 24 y la profecía de Daniel 12, están hablando del mismo suceso que, aunque se repitiera, es casi igual: un tiempo de gran aprieto para la humanidad. 

Entonces, el rapto y la tribulación son dos conceptos que siempre vienen asociados, que se relacionan en cuanto al tiempo en que se van a vivir. 

TRES OPINIONES DEL RAPTO Y LA TRIBULACIÓN  

Hay tres opiniones básicamente, sobre esta idea del tiempo del rapto y la tribulación. Al final del día, el rapto cobra relevancia en el ámbito cristiano sobre si nosotros, pasaremos o no la tribulación. 

  1. PRETRIBULACIONISTA: Para algunos el rapto vendrá antes de la tribulación y, por tanto, la Iglesia no la pasará. 
  2. SEMITRIBULACIONISTA: Para otros, la postura es que, si se vivirá la tribulación, pero la Iglesia será raptada durante o en medio de la tribulación. Es decir, solo se vivirá una parte, probablemente solo tres años y medio.
  3. POSTRIBULACIONISTA: Otros opinan que el rapto vendrá después de la tribulación.

¿Cuál será la más popular o difundida de estas tres posturas? La primera opción, la pretibulacionista. ¿Por qué? Porque se acopla perfectamente a la doctrina cristiana del reemplazo, en la que se enseña que Dios ya rechazó al pueblo de Israel o que rechazó a los judíos y, por eso, la Iglesia cristiana ya no pasará por la tribulación. Pues interpretan que la Iglesia cristiana es el nuevo Israel espiritual. Entonces, todo esto encaja con las doctrinas cristianas enseñadas sobre el reemplazo de Israel. 

EL RAPTO EN LA BIBLIA 

Sin embargo, antes de considerar alguna de estas tres opiniones, vamos a analizar esta idea del rapto. Como tal, la palabra rapto, no aparece en la Biblia. A veces, se hace la referencia de que Yeshua vendrá como ladrón en la noche y que vendrá por la Iglesia repentinamente. La referencia de donde se toma este término es de la palabra griega “harpazo” (G726) del diccionario Strong, que se traduce como arrebatados en el famoso pasaje que tiene que ver con la segunda venida de Yeshua en 1 Tesalonicenses 4:17:

 “Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.” (1 Tesalonicenses 4:17 RVR60). 

Aquí el término “harpazo” denota una idea de un evento que tiene que ver con apoderarse de algo, como arrebatar algo, mover algo de una manera fuerte, brusca, veloz y súbita hasta cierto punto. Esta misma palabra “harpazo” aparece en Hechos 8:39:

 “Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más, y siguió gozoso su camino. Pero Felipe se encontró en Azoto; y pasando, anunciaba el evangelio en todas las ciudades, hasta que llegó a Cesarea.” (Hechos 8:39 RVR60).

 De repente, el eunuco veía a Felipe y en un instante ya no. Aquí podemos entender que fue un suceso sobrenatural, algo extraordinario lo que le sucedió a Felipe. Y es la misma palabra que menciona Pablo justamente, para referirse a la idea del arrebato: “seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor”. En hebreo la palabra se conoce como “natzal”, que viene de una raíz que significa lo mismo: arrebatar, escapar, recuperar, tomar. 

Por tanto, no quiere decir que no exista esta idea en la Biblia, solo que me parece que está mal aplicada en cuanto al rapto o arrebatamiento. Es la aplicación a la que se le ha dado un enfoque erróneo. Sobre la pregunta ¿existe el rapto? El término como tal no aparece en la Biblia, pero sí aparece un arrebatamiento. Eso no lo podemos negar porque aquí está escrito y, parece que Pablo también tiene esta misma idea. 

Vamos a ver como antecedentes de esta idea, si existe algo en el “Tanaj” (antiguo Testamento) que nos haga pensar en un suceso así. Sí hay otras referencias bíblicas de eventos similares. ¡Por supuesto! En Génesis, capítulo 5, Enoc caminó con Dios y fue repentinamente llevado por Él. En el segundo libro de Reyes, capítulo 2, recordamos al profeta Elías, qué mejor ejemplo, de alguien que es llevado hasta el cielo en un abrir y cerrar de ojos. 

Volviendo al “Brit Hadashá” (nuevo Testamento) en 2da  de Corintios, capítulo 12, Pablo dice que conoce un hombre, fuera del cuerpo, no lo sabe o si lo sabe, que fue arrebatado hasta el tercer cielo, el cual vio cosas inefables. Finalmente, en el libro de Apocalipsis, capítulo 12, también dice que el hijo que dio a luz la mujer (la cual es Israel), también fue arrebatado para Dios y para su trono. Fue llevado, ascendió, como nosotros sabemos que Yeshua lo hizo. 

PROPÓSITO DEL ARREBATAMIENTO  

Entonces, ¿podemos pensar que existe un arrebatamiento en la Biblia? ¡Por supuesto! ¿Cuál será el propósito de ello? Vamos a analizar diferentes pasajes para descubrirlo:

  • 1 Corintios 15:51-55:
  •  “He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?” (1 Corintios 15:51-55 RVR60).

  •  El contexto de este pasaje que escribe Pablo a los Corintios es que también habla de la resurrección, por lo que podemos asociarlo a esta idea. Cuando suene el “shofar” (trompeta), el Mesías se revelará una vez más, vendrá esta transformación, hablando justamente de que no estén tristes por aquellos que durmieron, ya que los volveremos a ver, porque habrá esta resurrección cuando el Mesías vuelva. 

Entonces, uno de los propósitos que podemos esperar cuando se de esta transformación, será la transformación de nuestro cuerpo. Así que se darán estos dos sucesos de manera simultánea, el arrebatamiento y la transformación del cuerpo. 

Pero, hablando proféticamente, yo considero que esto está ligado a lo que escribieron los Profetas como en: 

  • Jeremías 29:14:
  •  “Y seré hallado por vosotros, dice Jehová, y haré volver vuestra cautividad, y os reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde os arrojé, dice Jehová; y os haré volver al lugar de donde os hice llevar.” (Jeremías 29:14 RVR60). 

  • ¿Qué tiene qué ver esto con el arrebatamiento? Yo considero que, con el arrebatamiento, el Eterno va a reunir a todos sus hijos de todos los lugares a donde los dispersó. En el primer éxodo, estaban todos en Egipto, Dios abrió el mar, para poderlos sacar, hacerlos cruzar y, llevarlos a la tierra prometida. Actualmente, yo considero que el arrebatamiento, será el segundo éxodo, es decir, el evento en el cual, Dios va a reunir a todos los dispersos de los confines de la tierra. Ya no va a abrir ningún mar, porque ya no va a ser un traslado como la primera vez, sino acorde a la época en que vivimos, de manera instantánea. Ya no necesitaremos pasaporte para poder regresar a la tierra de nuestros padres, porque por medio del Mesías, podremos regresar. La reunión o reunificación de todas las tribus, será por medio del evento que es llamado el arrebatamiento.    ¿De que otra manera podría Dios, reunir a todos, de todas partes de la tierra? Será tal como Felipe lo vivió en un instante. Tal como Elías fue arrebatado también. 

Por tanto, el propósito del arrebatamiento es la reunificación de todas las tribus. Así lo leemos en: 

  • Jeremías 30:18:
  •  “Así ha dicho Jehová: He aquí yo hago volver los cautivos de las tiendas de Jacob, y de sus tiendas tendré misericordia, y la ciudad será edificada sobre su colina, y el templo será asentado según su forma.” (Jeremías 30:18 RVR60). 

También está escrito en:

  •  Zacarías 10:8:
  •  “Yo los llamaré con un silbido, y los reuniré, porque los he redimido; y serán multiplicados tanto como fueron antes.” (Zacarías 10:8 RVR60).

  •  O en Amós, capítulo 9 nos habla de que Dios va a hacer volver a su pueblo del cautiverio. Ya leímos en Tesalonicenses, la idea de que seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor. Y la idea del rapto o arrebatamiento no es que nos quedaremos volando en las nubes, sino que hay que volver, el pueblo va a regresar a su tierra que es Jerusalén. 

Este es el propósito principal y la manera en que Dios va a traer a todos los dispersos de los confines de la tierra, donde los arrojó. 

EL RAPTO Y LA TRIBULACIÓN  

Ahora, pensando si pasaremos la tribulación, si el rapto será antes o en medio de ésta. Veamos lo que está escrito y, por ello, yo sí me inclino a pensar que sí pasaremos por la tribulación. 

Mateo 24:29-31:

 “E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.” (Mateo 24:29-31 RVR60).

 Al inicio de este pasaje dice: “e inmediatamente después de la tribulación de aquellos días”, por lo que, con base en esto, considero, efectivamente, que tendremos que pasar por esta tribulación. También Yeshua dijo: “No te ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal”. 

Tenemos otros testimonios: 

-A Noé le tocó vivir la tribulación de su época. Aunque Dios lo resguardó, vivió este cataclismo impresionante, la tribulación de ese momento, solo que resguardado por el Eterno. 

-El pueblo de Israel vivió las terribles plagas en Egipto, pero protegido por Dios. No los sacó mientras el agua se convertía en sangre, la tierra se llenaba de ranas, langostas o piojos, ni cuando morían los primogénitos. Ellos estuvieron ahí protegidos por Dios en todo tiempo. 

-Ananías, Misael y Azarías, los siervos del Eterno en Babilonia, pasaron por el horno de fuego de la tribulación, pero fueron librados.

-Daniel también pasó por la tribulación del foso de los leones y Dios también le resguardó. 

En Santiago 5:7:

 “Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía.” (Santiago 5:7 RVR60).

 Si hubiera un rapto, ya no tendríamos que ser tan pacientes. Más bien, refiriéndose a los sufrimientos, dice: sean pacientes hasta que él venga. La paciencia también es esperar. Yo, por eso, considero que el pueblo de Dios tendrá que pasar por la tribulación, porque finalmente, es como el examen. ¿De qué nos sirve prepararnos, estudiar la Palabra, orar, ayunar y crecer espiritualmente si no hay un examen? También creo que esto es sano para nuestra madurez espiritual, porque nos hace mantener la guardia arriba, nos va a mantener velando y buscando al Señor continuamente. Y ya vimos estos testimonios que nos dan una idea de que, el pueblo tendrá que pasar por esta tribulación. Pero Dios es fiel y puede librarnos y si no nos librara, como dijo Pablo: “para mí el vivir es el Mesías y el morir me es ganancia”. No temamos lo que nos pueda hacer el hombre. No esperemos un rapto o arrebatamiento antes de la tribulación. Muchos se decepcionarán o apostatarán de la fe, al darse cuenta de que vienen los tiempos difíciles o se estarán viviendo momentos sumamente complicados y, al no venir ese rapto tan esperado, el amor de muchos se enfriará. 

Mantengamos nuestra guardia arriba, mantengámonos velando, confiando en el Eterno, sabiendo que todo forma parte de un plan para Él. Y cuando haya él,  será para reunir y reunificar a las tribus y reunirnos con el Eterno, el cual va a establecer su reino que todos esperamos. 

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