¿POR QUÉ ES IMPORTANTE YOM KIPPUR? 

Bienvenidos, estamos en “Respuestas en la Biblia”. La serie donde damos respuesta a las preguntas que abordan nuestra fe. El día de hoy, vamos a continuar hablando de las fiestas de otoño. Convocaciones que, sabemos, tienen un mensaje muy importante para nuestra vida porque también involucran aspectos proféticos y relevantes. 

Ya estudiamos en otras preguntas de esta serie, la importancia que tienen, en general, las fiestas de otoño, cuáles son, en qué fechas se celebran; así como otra serie de detalles. Pero hoy, quiero yo enfocarme en conocer esta fiesta tan particular: “Yom Kippur” (Día del Perdón). Si tú aún no has escuchado las respuestas de los otros estudios a estas preguntas sobre las fiestas, yo te invito a que lo hagas. Están en nuestro canal de YouTube y, por supuesto, en la página web de la “Kehilá” (Congregación). Es importante hacerlo porque forman parte de la preparación para llegar a las fiestas que estaremos por celebrar. 

Hoy vamos a ver la importancia de la fiesta de Yom Kippur que, para muchos, no debería de ser una fiesta. ¿Cómo va a ser una fiesta si no hay música, no hay danza, no hay comida, ni bebida? Más bien hay aflicción, hay ayuno, llanto, no se puede comer, ni beber. Están de acuerdo con el término fiesta para las demás celebraciones, pero no muy de acuerdo para Yom Kippur. Pero, hoy vamos a conocer más detalles de esta fiesta y el porqué sigue siendo tan importante Yom Kippur hoy en día. Esta pregunta viene al caso, porque en el ámbito cristiano, principalmente, aunque ya hay más apertura en el tema de las fiestas, realmente no se les da la importancia que tienen. Incluso, he leído comentarios en algunos libros donde dicen que son una sombra de lo que habría de venir y de “Yeshua” (Jesús) y que es bueno saber de ellas como cultura general, pero que, si Yeshua ya las cumplió, prácticamente para qué adentrarnos o conocer más y dedicarle tiempo a este tema. 

Por supuesto que, nosotros sabemos y entendemos lo que el nuevo Testamento nos habla del sacrificio del Mesías, pero las fiestas del Eterno siguen siendo importantes, son de Él, no las podemos abrogar, cambiar o anular. Por eso, vamos a enfocarnos en esta fiesta tan particular por las características que tiene. Hay otra pregunta en la que hablamos ¿cuáles son las costumbres de Yom Kippur? ¿Cuáles son los mandamientos de Yom Kippur? Por lo que no vamos a hablar de estos temas de la fiesta en este estudio. 

Creo que, más de una persona, estará ya plenamente convencida y no necesitamos darle muchos argumentos, pero consideremos esta información para poderla compartir a aquellos que no ven las fiestas y, particularmente, Yom Kippur con relevancia. 

IMPORTANCIA HISTÓRICA DE YOM KIPPUR   

La importancia de Yom Kippur se origina desde la misma historia del pueblo de Israel. Dentro del desarrollo del pueblo de Israel, encontramos atada y ligada la fiesta de Yom Kippur. Hay un capítulo completo dedicado a esta celebración. Y, prácticamente, no hay ninguna fiesta a la que se le dediquen tantos versículos como a esta. Entonces, si la “Ruaj” (Espíritu de Dios) se tomó la molestia de dedicarle a los autores de la Biblia, las palabras suficientes para hablar de Yom Kippur, quiere decir que es importante, por supuesto. 

El mandato de la fiesta de Yom Kippur se da en el momento en que el pueblo de Israel se encontraba en el desierto, por lo que, no podemos habar de la historia del pueblo de Israel, sin mencionar Yom Kippur. Y, como comentaba, no solamente se menciona en el libro de Levítico, también en la carta a los Hebreos, en donde por lo menos tres capítulos, están conectados con esta fiesta. Por eso es tan importante conocer la fiesta de Yom Kippur, incluso, para poder entender la carta a los Hebreos. No hay manera de poder comprender estos capítulos de la carta a los Hebreos, si no entendemos cómo se vivía y de qué manera se hacía Yom Kippur. 

Dentro de los aspectos especiales de la fiesta y que, empezamos a entender, es que, solamente el Sumo Sacerdote podía entrar al Lugar Santísimo: el lugar más Santo y apartado de toda la tierra. No había un lugar con mayor grado de santidad en todo el mundo que ese. Ahí se encontraba el Arca del Pacto con sus dos querubines viéndose cara a cara. 

Imagínate un poco, como si estuviéramos viendo la tierra desde el espacio y que, con una cámara, se hiciera Zoom y se empezara a acercar la imagen enfocándose en “Eretz Israel” (Tierra de Israel). Y de ahí, se enfocará en el territorio de Judá y Benjamín. Luego se enfocara en el Monte del Templo y, de ahí, se enfocara en el Templo y de este, se enfocara en el Lugar Santísimo. Esos pocos metros cuadrados eran el lugar más sagrado de todo el globo terráqueo. Ese espacio, ese lugar, solamente se abría una vez al año y por unas cuantas horas. Todo esto nos dice que ese día es especial y muy particular. 

Vamos a leer una cita para respaldarla con la Palabra en Levítico 16:1-3:

 “Habló Jehová a Moisés después de la muerte de los dos hijos de Aarón, cuando se acercaron delante de Jehová, y murieron. Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón tu hermano, que no en todo tiempo entre en el santuario detrás del velo, delante del propiciatorio que está sobre el arca, para que no muera; porque yo apareceré en la nube sobre el propiciatorio. Con esto entrará Aarón en el santuario: con un becerro para expiación, y un carnero para holocausto.” (Levítico 16:1-3 RVR60). 

Este capítulo completo nos habla de la fiesta y de todo lo que implicaba ese día. Y estos versos nos muestran por qué es importante y especial el día de Yom Kippur en el que se podía entrar al Lugar Santísimo. Además, el verso 3, nos indica que el Sumo Sacerdote no entraba nada más porque sí, debía hacerlo con un sacrificio de por medio y con una vestimenta especial que está indicada en los versos siguientes. También la carta a los Hebreos nos dice que tenía que entrar, no por sí mismo, sino por medio de sangre. 

Leamos toda la preparación especial que se necesitaba para entrar al Lugar Santísimo, en ese día y momento, en Levítico 16:4:

 “Se vestirá la túnica santa de lino, y sobre su cuerpo tendrá calzoncillos de lino, y se ceñirá el cinto de lino, y con la mitra de lino se cubrirá. Son las santas vestiduras; con ellas se ha de vestir después de lavar su cuerpo con agua.” (Levítico 16:4 RVR60).

 Ya desde aquí notamos que no es cualquier cosa y, no está de más decir que, solo el Sumo Sacerdote podía entrar ahí y, que también solamente él podía hacer estos sacrificios. Prácticamente, los hacía solo y la responsabilidad de todo el servicio de Yom Kippur quedaba en él. 

EL FACTOR PERDÓN   

Vamos a conocer otras razones por las que Yom Kippur es y sigue siendo tan importante. Esta razón es el enfoque principal del día: el factor perdón. 

El perdón es un factor esencial en cualquier relación. No importa si la relación es laboral, afectiva, familiar, comercial, la que sea. Todos podemos cometer fallas y todos vamos a equivocarnos alguna vez. Sin perdón no hay restauración, sin perdón no hay comunión. Sin perdón, simplemente, no hay relación. Se acabaría la relación porque en algún momento las personas involucradas van a tener estas fallas y, por lo tanto, se va a requerir el perdón. Así de importante y concreto es el tema del perdón. ¿Qué propósito tiene Yom Kippur? Justamente, el de perdonar. El perdón de los pecados. ¿Por qué el perdón de los pecados? Porque el pecado es lo que nos separa de Dios. Rompe la comunión que teníamos con el Eterno. Entonces, si lo más valioso que puede existir y que podemos tener en esta vida es nuestra relación con el Eterno y, el pecado la rompe, pero si Yom Kippur es lo que elimina, destruye y cubre ese pecado, por ende, es tan importante este día. 

Fue Dios quien decretó un día en particular para el perdón de los pecados y, ese día, es Yom Kippur. Y, este es el propósito y la razón principal de los sacrificios y de toda la dinámica particular de ese día enfocada en llegar y encontrar ese perdón. Es tan importante el tema del perdón para Dios que primero nos dice que debemos descansar ese día para enfocarnos debidamente en perdonar. 

Vamos al libro de Levítico 23:28:

 “Ningún trabajo haréis en este día; porque es día de expiación, para reconciliaros delante de Jehová vuestro Dios.” (Levítico 23:28 RVR60). 

Aquí leemos el grado de importancia que Dios le da al tema de la reconciliación y del perdón para no trabajar en ese día. Porque el Eterno nos conoce, sabe que el trabajo es tan importante y apremiante que, lo pondríamos de pretexto para acudir a esta cita de Yom Kippur, para pedir perdón y hacerlo de la manera adecuada. Por eso, para que nos demos cuenta de la importancia que tiene para Dios esto, Él decretó que no solamente fuera especial el día por todo lo que se hacía, sino que, además, no podemos hacer ningún trabajo en este día. Es más importante Yom Kippur, que el trabajo en sí. 

Pero, aun así, sabiendo que somos capaces de no darle la importancia necesaria, Dios agregó en los siguientes versículos de Levítico 23:29-31:

 “Porque toda persona que no se afligiere en este mismo día, será cortada de su pueblo. Y cualquiera persona que hiciere trabajo alguno en este día, yo destruiré a la tal persona de entre su pueblo. Ningún trabajo haréis; estatuto perpetuo es por vuestras generaciones en dondequiera que habitéis.” (Levítico 23:29-31 RVR60). 

Así que está severa y bastante drástica la consecuencia que fue puesta para esta fiesta. Así de serio y firme toma en cuenta Dios el día de Yom Kippur. Leyendo solamente estos versículos, te pregunto: ¿Tú crees que no es importante Yom Kippur? ¡Por supuesto que es importante! No podemos verlo con menor relevancia a la que Dios le da. 

Hay un argumento muy interesante sobre este punto. La gente podrá decir: ‘como ya no hay Templo y ya vino “Yeshua” (Jesús), ya no es tan importante’; sin embargo…. 

YESHUA NO VINO A CAMBIAR LA ESENCIA DE LA TORÁ       

Vamos a explicar este punto y a considerarlo. Aunque no haya un Templo, aunque no haya todo el servicio sacerdotal que llevaba a cabo el Sumo Sacerdote, aun así, te aseguro que Yom Kippur sigue siendo sumamente importante. 

En primera instancia, Yeshua no vino a cambiar la “Torá” (instrucción, Ley), mucho menos vino a abrogar la esencia que contiene cada mandamiento. El mandamiento no solo es la letra, es también el espíritu del mandamiento; es decir, la intención que tiene cada uno de ellos. Yeshua no vino a abrogar ni a cambiar eso. Mucho menos las fiestas. Que todas las fiestas apunten a Yeshua y todas ellas se cumplan en Él, no significa que no sean relevantes. ¡Por el contrario! Yom Kippur es una de las fiestas que mejor nos ayuda a entender la obra de Yeshua en la cruz. Puedo decir por experiencia personal que, cuando realmente comencé a vivir esta fiesta y conocerla, me di cuenta de que es increíble la manera con que Dios nos ama. Es increíble la obra de Yeshua en la cruz. ¡A Dios no se le escapa nada! Las fiestas son una sombra, pero todas ellas tienen sentido en la obra que Yeshua hizo con su sacrificio. 

Por tanto, cada sacrificio que se hacía en Yom Kippur apuntaba hacia Él, incluyendo el servicio que hacía el Sumo Sacerdote. Yeshua es ahora nuestro Sumo Sacerdote. Y lo más importante y la esencia de este día, no se ha movido ni un milímetro y es, el perdón. El ayuno, no trabajar, los sacrificios, todos estos elementos eran como vehículos para podernos llevar a este fin: perdonar y pedir perdón. Y esto, para nada, está en contra de las enseñanzas de Yeshua. ¿Quién puede decir que Yom Kippur está en contra de lo que enseñó Yeshua? ¡Al contrario!

Vamos a ver dos ejemplos sobre la enseñanza de Yeshua y el perdón:

Mateo 6:12-15:

 “Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, más líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén. Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.” (Mateo 6:12-15 RVR60). 

El perdón es una parte fundamental de la enseñanza de Yeshua y es una parte esencial de lo que es Yom Kippur. Por eso, esta fiesta sigue siendo tan importante. Aunque Yeshua ya haya venido, haya muerto y resucitado, por supuesto, que esto no cambia la esencia ni lo que va alineando a lo que Yeshua nos enseñó. 

Mateo 18:21-22:

 “Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.” (Mateo 18:21-22 RVR60).

 Este es un ejemplo más de que Yeshua vino a mostrarnos esta parte tan importante que es el perdón. 

Y, justamente, así se le conoce a Yom Kippur como el ‘Día del Perdón’. Y más adelante, en el mismo capítulo 18 de Mateo, habla de la parábola de los dos deudores. Una historia muy conocida que nos habla de la importancia que tiene perdonar a los demás. ¿Por qué es importante Yom Kippur? Porque la esencia de Yom Kippur no ha cambiado. No importa si hay Templo o no. Perdonar y ser perdonados sigue vigente y lo tenemos que hacer sí o sí.  

PERDÓN NACIONAL  

Otra razón más general de la importancia de Yom Kippur, la encontramos en que es una fiesta nacional, es una Santa Convocación. Es decir, una reunión general conocida en hebreo como “Mikrá Kodesh”. En esa reunión pública nos reunimos para escuchar el shofar, para estudiar la Torá, pedirnos perdón los unos a los otros, los cuales son puntos muy importantes. Pero, lo que también es relevante en este día es que es una fiesta que busca reunir a todo el pueblo de Dios para asumir la responsabilidad que no hemos cumplido y, entonces, pedir perdón al Eterno de forma nacional. Ya dijimos que, sin perdón, no hay relación. Por lo tanto, Dios nos convoca ese día para que, al ver a nuestros hermanos, y si recordamos que en algo les hemos ofendido, qué mejor oportunidad y momento para pedirles perdón en ese mismo día. Por otro lado, también debemos asumir la responsabilidad, como nación, de que no hemos cumplido y pedir perdón al Eterno de forma grupal. Sabemos que el Eterno, en ciertos casos, nos ve de forma individual, pero también, en muchos otros casos, nos ve como parte de un pueblo, es decir, de forma grupal. Y, como pueblo de Dios, es momento de pedir perdón en los méritos de Yeshua al Eterno en el día de Yom Kippur. 

IMPORTANCIA DE KIPPUR    

Finalmente, Yom Kippur es importante porque, aunque no haya Templo y, no sean más necesarios hacer sacrificios por el pecado, este día sigue siendo una fiesta del Eterno. Es un momento en que hacemos una auditoría moral sobre nuestras acciones, palabras, sobre nuestra relación con el Eterno y con el prójimo; lo que nos recuerda la importancia que Dios le da al perdón y a la reconciliación. 

Uno de los mandamientos de Yom Kippur es no comer, es decir, estar en ayuno. Es tan importante el perdón en esta fiesta que, incluso, está por encima de nuestras necesidades básicas como comer.  Si nos quedamos sin comer varios días seguidos, nos moriríamos. Por eso, para algunas personas, Yom Kippur, es como la muerte chiquita, porque si continuáramos ese ayuno por varios días nos moriríamos. Sin embargo, estamos dispuestos a ayunar porque nos damos cuenta de lo importante que es pedir perdón y perdonar también. 

Pedir perdón es una de las acciones que nos hace humanos y nos diferencia de los animales. El perdón nos libera emocionalmente y es como quitarnos una piedra con la que íbamos cargando y que Dios nos quiere quitar. Solo el perdón nos puede quitar esa carga. En verdad que es insustituible el momento y este tiempo de pedir perdón. Algunas personas que están agonizando en el hospital, lo que necesitan justamente, es pedir perdón para poderse ir en paz. Por eso, es tan importante este día, no podemos quedarnos con la idea de que Yeshua ya vino y, por tanto, ya no necesitamos esa experiencia, ni tampoco pensar en eso. ¡Claro que sí! Seguimos necesitando pedir perdón y perdonar. La contraparte de pedir perdón es sentirse perdonados también. Es decir, pedimos perdón, pero también debemos reconocer el perdón que Dios nos da. Y no hay nada que pueda compararse a esta experiencia y no hay nada que pueda sustituir el saber que hemos sido perdonados. 

Dice para poner como testimonio y ejemplo del perdón la carta a Colosenses 2:13:

 “Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados,” (Colosenses 2:13 RVR60).

 Estábamos muertos. Y el perdón, ¿qué viene a traernos? Nos trae vida juntamente con Él, es decir, por medio del Mesías hemos encontrado esta nueva vida y resurrección al haber recibido este perdón único y especial. Y Yom Kippur es el día asignado, que Dios decretó, justamente, para vivir el perdón. 

Por tanto, no menospreciemos, ni veamos cómo menos importante esta fiesta, porque Yeshua ya vino, murió y resucitó. ¡No! Yo te digo, no dejes de vivir esta experiencia de la fiesta de Yom Kippur, pidiendo perdón en los méritos de Yeshua al Padre y de perdonar de todo tu corazón. Nos vamos a hacer el mejor favor de toda nuestra vida. Vamos a ser una persona totalmente distinta después de este día. Vamos a ser una persona libre de condenación. Esta fiesta sigue siendo sumamente importante para todo el pueblo de Dios. 

CONCLUSIÓN DE YOM KIPPUR

Para concluir esta pregunta, les decía que también hay argumentos y razones que, para muchos, justifican no darle importancia a esta fiesta y, ya, no celebrarla. Incluso, hay quienes piensan que no es necesario celebrar Yom Kippur porque en Yeshua tenemos perdón todos los días. Que no tenemos que esperar a ese día, ni tenemos por qué ayunar. ¡Por supuesto que todos los días podemos pedir perdón! Estamos de acuerdo. Sin embargo, la celebración de Yom Kippur no niega, ni anula y no desvirtúa el sacrificio que Yeshua hizo por nosotros. Una cosa no sustituye a la otra. 

No podemos sustituir lo que Dios ha decretado, por el contrario, si queremos entender mejor la obra del Mesías, sobre el tema del perdón, ¡qué mejor día que Yom Kippur! Por tanto, hay que vivirlo en el día que Dios estableció, porque finalmente, es un mandato de Dios y una fecha que Él estableció. Todos los días podemos pedir perdón, pero no todos los días se abría el Lugar Santísimo para que entrara el Sumo Sacerdote a este espacio, ni todos los días se vestía con las vestiduras particulares del servicio, ni tampoco todos los días se hacían estos sacrificios especiales. 

Finalmente, hemos estudiado que hay una fuerza espiritual en cada una de las fiestas. Por tanto, podemos pedir perdón cada día, pero yo te diría que no es lo mismo a hacerlo en el día de Yom Kippur. Tampoco te digo que, con esto, nos esperemos hasta el próximo año para pedirle perdón a alguien o para perdonar. ¡No! Puedes hacerlo ya mismo. Sin embargo, les digo que es un día en que nos detenemos para hacer conciencia de esto. 

Otra razón que se da para restarle importancia a este día es que, si ya había ofrendas para quitar el pecado, descritas particularmente en el libro de Levítico, capítulos 4 y 5, entonces, ¿para qué volver a hacerlo en Yom Kippur? Incluso, yo mismo, en algún momento, me llegué a preguntar esto también.  Pero, finalmente, Dios es soberano y Él lo puede hacer y decretó que así fuera. Sin embargo, yo te pregunto, ¿crees que todos los que pecaban, llevaban todas estas ofrendas, cada vez que pecaban? ¡Por supuesto que no! ¿Cuántas veces hemos pecado y nos damos cuenta hasta después? Por tanto, muchos no llevaban estas ofrendas cada vez que pecaban porque eran negligentes o se les pasaba el tiempo, en fin. Así, Yom Kippur es como el barco al que todos se suben en ese día porque se les olvidó llevar ciertas ofrendas por el pecado o porque no cumplieron con ellas. Este día es la oportunidad porque, además, como ya mencioné, es algo que se hacía a nivel nacional. No es algo que uno decida hacer de manera personal en nuestro aposento. ¡No! Somos parte de un pueblo, de una nación y, como ciudadano de este reino futuro, somos convocados. Nuestro rey nos está llamando y nos hace una Santa Convocación. Hay que acudir, no podemos faltar. Es una cita. 

Por último, te invito y animo a que celebremos esta fiesta, que conozcamos más de ella y, a que vivamos esta experiencia. Como les digo, los que vamos a salir ganando, somos nosotros. Probablemente, salgas con mucha hambre, pero te aseguro que va a valer la pena por el simple hecho de saber que hemos sido perdonados y de reconocer ese perdón. Por supuesto también de pedir perdón. Este es el tema de Yom Kippur y queda abierta la invitación para la próxima celebración de esta fiesta.

Que el Eterno te bendiga: ¡“Shalom” / Paz!

CategoríaYom Kippur
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