¿POR QUÉ ES NECESARIA LA CIRCUNCISIÓN PARA “PÉSAJ” (PASCUA)?
El día de hoy tenemos esta pregunta relacionada con la fiesta de “Pésaj” (Pascua). En la pregunta anterior abordamos el tema de la circuncisión y la pregunta fue: ¿Vino Pablo a anular, abrogar o cambiar la circuncisión para los gentiles? Dado que la controversia de la circuncisión está vigente en el ámbito gentil -nunca en el ámbito judío, ni en un entorno donde la Torá se estudie desde el nacimiento-, pues nadie lo ve de otra forma o considera que esto deba cambiar en algún momento. Todo judío considera una bendición y un honor el circuncidar a sus hijos varones al octavo día de nacidos, como marca la Torá. El tema y controversia se da con los adultos, con los gentiles, es decir, con las personas que vienen de un contexto gentil. Considerando que ya vimos y escuchamos el video de la pregunta anterior sobre el “Brit Milá” (circuncisión), damos por hecho que, Pablo no cambió esta enseñanza y que no vino a modificar, reformar o mucho menos a abrogar el mandamiento de la circuncisión porque no tenía esa autoridad. Además, era una de las acusaciones que se le hacían: que él estaba enseñando que ya no había que guardar los mandamientos de Moisés, que ya no había por qué circuncidar a los niños. Entonces, estas falsas acusaciones ya se estaban generando desde los días del mismo Pablo.
REGLA DE INTERPRETACIÓN DE UN PASAJE QUE SIRVE COMO BASE
Sobre si el “Brit Milá” sigue vigente y siendo necesario para Pésaj, vamos a estudiar la base bíblica, aunque yo sé que para muchos la respuesta ya es muy clara. Primero, vamos a considerar un punto muy importante: hay una regla de interpretación para aquellos que hayan estudiado con nosotros el Instituto Bíblico, una de las 7 reglas de interpretación que desarrolló Hillel sobre la Torá, dicta que, un pasaje que sirve como padre o base para las interpretaciones posteriores, se le conoce como prototipo derivado de un versículo. Así se le llama a esta regla específica de interpretación. ¿Qué es lo que implica esta regla? Es muy sencillo, la idea de que un pasaje explícito, sirve como base o inicio para construir una regla. Se le conoce con el término de padre, para todos los casos o pasajes similares. Es decir, un pasaje que, evidentemente, viene en la Torá -pues esta es la base- y, la manera en que se interpreta se considera o se manda (en el caso de un mandato), eso funciona como la regla para todos los demás pasajes que están relacionados, conectados o que son iguales a esa situación. Nosotros sabemos que la Torá es la base de todo lo demás, sobre ella descansan el resto de los libros de la Escritura y, ninguna interpretación posterior puede cambiarla. El Apóstol Pablo, ni el mismo Yeshua vinieron a cambiarla o abrogarla, todo lo contrario, vinieron a confirmarla.
PRIMERA PASCUA EN LA BIBLIA
Vamos a leer donde se describe la primera Pascua en Éxodo 12:43-49:
“Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Esta es la ordenanza de la pascua; ningún extraño comerá de ella. Mas todo siervo humano comprado por dinero comerá de ella, después que lo hubieres circuncidado. El extranjero y el jornalero no comerán de ella. Se comerá en una casa, y no llevarás de aquella carne fuera de ella, ni quebraréis hueso suyo. Toda la congregación de Israel lo hará. Mas si algún extranjero morare contigo, y quisiere celebrar la pascua para Jehová, séale circuncidado todo varón, y entonces la celebrará, y será como uno de vuestra nación; pero ningún incircunciso comerá de ella. La misma ley será para el natural, y para el extranjero que habitare entre vosotros.” (Éxodo 12:43-49 RVR60).
Estos puntos son importantes porque estamos hablando que de aquí parte todo. Aquí surge todo lo demás referente a “Pésaj”. Por eso, podemos aplicar la regla de interpretación de Hillel sobre este pasaje. Porque es la primera Pascua documentada y celebrada en la Escritura. Podemos considerar que las reglas de esta primera celebración van a aplicar para el resto de las celebraciones de Pascua que se hicieren después. Todo el capítulo 12 de éxodo se trata sobre la narración y descripción de los lineamientos de la Pascua, de cómo hicieron los Panes sin Levadura y de la salida apresurada de Egipto. Y más adelante se encarga de escribir estos los lineamientos para las siguientes pascuas.
Lo primero que menciona es que, ningún extraño comerá de ella y, aquí, vamos a comenzar a aprender los lineamientos necesarios para la Pascua. En hebreo la palabra “nekaar” (H5236), se puede entender como una persona ajena, como un extraño, como un extranjero o, dicho de otra manera, como un pagano, pues la palabra también se puede entender de esa forma. Este extraño queda fuera de la Fiesta de Pascua porque “Pesaj” no es para quien no quiere. Por tanto, no puede participar porque lo más seguro es que ni le interesaría. Pero, si le diera la curiosidad, no es para esas personas.
Lo segundo que dice en los versos 44 y 45 es que pone otra limitante para un extranjero y un jornalero. Aquí extranjero, viene de la palabra hebrea “toshab” (H8453), es un morador, pero que está de paso y es diferente al extranjero del verso 48 debido a que son palabras hebreas diferentes y significan cosas diferentes. En este caso, se podría decir que, solo es una persona que está de vacaciones; así que tampoco es para esta persona. Debe ser una persona establecida, es decir, parte de la casa. Dice que tampoco al jornalero porque este es una persona asalariada, contratada y se puede traducir también como mercenario. Así que solo está ahí por dinero, no porque le interese. Había personas que tenían a su cargo jornaleros, pero esas personas no podían participar, porque no había un interés genuino, sino que era una cuestión económica la que lo ligaba con esa familia. Y, evidentemente, no estaría circuncidado, porque los únicos circuncidados eran los israelitas. Así que, ni el extraño, porque era una persona ajena, pagana. Ni un extranjero porque es una persona que solo está de paso. Ni un jornalero, porque solo es un trabajador que está por un salario, podían celebrar la Pascua. Porque en ninguno de ellos había un compromiso o una identificación.
¿Por qué el esclavo comprado por dinero si podía? Porque al esclavo, eso lo hacía parte de la familia. Aunque suene fuerte, en aquellos días, al esclavo se le consideraba como tal, como parte de los bienes o activos que podía tener un amo y ya era parte de la familia, porque estaba integrado a todo ese grupo familiar. “Pesaj” implica eso: debes de sentir que es para ti, que es tu fiesta, porque es tu fiesta de libertad. Pero una persona que viene de fuera, no lo va a sentir así. Es como si tú, vas a otro país y, se celebra la independencia de ese país. Puedes decir: ¡Qué bonito! Porque te gusta la fiesta y te alegras por ellos, pero no lo puedes sentir igual que cualquiera de los nacionales que ahí nacieron y tienen esa cultura e idiosincrasia. No hay manera de compararlo.
“Pesaj” es la fiesta de independencia porque en esa celebración los hijos de Israel salieron a su libertad. Entonces, si tú no te identificas con ese pueblo, tú no puedes ser parte de esta fiesta. Aquí viene el tema sobre el “Brit Milá” porque dice muy claramente en el verso 44: después que lo hubieres circuncidado. Primero la circuncisión y luego viene la celebración.
Otros detalles que se dan en los versos 46 y 47, son: se comerá en una casa. Por eso, es lindo hacerlo en casa, recordando cómo se celebró desde el inicio. Además, no llevarás de aquella carne fuera de ella, ni quebraréis hueso suyo. Toda la “kehilá” (congregación) de Israel lo hará. Aparentemente, todo ya quedó ahí. Entonces, ¿quiénes lo van a hacer? La congregación de Israel, es decir, los que sean parte de ese pueblo.
Dice el verso 48: Más si algún extranjero morare contigo, y quisiere celebrar la Pascua para Jehová, séale circuncidado todo varón, y entonces la celebrará, y será como uno de vuestra nación; pero ningún incircunciso comerá de ella. Porque también pudiese ser el caso. No es que Dios estuviera excluyendo por cuestión de etnia, ya que, siempre están las puertas abiertas para el que quiere. Aquí extranjero sería en hebreo la palabra “guer” (H1616), que implica una persona que nació en otro lugar y no nació propiamente en el pueblo de Israel, pero ya mora en Israel, ya se estableció, ya vio, ya escuchó y tiene interés. Surge en su corazón el deseo de hacer esto. Por eso, el primer filtro es cuando la persona quiere hacerlo. Como cuando quiere guardar un mandamiento, cualquiera que este sea que lo involucre con Dios, los rabinos dicen: ¡Ábreles las puertas! Ayuda a esa persona a que guarde, porque eso que está en su corazón es como una llama que hay que avivar para que, después, el viento no la apague. Entonces, si el caso fuera de un extranjero que estuviera morando ahí, ya establecido, también quisiera, dice aquí la regla: séale circuncidado todo varón, y entonces la celebrará, y será como uno de vuestra nación; pero ningún incircunciso comerá de ella. Aquí me parece que, es sumamente claro el requisito para el que quiera celebrar la Pascua. Y son las reglas de Dios. También dice que será como uno de vosotros. Ya no harás distinción y no lo vas a ver como: tú de lejos y nosotros aquí, de cerca. No, ya serán como uno solo. Por eso dice el verso 49: La misma ley será para el natural, y para el extranjero que habitaré entre vosotros. La misma Torá. No habrá ya ninguna diferencia. Esto va a aplicar para el natural y el extranjero que ya habita entre ustedes. ¿Qué implica que ya habita? Que ya conoció, que ya vio y tiene interés porque está buscando más en su corazón. Que no se conforma con estar del otro lado de la reja escuchando a medias y realmente quiere dar este paso. Así que no le cierres la puerta, pero el requisito es el “Brit Mila”.
LA IMPORTANCIA DEL BRIT MILA / CIRCUNCISIÓN
Creo que primero hay que ir y convencer a la persona para llegar a este entendimiento y entonces, sea más fácil dar las bases y razones. Aunque no está mal preguntarnos: ¿Por qué esto es tan importante? ¿Por qué tiene que ser así? Si nos damos cuenta, prácticamente la circuncisión, es el único requisito que Dios le pide a un extranjero. Porque no le dice, primero aprendes hebreo y ya cuando lo hables fluido, ya podremos considerarte para la celebración de Pascua.
Vamos a ver por qué el “Brit Mila” es tan importante y por qué se necesita de este requisito. Y, entonces, una vez que lo entendamos, vamos a decir que tiene mucho sentido. También veremos por qué tuvo que ser para “Pesaj”, porque Dios lo pudo poner como requisito en “Yom Kippur” (Día del Perdón) para que se viera el arrepentimiento. O para “sukkot” (Fiesta de los Tabernáculos) o, para “Yom Teruah” (Fiesta de las Trompetas). No. La única fiesta que tiene este requisito es la fiesta de Pascua.
Primero vamos a entender la importancia del “Brit Mila” o circuncisión. Ya que es uno de los mandamientos más antiguos de toda la escritura. Antes de que existiese Israel como nación. Antes de que existiesen las doce tribus. Antes de la entrega de la Torá en Éxodo 20, Dios ya había ordenado la circuncisión. ¿Y, a quién se lo ordenó Dios? A un hombre que es como una figura de todos nosotros, porque era un hombre ajeno a la tierra de Israel, considerado como un extranjero, que nació en una cultura totalmente pagana, llena de idolatría. Se dice que su padre era, incluso, constructor de ídolos. Y, entonces, Dios llama a Abram a caminar con Él, a creer y confiar en Él. Y él obedece, camina en fe y lo va llevando a una relación cada vez más estrecha, hasta que llega a la edad de 99 años. Momento en que cualquiera pensaría que la vida está ya resuelta o que no hay ya nada nuevo por aprender o que ya no habría cosas adicionales por agregar y, de repente, Dios le dice lo siguiente, en Génesis 17:1-14:
“Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto. Y pondré mi pacto entre mí y ti, y te multiplicaré en gran manera. Entonces Abram se postró sobre su rostro, y Dios habló con él, diciendo: He aquí mi pacto es contigo, y serás padre de muchedumbre de gentes. Y no se llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes. Y te multiplicaré en gran manera, y haré naciones de ti, y reyes saldrán de ti. Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti. Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra en que moras, toda la tierra de Canaán en heredad perpetua; y seré el Dios de ellos. Dijo de nuevo Dios a Abraham: En cuanto a ti, guardarás mi pacto, tú y tu descendencia después de ti por sus generaciones. Este es mi pacto, que guardaréis entre mí y vosotros y tu descendencia después de ti: Será circuncidado todo varón de entre vosotros. Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro prepucio, y será por señal del pacto entre mí y vosotros. Y de edad de ocho días será circuncidado todo varón entre vosotros por vuestras generaciones; el nacido en casa, y el comprado por dinero a cualquier extranjero, que no fuere de tu linaje. Debe ser circuncidado el nacido en tu casa, y el comprado por tu dinero; y estará mi pacto en vuestra carne por pacto perpetuo. Y el varón incircunciso, el que no hubiere circuncidado la carne de su prepucio, aquella persona será cortada de su pueblo; ha violado mi pacto.” (Génesis 17:1-14 RVR60).
Recordemos que esta historia fue antes de Éxodo 12, e incluso, antes de que los israelitas llegaran a Egipto 400 años antes. En el mandato de la circuncisión no hay excepción. Y, al darle la ordenanza del “Brit Milá” (aquí es donde comienza a ponerse interesante porque está conectado con la fiesta de “Pesaj”), Dios comienza a separar a Abraham de todos los pueblos. Las promesas son: Tú vas a habitar en esta tierra, ya no seguirás siendo nómada, tu descendencia se va a ubicar en una región específica y tendrán una señal en particular, que los conectará directamente conmigo. Podríamos decir que, lo está separando, prácticamente, de todos los hombres porque, aunque se dice que la circuncisión también llegó a practicarse en Egipto, le evidencia más antigua en la Biblia está en Abraham. Y, yo me inclino a pensar que, por supuesto, que en él es cuando inicia este mandamiento. Si los egipcios lo llegaron a hacer, sería seguramente, tiempo después. Entonces, lo separa de todos los hombres y de todas las creaturas, marca una distinción hasta con los animales, porque por más similitudes que podamos hallar entre los hombres y los animales porque se comparte un gran porcentaje de ADN con ellos, finalmente, la circuncisión en una señal que marca una diferencia con todos.
RAZONES PARA EL BRIT MILA / CIRCUNCISIÓN
Hay bastantes razones adicionales que podríamos encontrar para realizar el “Brit Mila” porque tiene que ver con el dominar los instintos carnales, la cuestión de la sexualidad, por motivos de pureza e higiene. Está comprobado, por ejemplo, que se reduce la probabilidad de enfermedades por transmisión sexual tanto para el hombre como para la mujer. Hay investigaciones que comprueban que el cáncer de pene se redujo a 0%. No hay ningún varón que haya padecido cáncer de pene al estar circuncidado, así que es una enfermedad exclusiva de los incircuncisos. Se comprobó que los circuncisos carecen en forma considerable de distintos tipos de infecciones, como el herpes genital, en relación con los no circuncidados. En el caso de la mujer, hablando del cáncer de cuello cervicouterino, el porcentaje es mucho menor en mujeres cuyo esposo se encuentra circuncidado. Estas son razones respaldadas por la ciencia y la medicina.
Así mismo, la idea del “Brit Mila” es tomar conciencia de ese pacto y de que nuestra relación con el Eterno debe ser en la intimidad. También se dice que es una marca, porque en aquellos días, a los esclavos se les marcaba -aunque esto suene fuerte-, porque esta marca no te la puedes quitar y dice que eres propiedad del Eterno.
También hay una enseñanza que es: “No hay santificación sin sacrificio”. Recordémoslo bien, la santidad implica en muchos casos un sacrificio, un esfuerzo de nuestra parte. Finalmente, también la circuncisión implica quitar la carnalidad, porque la palabra prepucio en hebreo es “orlá” (H6190) e implica un obstáculo, un impedimento. Entonces lo que nos impide, nos estorba para alcanzar la santidad, es, precisamente, la carne. Así que, es como quitar el “Yetzer hará” (malos instintos, carnalidad) de nosotros para poder encaminarnos hacia la santidad.
Continuando con los versos 11 a 14 del capítulo 17 de Génesis, vemos que, así como una persona recién casada enseña su anillo de matrimonio porque se siente orgulloso de ese pacto. Aquí no podemos enseñarla, pero sabemos que es una señal entre el Eterno y nosotros. La palabra linaje implica que no fuera de tu raza, de tu etnia. No importa su procedencia, si es alguien que forma parte de tu fe, de tu familia, de tu creencia, tendrá que ser circuncidado, como lo indica el mandato: al octavo día. Entonces, ¿por qué Dios le da el mandato a Abraham a los 99 años? Esto es una enseñanza de que no importa la edad, si no te tocó al octavo día, no es motivo para no hacerlo. Lo importante es entrar en el pacto con Dios.
Aquí nos queda muy claro, entonces, el “Brit Mila” fue antes de la torá, antes de las 12 tribus, antes de la primera Pascua. ¿A qué nos apunta todo esto? Hay un principio que dice: “Las promesas NO invalidan los pactos”. En este caso, no porque haya venido la Torá o los mandamientos, estos NO anulan el pacto. Al contrario, lo refuerzan. Pero, bajo esa misma línea de pensamiento, no porque Yeshua haya venido, muerto y resucitado, NO implica que haya cambiado la Torá o la haya abrogado, así como los pactos con Abraham. Al contrario, Yeshua vino a reafirmar los pactos. Yeshua mismo fue circuncidado al octavo día de nacido. Esto es importante para considerar. No fue circuncidado porque fuera judío o su madre fuera judía, sino porque simplemente es un mandato de Dios para todos los varones. ¿Para quién es la circuncisión? Para todos los descendientes de Abraham, para todos aquellos que quieren estar en pacto con el Eterno.
La fiesta de la Pascua busca separarnos del mundo. Hacer una distinción entre el mundo (Egipto) y aquellos que están saliendo de él. A Abraham se le llamaba el hebreo, porque hebreo significa “el que cruza el río”. Entonces, fue una persona que dejó Babilonia y el Egipto espiritual para caminar en obediencia con el Señor. La fiesta de la Pascua nos da ese mismo mensaje, hay que dejar el mundo para caminar hacia la santidad, los pactos y los mandamientos de Dios. Esto nos muestra que el precepto del “Brit Mila” está conectado con la Pascua y por eso, Dios lo pone como un requisito. Porque si una persona no está dispuesta a hacer la circuncisión, no está dispuesto a llevar esta señal que implica estar pacto con Él.
SE CONVIERTE EN UNA SEÑAL
El “Brit Mila” como pacto no se entrega a una nación, sino a un individuo, que como Abraham deja todo: su tierra, su parentela, para abrazar el pacto con Dios y caminar en obediencia a la voz del Eterno. Él es el ejemplo. Entonces, cuando una persona venga de un contexto como el de Abraham, un contexto gentil, pagano, ajeno a la Torá, pero toma la decisión (al igual que Abraham), de dejar su idolatría, de obedecer al Eterno, sin duda, en algún momento también va a estar dispuesto a entrar en este pacto. Por eso, el “Brit Mila” es un requisito para “Pesaj” porque es como un filtro: si la persona no quiere, no está dispuesta o no es su tiempo todavía, quiere decir que aún no se siente parte de ese pueblo, ni es parte de la casa, ni se identifica con Abraham, Isaac ni Jacob de todo corazón. Por eso, es tan importante la circuncisión y, yo lo veo así, es como un filtro que Dios puso naturalmente porque la fiesta de Pascua es tan importante como dijo el Apóstol Pablo: “El que come o bebe indignamente de la cena del Señor, se hace responsable de la muerte del Señor.” Ya que no lo hace con la seriedad debida, ni considerando el sacrificio que implicó para que tú y yo pudiésemos salir libres. Por eso, es la misma idea que en Éxodo 12, un extranjero, una persona que solo está de paso, que no le interesa, que no lo haga.
En el caso de Egipto, solo los que creyeron, los que se dejaron marcar con la sangre en sus hogares, fueron los que salieron de ahí. De la misma manera, yo creo que el “Brit Mila” es un pacto de sangre y aquel que se deja marcar, significa que está dispuesto a amar.
¿Por qué Pablo no lo enseña así? ¿Por qué no nos hizo una lista de los requisitos de la Pascua en la carta 1a Corintios 11? ¿Por qué no dijo: a ver gentiles, corintios, efesios, circuncídense y listo? Número 1, porque aplica la regla de la que hemos hablado, Pablo no va a enseñar lo que ya es universalmente aceptado y que está claramente escrito en la Torá. Pablo no tiene por qué ocupar, sobre todo en ese tiempo, el espacio del pergamino, la tinta que era costosa, para explicar lo que ya todo el mundo sabía y aceptaba. Para Pablo, aquel que quiere celebrar “Pesaj” es porque ya ha dado los pasos de fe necesarios, incluido el “Brit Mila”. Así, aunque Pablo enseñe la Pascua a los corintios o a otro pueblo, él no puede saltarse las reglas de lo que está establecido en la Torá, ni porque considere que la circuncisión del corazón realmente nos da la identificación como judíos, ni pueblo de Dios. Eso no cambia, ni abroga, como ya hemos comentado, la circuncisión de la carne. No es lógico pensar que, Pablo ahora hace ciertas adecuaciones a la Pascua, como si fuera muy gravoso para que les sea más fácil. Entonces, lo pudo haber hecho para otra fiesta. Como en Yom Kippur decir, no hagan todo el ayuno, solo medio ayuno. Que los judíos ayunen el día completo, pero los gentiles medio ayuno porque les puede ser más complicado, se pueden desanimar, están empezando, etcétera. ¡NO! Si Pablo no cambió ninguna regla de ninguna otra fiesta, ¿por qué lo haría para la Pascua? Las reglas están establecidas desde la primera Pascua, donde dijo Dios: la misma ley será para el extranjero y para el natural que habitaré entre ustedes. No hay acepción de personas para con Dios. Si Él es el mismo Dios de los judíos y el mismo Dios de los gentiles, tiene que aplicar las mismas reglas. Hoy en día tendría que ser igual, si un judío no circuncida a su hijo al octavo día, tendría que circuncidarlo para celebrar la Pascua, pues es lo primero.
¿Por qué, aparentemente, se les facilita a los judíos? O ¿por qué este no es un tema complicado? Porque simple y sencillamente, los circuncidan al octavo día y nadie se está preguntando o cuestionando. El problema lo tenemos, los que venimos de un contexto gentil. Hay que ser francos y honestos, para nosotros es lo adverso y debemos esforzarnos más. Por eso, dice Pablo en la carta a los Romanos: ¿tiene ventaja el judío? La respuesta es: Si, de muchas maneras. Y, esta es una de ellas. Así de claro, así de simple. Y, las personas que les han circuncidado adultos van a decir que esto es “emet” (verdad). Porque si sus padres hubiesen sido judíos, que lo hubieran circuncidado al octavo día, ni memoria tendría de eso, no tendría ningún conflicto. Y es curioso, porque sobre este planteamiento del “Brit Mila” si le preguntas a las mujeres, todas dicen: Que los circunciden. Porque empiezan a analizar el tema, ven las ventajas de todo lo que implica. Y, no conozco yo, al menos, una mujer que diga que no.
Entonces, por donde le busquemos, no hay razones para pensar que el “Brit Mila” ha quedado abrogado para celebrar la fiesta de Pascua. Yo considero que sigue vigente, porque es un requisito para dejar nuestro pasado, nuestro paganismo e idolatría, ese Egipto espiritual del que salimos y que, implica que te quieres integrar y quieres ser parte de la familia del pueblo del Eterno.
La puerta está abierta, no es que Dios lo ponga como una barrera, simplemente es una manera de poder filtrar que, el que quiere celebrar la Pascua es porque realmente se identifica y siente que quiere entrar en pacto con Dios.
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