¿POR QUÉ LOS DISFRACES DE PURIM? 

Bienvenidos a “Respuestas en la Biblia”, vamos a seguir conociendo más de las fiestas, de la Escritura, a través de preguntas, ya que es una buena forma de profundizar en el conocimiento y la voluntad del Eterno. El día de hoy, en la pregunta No. 145 que dice: ¿Por qué los disfraces de “Purim” (Suertes)? Es muy sabido que, una parte característica de la fiesta de Purim son, justamente, los disfraces. Ya hemos analizado algunos otros elementos como: ¿Cómo se guarda la fiesta de Purim? En otro video de esta serie de “Respuestas en la Biblia”, el cual te invito también a escuchar y ver. Hoy vamos a enfocarnos en particular en el porqué de los disfraces; ya que es uno de los aspectos más controversiales de la misma festividad.  

¿POR QUÉ DISFRAZARSE EN PURIM?           

La fiesta de Purim es una fiesta histórica, no es una fiesta ordenada en la “Torá” (Instrucción, Ley). Desde aquí estamos viendo que es una fiesta que podríamos llamarla como ‘opcional’ para la cuestión de celebrarla o no. Sin embargo, esta fiesta sí tiene una base bíblica. También debemos ser justos con lo que implica las fiestas, tanto “Januka” (Fiesta de las Luces) como Purim (Fiesta de las Suertes), ya que tienen una base histórica que aparece en la Biblia. En este caso, la fiesta de Purim tiene su sustento bíblico en el libro de Esther, que aparece en todas las biblias sí o sí. Así que, no es que esté fuera de la Biblia, sino que está fuera de la ‘Ley o Pentateuco’ (Primeros cinco libros del A.T.). La base bíblica para guardar esta fiesta está en el libro de Esther en el capítulo 9. 

En el tema de los disfraces, debemos darnos cuenta de que, a lo largo de los años, como suele suceder en todas las culturas: las fiestas o tradiciones se van enriqueciendo. No se mantienen intactas a como se dieron originalmente. Con el pasar del tiempo es común que se le vayan agregando, quitando o modificando ciertas costumbres. Ello tiene mucho que ver con los lugares donde se celebren. Así, la fiesta de Purim no ha sido la excepción. Desde los días posteriores a “Mordejai” Mardoqueo ha habido, evidentemente, una serie de cambios y añadiduras de otras tradiciones. En este caso, los disfraces, podemos decir que son parte del enriquecimiento de la fiesta. En lo personal, así pienso que ha sido. Sin embargo, también tienen una mayor profundidad de la que aparentan y eso es, justamente, la parte paradójica de Purim, porque la fiesta, en sí misma, es un disfraz de santidad y oculta un mensaje muy profundo. ¡Y vaya que están conectadas estas palabras de lo oculto y disfraz con lo que Dios quiere hacer! 

La razón básica para disfrazarse en Purim es porque nos enseña que, muchas veces, las cosas no son lo que parecen. Esto es totalmente cierto si analizamos la historia en el libro de Esther. De hecho, Esther no era realmente su nombre, ella se llamaba “Hadassah” y era una joven hebrea. Así que Esther no era Esther, del mismo modo que, Hamán no era tampoco Hamán. Satanás estaba detrás de Hamán, estaba disfrazado de él. Dice 2 Corintios 11:14:

 “Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz.” (2 Corintios 11:14 RVR60). 

Si se trata de disfraces, déjenme decirles que, aun satanás usa un disfraz de ángel de luz. Así que, no es el único que se puso un disfraz, ni Mardoqueo, ni Esther, también satanás se ha puesto muchos disfraces. De igual manera, dice ahí mismo en 2 Corintios 11:15:

 “Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras”. (2 Corintios 11:15 RVR60).

 Podemos comprobar que a satanás y a sus ministros también les gusta disfrazarse. En ese disfraz la intención no cambia. En el disfraz de Hamán la intención de destruir al pueblo del Mesías, seguía intacta. Así que, hay más disfraces de los que pensamos en este mundo.

Una característica del libro de Esther es que, no se menciona el nombre de Dios. Es el único libro donde no se menciona el nombre de Dios. Y ello, no significa que Dios no estaba ahí. Purim nos enseña que Dios también se disfraza muchas veces en nuestra vida y que debemos aprender a verlo detrás de esos disfraces. A veces, lo logramos cuando nos damos cuenta, pero otras veces, no lo logramos porque no nos damos cuenta de que estaba Dios ahí. A veces, vemos en retrospectiva y nos damos cuenta de que, Dios estaba detrás de un suceso. Que “HaShem” (El Nombre) estaba detrás de una circunstancia o estaba disfrazándose de alguna persona. Pero era Él quien estaba delante de ti o detrás de ti o rodeándote. Era Dios tomando un disfraz. La naturaleza misma, de cierta manera, es como un disfraz, por medio del cual Él se revela. De eso se tratan los disfraces, de notar que no todas las cosas son como parecen, pero Dios está detrás de todo ello. 

Es interesante porque la palabra Esther es similar o prácticamente igual a la palabra hebrea “Hesther” o Esther que significa ‘oculto’, así que podríamos pensar que, la palabra Esther en hebreo significa oculto. Y eso era lo que exactamente estaba sucediendo; Dios se estaba ocultando. Esther se estaba ocultando como una reina de Persia para, finalmente, ayudar en una redención muy necesaria. De alguna manera, reflexionando sobre la fiesta de Purim y, particularmente con el tema de los disfraces, nos muestra que todos ocultamos algo. De cierta manera, todos adoptamos un disfraz en esta vida. Algunos dirán: ‘Qué falsedad. Deberíamos de mostrarnos tal y como somos’. ¡Ciertamente! Pero no me refiero a un disfraz en el sentido hipócrita. Me refiero a un disfraz porque muchas veces tenemos que ponernos el traje de padres, el de esposos, de maestros, etcétera. De muchos otros roles en la vida que debemos llevar a cabo y de los cuales tomaremos el papel. Así como una persona que actúa en una obra de teatro, se pone su atuendo, su disfraz, porque ahora representa a ese personaje y juega con ese papel. Entonces, nosotros en la vida también. No sabemos propiamente quiénes somos hasta que, las circunstancias nos muestran lo que somos. De hecho, se dice que nosotros realmente sabemos quién es una persona, hasta que las condiciones sacan lo que realmente es. 

La fiesta de Purim es justamente el recordatorio de que esta joven y, en general, muchos judíos, no revelaron su identidad hasta que llegó la circunstancia que los hizo unirse y los hizo sentirse verdaderamente como un pueblo único. Esther ocultó, guardó su identidad, hasta el momento preciso. Y yo creo que, estamos en ese papel, en ese rol que jugamos en esta gran obra que es la vida, pero nuestro verdadero papel está por revelarse. En el libro de Apocalipsis 2:17:

“El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.” (Apocalipsis 2:17 RVR60).

 Esta va a ser nuestra verdadera identidad y nombre y solo hasta ese momento nos será revelado. 

DISFRACES PARA UN OBJETIVO MAYOR

Esther no es el único caso en la biblia que podríamos decir que se disfraza. Hay más casos en la Biblia en los que se usaron disfraces. Fue justamente por un disfraz que se logró la salvación del pueblo judío; sin embargo, ese disfraz no sería para siempre. Esther tuvo que mostrar quién era y en ese momento revelar su verdadera identidad. Esther también es un símbolo, una figura del Mesías. Y mientras usó ese disfraz, eso le permitió tener el favor del Rey.  

Hay algunos personajes que podemos identificar a lo largo de la historia que, también, usaron un disfraz para lograr algo trascendental en la historia del pueblo de Israel. A veces, puede parecer como algo insignificante, pero no lo es, porque cada historia en la Biblia está escrita porque está conectada con el Eterno, con la redención del Mesías y eso es muy importante. Uno de los que podemos mencionar que se disfrazó fue, justamente, “Yaacob” (Jacob) el patriarca, quien se disfrazó de Esaú, su hermano, para obtener una bendición. Aquí también hay algo curioso, si lo vemos proféticamente, se disfrazó de Esaú para obtener la bendición del primogénito de parte de su padre. ¡Imagínate! Si no hubiese tomado el papel de Esaú, si no hubiese tomado su ropa, ni aparentado parecer Esaú, no hubiese obtenido la bendición. Sabemos que aquí también entra el tema de que mintió y engañó, por algo tuvo sus consecuencias. Pero, finalmente, había un objetivo mayor, un llamado más importante y una aspiración espiritual mucho más alta que le implicaba tomar esta bendición. 

Otro personaje que, podríamos decir que se disfraza, es una mujer: “Leah” (Lea). Ella también se disfrazó de su hermana “Rajel” (Raquel) el día de su boda para tomar su identidad y poder casarse. Ella quería casarse porque de no haber querido, evidentemente, no lo hubiera hecho. Ella quería un esposo y como su hermana era muchísimo más guapa que ella, parecía que ya se le había pasado su hora y su padre también lo sabía. Si no las casaban jóvenes, luego de cierta edad era como más difícil. Así que, su padre se lo pide y ella, voluntariamente, toma el papel de su hermana, incluyendo la noche de bodas. En aquella época, las bodas eran de noche, con velo sobre la cara y, seguramente, las hermanas eran de complexión muy similares. Así que, Jacob muy contento trabajando 7 años por su esposa y, ¡oh!, sorpresa por la mañana, no era la mujer que él había pensado. Finalmente, si pensamos un poco en Lea, en su corazón, en que ya era mayor para casarse, que tenía como característica física los ojos delicados (lo que podía implicar que fuese bizca, que se le fuera un ojo chueco o tuviera estrabismo), es decir, una circunstancia que implicaba que era difícil que se casara. Su anhelo, como el de muchas mujeres, era casarse y tener hijos, por lo que vio en esta situación su única oportunidad, por lo que acepta tomar el disfraz de su hermana. Una vez más, a lo mejor, no fue la mejor manera, pero por obediencia a su padre y por el deseo de casarse, Dios lo usaría para algo bueno. 

Otra mujer que toma una apariencia diferente o disfraz de forma más evidente es el caso de Tamar. Es la historia de Tamar y Judá que conlleva también un conflicto moral porque Tamar se disfraza de prostituta para que, finalmente, pudiera tener un hijo. Su anhelo y, como parte de la justicia establecida era que, el último hijo de Judá se casara con ella, pero Judá se lo había negado. Por tanto, ella se disfraza para alcanzar este fin de tener un hijo y dar descendencia a Judá, de donde vendría el Mesías. Aquí vemos que no solo fue un acto en la carne. Por supuesto que no. Fue un hecho con la intención de dejar una descendencia, de tener un hijo y conservar el linaje. Es muy interesante pensarlo desde esta perspectiva. 

Un personaje más que se disfraza y que, por supuesto, es muy conocido es “Yosef” (José), que se disfrazó completamente de egipcio. Tomó toda la imagen y atuendo de un egipcio. Pero, con este disfraz, salvó a su pueblo y salvó a Egipto (mundo), pero principalmente, salvó a su familia. 

Entonces, nos damos cuenta de que este tema de los disfraces está conectado con la fiesta de Purim. Esther no es el único caso en que alguien se haya disfrazado. Y con los disfraces de Purim recordamos y tomamos mayor conciencia de que, Dios se disfraza muchas veces en nuestras vidas o permanece oculto y no lo vemos a simple vista. Y, como hemos visto, no solamente él, también varias figuras o personajes que al final han concretado un plan grandioso de parte de Dios. Y, como les decía, un plan impresionante dentro de la redención como en el caso de José, Tamar, Lea, Jacob, etcétera. Fueron personas únicas y especiales que tomaron otra apariencia para lograr un propósito mayor y formar parte de un objetivo más importante. Entonces, esto es parte de lo que tendríamos que pensar cuando nos disfrazamos en Purim. Y por eso, es por lo que hay disfraces en Purim y la insistencia en disfrazarse. ¿Qué tienen en común estos 4 personajes? Que, por causa de su disfraz, cumplieron parte del pan y de la voluntad que Dios tenía para Su pueblo. Jacob la bendición. Lea un esposo. Tamar la semilla para procrear un hijo. José puso a prueba el corazón de sus hermanos y con ello termina salvando a su familia y al pueblo. Y, parte de todo esto también lo hizo Esther. 

En este caso, hay algo más importante que el mero hecho de jugar a los disfraces. Por eso les digo que, a veces, la santidad y los mensajes profundos se disfrazan de algo más. ¿Cuándo surgen los disfraces? No hay una evidencia clara de cuándo surgió esta costumbre, algunos consideran que surgieron en la Edad Media en las comunidades judías de Europa, particularmente en Roma. Otros, aseveran que vienen de mucho tiempo antes. Aunque no tengo una respuesta precisa de cuando surge esta costumbre de los disfraces. Sin embargo, si lo vemos bíblicamente, hay una gran base y respaldo para pensar el porqué de los disfraces. 

Ahora, algo que tienen en común estos personajes de los que hablé de que se disfrazaron, aunque no fue lo ideal o, incluso, lo correcto, como en el caso de Jacob. Al final, Dios los respaldó y estuvo con ellos para lograr el objetivo que al final buscaban. Un objetivo más allá de un deseo egoísta o personal, sino que involucraba a las siguientes generaciones. Entonces, en este caso, y digo solo para este caso, porque no podemos ponerlo como una regla, el fin justificó los medios. Así que, por eso, en Purim podemos disfrazarnos, porque solo estamos usando un medio para obtener un fin. Un fin que tiene que ver con la alegría, con la santidad y con recordar que, a veces, Dios se oculta y se disfraza porque las cosas no siempre son lo que parecen. Que la redención puede estar cada vez más cerca, solo hay que pasar por momentos difíciles porque siempre ha sido así. 

YESHUA Y SU “DISFRAZ”

Finalmente, hablando de personajes, yo les pongo aquí el título: Yeshua y su “disfraz” entre comillas, porque si analizamos de qué han disfrazado a Yeshua el hebreo, el maestro, el rabino, el judío, podríamos decir que lo disfrazaron de “Jesús”, de “Jesucristo” y de “Cristo”. Y, de cierta manera, podemos pensar que sí. De Yeshua, al menos ahora, la gente tiene más la imagen (por las representaciones gráficas), de alguien como si fuera sueco: rubio, con cabello y rizos dorados, con ojos de un azul impresionante o verdes. Aunque, no sabemos con certeza, la apariencia física de Yeshua es poco probable que fuera así, por los rasgos de las personas de aquellos días en medio oriente, pero, en fin. El caso aquí es que, al menos en la imagen, se aleja de lo que sería un rabino hebreo. Entonces, de cierta manera, podríamos pensar que Yeshua también ha tomado un disfraz, pero con una intención, al igual que los personajes de los que hablábamos. Así como ellos, tomó un disfraz con objetivos mucho mayores, entre ellos, la salvación. Podríamos pensar que Yeshua, con tal de alcanzarnos; así como a todos aquellos que estaban en el cristianismo, tomó una imagen cristiana, romanizada, tal como Roma se la dio, no por casualidad, sino por una razón profética. Ustedes recordarán el pasaje donde los soldados romanos le ponen una capa romana, un báculo y una corona como si fuera un rey romano justamente. Por ello, le rinden pleitesía y honores, como en una burla. Pero, históricamente, eso es lo que habría de suceder. Yeshua a lo largo del tiempo perdió esta identidad hebrea, así como José y, ahora, tiene un disfraz o una imagen que no corresponde a quién es Él. Pero, en algún momento, así como en la historia de Purim, Así como lo hizo Esther, se revelará en el momento más importante y necesario. En el momento de la redención. Por tanto, ese momento está cada vez más cerca para nosotros y eso es muy emocionante, por supuesto. 

¿DISFRAZARSE O NO EN PURIM?    

Ahora, sobre la pregunta: ¿debemos disfrazarnos o no para Purim? Pues, por supuesto, que esto es una decisión personal, no es un mandato, pero es parte de la alegría de la fiesta. Sin embargo, yo creo que aquí si debe haber un cerco, un límite o enmarcar el tema de los disfraces, lo cual digo abiertamente por qué aún dentro del ámbito judío puedes ver cualquier tipo de disfraz que no está relacionado, ni conectado con la Escritura, ni con ninguno de los personajes de la Biblia. Y yo creo que esto si hay que evitarlo a toda costa, porque la idea del disfraz es que nos haga sentir y creer algo. Por eso, hay un dicho que dice: ‘Como te ven, te tratan, como te ves, te venden’. En este caso, la idea de los disfraces, yo los veo como un motivo para inspirarnos en un personaje bíblico por sus características o por ciertas virtudes que tenga esta figura y, tomarlos por eso o con base en eso. Pero disfrazarse de un personaje que no tenga nada que ver con la Biblia, ¿dónde está la santidad o qué inspiración me va a dar? Disfrazarse de un superhéroe no tiene ninguna relación con la fiesta de Purim. No me digan que no hay ningún personaje bíblico que no nos inspire a disfrazarnos de ellos. Por tanto, si se trata de disfraces, yo creo que, lo ideal es que sea llevado a esta parte donde sean bíblicos y guardando, evidentemente, otros aspectos de la misma Escritura como el recato, la modestia, no siendo de tropiezo para otros. Porque de lo contrario, vamos a caer en la crítica tan común del mundo, así como de las personas en Raíces Hebreas que no están de acuerdo con la fiesta de Purim, ya que dicen que se asemeja a un carnaval. Que es una imitación y si es cierto, porque si buscamos imágenes en internet de la celebración de Purim en Tel Aviv o en Israel, nos vamos a encontrar con cualquier tipo de fotos, disfraces e improperios que no tienen nada que ver con un contexto de santidad, del ayuno de Purim y de lo que nos quiere dar como mensaje el Eterno. Así que, sea Dios veraz y todo hombre mentiroso, no por la infidelidad o deslealtad de unos, será anulado lo demás. 

Por tanto, yo creo que si podemos celebrar esta fiesta con un carácter de santidad y con mucha alegría, porque ya vimos que es parte de la fiesta, guardándola con esta idea que hemos aprendido hoy sobre los disfraces. 

Esto es parte del porqué los disfraces en Purim. Si fue de bendición te invito a que lo compartas y a que, en la próxima fiesta de Purim, con esto en mente, si te disfrazas o no, sea para darle gloria al Eterno en todo lo que hagamos. 

Que el Eterno te bendiga y te espero en la siguiente fiesta de Purim para alegrarnos juntos. 

CategoríaPurim
Escribe un comentario

*

Your email address will not be published.

© 2012 -2024 KEHILÁ Camino a Emaús.
Todos los derechos reservados

Síguenos en:           
Abrir chat
¿Necesitas ayuda?
¡Shalom!
¿Como podemos ayudarte?
Menu