¿CUÁL FUE LA SEÑAL QUE LE PUSO DIOS A CAÍN? 

Vamos a buscar primero entender el contexto de esta pregunta en la historia que se encuentra en Génesis 4:1-16:

 “Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he adquirido varón. Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra. Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante. Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante? Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? Y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él. Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató. Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano? Y él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra. Ahora, pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano. Cuando labres la tierra, no te volverá a dar su fuerza; errante y extranjero serás en la tierra. Y dijo Caín a Jehová: Grande es mi castigo para ser soportado. He aquí me echas hoy de la tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará. Y le respondió Jehová: Ciertamente cualquiera que matare a Caín, siete veces será castigado. Entonces Jehová puso señal en Caín, para que no lo matase cualquiera que le hallara. Salió, pues, Caín de delante de Jehová, y habitó en tierra de Nod, al oriente de Edén.” (Génesis 4:1-16 RVR60). 

La mayoría ya hemos leído este pasaje y conocemos gran parte de la historia de Caín y Abel, de Adán y Eva, pues hemos hablado frecuentemente en esta serie sobre estos personajes. Particularmente, el libro de Génesis es uno de los que nos provoca más dudas que cualquier otro libro, debido a que la información es muy general y nos despierta la curiosidad, así como este tema. 

De aquí viene la pregunta: ¿cuál sería esta señal puesta en Caín? Como ya leímos, Dios le da este detalle en respuesta a la preocupación que tiene Caín de que cualquiera que le viese, lo pudiese matar. Sin embargo, lo que ya estaba establecido como juicio, como castigo, se habría de cumplir para él, es decir, sacarlo o expulsarlo del lugar donde habitaba. 

ORIGEN DE LA PALABRA: SEÑAL    

Buscando un poco más sobre el origen de la palabra señal, en el hebreo, acorde a la concordancia Strong, es “ot” (en el sentido de aparecer o que se muestra); señal (literal o figurado). También se traduce de diferentes maneras como: bandera, baliza, monumento, augurio, prodigio, evidencia, etc. – En otros lugares de la Biblia, la palabra se traduce como: dar (por señal), divisa, enseña, maravilla, señal. La realidad de todo esto es que, no está del todo muy claro, la palabra en sí misma, qué podría significar como señal. Para algunos rabinos, la palabra “ot” también puede implicar una letra. 

Ha habido una gran cantidad de propuestas sobre cuál pudo haber sido esta señal que el Eterno dio a Caín, para diferenciarlo o hacer una distinción de los demás. Algunos opinan, que después de este asesinato, le quedó una cicatriz como la evidencia de la lucha con Abel, pues al parecer este se defendió. Aunque no lo sabemos con certeza, si hubo una lucha entre ellos o un forcejeo, pues le queda esta cicatriz como una marca. Otra posibilidad, un poco más alejada, es que se le puso una marca indeleble (como un tatuaje), con la cual las personas le reconocerían. Aunque esto es más difícil de pensar que haya sido el caso. Otras personas atribuyen una marca visible en la frente, como una señal, lo cual tiene un poco más de posibilidades de haber sido así.  

UN CAMBIO DE COLOR DE PIEL        

Partiendo de las hipótesis anteriores, hay una que durante muchos siglos cobró mucha fuerza entre los mormones, principalmente; incluso en algunos grupos bautistas muy antiguos. Fueron doctrinas que perduraron y están documentadas en grupos bíblicos y que creen que Dios le cambió el color de la piel a Caín. Y buscando una explicación más evidente, para que fuese más claro quién era Caín y no lo matasen, dándole una señal inequívoca para todos los habitantes de la tierra, que básicamente en ese momento, tenían el mismo color de piel. De esa manera, Dios le cambió el color de piel, haciéndolo “morenito” o de raza negra. Entonces, a partir de ahí, comienza la idea de que las personas de raza negra tendrían una conexión directa con Caín, si es que fue así verdaderamente. 

Pero, para comenzar, no sabemos si todos tenían el mismo color de piel, porque no hay cómo saberlo tal cual. ¿Quién dice que no era al revés: que todos eran de raza negra y a Caín lo hizo blanco o “güero”? Si se trata de buscar argumentos como los usados para discriminar y para el racismo, también podemos pensar que fue exactamente a la inversa. Solo que a lo largo de la historia no fue así, sino que se usó esta llamada “marca de Caín” para el tráfico de esclavos y el racismo. Incluso, está documentado que, al sur de Estados Unidos, el 40% de los pastores tenían esclavos de raza negra dentro de su servidumbre. ¿Cómo justificaban esto? Con algunos versos de la Biblia que estaba permitida en esos días y que decían que eran descendientes de Caín. Finalmente, eran excusas para hacer lo que cada quien quería. Lo comento porque no es una idea que haya pasado desapercibida, sino que es algo que perduró por muchísimo tiempo y eso trajo estragos. Como muchas otras veces sucede con la Escritura, que se usa un verso fuera de su contexto para generar una doctrina. 

Aun así, si a Caín se le hubiese transmitido una especie de señal, como evidencia de esta maldición, sus descendientes hubiesen perecido en el diluvio, y aunque Dios le hubiese cambiado el color de piel, al venir el diluvio, hubiese muerto su genealogía. A excepción que una de las esposas de los hijos de Noé, hubiese sido descendiente de Caín, entonces sus hijos deberían llevar esa misma señal. Pero esta hipótesis es como si tratáramos de estirar más todo esto para justificarla. 

Entonces, hasta el momento, no podemos saber cuál fue la marca que Dios puso a Caín, pero yo me inclino a pensar que esta señal tiene relación con algo personal. Es decir, era algo propio de Caín y no una señal que seguiría transmitiendo Caín a lo largo de su descendencia. Era algo particular que Dios puso sobre él, en ese tiempo y contexto que le tocaría vivir. 

LA ADVERTENCIA COMO SEÑAL  

Otra posibilidad, para otros, es que la advertencia misma que Dios le da a Caín es la señal en sí misma. Génesis 4:14-15:

 “He aquí me echas hoy de la tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará. Y le respondió Jehová: Ciertamente cualquiera que matare a Caín, siete veces será castigado. Entonces Jehová puso señal en Caín, para que no lo matase cualquiera que le hallara.” (Génesis 4:14-15 RVR60).

 Si lo vemos en el orden que aparecen las palabras, nos da a entender que primero Dios le da una advertencia y que luego puso una señal en él. Pero al proferir Dios estas palabras, pudo haber sido de manera simultánea, porque el Eterno mismo está decretando esto como una señal. Y es evidente, que este dicho o advertencia fue sumamente conocida y difundida. Todo mundo sabía que el que mataré a Caín, siete veces, sería castigado. 

La Palabra de Dios, en varios pasajes, puede fungir como una señal misma, como en Jeremías 44:29:

 “Y esto tendréis por señal, dice Jehová, de que en este lugar os castigo, para que sepáis que de cierto permanecerán mis palabras para mal sobre vosotros.” (Jeremías 44:29 RVR60).

 Así como en Isaías 38:7:

 “Y esto te será señal de parte de Jehová, que Jehová hará esto que ha dicho:” (Isaías 38:7 RVR60). 

Ambos versos nos ayudan a tratar de entender y explicar la señal posible que se le puso a Caín como un distintivo que lo marcaría con respecto a los demás, ya que el temor de él era que, cualquiera que lo hallaré, lo mataría. Entonces, el Eterno hace esta distinción para que no le sucediera. 

Aquí hay algo interesante, una idea que vamos a empezar a desarrollar del mismo pasaje. Aun con el pecado que Caín comete y que, por supuesto, pasa a la historia, pues no hay manera de pensar en Caín sin recordar o tomar en cuenta el asesinato de su hermano Abel. Pero, a pesar de esta situación, podemos ver esta señal de Dios como una muestra de misericordia y compasión, como una advertencia para los demás. Tú, Caín, serás una señal misma de que Yo he declarado: ¡Cuidado el que se meta contigo! Por eso dice: cualquiera que matare a Caín, siete veces será castigado. Así los demás pensarían: si a Caín le tocó esto, ¿cuánto más al que matare a Caín? La idea es difundir este mensaje, esta palabra que quede como una señal de advertencia para todos. La idea es que la señal no sería para él, sino para los demás. De cierta manera, Dios está buscando que no se derrame más sangre y no se tome venganza sobre Caín. Y, al difundir este dicho, de cierta manera lo protegería de que lo mataran. 

EL EXILIO ES UNA SEÑAL  

 Vamos a ver otra posibilidad, en la que el exilio en sí que se le decreta a Caín sería, como tal, una señal. Esta es otra hipótesis para explicar que la señal y el exilio, el destierro o diáspora que le tocaría vivir a Caín serían, entonces, la señal en sí mismas. Porque, al parecer, la gente se encontraba ubicada en este plano de la tierra, pero ahora, con esta advertencia, Caín sería expulsado de ese lugar. Por eso, leemos en el verso 16, después que Dios le puso esta señal, que Caín salió de delante del Eterno y habitó en tierra de Nod (errante) al Oriente del Edén. Seguramente tomó este nombre este lugar, por la migración que tuvo Caín al dejar el lugar que ocupaba con su familia, con Adán y Eva. 

Entonces, su exilio y su habitación lejos, sería una forma de aplicarle lo que en el término hebreo se conoce como “karet” (cortado), por tanto, es una forma de decir que lo cortaron, desecharon o expulsaron de la comunidad. Este es un término que se repite y aplica posteriormente en los libros de Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio como forma de disciplina y castigo para ciertos pecados, principalmente los más graves. Se le aplicará “karet”, será cortado del pueblo. Y esto mismo está haciendo Dios aquí. Muchos de los principios que leemos en la Torá (Instrucción), después de Moisés, ya existían en el libro de Génesis. Prácticamente, todo está ahí, asentando las bases de la ley escrita. Y esta hipótesis es una evidencia más de esto, pues el exilio de Caín indicaba que algo grave debió haber pasado para llegar a esa circunstancia. Eso ya es como una señal para saber la disciplina y el castigo fuerte que recibió Caín. Dice en Ezequiel 14:8:

 “Y pondré mi rostro contra aquel hombre, y le pondré por señal y por escarmiento, y lo cortaré de en medio de mi pueblo; y sabréis que yo soy Jehová.” (Ezequiel 14:8 RVR60).

 Entonces, ¿cuál sería la señal que Dios pondría en Caín? Que él mismo sería la señal al vivir fuera del entorno y la comunidad a la que pertenecía. El exilio, habitar fuera de su lugar, es la señal misma que Dios le daría. Tampoco explica mucho por qué siete veces sería castigado aquel que lo matare, ni por qué esto evitaría que lo mataran. 

Hoy en día, por ejemplo, el exilio se sigue considerando como una señal de maldición en el pueblo de Israel. Vivir lejos del lugar donde se habita en familia, significaba que Dios le había expulsado. 

LA SEÑAL ES QUEDAR APARTADO DE DIOS

¿Qué otra señal podríamos buscar? Una señal ligada a la hipótesis anterior sobre la idea de la parte geográfica y física; sin embargo, podríamos pensar que el estar apartado de Dios mismo, sería una señal del juicio que Él está mostrando, en este caso a Caín, donde quedaría separado de la Presencia de Dios. Y lo podemos leer en Génesis 4:14:

 “He aquí me echas hoy de la tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará.” (Génesis 4:14 RVR60).

 Al saber Caín que quedaría excluido de la Presencia de Dios, él dice: me esconderé. ¿Quién hizo exactamente lo mismo, una vez que pecó? Pues Adán y Eva, así que podemos decir: de tal palo, tal astilla. Adán, una vez que pecó, se escondió de Dios de la misma manera. Y también, ¿de dónde echaron a Adán y Eva? Del Edén. Y aunque, Caín ya no estaba exactamente en el Edén, fue echado de su tierra, de su entorno familiar, su hogar. Así que podemos ver cómo se repiten los ciclos de la vida. Por ello, debemos ser muy cuidadosos de cómo actuamos. Porque de pronto, nos vamos a dar cuenta de que nuestros hijos hacen lo mismo que nosotros hicimos o nosotros estaremos haciendo lo mismo que hicieron nuestros padres. 

Aquí sucedió exactamente lo mismo: Adán y Eva pecan, se esconden de la Presencia de Dios y son expulsados del Edén. Y lo mismo se repite una vez más con Caín. Entonces el Eterno aplica el mismo criterio en cuanto a la disciplina. Y esto lo podemos comparar como un Padre que corre a su hijo de la casa, porque ya no puede vivir bajo el mismo techo, porque no obedece las reglas de la casa. Y dice Caín (aunque sabemos que no puede ser de forma literal), de tu presencia me esconderé, porque Dios es Omnipresente y, por tanto, no podríamos escondernos de Él. Y también dijo: y seré errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará. ¿Qué podemos entender por esto? Que Dios ya no lo estaría supervisando personalmente. Esa es la percepción que tiene Caín, que Dios ya no iba a cuidar de él. Y es curioso, porque es lo que irónicamente le contesta Caín a Dios, cuando este le pregunta por su hermano y le contesta: Yo no soy su guardián, yo no tengo por qué cuidarlo. Entonces el Eterno le responde con la misma respuesta que él dio: Entonces, yo tampoco seré más tu guardián. Por ello, Caín sabía que ya no estaba delante de Dios. Y el castigo es muy fuerte, quedar expulsado de Su Presencia, es una situación muy trágica para cualquiera porque es como si Dios le diera la espalda. Debido a esto, Caín tenía temor de que cualquiera lo pudiera matar porque quedaría expuesto a lo que fuera y a quien supiera que mató a Abel y lo quisieran vengar. Entonces, aunque no sea una señal visible para Caín, la señal en sí es que, Dios ya no estaría con él y que estaría fuera de su cobertura, es decir, expuesto. Esa es la señal que quedaría como evidencia. 

UNA LETRA COMO SEÑAL 

Aquí tenemos otra idea, más cercana a lo que se enseña en el judaísmo. Según el comentarista Rashí, el Eterno puso una letra de Su Nombre en la frente de Caín. Con base en esta idea, hay dos perspectivas sobre Caín. La primera es que Caín realmente se arrepintió de corazón, le dolió en el corazón su pecado, sabiendo que se dejó llevar por el momento y por la ira, pero posteriormente sus palabras como: “Grande es mi castigo para soportarlo”, “Me echas de la Tierra”, “De tu presencia me esconderé”, “Seré errante”, “Cualquiera que me halle, me va a matar”, son expresiones que denotan un arrepentimiento y dolor por lo que hizo. Sin embargo, el Eterno, no habría de omitir el castigo que se le debería de dar. La segunda perspectiva es que Caín no se arrepintió y siguió siendo hipócrita, pues él se victimizaba y no había un genuino arrepentimiento, porque de su descendencia surgirían Lamec y otros varones que propiciarían el pecado en el hombre y por lo cual vendría el diluvio posteriormente. 

Es muy difícil saber si realmente se arrepintió o no, pero si consideramos que Caín pudo haber hecho teshuvá (arrepentimiento), entonces es lógico pensar que, llevaría una señal que mostraría que verdaderamente se arrepintió y que Dios le protegería. Si Dios toma las palabras de Caín como un arrepentimiento sincero, entonces podemos entender que Caín recibe una marca de “protección” para que él mismo y los demás perciban que el Eterno no le ha dado del todo la espalda. Una idea de esta marca que le pudo haber puesto en la frente Dios a Caín, la encontramos en Ezequiel 9:1-6:

 “Clamó en mis oídos con gran voz, diciendo: Los verdugos de la ciudad han llegado, y cada uno trae en su mano su instrumento para destruir. Y he aquí que seis varones venían del camino de la puerta de arriba que mira hacia el norte, y cada uno traía en su mano su instrumento para destruir. Y entre ellos había un varón vestido de lino, el cual traía a su cintura un tintero de escribano; y entrados, se pararon junto al altar de bronce. Y la gloria del Dios de Israel se elevó de encima del querubín, sobre el cual había estado, al umbral de la casa; y llamó Jehová al varón vestido de lino, que tenía a su cintura el tintero de escribano, y le dijo Jehová: Pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Jerusalén, y ponles una señal en la frente a los hombres que gimen y que claman a causa de todas las abominaciones que se hacen en medio de ella. Y a los otros dijo, oyéndolo yo: Pasad por la ciudad en pos de él, y matad; no perdone vuestro ojo, ni tengáis misericordia. Matad a viejos, jóvenes y vírgenes, niños y mujeres, hasta que no quede ninguno; pero a todo aquel sobre el cual hubiere señal, no os acercaréis; y comenzaréis por mi santuario. Comenzaron, pues, desde los varones ancianos que estaban delante del templo.” (Ezequiel 9:1-6 RVR60).

 Es muy interesante este pasaje donde Ezequiel tiene una visión de aquellos que son considerados culpables en Judá, conforme a la idea que estamos viendo. En Ezequiel, estos varones justos, que les duele el pecado de la nación, reciben una señal para que no sean juzgados o matados. Es decir, para quedar protegidos de aquellos que serían muertos. La preocupación hasta cierto punto de Caín, considerando que se arrepintió genuinamente, es que lo van a matar. Así como en la visión pasaría el exterminador y aniquilaría a todos, excepto los que tuvieran la señal. 

Leemos en Génesis 4:14-15:

 “He aquí me echas hoy de la tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará. Y le respondió Jehová: Ciertamente, cualquiera que matare a Caín, siete veces será castigado. Entonces Jehová puso señal en Caín, para que no lo matase cualquiera que le hallara.” (Génesis 4:14-15 RVR60).

 La señal también sirve para que no lo matase cualquiera que lo hallare. Y es una idea bastante similar a lo que leemos en Apocalipsis 7:1-3:

 “Después de esto vi a cuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, que detenían los cuatro vientos de la tierra, para que no soplase viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol. Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y tenía el sello del Dios vivo; y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar, diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios.” (Apocalipsis 7:1-3 RVR60).

  Y es una manera en que podemos relacionar el pasaje de Ezequiel con Apocalipsis, donde la señal, significa protección. Es un distintivo para no recibir un daño, mientras los demás van a ser juzgados o castigados o muertos. De igual forma sería con Caín, aquel que quisiera matarlo, siete veces será castigado. Así que la señal le sería como un freno. 

¿Qué señal recibieron los hombres que les dolía el pecado de la tierra en el libro de Ezequiel? Si leemos el pasaje, Dios le dijo: ponles una señal en la frente. La palabra señal, en hebreo, es la palabra tav, que también es la última de las letras del alefato hebreo. Y es muy interesante porque en paleo hebreo, esta letra son dos palos cruzados que representan una cruz +; y para nosotros la cruz tiene un significado profundo e importante. Se considera que la letra tav representa un pacto y una señal en sí misma. De acuerdo con el Talmud, se narra que cuando los hebreos pusieron la sangre como señal en los dinteles de las puertas de sus casas en Egipto, formaron la letra tav, es decir, una cruz. Y eso fue lo que impidió que el ángel pasara y matara a los primogénitos que moraban en esos hogares, porque al ver la señal, la tav, los pasó por alto. 

¿Qué puede implicar entonces la marca que Dios puso a Caín? Que esta señal mostraba que Caín se había arrepentido, pero que también estaría protegido por esta cruz que anunciaría posteriormente la cruz del Mesías. Y esto es bastante interesante porque la señal apunta a Yeshua, por un lado, y por otro, como nuestra señal de protección para no ser juzgados, porque finalmente el pecado de Caín es un pecado gravísimo, pero si lo pensamos, todos hemos incurrido en ese tipo de pecado, aunque no de forma literal, si en nuestra mente y corazón. Es probable que literalmente no hayamos matado a nadie, pero estamos en la misma condición que Caín, porque estamos separados de la Presencia de Dios, quedamos desterrados y expuestos al pecado. Pero, una vez que nos arrepentimos, Dios nos pone una señal. ¿Cuál es esa señal? La marca de la sangre del Cordero de Dios. 

Así que, por lo menos, a mí, me da un poco de esperanza saber que por lo menos Caín se pudo haber arrepentido y que la misericordia de Dios hasta ese punto llegó. Y si este recibió la señal de protección, puede ser la misma idea con la señal que Dios puso a estos varones en el libro de Ezequiel y también la misma marca que recibirían estos justos en el libro de Apocalipsis para no ser asesinados. 

Entonces se juega con las dos ideas, la de un castigo de parte de Dios: serás desterrado, la tierra ya no va a producir para ti e igual con Caín, tú eras agricultor, pero ahora será más difícil, aunque no te abandono del todo, sino que te pongo una marca que hará de ti una persona diferente. 

LO RELEVANTE DE LA SEÑAL 

¿Cuál fue la señal que Dios puso a Caín? No lo sabemos con certeza. Como hemos visto, las ideas de la marca que recibió Caín son solo especulaciones, ya que la Biblia no es clara en esto. Esta será una de las muchas preguntas que le haremos al Eterno, cundo estemos delante de Él. Sin embargo, lo relevante más allá de la marca es lo que implicó y lo que Dios quería mostrarnos con ella. Y yo también considero que ponerle esa marca a Caín, fuese cual fuese, era evitar que las personas vengaran a Abel y mataran a Caín. Evitar el derramamiento de sangre por venganza, ya que Él mismo dice: “Mía es la venganza, yo pagaré”. Por tanto, no quería que se propiciara una corriente de asesinatos. Esta señal fue como un freno para no hacer de un pecado ya grave, uno mayor. 

Y esto no quiere decir que Dios no esté a favor de la pena capital, ya que Él mismo la establece después. A lo que me refiero es que Él mismo no quería que se derramara sangre por venganza, ya que la venganza no es justicia. Por tanto, quería evitar también la venganza. Y esta debe ser una razón más, por la que Caín huye para habitar en otra tierra, para evitar esa posible venganza en donde no fuera conocido. También podemos pensar que esa marca pudiera ser una señal de protección por el arrepentimiento que tuvo Caín o por la misericordia y perdón de parte de Dios. Lo que decía yo, como la teshuva (el arrepentimiento) puede traer protección a una persona. Muchas personas, luego de pecar, en lugar de arrepentirse, dicen: ya para qué… En este caso es al revés, nunca es tarde para arrepentirse porque no sabes qué puede implicar. El arrepentimiento nos resguarda y protege. 

Y respecto a este tema, aunque no podemos llegar a una conclusión sumamente clara, creo que la señal de esta historia es que, si salimos de la Presencia de Dios, quedamos expuestos. La señal de Caín, lo protegía de que lo mataran, pero también debemos pensar en el ámbito espiritual, si el Señor nos abandona y nos deja, el día que seamos juzgados evidentemente vamos a perder porque no tenemos absolutamente nada por qué ganar.

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CategoríaIra de Dios
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