¿QUÉ SIGNIFICA EN UN “ABRIR Y CERRAR DE OJOS”?
Bienvenidos a “Respuestas en la Biblia”. Estamos en la pregunta No. 105 que dice: ¿Qué significa e implica la frase: “en un abrir y cerrar de ojos”? Esta es una pregunta que ustedes nos mandaron vía WhatsApp hace un tiempo y quisiera hoy darle respuesta porque vamos a identificar que está relacionada con la fiesta de “Yom Teruah” (Fiesta de las Trompetas). Esta frase se sigue aplicando hasta el día de hoy, convirtiéndose en una expresión muy usada en casi todas las culturas, no solamente es una cuestión bíblica. La frase expresa la idea de un evento que puede darse de forma súbita o rápida, es decir, que se da en un parpadeo. Estaba yo leyendo que, el humano parpadea en milésimas de segundos, por lo que no llega siquiera a un segundo. Es tan rápido que, ni conscientes somos de ello, no nos damos cuenta de la cantidad de veces que parpadeamos. Por tanto, la idea, en general, de lo que significa: “en un abrir y cerrar de ojos”, es algo que sucede de manera muy rápida como en un parpadeo.
Bíblicamente, esta expresión tiene un significado más profundo, además del significado coloquial que ya comentamos, su significado es mucho más interesante en la Escritura.
PABLO HABLANDO EN CÓDIGO
¿De dónde viene esta frase: ‘en un abrir y cerrar de ojos’? De acuerdo con mi investigación, justamente, viene de la Biblia y vamos a leer el pasaje donde aparece para entender este otro significado revelador en 1 Corintios 15:34-53:
“Velad debidamente, y no pequéis; porque algunos no conocen a Dios; para vergüenza vuestra lo digo. Pero dirá alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán? Necio, lo que tú siembras no se vivifica, si no muere antes. Y lo que siembras no es el cuerpo que ha de salir, sino el grano desnudo, ya sea de trigo o de otro grano; pero Dios le da el cuerpo como él quiso, y a cada semilla su propio cuerpo.
No toda carne es la misma carne, sino que una carne es la de los hombres, otra carne la de las bestias, otra la de los peces, y otra la de las aves. Y hay cuerpos celestiales, y cuerpos terrenales; pero una es la gloria de los celestiales, y otra la de los terrenales. Una es la gloria del sol, otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas, pues una estrella es diferente de otra en gloria. Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, resucitará en incorrupción. Se siembra en deshonra, resucitará en gloria; se siembra en debilidad, resucitará en poder. Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual.
Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual. Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante. Más lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual. El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo. Cuál el terrenal, tales también los terrenales; y cuál el celestial, tales también los celestiales. Y, así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial. Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción. He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.” (1 Corintios 15:34-53 RVR60).
En la pregunta anterior, la No. 104 que dice: ¿Por qué Yom Teruah se asemeja a una boda? Quedó muy claro que la labor de la novia, al esperar al novio, quien iba a regresar por ella, era que debía estar velando, estar atenta y preparada, santificándose para recibir al novio.
RESURRECCIÓN
En el pasaje anterior leímos que la respuesta de Pablo, como buen judío, es muy directa, pues se anticipa a la pregunta que probablemente todos nos haríamos: ¿cómo resucitarán los muertos y con qué cuerpo vendrán? La resurrección es un proceso que implica ciertos pasos y, en este caso, da el ejemplo o alegoría de una semilla, que debe sepultarse para dar fruto. Así sucede con el cuerpo físico que precede a la parte espiritual. Primero, debe venir el proceso, tal cual, de morir en el cuerpo para que haya una transformación, para que haya una renovación de un cuerpo terrenal a un cuerpo celestial distinto que, va a ir acorde a la nueva etapa que va a vivir y se va a manifestar.
LA FINAL TROMPETA / YOM TERUAH
Así que, es en este contexto del pasaje de 1 Corintios 15:34-53 que se lee la frase: ‘en un abrir y cerrar de ojos’. ¿De qué está hablando aquí el Apóstol Pablo? De la Resurrección. ¿Cuándo se dará la Resurrección? A la final trompeta. Esta es una manera de decir de forma codificada: la fiesta de Yom Teruah. ¿Por qué? Porque se ha enseñado que hay tres trompetas o tres sonidos de “shofar” (trompeta, clamor) en el plano profético en la Biblia.
La Primera trompeta que es “Shavuot” (Pentecostés) porque Dios despertó al pueblo con una trompeta. Después en la fiesta de “Yom Teruah” (Fiesta de las Trompetas) que se conoce como la Final trompeta. Y, finalmente, “Yom Kippur” (Día del perdón) que se conoce como la Gran trompeta. Entonces este ‘abrir y cerrar de ojos’, esta transformación de los cuerpos, esta resurrección, será a la final trompeta en la fiesta de Yom Teruah.
Yom Teruah se conecta con otros eventos que son increíbles y únicos porque serán los más importantes que nos toque vivir entonces. Esta fiesta trae consigo una transformación en todos los niveles y en toda la tierra, por lo que es el momento más anhelado. Vemos la fiesta de Yom Teruah conectada con una boda, conectada con la resurrección y la transformación de los cuerpos que va a ser necesaria para poder entrar al milenio y al reino mesiánico.
OTRO MOMENTO PARTICULAR
Hay otro momento particular donde se menciona esta expresión de: ‘en un abrir y cerrar de ojos’ que, tampoco está desconectado, sino que, nos confirma la fiesta de Yom Teruah. Esto está basado en la evidencia de lo que se ha mantenido en la historia judía. Como dice la Escritura, esta nos ordena a llevar el conteo de los meses y de los años. Este mandato principalmente recaía en los levitas, los sacerdotes. En aquellos tiempos no había la claridad en el conteo del tiempo, como hoy en día la tenemos, con mucha mayor precisión. Hoy tenemos calendarios y relojes para calcular el tiempo de manera muy precisa. Por eso, el inicio de cada mes era muy importante porque era el momento que determinaba las festividades justamente. Este se determinaba, básicamente, por observación, a través de los ciclos lunares. El ciclo lunar es lo que daba comienzo a un nuevo mes.
¿Cómo se marcaba y determinaba que comenzaba un nuevo mes? Había una torre asignada. Algunas personas dicen que estaba en el Templo, otras dicen que estaba fuera del Templo. Y, obviamente, era un lugar alto, donde un par de personas llamadas ‘atalayas’ que vigilaban el cielo, estaban encargados por parte del Templo y se mantenían observando el cielo nocturno, esperando la aparición de la nueva luna que daba inicio al nuevo mes. Cuando se empezaba a ver el pequeño filito de la luna, esa era la señal de que empezaba un nuevo mes. Cuando esto sucedía, las dos personas que estaban como testigos, confirmaban el uno al otro que veían lo mismo y, le hacían una señal a una tercera persona que estaba abajo, de que había empezado el nuevo mes, para que le avisara al Sumo Sacerdote, quien hacía la declaración del nuevo mes.
¿Cuál era la señal codificada para no generar información que pudiese ser falsa? Le guiñaba un ojo. Y, ese guiño, era la señal, el código o la clave secreta para saber que había empezado un nuevo mes, es decir: ‘en un abrir y cerrar de ojos’. Esto es lo que implicaba. También era cierto que, nadie sabía en qué momento habría de aparecer esta luna nueva y, por lo tanto, comenzara un nuevo mes. Por eso, ‘del día y de la hora’ como dice la otra frase, nadie sabía. Y esta idea va muy acorde con lo que dijo Yeshua: ‘Del día y de la hora, nadie sabe, sino solo mi Padre’.
Qué interesantes estos términos conectados con una boda, con el inicio de un nuevo mes y ambos tienen en común la fiesta de Yom Teruah. ¡Increíble! Por eso, dijo Yeshua en Mateo 25:13 “Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.” Así, como tampoco sabían ni el día, ni la hora exacta, en que esa luna nueva habría de aparecer y, por tanto, iniciar un nuevo mes. Y, sobre todo, a la fiesta de Yom Teruah que es la única fiesta que se celebra al inicio del mes, en este caso, el mes séptimo.
¿Cuál es nuestra labor hoy? Debemos estar preparados, conscientes de que, aunque el Señor tarde en volver, nosotros debemos estar listos y dispuestos. A lo mejor seamos de las personas que tengan que ‘abrir y cerrar el ojo’ para dar aviso de que el Señor ha vuelto.
Si fue de bendición, no olvides compartir.
Que el Eterno te bendiga: ¡“Shalom” / Paz!
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