¿QUÉ SON LOS TZIT-TZIT?
Bienvenidos, una vez más, a la Kehilá Camino a Emaús, estamos en la serie Respuestas en la Biblia. El día de hoy, vamos a contestar la pregunta: ¿qué son los tzit-tzit? Actualmente, es muy común ver estos hilos, por llamarlos de manera coloquial, que cuelgan del pantalón de los hombres o de una prenda adicional. Bíblicamente, el término hebreo es “tzit-tzit”.
Dentro de la Escritura existen una gran cantidad de mandamientos, no cabe la menor duda. Hay mandamientos de todo tipo. Y, todos los mandamientos buscan abarcar cada área de nuestra vida. El tzit-tzit es una prenda que tiene que ver con muchos aspectos más allá de la simple ropa. Es un mandamiento muy particular y especial que, como ya estudiamos en la serie de ‘Los Tesoros de la Torá’, es un mandamiento único que, junto con los “tefilín” (Tefilín consiste en dos pequeñas cajas de cuero unidas a correas de cuero. Cada una de las dos cajas contiene cuatro secciones de la Torá escritas en pergamino), son mandamientos que recaen en la responsabilidad exclusiva de los varones.
Los tzit-tzityot (en plural), son un mandamiento de identidad, de protección y de santidad muy particular. Y yo considero que es uno de los mandamientos más hermosos e importantes que los varones podemos guardar. Por tanto, quiero invitarte a que los veas, los conozcas y los vivas. Para todas las mujeres que se encuentran leyendo este estudio, no se desanimen. Ya vimos por qué las mujeres no usan tzit-tzit en la pregunta No. 90. Si todavía no la has leído, te invito a hacerlo. Aun así, sabemos que la mujer al estar unida al varón tiene una repercusión muy positiva cuando su esposo cumple este mandamiento. Creo que es de gran bendición para la mujer, que su esposo porte tzit-tzit y, si aún no lo ha hecho, no lo juzgues todavía. Esperamos que después de leer esta pregunta se anime y sea más fácil, pues la información también nos ayuda a tomar decisiones y para convencernos. Esta es una buena oportunidad para dar ese paso.
¿QUÉ SON LOS TZIT-TZIT?
Básicamente, es el nombre dado a los flecos del talit, que sirven de recordatorio de los mandamientos de Dios, el cual es su propósito principal.
¿Qué es el talit? Lo podemos describir como un manto de oración. Algunos son hechos a mano y de una sola costura, como la prenda que usaba “Yeshua” (Jesús), que dice la Biblia que echaron suertes y no la quisieron partir porque era de una sola costura. Al ser un manto de oración, se le llama “Talit Gadol” (Gran Talit) y, el punto relevante es que de las esquinas cuelgan los “tzit-tzityot”. Un consejo es que tengan cuidado cuando sea lavado el talit, porque los tzit-tzityot, se enredan en la lavadora o en algunas ocasiones, se deshacen los nudos.
Como les decía, son estos hilos que cuelgan del talit o de una camiseta interior que se conoce como “talit katan” (pequeño talit), que podría portar un hombre con la particularidad de que, en sus cuatro esquinas van a colgar los tzit-tzityot, los cuales son el recordatorio de los mandamientos de Dios.
ORIGEN DE LOS TZIT-TZIT
Vamos a ir conociendo más acerca de esto para comprender más el contexto y saber a quién se le ocurrió. Leamos en el libro de Números 15:32-41:
“Estando los hijos de Israel en el desierto, hallaron a un hombre que recogía leña en día de reposo. Y los que le hallaron recogiendo leña, lo trajeron a Moisés y a Aarón, y a toda la congregación; y lo pusieron en la cárcel, porque no estaba declarado qué se le había de hacer. Y Jehová dijo a Moisés: Irremisiblemente, muera aquel hombre; apedréelo toda la congregación fuera del campamento. Entonces lo sacó la congregación fuera del campamento, y lo apedrearon, y murió, como Jehová mandó a Moisés. Y Jehová habló a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel, y diles que se hagan franjas en los bordes de sus vestidos, por sus generaciones; y pongan en cada franja de los bordes un cordón de azul. Y os servirá de franja, para que cuando lo veáis os acordéis de todos los mandamientos de Jehová, para ponerlos por obra; y no miréis en pos de vuestro corazón y de vuestros ojos, en pos de los cuales os prostituyáis. Para que os acordéis, y hagáis todos mis mandamientos, y seáis santos a vuestro Dios. Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto, para ser vuestro Dios. Yo Jehová vuestro Dios.” (Números 15:32-41 RVR60).
Este pasaje es uno de los pocos casos donde Moisés no sabe qué hacer. No era del todo claro y, tampoco nos da más información la Torá, pero en algunos comentarios, sobre todo en el ámbito judío, según la tradición, se dice que, en este caso, este hombre ya había sido advertido que en “shabat” (día de reposo) no se debe trabajar y esta actividad la hacía como rebeldía. Hay diversas posibilidades sobre que este hombre estaba recogiendo leña como parte de su trabajo y se le había dicho que en shabat no podía trabajar. Por lo que, al llevarlo a la cárcel, ante Moisés y Aarón, estaban considerando que él estaba llevando a cabo una transgresión. Como les decía, acorde a la tradición, este hombre ya tenía una actitud desafiante o de menosprecio hacia el shabat. (Entre paréntesis, aquí aprendemos otra situación, que está prohibido recoger leña en shabat). Tremendo castigo recibió este hombre, muerte por apedreamiento. Podríamos pensar qué severidad y qué fuerte. Pero esto tiene una consecuencia muy grave: la transgresión del shabat. Y, en el verso 37 viene el principio del mandamiento. Si observamos el contexto inmediato de lo que acaba de suceder, parece ser que, Dios da este mandamiento como una respuesta a una transgresión del shabat. Por eso, se considera que uno de los objetivos que tienen los tzit-tzit, al usarlos, es recordar justamente uno de los mandamientos más importantes que es el shabat. Algunos dicen que por eso se destaca un hilo color azul porque es el que representa el shabat. Es hacer una distinción de los demás. Sea esto así o no, lo cual tiene mucho sentido, Dios les ordena que se hagan franjas en los bordes de sus vestidos por sus generaciones; y que pongan en cada franja de los bordes un cordón color de azul. Como hemos leído, una vez más, aquí está muy claro en el versículo 40, que los tzit-tzit son para que los varones, se acuerden y hagan todos los mandamientos del Eterno. Dios sabe que no tenemos tan buena memoria y, a pesar de la devoción, el amor y el cariño, en algún momento de nuestras vidas, se nos va a olvidar más de un mandamiento, incluyendo el shabat. Entonces, los tzit-tzit funcionan como ese hilito rojo que se amarraba uno en el dedo como para que no se nos olvidara algo. Por eso, Dios dijo, no confío en su memoria, mejor les doy un precepto que refuerce todos los mandamientos restantes, para no transgredir ninguno de ellos y estar conscientes de la Presencia de Dios y de sus mandamientos.
CUIDANDO TUS OJOS
A veces, los hombres solemos ser más olvidadizos y, no solo eso, hay otro propósito que tienen los tzit-tzit que es cuidar nuestros ojos.
Dijo el rabino Rashí: ‘El ojo ve, el corazón desea y luego el cuerpo va y peca”. Este es el proceso del pecado. Vamos a volver a leer en Números 15:38-39:
“Habla a los hijos de Israel, y diles que se hagan franjas en los bordes de sus vestidos, por sus generaciones; y pongan en cada franja de los bordes un cordón de azul. Y os servirá de franja, para que cuando lo veáis os acordéis de todos los mandamientos de Jehová, para ponerlos por obra; y no miréis en pos de vuestro corazón y de vuestros ojos, en pos de los cuales os prostituyáis.” (Números 15:38-39 RVR60).
Suena bastante fuerte, pero esa es la verdad. Conociendo como somos dice: ‘para que no miréis en pos de vuestro corazón’. ¿Quiere decir que el corazón también puede ver? Recordemos que, en la Biblia, sobre todo en el “Tanaj” (Antiguo Testamento), el corazón tiene más bien una relación con los pensamientos. No excluye los sentimientos, pero más bien, lo enfoca en lo que pensamos. Y, en ese pensar, están nuestros deseos, por supuesto. Digamos que el corazón usa los ojos como cámaras. Los ojos son como las ventanas para poder proyectar los deseos que hay en nuestra mente y emociones. Y no solo dice que, para que no nos vayamos en pos de nuestro corazón, también dice de vuestros ojos en pos de los cuales nos prostituyamos. ¡Es algo terrible lo que dice aquí! Quiere decir que, con tal de obtener algo, no nos importa dar lo más importante.
El Eterno sabe que, tras nuestros ojos, nos dejamos llevar y eso, nos hace caer. A las pruebas nos remitimos. ¿Por qué decimos que esto es así? Porque el primer pecado, vino justamente, por los ojos, por la codicia y el deseo del corazón.
Leamos Génesis 3:6:
“Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió, así como ella.” (Génesis 3:6 RVR60).
No podemos negar, que es por medio de los ojos que, solemos caer en nuestros pecados. Un ejemplo más de lo mismo en la Biblia es, nada más y nada menos, un personaje que recordamos porque sus ojos le hacían caer constantemente: Sansón. ¿Cuál era su debilidad? Los ojos. Motivo por el cual la consecuencia y la forma de tratar Dios con él para que no volviera a caer fue que le quitaron, además del cabello, los ojos. Ese fue el remedio que Dios aplicó para librarlo de perder, posiblemente, su alma. También el Rey David, en algún momento, fueron sus ojos los que lo hicieron caer.
La verdad es que todos podemos caer por los ojos. ¿Para qué le pensamos tanto? Sobre todo, los varones somos más dados a dejarnos llevar por la mirada, la codicia y el deseo del corazón. Decía Yeshua: “Si miras a una mujer para codiciarla, ya adulteraste”. Todo está relacionado. El mismo Acán también vio los objetos que encontraron, que estaban prohibidos, y los codició. Entonces, la mirada es, constante causa de caída. Y la solución no es sacarnos los ojos, porque vamos a seguir mirando en pos de nuestro corazón. Por eso, el tema de hoy es que los tzit-tzit buscan nuestra santidad, funcionando como una barrera ante todos estos estímulos externos, por los cuales nuestros ojos y corazón se suelen ir y se dejan llevar. Por ello, lo que dice en el verso 40, de Números 15, es muy claro: “para que se acuerden y hagan todos mis mandamientos y sean santos a vuestro Dios”. Siendo así, debemos comenzar por cuidar nuestros ojos para alcanzar un nivel mayor de santidad y evitar caer en pecado.
Lo ideal y lo perfecto, cuando todo lo terrenal sea transformado, seguramente, ya no habrá necesidad de tener tzit-tzit, debido a que, el mandamiento fue hecho por causa de la debilidad, porque nos vamos en pos de nuestros ojos. Y, si tuviésemos un corazón perfecto, realmente, no los necesitaríamos. Pero, seguimos en este cuerpo, en este mundo y esto va a ser así. Más Dios no nos deja solos, ni desamparados. Por eso, nos da un mandamiento a los varones, para ayudarnos, sobre todo, en el siglo XXI, cuando más tentaciones hay y poder tener esta barrera, el recordatorio y la conciencia de la Presencia de Dios. Dice el Eterno: ‘Aquí están estos tzit-tzit, para que cuando te pregunten, sea la oportunidad de que tú mismo, lo recuerdes y hagas una conciencia de esto’. Por ello, es tan importante este mandamiento y, yo espero que lo estemos leyendo con un corazón dispuesto y lo atendamos. Para las esposas, oren por sus maridos que no usan tzit-tzit, ya que esto es una muestra y evidencia muy clara de por qué es tan importante.
TZIT-TZIT: UN MANDAMIENTO DE IDENTIDAD
Los tzit-tzityot, también se han convertido como un mandamiento que se relaciona con nuestra identidad porque nos relaciona con quiénes somos. Los tzit-tzit, sin duda, lo queramos o no, son un elemento que nos hace ver diferentes y ¡qué bueno! Porque de cierta manera, la idea también es que nos sintamos diferentes.
Ahora, sentirse diferente, no quiere decir que seamos mejor que los demás. No por usarlos nos debemos de jactar, ni presumir o considerarnos en un nivel superior a los demás. No caigamos en el fariseísmo de los días de Yeshua en que se decía que ensanchaban sus filacterias y sus tzit-tzit para hacerse los justos delante de los hombres.
Sin embargo, Dios sí nos dijo que haría de nosotros, un pueblo de reyes y sacerdotes, una nación santa. Al colocarnos los tzit-tzit, tomamos esta responsabilidad de ser sacerdotes e hijos del Rey, no es solamente tomar los mejores lugares a donde lleguemos porque eso somos, lo cual suena precioso, porque esto, conlleva un gran compromiso y eso lo manifestamos en parte, por la manera en como vestimos y la manera en que nos vemos.
Me gustó mucho una frase del Rabí Shimón Bar Yojai, que dice: ‘Cuando el hombre se levanta en la mañana y se coloca los tefilín y los tzit-tzit, la “shejiná” (morar o hacer presencia divina) se posa sobre él y proclama tú eres mi siervo Israel, a través del cual seré glorificado’. Me parece muy linda esta idea, aunque se oiga muy poética. Pero la verdad es que, si debiéramos considerar que, así como los superhéroes en las películas, son una persona sin su traje y una persona diferente con su traje, no porque se trate de ser dos personas, pero cuando nos ponemos los tzit-tzit, debemos de ser conscientes de que estamos representando a un hijo de Dios, a un siervo que es Israel, a través del cual, el Eterno debe ser glorificado. Entonces, al vernos diferentes, también nos va a ayudar a comportarnos de manera diferente. Por ahí existe un dicho que dice: Para serlo, hay que parecerlo.
ASPECTOS TÉCNICOS DE LOS TZIT-TZIT
Antes, quiero aclarar que no vamos a explicar ahora como se hacen los tzit-tzit. Para ello, tenemos una clase donde sí mencionamos con mayor profundidad y a detalle cómo se elaboran. Vamos a comentar algunos aspectos generales sobre cómo se hacen, pero en la práctica no sería posible porque implicaría muchísimo más tiempo. Sin embargo, les podemos dejar el enlace, en la descripción sobre un taller que dimos sobre este tema.
Los tzit-tzityot que hoy en día usamos, su elaboración, viene, básicamente, de la tradición judía, ya que la Biblia no especifica cómo se deberían de hacer. Como ya leímos, no hay realmente detalles al respecto, ni de cuándo, ni de cómo exactamente se hacían o de cuál material. Por lo que, consideramos que hay aspectos que pueden ser flexibles en cuanto a la elaboración de estos. Mientras no se rompa el espíritu del mandamiento y siempre que se haga dando honra al Eterno, considero que hay esta flexibilidad.
- LOS HILOS
Particularmente, hablando de los hilos, se puede usar cualquier hilo. Hoy en día los judíos, los tengo que mencionar porque son ellos justamente los que podemos identificar en la preservación y el uso del tzit-tzit y son los que han difundido este mandamiento y han desarrollado, prácticamente, todos los mandamientos, un proceso particular para cada uno de ellos. Los hilos los venden sueltos y, para sorpresa de algunos, cuando los compran es que no los venden hechos, los deben de elaborar personalmente. Para la confección de los hilos, generalmente, se usan telas orgánicas como el algodón y pueden ser flexibles, lo que a mí me gusta mucho. También en los paquetes de hilo blanco, no viene el hilo de color azul, un detalle importante que debo mencionar. Hoy en día, los judíos no usan el color azul porque consideran que el tinte azul se obtenía de una especie de caracol que crecía en el mediterráneo y que ya no existe. Sin embargo, en investigaciones recientes en Israel, han sido capaces de identificar esta rara especie de caracol y, de nuevo se ha comenzado a usar el tinte que se obtiene de ellos tan especial.
En los días de Yeshua, por ejemplo, los romanos acapararon este tinte porque era muy costoso y solo lo usaban para la realeza. Por eso, se dejó de usar durante muchos años y quedó la costumbre en el judaísmo ortodoxo de no portar tzit-tzit con color azul. Pero, nosotros buscando cumplir con el mandamiento, tal cual, los hacemos con un hilo color de azul y los demás blancos. Podemos usar cualquier hilo, mientras no rompamos el espíritu del mandamiento, mientras los hagamos con honra, respeto y para dar gloria al Eterno. Yo no considero que se tenga que usar un hilo en especial o particular. Ahora, el detalle del hilo azul es importante, porque la Biblia lo menciona. Pongan en cada franja de los bordes, un cordón de color azul, en hebreo llamado “tekhelet”, (tinte extraído de un caracol llamado Murex Trunculus, que crece en el Mediterráneo), tampoco detalla si debe ser azul, claro, azul cielo o rey.
- LOS NUDOS
También basados en la tradición, se hacen cinco nudos, se les llaman dobles, porque se hace un nudo encima del mismo, por lo que se convierten prácticamente en diez, aunque se visualicen solo cinco. Estos 5 nudos representan los 5 libros de la Torá; así como los 5 sentidos del ser humano que, deben estar al servicio del Eterno. También estos cinco nudos dobles que sumarían el número 10, el cual representa la síntesis de los 613 mandamientos, conocidos como el decálogo de los mandamientos de Éxodo 20. Entre los nudos debe haber una serie de vueltas, a las que se les conoce como flecos.
Vamos a leer este mandamiento también en Deuteronomio 22:12:
“Te harás flecos en las cuatro puntas de tu manto con que te cubras.” (Deuteronomio 22:12 RVR60).
Lo que quiere decir que hay que usar 4 tzit-tzit. ¿Cuál es la idea de que sean 4 puntas? Los flecos en las cuatro puntas representan los cuatro puntos cardinales y, de alguna manera, son como algo que te encierra y te guarda; así como el “tetragramaton” (el nombre de Dios) representado en cuatro letras יהוה o YHVH. Entonces al portar el tzit-tzit, es como si cargáramos o soportáramos el nombre de Dios.
Y la palabra flecos, es la palabra hebrea “guedil” (H1434) en el sentido de torcer o dar vueltas, que significa hilo, borla o festón, cordón, fleco. De aquí, de alguna manera, se toma la idea de que la palabra tzit-tzit, tiene que ver con un hilo que va torcido o trenzado.
Como dato curioso, la palabra tzit-tzit en “gematría” (método de interpretación de nombres, palabras y frases hebreas basada en la asignación de valor numérico a cada carácter del alfabeto hebreo), tiene un valor numérico de 600. Que, si los sumamos a los 5 nudos, más los 8 hilos que conforman el fleco, nos da un total de 613. El cual representa los 613 mandamientos de la Torá. Por eso, el propósito del tzit-tzit es recordar todos los mandamientos. Es como si portáramos los 613 mandamientos. Como si lleváramos una Torá cargando, muy pegada o adherida a nuestro propio cuerpo.
- LAS VUELTAS
El patrón de las vueltas que se utiliza más para de la elaboración de los tzit-tzit, es el de 7, 8, 11 y 13. Y, como ya les mencioné, estos cuatro espacios de cada vuelta representarían las 4 letras hebreas del nombre de Dios: Yod, Hei, Vav, Hei. El número 7 representa la perfección, el número 8 conecta lo físico con lo espiritual, representa la eternidad y hace alusión al mundo espiritual. El número 11 es el equivalente de las dos últimas letras del nombre de Dios: Vav y Hei. Así mismo, la suma del número 7 y el número 8, es igual a 15, que representa las dos primeras letras del nombre de Dios: Yod y Hei. Y, finalmente, el número 13, en hebreo, es el equivalente a la palabra hebrea “ejad” que significa UNO, es decir, una unidad. Por lo tanto, las vueltas que se le dan al hilo de los tzit-tzityot, se pueden interpretar como diciendo: ‘Dios es UNO’.
Recordemos el Shemá Israel, que dice en hebreo: ‘Shemá Israel Adonai Elohéinu Adonái Ejád’. Y en español: Oye, Israel, Adonai es nuestro Dios, Adonai es Uno.
Finalmente, la suma del patrón de las vueltas: 7 + 8 + 11 + 13 es igual a 39. Número que hace alusión a los 39 libros del “Tanaj” (Antiguo Testamento).
Todos estos números son simbólicos, pero nos sirven para darle un sentido a lo que hacemos, lo cual me parece lindo y, no contradice de ninguna manera, ni las palabras de Yeshua, ni el resto de la Torá. A mí siempre me parece muy interesante y, no voy a negarlo, este es uno de los mandamientos más hermosos, pues así lo considero en mi vida.
¿CÓMO SE USAN?
Se requieren de tres hilos blancos más uno azul que será el más largo. Básicamente, una vez que se han hecho todos los nudos y se le han dado las vueltas, se insertan los cuatro hilos a través de un ojal en cada esquina del talit. Tres hilos cortos blancos y el hilo largo color azul, que se llama “shamash” que sirve para envolverlos. El tzit-tzit va unido a dos tipos de prendas, una de ellas es el “talit gadol” (Gran talot o talit grande) que es el manto de oración, usado en las bodas, en los servicios de shabat, para hacer ciertos rezos y también básicamente en los tiempos de los rezos diarios. El otro es el “talit katan” (talit pequeño) que es la camiseta interior, usada en la vestimenta bajo la camisa o playera diariamente para cubrir todo el tiempo que no se hacen las oraciones o servicios, etcétera y, así, poder verlos constantemente.
Les voy a ser honesto, yo no uso este tipo de talit interior porque tiene los hilos blancos solamente y porque, además, suelen ser muy calurosos, ya que, algunos son de lana y, en lugares de calor, es difícil usarlo. En mi caso, lo que hice, fue perforar mis camisetas interiores frescas de algodón que, además, no se está moviendo porque queda ajustada a mi cuerpo, con cuatro ojales para poder insertar cada uno de los 4 tzit-tzit. El inconveniente es que, la camiseta queda por fuera del pantalón y llega a verse por debajo de las playeras. Pero estamos hablando de una cuestión de prioridades y, en mi caso, decidí usar camiseta interior normal debajo de la camisa o playera, justamente para poder portar los tzit-tzit. Por tanto, yo los animo a que cumplan este mandamiento. Ya comentamos la relevancia que tiene el tzit-tzit en nuestra vida diaria.
Hay algunos detalles que quisiera mencionar, siendo honesto y también objetivo. Ya que yo soy un apasionado de este mandamiento, aun así, pasé por alto algunos pormenores. Halájicamente se dice que los tzit-tzit no se necesita portarlos de noche, porque el precepto dice: “los verás”, por lo que queda ligado a que sea solo de día. Por tanto, no es necesario dormir con ellos. La idea de los rabinos, en aquellos días, cuando no había energía eléctrica y debías verlos, consideraron que era un mandamiento para usarlo durante el día. Yo considero que, hoy en día, sigue habiendo luz porque contamos con electricidad las 24 horas y, al contrario, creo que cuando más se necesitan ver es en la noche. Porque en la noche es cuando se suelen cometer los más terribles pecados. De modo, que yo considero que sea de día o de noche, debemos seguir guardando este mandamiento. Esta es una decisión que recaerá en cada uno de ustedes.
El otro punto controversial para mí, especialmente y, no me gusta mucho decirlo, es que viene una particularidad en el libro de Deuteronomio 22:12 que dice: “Te harás flecos en las 4 puntas de tu manto”. Entonces, esto implica que las prendas en las que se usan los tzit-tzityot, deberían tener 4 puntas o esquinas. Por eso, el talit katan que usan particularmente los judíos, debe ser rectangular y abierto para que, entonces, se cumpla que tenga 4 puntas.
De modo que, al usar una prenda circular, no hay ninguna punta y, por ende, las personas podrían decir que están exentas de usarlos, porque las prendas que usamos, como camisas, camisetas y playeras, son circulares de abajo o redondas y no tienen 4 puntas. Ustedes decidan, lo dejo a criterio personal, aunque yo los voy a seguir usando diario. En aquellos días, lo común era que las prendas eran cuadradas y, por tanto, tuvieran las 4 puntas, aunque hoy en día ya no es así. Entonces, si dice te harás flecos en las 4 puntas, es por el tipo de vestimenta usada en los tiempos bíblicos.
Sin embargo, yo considero que la importancia y el espíritu del mandamiento es que lo uses, porque sigue siendo relevante hoy en día, ya que podemos caer por nuestros ojos o por nuestro corazón y porque las tentaciones son fuertes. Entonces, yo los voy a seguir usando y no importa si la prenda tiene 4 puntas o no.
Esto es, a grandes rasgos, el uso del tzit-tzit. Los pueden usar cualquier varón y tampoco se requiere una edad en particular para comenzar a portarlos. Aunque algunos comentan que es a partir de la edad del “Bar Mitzva” (Hijo del mandamiento), que es desde los trece años. Y tiene sentido porque es cuando el hijo obtiene el estatus de ser el hijo del mandamiento. Además, esto conlleva una responsabilidad, es decir, el joven debe ser consciente de que debe ir aprendiendo a caminar en los mandamientos y comenzarlos a guardar. Para otras personas, dicen que desde chiquito el niño los puede comenzar a usar, solo que sea con respeto, decoro y honra. Pero considero que es muy difícil que un niño pueda tratarlos así cuando no tiene la madurez suficiente.
YESHUA USABA TZIT-TZIT
Vamos a ver que Yeshua también usaba tzit-tzit. No podríamos esperar otra cosa, porque era parte de un mandamiento, formaba parte de la cultura y, habitualmente, todos los varones al ir a una sinagoga debían portarlos. De hecho, se consideraba que formaban parte de la prenda de vestir en sí misma. Algunos comentan que no eran tan largos como hoy en día los usamos, pero tampoco sabemos la medida exacta de cómo eran.
Vamos a leer el evangelio de Mateo 9:20-22:
“Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; porque decía dentro de sí: Si tocare solamente su manto, seré salva. Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y la mujer fue salva desde aquella hora.” (Mateo 9:20-22 RVR60).
Muy hermoso y especial es este pasaje. Yeshua sanó a muchísimas personas, pero esta fue una sanidad tan particular que, sin duda, quedó para la historia porque quedó conectada justamente con el uso del tzit-tzit. Lo que, evidentemente, tocó esta mujer de la ropa de Yeshua, fue un tzit-tzit. Esto está conectado con el profeta Malaquías 4:2 que dice:
“Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada.” (Malaquías 4:2 RVR60).
El Sol de justicia es una referencia a Yeshua y, la frase: “y en sus alas traerá salvación”, la palabra alas, es una forma muy poética de referirse a la palabra hebrea “kanaph” (H3671), la cual se refiere al borde de la vestimenta donde se amarra el tzit-tzit. De hecho, lo que cortó David, cuando la Biblia dice que: “cortó el manto de Saúl”, se está refiriendo a los tzit-tzit, lo que implicaba que lo estaba desconectando de Dios.
Entonces la mujer enferma de flujo, con base en la promesa de Malaquías 4:2, que ya leímos, tiene la referencia de que, si tan solo tocare el borde de su manto, le traería salvación. Por eso, es por lo que ella aplicó perfectamente la fe y la puso por obra. Por tanto, esta es una evidencia muy clara de que Yeshua también usaba tzit-tzit, por lo que es una razón más y un motivo adicional para que, aun los que dicen que no son judíos, Yeshua lo hacía, por lo que, nosotros también debemos seguir su ejemplo y hacerlo.
Finalmente, en el libro de los Hechos, en el capítulo 10, ustedes recordarán la famosa visión de Pedro, donde narra que está orando y, tiene sentido pensar que lo estaba haciendo con un talit, porque los judíos lo usan para orar. Específicamente, en el verso 11, dice que vio el cielo abierto y que descendía algo semejante a un gran lienzo que estaba atado de las 4 puntas y bajaba a la tierra. Lo más lógico y evidente, de acuerdo con el contexto hebreo, lo que Pedro vio fue un talit gadol con tzit-tzityot en las 4 puntas.
Estos son pequeños detalles y, seguramente, habrá más en la Escritura, sobre el uso del tzit-tzit, el cual es un mandamiento; así como del talit.
No me queda más que decirles que, lo único que resta es vivir el mandamiento. A veces, es necesario dejar la teoría y de filosofar tanto sobre el asunto. También quitémonos la pena y cualquier pretexto que hayamos puesto hasta el día de hoy, para hacerte el propósito de usar tzit-tzit. No te pierdas de guardar este mandamiento.
Que el Eterno te bendiga: ¡“Shalom” / Paz!
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