¿QUIÉNES SON LOS 144 MIL SELLADOS? 

Una pregunta que probablemente ha estado en la mente de aquellos que han leído el libro de Apocalipsis y que se han dado cuenta de un aspecto muy importante que se menciona en el libro: los 144 mil sellados. Se han dicho muchas cosas y hasta varios grupos se atribuyen la idea de que ellos son esos 144 mil sellados. Y, probablemente, cualquiera en nuestro corazón quisiéramos serlo, esa es la verdad. Pero tenemos qué pensar siempre de la manera en como Dios está planteando las cosas de acuerdo con su voluntad, que es perfecta y agradable y para ello, nos da la respuesta en su Palabra. 

UN SELLO, ¿PARA QUÉ?

Vamos a aprender primero, ¿para qué es este sello? Vamos a leer Apocalipsis 7:1-4:

 “Después de esto vi a cuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, que detenían los cuatro vientos de la tierra, para que no soplase viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol. Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y tenía el sello del Dios vivo; y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar, diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel.”. (Apocalipsis 7:1-4 RVR60).

 Lo primero que tenemos qué decir sobre este asunto es que, el Eterno pone un sello sobre este número específico de personas que son 144 mil. El sello tiene un símbolo en sí mismo muy particular e importante, porque era una forma de marcar algo o a alguien e implicaba en aquellos días el derecho sobre esa propiedad de parte de un rey. Los reyes también tenían un sello real. Tal vez un anillo con un sello exprofeso para eso y eso les daba el derecho de propiedad sobre algún objeto o sobre una persona. Aunque suene un poco fuerte o extraño, se solía marcar a las personas también. Esto no era propio de los reyes de Israel, sino en otros lugares, pero en algunos casos se hacía esto para determinar, por ejemplo, cuando un esclavo le pertenecía a alguien. 

En el caso específico de la Biblia, las ovejas se marcaban cuando se diezmaba. Dicen que estaban en el redil y, al momento de hacer el diezmo de estos animales, se iban sacando uno por uno por la puerta y, entonces, el pastor iba contándolas y a la décima, le ponía una tintura de color rojo y así el animalito ya quedaba marcado, sellado y desde ese momento quedaba como santificado o apartado porque ya formaba parte del diezmo y las ofrendas que serían presentadas. Entonces, la idea de ese sello es que es una marca distintiva, que te diferencia, que te distingue y, justamente, es lo que menciona Apocalipsis 14:1:

 “Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente.” (Apocalipsis 14:1 RVR60).

  Aquí se nos revela y entendemos mejor en qué consiste ese sello y para qué era ese sello: era para los que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente, y esta idea la conectamos con el libro de Éxodo 28:36-38:

 “Harás además una lámina de oro fino, y grabarás en ella como grabadura de sello, SANTIDAD A JEHOVÁ. Y la pondrás con un cordón de azul, y estará sobre la mitra; por la parte delantera de la mitra estará. Y estará sobre la frente de Aarón, y llevará Aarón las faltas cometidas en todas las cosas santas, que los hijos de Israel hubieren consagrado en todas sus santas ofrendas; y sobre su frente estará continuamente, para que obtengan gracia delante de Jehová”. (Éxodo 28:36-38 RVR60).

 Aquí nos menciona la lámina con la grabadura de sello que llevaba el Sumo Sacerdote que decía SANTIDAD AL ETERNO y que debía portar en la frente; así como el contenido que llevaba la mitra (esa especie de turbante) que portaba en su cabeza. Y esto nos da una idea más clara de la razón del porqué el Eterno estaba sellando la frente de estos 144 mil. 

ATRIBUTOS DE LOS 144,00 

Por supuesto, que estas personas selladas, debían llevar una vida de santidad. Vamos a regresar a Apocalipsis 14:4-5:

“Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero;y en sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios”. (Apocalipsis 14:4-5 RVR60). 

Aquí las características de los 144,000 que serán sellados:

  • No se contaminaron con mujeres. No porque sea malo tener contacto con una mujer. Al contrario, es parte de la Torá (Instrucción), donde casarse es un mandamiento. Más bien se refiere a guardarse hasta el momento del matrimonio. A no contaminarse de manera carnal con otras mujeres. Y eso lo refuerza con la siguiente frase: son vírgenes; es decir, que han mantenido una pureza sexual. Es decir, que no han tenido contacto sexual con mujer ajena, sino solo con su esposa. Simple y sencillamente es que se han mantenido en ese pacto de santidad hasta el momento de casarse, es decir, se guardaron. 
  • Siguen al cordero por donde quiera que vaya. Esto significa que han hecho del Mesías su guía, que Él es su amo y que han hecho una relación cercana con Él y, por tanto, van a donde el Mesías los lleve y conduzca.
  • Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias. Es decir, que son apartados entre la multitud y que salieron de entre ellos. Son “reshit” (primicias) que no solo tiene que ver con lo primero sino, con lo mejor y esto nos da una idea más clara de lo que es una primicia, no solo ser lo primero en orden cronológico sino lo mejor y escogido de una cosecha. Aquí empezamos a entender un poco mejor, estos 144,000 tienen estas características y, por tanto, son un remanente, una primicia, una muestra de lo mejor del pueblo de Israel. 
  • Y en sus bocas no fue hallada mentira. Es decir, son personas íntegras, honestas y que al mencionar que en su boca no fue hallada mentira, es porque enseñan con la verdad. 
  • Pues son sin mancha. Y considerando los aspectos rituales, es probable que se refiera a que no se contaminaron y no cayeron en cuestiones de inmundicia y, por tanto, pueden participar y ser parte de los servicios al Eterno. 

Son muy interesantes estas características y, finalmente, es un llamado para todos. No debemos pensar: los 144,000 son muy especiales, son una selección de Dios, entonces que ellos se guarden y se santifiquen. ¡No! Nosotros también tenemos qué considerar que somos llamados a esa misma vida de santidad, pureza, de no hablar mentira, de cuidar lo que decimos y vivir en un contexto que refleje esa santidad. 

REMANENTE DE ISRAEL    

Entonces, tampoco es algo nuevo que se describa en Apocalipsis como algo único. Si leemos Sofonías 3:13:

 “El remanente de Israel no hará injusticia ni dirá mentira, ni en boca de ellos se hallará lengua engañosa; porque ellos serán apacentados, y dormirán, y no habrá quien los atemorice.” (Sofonías 3:13 RVR60).

  ¿Te das cuenta de las similitudes con lo que dice el libro de Apocalipsis? Esta revelación que escribe Juan tampoco fue sacada de la nada, sino como todo, tiene una base en los profetas y en la Torá (Instrucción). ¿Por qué serán apacentados? Porque les pone como una figura de oveja, por ello dormirán y no habrá quien los atemorice porque tienen un Pastor que los guarda y los cuida. Esto va, una vez más, alineado a lo que dice Apocalipsis, que ellos siguen al Cordero donde quiera que vaya y le siguen de día y de noche. Es decir, las ovejas siguen al pastor. Tenemos una evidencia más de cómo este remanente, este grupo, va a estar en constante comunión siguiendo al Cordero. 

Aquí nos damos cuenta de que, todas estas ideas que hemos estado leyendo, no son nada nuevo. Ya hay antecedentes en la Torá. Primero con el Sumo Sacerdote como parte de una tribu muy especial o como parte de un grupo que fueron llamados a vivir en santidad para servir al Eterno. Me refiero a la tribu de Leví, que era como un remanente dentro de todas las tribus y más los sacerdotes. Y en Sofonías tenemos otro pasaje que nos habla de eso: un remanente que no hará injusticia, no se hallará en sus bocas mentira ni engaño. Entonces, va de la mano con las mismas características que tendrán estos 144,000. 

LA VISIÓN DE LOS SELLADOS DADA A EZEQUIEL     

Vamos a leer un pasaje más en Ezequiel 9:1-11:

 “Clamó en mis oídos con gran voz, diciendo: Los verdugos de la ciudad han llegado, y cada uno trae en su mano su instrumento para destruir. Y he aquí que seis varones venían del camino de la puerta de arriba que mira hacia el norte, y cada uno traía en su mano su instrumento para destruir. Y entre ellos había un varón vestido de lino, el cual traía a su cintura un tintero de escribano; y entrados, se pararon junto al altar de bronce. Y la gloria del Dios de Israel se elevó de encima del querubín, sobre el cual había estado, al umbral de la casa; y llamó Jehová al varón vestido de lino, que tenía a su cintura el tintero de escribano, y le dijo Jehová: Pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Jerusalén, y ponles una señal en la frente a los hombres que gimen y que claman a causa de todas las abominaciones que se hacen en medio de ella. Y a los otros dijo, oyéndolo yo: Pasad por la ciudad en pos de él, y matad; no perdone vuestro ojo, ni tengáis misericordia. Matad a viejos, jóvenes y vírgenes, niños y mujeres, hasta que no quede ninguno; pero a todo aquel sobre el cual hubiere señal, no os acercaréis; y comenzaréis por mi santuario. Comenzaron, pues, desde los varones ancianos que estaban delante del templo. Y les dijo: Contaminad la casa, y llenad los atrios de muertos; salid. Y salieron, y mataron en la ciudad. Aconteció que cuando ellos iban matando y quedé yo solo, me postré sobre mi rostro, y clamé y dije: ¡Ah, Señor Jehová! ¿Destruirás a todo el remanente de Israel derramando tu furor sobre Jerusalén? Y me dijo: La maldad de la casa de Israel y de Judá es grande, sobremanera, pues la tierra está llena de sangre, y la ciudad está llena de perversidad; porque han dicho: Ha abandonado Jehová la tierra, y Jehová no ve. Así, pues, haré yo; mi ojo no perdonará, ni tendré misericordia; haré recaer el camino de ellos sobre sus propias cabezas. Y he aquí que el varón vestido de lino, que tenía el tintero a su cintura, respondió una palabra, diciendo: He hecho conforme a todo lo que me mandaste.” (Ezequiel 9:1-11 RVR60).

 En este caso, que está muy curioso y extraño, ¿cómo es posible que suceda esto? Finalmente, esta visión que se le revela a Ezequiel es algo que ya se había vivido. Es decir, un juicio que el Eterno está decretando sobre el pueblo, pero del que aún hay un pequeño remanente que va a ser librado de ese juicio. ¿Quién es ese remanente? Aquellos que gimen y les duele ver todas las abominaciones. Personas que son consideradas como “tzadik” (justas), temerosas de Dios. Esas personas son selladas. 

¿Qué es lo que leemos en Apocalipsis, capítulo 7? Nos habla de un momento de juicio sobre la tierra que va a venir sobre todos los habitantes y entonces, en ese momento, dicen los ángeles: “Momento, deténganse porque les vamos a poner un sello a estos escogidos, a este remanente.” Una vez que tengan este sello, entonces, ahora sí vendrá el juicio a la tierra y serán juzgados todos aquellos que viven en esa impiedad. Entonces, la visión de Ezequiel ya había pasado porque es muy similar a Pésaj (Pascua), a todos aquellos que fueron sellados en Egipto antes de la noche en que pasaría el ángel y mataría a todos los primogénitos, sin excepción, que no tuvieran la marca, el sello de la sangre del cordero en sus puertas, caerían muertos. Y en Ezequiel también hace esa diferencia, el sello marca la diferencia entre los que vivían en pecado y los que vivían en santidad. 

Finalmente, es como si estuviéramos viendo, una vez más, el tráiler de lo que sucederá en los postreros tiempos que creemos que cada día están más cerca de acuerdo con lo que hemos ido estudiando y sabemos ya. 

¿POR QUÉ SON SELLADOS EN LA FRENTE? 

Lo que dice Apocalipsis, capítulo 14, es que este remanente, los 144,000, reciben este sello porque son personas que deciden vivir en santidad. Y Dios conoce este remanente, a los fieles guardados. Entonces, más allá que un sello literal o físico visible en la frente, se refiere a lo que dice Apocalipsis 7:1-3:

 “Después de esto vi a cuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, que detenían los cuatro vientos de la tierra, para que no soplase viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol. Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y tenía el sello del Dios vivo; y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar, diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios.” (Apocalipsis 7:1-3 RVR60).

 Adicional a haber explicado ya lo que implica el sello. ¿Por qué en la frente? En la frente, porque es lo que denota nuestros pensamientos, donde surgen las ideas, los sentimientos y las emociones. Porque además la manera en la que pensamos determina la manera en la que actuamos. No es casualidad que haya un elemento que va justamente en la frente y que los judíos ortodoxos lo utilizan para orar, es decir, los llamados tefilim (filacterias) que son unas cajitas negras que contienen porciones de la Torá y que son la interpretación de Deuteronomio 6:8:

 “Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; “(Deuteronomio 6:8 RVR60).

 La idea es conectarnos con Dios y por supuesto, nuestros pensamientos, ideas y emociones estén conectadas con Él. Que sean una señal del llamado a vivir en santidad. 

LA IDENTIDAD DE LOS 144,000 

Vamos a reconocer, ya que vimos estas características, ¿cuál es la identidad de estos 144,000? O ¿quiénes son estos 144,000 que han sido sellados en un momento de tribulación? Para saberlo, vamos a leer el libro de Apocalipsis 7:4-8:

 “Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel. De la tribu de Judá, doce mil sellados. De la tribu de Rubén, doce mil sellados. De la tribu de Gad, doce mil sellados. De la tribu de Aser, doce mil sellados. De la tribu de Neftalí, doce mil sellados. De la tribu de Manasés, doce mil sellados. De la tribu de Simeón, doce mil sellados. De la tribu de Leví, doce mil sellados. De la tribu de Isacar, doce mil sellados. De la tribu de Zabulón, doce mil sellados. De la tribu de José, doce mil sellados. De la tribu de Benjamín, doce mil sellados.” (Apocalipsis 7:4-8 RVR60). 

Evidentemente, 12 mil X 12, son 144,000 y esto, de alguna manera, también podría entenderse como un redondeo. En el libro de Números, donde se describen algunos censos de la tierra, los números son específicos. Pero, en algunos casos, es un tanto común encontrar ciertos redondeos. Lo que queda muy claro es de dónde proceden los 144,000 en el verso 4: son de todas las tribus de los hijos de Israel. Así que sí se especifica de dónde son los 144,000. 

Comento esto, porque han surgido varias ideas de dónde proceden estos 144,000 y su misión en la tierra. Hoy en día, los Testigos de Jehová, se consideran que son parte de estos 144,000, incluso, en otros tiempos, se consideraban que eran prácticamente los únicos que llegarían a la presencia de Dios, pero cuando los números en la población se fueron hacia arriba, tuvieron qué arreglarlo diciendo que eran 144,000 pero de los ancianos. Más, aquí lo leemos muy claro y creo que no podemos hacernos a un lado ante la evidencia en la Palabra que nos dice de dónde son estos 144,000. No nada más dice de todas las tribus de Israel, sino que además lo especifica y llama la atención que en los versos del 5 al 8, se toma el tiempo Juan de esclarecer cuántos son de cada tribu. Así quedó más preciso. Hay comentarios en el ámbito cristiano que dicen que son israelitas espirituales, pero no hay razón para pensar que habla de una cuestión espiritual y no poderlo tomar de una manera literal. Por algo, me parece que Yohanan (Juan), el autor de Apocalipsis lo escribe de manera tan específica, le dedica estas líneas, para que no haya espacio para ambigüedades, otras interpretaciones o se metan otras denominaciones.

Dice un principio de interpretación de la Torá: “Que un pasaje no pierde su pashat (nivel de interpretación literal), a excepción que evidentemente pudiera implicar otra cosa.” Si aquí nos dice 12,000 de cada tribu con nombre específico, entonces ahí está la respuesta. 

Ahora, podemos preguntar: ¿Quién es de qué tribu? Francamente, no lo vamos a poder saber o sería muy complicado saberlo nosotros. Sin embargo, el Eterno sí lo sabe. Él sabe dónde están cada una de sus ovejas y no se le pierde una sola. Así que, Él sabrá quiénes son de cada tribu para que no haya problemas al momento de entrar por las doce puertas. Cada una entrará por la puerta que le corresponda, porque el Eterno, en su momento, nos revelará o nos hará saber a qué tribu pertenecemos cada uno, porque si no somos parte de alguna tribu, no se podrá entrar a la nueva Jerusalén. Hoy, tal vez, no lo sepamos, pero para Dios no es ningún problema porque Él sí lo sabe. Y no creo que sea importante si eres de una tribu o eres de otra, lo importante será estar ahí. Particularmente, yo creo también sobre los 144,000, si es tal cual un número literal, podemos pensar que sí, una vez más. Pero también me parece que, puede ser visto como un símbolo de un remanente fiel de todo Israel. Porque el número 12 representa justamente a Israel y las doce tribus. Entonces, al decir, doce por doce, es una forma de expresar, la totalidad de Israel. Que tendrá una misión específica y particular basada en una vida de santidad, de pureza, de haberse guardado, de vivir cerca y en comunión con el Cordero, siguiéndole a todas partes. Así que, para algo específico, estos 144,000 estarán sirviendo, pero no quiere decir que serán los únicos salvos y que entren al reino. Simplemente, es un grupo escogido para una misión en particular.

LAS PRIMICIAS / TERUMÁ DE ISRAEL  

Ahora bien, hay otra explicación que es un poco más ambigua, pero no quiero dejar de comentarla porque la leí en un comentario judío que dice: En aquellos días previos a la destrucción del segundo Templo, la población de Israel era de    7 millones 200 mil personas. Y aunque es un número grande, hoy en día hay naciones que tienen una población mayor. Ese número era un estimado de todos los judíos que se encontraban dispersos por todas partes. Si de ese número sacamos la cincuentava parte, corresponde a 144,000. ¿Por qué la cincuentava parte? Porque esa porción correspondía a la parte que se presentaba como primicia o donación en los días del Templo de una cosecha del campo, es decir, una “Terumá”. Y esto está respaldado en el Talmud, en el tratado llamado Terumá que tiene que ver con las primicias y donaciones al Templo. Ahí se especifica que se daba una cincuentava parte del campo, es decir, la cosecha que se tenía se dividía entre cincuenta y esa parte se entregaba. 

Aunque esta información está sujeta a comprobación porque no sabemos con certeza que en aquellos días la población de judíos fuera exactamente de 7 millones, 200 mil, pero, la idea a reforzar y tratar aquí es que, aunque esos 144,000 no fueran los únicos, son la representación de toda la cosecha, de todo Israel. Como el remanente y las primicias. Con esto, dejamos una vez más en claro que la doctrina conocida como “la doctrina del reemplazo”, no es bíblica y no está apoyada por el Eterno, sino todo lo contrario. Dios no ha desechado a su pueblo, ni a las doce tribus, y aunque hoy en día no sean identificables fácilmente, Dios sí sabe donde están cada uno. A tal grado que, sabe que hay un remanente dentro de esas doce tribus y que en su momento serán llamados y marcados para esta misión en particular. 

Suena muy emocionante lo que ha de suceder y es muy especial lo que Dios hará con estos 144,000. Y definitivamente creo que, esto es un llamado para todos a vivir en santidad, en pureza de labios y en verdad. No quiere decir que solo los 144,000 y que no la puedan llevar otros, al contrario, es el testimonio de ser un remanente fiel de personas llamadas a vivir acorde a su Palabra. Eso es lo que te invito a que hagamos tú y yo. Y ¿quién dice que no puedas ser tú, una de esas personas? No podemos descartarnos y tampoco podemos agregarnos por nosotros mismos. Dios sabrá y tendrá a este remanente en ese momento. A lo mejor tú conoces a esa persona, a lo mejor le has compartido o te ha compartido. Finalmente, vivamos como un pueblo que ha sido llamado a ser santo, que es el especial tesoro del Eterno y vive en santidad. 

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CategoríaTiempos del Fin
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