¿Se puede viajar en Shabat?

¿Se puede viajar en shabat? ¿Qué tanto nos podemos trasladar o qué trayectos podemos hacer en el día de reposo? Sabemos que el shabat es uno de los mandamientos más importantes de toda la Escritura. Y cuando empezamos a conocer y a guardar este día, vienen dudas y preguntas ya que estuvimos habituados gran parte de nuestra vida a no considerar absolutamente ninguna restricción para este día. Pero comenzamos a modificar nuestra manera de vivir y como el shabat tiene ciertas reglas y/o limitantes que el Eterno nos estipula en su Palabra: una de las preguntas que recibo constantemente es: ¿qué tanto puedo salir de casa en shabat? O si se puede viajar en shabat.
Éxodo 20:8-10
Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; más el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas.” (RVR60). En este pasaje el Eterno nos ordenó guardar el día de reposo y es uno de los pilares principales sobre lo que está permitido y lo que no se puede hacer en shabat. Desglosando el pasaje, se nos ordena: recordarlo, santificarlo, no trabajar en este día, ni nosotros, ni nuestros hijos, ni nuestros siervos o animales. Pero no nos da muchos detalles y mucho menos en cuanto al tema de los viajes o trayectos que se podían realizar. 

BASES BÍBLICAS PARA SALIR DE CASA O VIAJAR EN SHABAT

El pueblo salió a buscar maná en Shabat

Vamos a revisar varios pasajes para tener una idea y una base bíblica de esto. Éxodo 16:23-30 “Y él les dijo: Esto es lo que ha dicho Jehová: Mañana es el santo día de reposo, el reposo consagrado a Jehová; lo que habéis de cocer, cocedlo hoy, y lo que habéis de cocinar, cocinadlo; y todo lo que os sobrare, guardadlo para mañana. Y ellos lo guardaron hasta la mañana, según lo que Moisés había mandado, y no se agusanó, ni hedió. Y dijo Moisés: Comedlo hoy, porque hoy es día de reposo para Jehová; hoy no hallaréis en el campo. Seis días lo recogeréis; más el séptimo día es día de reposo; en él no se hallará. Y aconteció que algunos del pueblo salieron en el séptimo día a recoger, y no hallaron. Y Jehová dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo no querréis guardar mis mandamientos y mis leyes? Mirad que Jehová os dió el día de reposo, y por eso en el sexto día os da pan para dos días. Estése, pues, cada uno en su lugar, y nadie salga de él en el séptimo día. Así el pueblo reposó el séptimo día.” (RVR60).

Este pasaje es cuando el pueblo de Israel ha salido de Egipto, se encuentra en el desierto y antes de recibir las tablas de la ley con los diez mandamientos, Dios les da esta explicación en el contexto del milagro del maná. De esta famosa frase, se deriva que cada uno se quieto en su lugar. Quédense tranquilos y no anden saliendo y corriendo. ¡Qué difícil es que estemos quietos y tranquilos! Y más en este mundo que siempre está ocupado y a toda prisa. Qué difícil es ponerle pausa, aunque sea por 24 horas, a nuestra vida. Pero aquí tenemos una idea de que el Eterno no quería que el pueblo saliera a buscar el maná. Porque de todas maneras no lo iban a encontrar, pues por eso, les había dado doble porción el día anterior. Esta es la primera cita que nos muestra que Dios reprende al pueblo porque salieron a buscar el maná, cuando les dijo: ¡Quédense quietos en su casa, no salgan! Por eso les di doble para que no tuviesen que salir a buscar el alimento.

Ahora leamos Hechos 1:12 “Entonces volvieron a Jerusalén desde el monte que se llama del Olivar, el cual está cerca de Jerusalén, camino de un día de reposo.” (RVR60). Aquí podemos analizar que dice: camino de un día de reposo. ¿Cuánto es este camino de un día de reposo? -No está estipulado en la Escritura, no hay ni un texto que diga: el camino de un día de reposo es equivalente a… No lo hay-. Sin embargo, recuperamos de la tradición o la ley oral que los Fariseos establecieron que en shabat, la distancia aproximada a nuestra medida de hoy sería alrededor de un kilómetro en el sistema métrico decimal o .621 millas. Según el historiador Flavio Josefo, que fue un hombre que documentó muchos aspectos de la vida, de los días de Yeshua en el primer siglo, en el libro de nombre: Antigüedades, él establece que la distancia entre Jerusalén y el Monte de los Olivos, era entre cinco o seis estadios. Ésta es una medida que era alrededor de 180 y 200 metros. Así que 6 x 180 = 1080 metros y 5 x 200 = 1 kilómetro también, lo cual está muy cercano a esta distancia en relación con el libro de los Hechos que era lo universalmente aceptado. Así que por lo menos, en la tierra de Israel, la distancia de un día de reposo era de aproximadamente un kilómetro. Esa era la distancia que la gente podía transitar en el Shabat y no habría problemas.

Encontré otra evidencia en un documento llamado: el documento de Damasco, que es relevante porque se encontró dentro de las cuevas de Qumrán, dentro de los famosos rollos del mar muerto, que son donde se encontraron estas evidencias con información muy valiosa, no sólo del primer siglo, sino más atrás. Y ahí, en el documento de Damasco también está establecida una distancia de 2 mil codos para transitar en shabat.Así que coincide con lo que dice Josefo y con lo que está estipulado en la ley oral. Y finalmente, en el Talmud hay un texto que establece que el Rey Salomón y su corte rabínica prohibieron que la persona caminara más de 2 mil amot (3,287 pies = 1km) en cualquier dirección fuera de la ciudad o del pueblo en shabat. Diferentes fuentes de información apuntan a la misma medida.

¿De dónde la ley oral puede tomar esta idea o base, ya que no está estipulado de manera literal? Vamos a ver dos citas. Números 35:5 “Luego mediréis fuera de la ciudad al lado del oriente dos mil codos, al lado del sur dos mil codos, al lado del occidente dos mil codos, y al lado del norte dos mil codos, y la ciudad estará en medio; esto tendrán por los ejidos de las ciudades.” (RVR60). Aquí el contexto es de las ciudades que se habrían de dar a los levitas, así como los campos de ganado y de pastoreo que estarían fuera de las murallas de la ciudad que son de 2 mil codos por lado y que son una vez más aproximadamente 1 mil metros. Es un dato interesante porque identifica el límite de la ciudad con esta parte de propiedad de los levitas que se usaba como campo para que los animales pudieran alimentarse y ser criados. En la Biblia NVI, este versículo dice así: A partir de los límites de la ciudad, ustedes medirán mil metros hacia el este, mil hacia el sur, mil hacia el oeste y mil hacia el norte. La ciudad quedará en el centro. Éstas serán las tierras de pastoreo de sus ciudades.”

Y en Josué 3:4 “a fin de que sepáis el camino por donde habéis de ir; por cuanto vosotros no habéis pasado antes de ahora por este camino. Pero entre vosotros y ella (el arca) haya distancia como de dos mil codos; no os acercaréis a ella.” (RVR60). Este pasaje se considera como una fuente o una razón para estipular la medida o distancia como la distancia del día de reposo. Primero transitarían los levitas con el arca del pacto y los demás mantendrían una distancia aproximadamente de 1 kilómetro. Aunque no habla específicamente del shabat, lo relevante es que una vez más, vuelve a aparecer la misma distancia. Entonces esta era la base que tenían que tomar los Fariseos para estipular la distancia permitida en shabat, considerando lo que dice Éxodo 16 de no andar saliendo, ni de un lado para otro. 

Ahora: ¿Cómo lo aplicamos actualmente? ¡Deberíamos tener un contador de pasos que tienen los relojes digitales hoy en día para andar checando la cantidad de metros transitados y no rebasar el límite de la distancia? ¿O qué pasa si el lugar donde me congrego o tomo mi estudio de shabat, está a una distancia mayor? ¿O qué pasa si requiero hacer una visita médica o una situación de urgencia en shabat y está a más de un kilómetro de distancia? ¿Cómo le hacen hoy los judíos ortodoxos para ir a la sinagoga en shabat? Hablando particularmente de los judíos, ellos han buscado resolver esto de una manera muy práctica, pero al mismo tiempo no tan sencilla. Todos buscan vivir a menos de un kilómetro de la sinagoga, es decir, se establecen a menos de 1km de distancia de ésta; así cuando llega shabat, llegan caminando. Al menos a mí me consta esto, pues me tocó verlo hace muchísimos años en la Ciudad de México, donde gran cantidad de judíos vestidos de negro van caminando a su sinagoga. Pero también sabemos que hay ciertas situaciones y condiciones que lógicamente han cambiado y no todos podemos comprar o rentar casa cerca de la Kehilá siquiera. Ahora: si no hay una Kehilá en mi ciudad y me conecto por internet, sobre todo ahora con la pandemia, pues no hay problema ni temor por las distancias en shabat porque somos llamados a acudir a la cita del Eterno, el día de reposo, aún siendo una transmisión es exactamente igual ya que nuestra cita es con Dios, no con un lugar o una edificación de cuatro paredes. Y donde Él nos cita, ahí debemos de estar. Si el recurso o el medio para estar ahí es el televisor, la tablet o el celular, el punto es estar conectados donde Dios nos ha llamado a estudiar y conocerle. Ahí sí, la tecnología nos lo facilitó en estos tiempos. 

¿CUÁL ES LA INTENCIÓN DEL PADRE PARA NOSOTROS EN SHABAT?

Vamos a buscar el sentido de esta restricción, ya que como no está establecido en la Escritura, probablemente no vayamos a quedar satisfechos. Primero quiero destacar que la idea en sí no es cuánto puedo viajar, ya que literalmente no queda establecido en la Torá. La distancia acordada es una interpretación de la ley oral y los esenios. Mas que pensar: ¿hasta qué punto puedo llegar? Más bien, no deberíamos buscar el punto límite, sino aprovechar cuál es la esencia y la intención que Dios tuvo al limitarnos con la distancia. La idea de quedarnos en casa es en principio reposar, pues, aunque seas físicamente fuerte y muy joven, es necesario descansar. Cultivar las relaciones personales, cultivar tiempo de calidad con nuestra familia, pues entre semana no lo solemos tener y por supuesto cultivar nuestra relación con Dios. Así, si es inevitable pensar que no tenemos tiempo o no podemos, cuando Dios nos restringe en el día de reposo con el trabajo y con la distancia para justamente enfocarnos en Él. Al quedarnos en casa, evitamos la tentación de comprar o vender -lo cual está prohibido en shabat-. Nehemías 13:15-19 es un claro ejemplo de que está prohibido comprar o vender en shabat. En Éxodo 20:10 es muy claro que no podemos hacer trabajar a otros pues al comprar hacemos que otra persona trabaje y eso no debiera de ser así. El quedarnos en casa, el tener un día de reposo, enfocarnos en la Palabra, también va a ayudarnos en nuestros pensamientos y acciones. Al estar en un campo limitado, nos ayuda a no transgredir. Los mandamientos son cercos, no para tenernos asfixiados, sino para protegernos y no salirnos y caernos. La idea de un límite físico o de distancia dentro de shabat, es un reflejo de un límite en otros aspectos que Dios establece en nuestras vidas por nuestro propio bien. Los límites que Dios manifiesta en shabbat son un reflejo de un cuidado suyo para con nosotros. 

EXAMINANDO ALGUNOS DETALLES DE SHABAT

Sin embargo, yo quiero detallar un poco más las citas que leímos. En Números 35:1-5 Se establecen los ejidos y las ciudades para los levitas, pero al leer el pasaje, la ciudad quedaba en medio y alrededor se dejaba una porción de tierra llamada Migrash (ejidos) que era una tierra de pastoreo. 

Imaginemos esto, estaba la ciudad en el medio, aproximadamente 500 metros alrededor de ella, estarían estas tierras llamadas Migrash, pero después dice que del muro de la ciudad hasta el exterior serían los 2 mil codos, es decir, 500 metros más de la tierra de pastoreo. Entonces el límite de ese kilómetro no era dentro de la ciudad, sino a partir del límite de la ciudad hasta 1 kilómetro hacia afuera. ¿Cuál es la idea de Dios? Que la gente no vaya más allá de estos campos.Y tiene cierta lógica, porque después de la ciudad ya no había nada. Los poblados eran sumamente chiquitos, entonces todos buscaban vivir unos cerca de otros. Lo importante era vivir juntos como comunidad. 

Por ejemplo, en Hechos 1:12, si leemos detenidamente el pasaje, está planteando que la ciudad de Jerusalén estaba amurallada, entonces la distancia permitida era desde el muro de la ciudad hasta el Monte de los Olivos, que era alrededor de 1 kilómetro. Así que ese kilómetro no era la distancia que se recorría dentro de la ciudad, sino a partir de la ciudad y sus límites. 

De la cita que mencionamos del Rey Salomón y su corte rabínica sobre la distancia permitida en amot para shabat, dice que esta distancia se mide a partir de la última casa en cada una de las cuatro direcciones formando un cuadrado. Imaginemos esto: Iban a la última casa de la ciudad y a partir de ahí se medían 2mil amot.

Entonces comprendemos que es como ese Padre que quiere que sus hijos estén en casa ese día. Que hace una cita para tener una celebración con ellos y cada uno dice que tiene algo diferente por hacer, se pierde el convivio, la intimidad y se pierde ese momento. Entonces Dios dijo: mejor pongo este límite para que no te vayas, te quiero cerca, te quiero aquí. La idea de no salir de casa es la de aprovechar ese tiempo en nuestra relación con Dios. ¿Qué sucede en ciertos casos hoy en día, cuando las ciudades son inmensas? En shabat el congregarse es una prioridad, compartir la Palabra también, el hacer el bien o ayudar, apoyar, el llevar consuelo a un necesitado, ser de bendición para otros, sanar a una persona, tantas acciones que requieren el trasladarnos pero que están involucrados en que esa persona sea bendecida, entonces en estos casos está perfectamente permitido ir más allá de esa distancia. Pero haciendo kalva omer (mayor o menor peso), siempre es la prioridad bendecir y ayudar al prójimo. Pero cuando no sea necesario, no hay que hacerlo, por supuesto. 

Concretamente sobre viajar en avión, barco o en trenes: si debemos hacer todo lo posible por evitar trasladarse así en shabat. Generalmente un viaje en avión se planea. No es como que, en el momento, en shabat, uno diga: vámonos al aeropuerto. Sólo en una emergencia, con lo cual se justificaría una vez más viajar en este día como una excepción. Pero normalmente se planea el viaje y ahí tenemos la oportunidad de no viajar en shabat. No por ahorrarnos dinero, no porque los boletos salgan más baratos en sábado: no lo hagamos. 

Te quiero contar algo: Yo tuve que trabajar en shabat, al llegar a esta ciudad de Cancún, como alrededor de nueve meses en el aeropuerto, el cual es el segundo con más operaciones de todo México. Yo, desde que entré, por circunstancias adversas y por no encontrar trabajo donde pudiera descansar en shabat, al final tuve que tomarlo. Para mí, era una experiencia muy amarga cada sábado que tenía que trabajar, me sentía muy mal y era muy difícil. Y traté de que me dieran este día de descanso. Pero recuerdo muy bien las palabras de mi jefe: el día que nadie quiera tomar un avión en sábado, ese día te lo doy de descanso. Pero observa: ve la cantidad de operaciones que hay en sábado y es el día que más vuelos hay. Es más, nadie descansa en sábado, ni yo. Así que no puedo darte este día de descanso para ti. Y es cierto, mientras la gente esté no dispuesta a guardarlo y quiera seguir viajando en shabat, vamos a hacer trabajar a otros. 

Así que una vez más demos nuestra aportación, nuestro granito de arena de no viajar en shabat, para evitar todas estas operaciones comerciales en shabat. No por ahorrarnos un dinero, transgredamos este día. Dios nos va a bendecir aun gastando más en otros días, si respetamos su día santo. 

Con respecto al transporte público, creo yo también que, si la razón de usarlo es para congregarnos, para bendecir a otra persona, para compartir la Palabra: ¡Adelante! Pero tampoco nos justifica para transgredir en otras cosas y aprovechemos para ir al super y hacer la compra. 

SHABAT: ¡UNA DELICIA!

Isaías 58:13-14 “Si retrajeres del día de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de Jehová; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras, entonces te deleitarás en Jehová; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de Jehová lo ha hablado.” (RVR60). Que Dios nos guíe y nos de sabiduría porque el día de reposo siempre implica muchas cuestiones y, por tanto, es controversial y es muy difícil ponerse de acuerdo completamente dentro de una comunidad sobre cómo guardar el día. Pero siempre busquemos la guía en la Palabra y razonemos el porqué hacemos o no ciertas cosas en shabat y el Eterno nos irá guiando a todos. ¡Que el Eterno le bendiga!

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