6 aspectos del Espíritu Santo para los creyentes
En el artículo “La función del Espíritu Santo” se reafirmó la importancia tan grande que tiene el Espíritu Santo en la vida de todo creyente. Se vio la función trascendental que juega en nuestra vida espiritual, y se exhortó a fijar nuevamente nuestra mirada a Él a través de un sentimiento y una disposición mental ferviente e intensiva, pidiéndolo al Padre en todo momento, tal como dice en Lucas 11:13.
En esta oportunidad, se verán 6 aspectos fundamentales para entender mejor como actúa el Espíritu Santo en nuestra vida y como se complementa de una manera perfecta con La Ley de Dios.
Romanos 8:1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Yeshua HaMashiaj, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
Romanos (RV60)
8:2 Porque la ley del espíritu de vida en Yeshúa HaMashiaj me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
8:3 Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne;
8:4 para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
8:5 Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu.
8:6 Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.
8:7 Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden;
8:8 y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.
8:9 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Yeshúa, no es de él.
8:10 Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, más el espíritu vive a causa de la justicia.
8:11 Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Yeshúa mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.
8:12 Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne;
8:13 porque si vivís conforme a la carne, moriréis; más si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.
8:14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
8:15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!
8:16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.
8:17 Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.
8:18 Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.
8:19 Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios.
8:20 Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza;
8:21 porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.
8:22 Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora;
8:23 y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo.
8:24 Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo?
8:25 Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.
8:26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
8:27 Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.
1. Ley del espíritu de vida.
No una nueva Ley, sino la Ley de Dios ahora escrita por el Ruaj en nuestro corazón, en donde el mismo Ruaj nos ayuda a cumplirla a través del fruto del Espíritu: Amor, gozo, paz, paciencia, bondad, benignidad, mansedumbre, templanza, fe; venciendo de esa forma al pecado, al sobreponernos a la carne por el Espíritu.
¿Se puede cumplir la Ley de esa forma?
Mateo 22:36 Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley?
Mateo (RV60)
22:37 Yeshua le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
22:38 Este es el primero y grande mandamiento.
22:39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
22:40 De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.
Romanos 13:8 No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley.
Romanos (RV60)
13:9 Porque: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás, y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
13:10 El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor.
El amor no anula ninguno de los mandamientos de la Ley de Dios, pero el amor perfeccionado que obtenemos como fruto del Ruaj HaKodesh nos hace cumplirla por mera implicación.
Yeshúa dijo que el que lo ama obedece los mandamientos (Jn.14:15), y esto es confirmado por Pablo en lo que corresponde a los mandamientos respecto al prójimo.
2. Ocuparse del Espíritu es vida y paz.
La definición en el Diccionario Strong para ocuparse es:
Strong griego #5427 φρόνημα frónema
Derivación: de 5426
Definición: inclinación (mental) o propósito.
Strong griego #5426 φρονέω fronéo
Definición: ejercitar la mente, es decir entretener o tener un sentimiento u opinión; por implicación estar dispuesto (mentalmente) (más o menos fervientemente en una cierta dirección); intensivo interesarse uno mismo en (con preocupación u obediencia)
Debemos tener en todo momento la inclinación y propósito de tener el Ruaj en nosotros, a través de un sentimiento y una disposición mental ferviente e intensiva por Él. Tenemos que anhelarlo, buscarlo, sentirlo dentro de nosotros. Tenemos que pedirlo al Padre.
Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?
Lucas 11:13 (RV60)
3. Por el Espíritu hacemos morir las obras de la carne.
Ya que por nosotros mismos no podemos porque somos carne y el pecado está dentro de nosotros, pero el Espíritu se sobrepone a la carne, si es que el Espíritu mora en nosotros.
Gálatas 5:19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,
Gálatas (RV60)
5:20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,
5:21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
4. Los que son guiados por el Ruaj son hijos de Dios.
Al ser guiados por el Ruaj se entiende que se ha cumplido el primer criterio establecido en Juan 1:12 para ser hijos de Dios: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”.
Al recibir a Yeshúa y creer en su Nombre, se nos da autoridad o facultad para poder ser hechos hijos de Dios, pero solo hasta que somos guiados por el Ruaj HaKodesh podemos ser proclamados como tales. ¿Y cuál es el parámetro para saber que somos guiados por el Ruaj? Nuevamente, el fruto del Espíritu: amor, gozo, paz, paciencia, bondad, benignidad, mansedumbre, templanza, fe; a través del cual podemos vivir como shalom al tener la certeza, por medio del mismo Ruaj, de que las aflicciones de este mundo no son nada comparadas con la gloria venidera a la que tendremos acceso como hijos de Dios.
5.¡Tenemos las primicias del Espíritu!
Si nuestro Padre nos dio ese regalo tan hermoso por medio del sacrificio de nuestro Mashiaj, ¿cómo hemos de tenerlo en poca estima? El Espíritu Santo debe ser todo para nosotros dentro de la unicidad de Dios. En el cristianismo tradicional se afirma que si se guarda la Ley, se está despreciando la obra redentora de Yeshúa, lo cual es totalmente falso. Sin embargo, si no nos OCUPAMOS EMOCIONAL Y MENTALMENTE CON FERVOR DEL ESPÍRITU DE DIOS, entonces sí estamos despreciando esa obra que hizo nuestro Adón. Tan importante es el Ruaj, que Yeshúa mismo hizo manifiesto que todo pecado y blasfemia puede ser perdonado al hombre, pero la blasfemia o el hablar contra el Espíritu Santo NO será perdonado.
Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; más la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada.
Mateo 12:31,32 (RV60)
A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero.
¿Quién podrá estar en mayor riesgo de blasfemar o hablar contra el Ruaj, alguien que en una alabanza lo menciona o que en oración le pide entrar y morar en él; o alguien que critica o condena a esa persona?
Aunque tal vez no se pueda sustentar bíblicamente el cantarle o hablarle al Ruaj de manera directa, es seguro que quien lo hace no está hablando mal contra Él, y, posiblemente, tal vez muy posiblemente, el Dios omnipotente sí se lo tome en cuenta; pero quien critica o condena a esa persona o grupo de personas, puede estar en riesgo de hablar contra el Ruaj.
De igual forma, podemos mofarnos o criticar a las personas o iglesias en donde hay cierto tipo de manifestaciones que no se pueden sustentar a la luz de la Palabra, pero lo cierto es que no podemos estar plenamente seguros de que entre esas personas no haya al menos uno que realmente esté experimentando alguna manifestación del Espíritu. Valdría la pena recordar las palabras de Gamaliel cuando los fariseos discutían acerca de la obra de los apóstoles, quienes habían sido encarcelados por predicar las buenas nuevas de Yeshúa.
Y ahora os digo: Apartaos de estos hombres, y dejadlos; porque si este consejo o esta obra es de los hombres, se desvanecerá;
Hechos 5:38, 39 (RV60)
más si es de Dios, no la podréis destruir; no seáis tal vez hallados luchando contra Dios.
6. El Espíritu intercede por nosotros en la oración con gemidos indecibles.
La definición en el Diccionario Strong para gemidos es:
Strong griego #4726 στεναγμός stenagmós
Derivación: de 4727
Definición: suspiro
Strong griego #4727 στενάζω stenázo
Definición: meter (intransitivo estar) en aprietos, es decir (por implicación) suspirar, murmurar, orar inaudiblemente.
Otra de las maravillas de tener al Ruaj en nosotros es que intercede por nosotros en la oración, ya que muchas veces no sabemos qué o cómo pedir al Padre, pero el Ruaj está en total armonía con su voluntad.
Cabe aclarar que una traducción más correcta sería: “intercede por nosotros con suspiros inaudibles”, con lo que vemos otra de las malas interpretaciones que se ha dado a las escrituras y que ha hecho que se haga mal uso de las “manifestaciones del Espíritu”, en donde se justifica el lanzar gritos al estar orando.
No debemos tener miedo o reservarnos nada que venga del Espíritu Santo, pues ya sabemos cuales son aquellas cosas que no son bíblicas. Dejemos sentir ese FUEGO en nuestro corazón sin contenerlo, ese fuego que nos lleva a levantar manos de alabanza a nuestro Creador con pasión, a cantar y danzar con júbilo como el Rey David; a palpar en nuestro corazón el sentimiento más hermoso que existe: el amor en todas sus expresiones.
Las expresiones e ideas plasmadas en los artículos son propias del autor de cada artículo y no necesariamente representan a la KEHILÁ Camino a Emaús.
Escribe un comentario