380. El precepto de hacer la ofrenda de Pesaj Sheni (segundo Pesaj) el día 14 de Iyar (osea un mes después de Pesaj), para quien no hizo la ofrenda de Pesaj en el momento indicado.

381. Ingerir la carne de la ofrenda del segundo Pesaj durante la noche del 15 de Iyar, con matzá y hierbas amargas.

382. No dejar sobras de la carne del segundo Pesaj hasta la mañana.

383. No quebrar los huesos de la ofrenda del segundo Pesaj.

 

Introducción:

Este es un mandamiento muy interesante, tal vez alguna vez hemos escuchado que las segundas partes nunca fueron buenas, sin embargo, vamos a ver que esta frase en esta ocasión no aplica para nuestro Dios, podemos ver que incluso para Él pueden ser mejores, Él nos da segundas oportunidades y en este caso en la fiesta de Pesaj (Pascua) se cumple esta regla. Aquellos que no pudieron celebrar Pascua en el primer mes, tienen la oportunidad de hacerlo en el mes segundo, de acuerdo a ciertas leyes.

Explicación del mandamiento:

Estos cuatro mandamientos desde el 380 hasta el 383, corresponden a los mandamientos positivos 150 y 151 y los negativos 231 y 232.

Acompáñame con tu biblia y lee números 9 desde el verso 1:

“Habló Jehová a Moisés en el desierto de Sinaí, en el segundo año de su salida de la tierra de Egipto, en el mes primero, diciendo: Los hijos de Israel celebrarán la pascua a su tiempo. El decimocuarto día de este mes, entre las dos tardes, la celebraréis a su tiempo; conforme a todos sus ritos y conforme a todas sus leyes la celebraréis. Y habló Moisés a los hijos de Israel para que celebrasen la pascua. … Pero hubo algunos que estaban inmundos a causa de muerto, y no pudieron celebrar la pascua aquel día; y vinieron delante de Moisés y delante de Aarón aquel día, y le dijeron aquellos hombres: Nosotros estamos inmundos por causa de muerto; ¿por qué seremos impedidos de ofrecer ofrenda a Jehová a su tiempo entre los hijos de Israel? Y Moisés les respondió: Esperad, y oiré lo que ordena Jehová acerca de vosotros.” (Números 9:1-4, 6-8 RVR60)

Es admirable en este punto ver el corazón hermoso de estos hombres dispuestos a no querer quedar fuera de la celebración de Pésaj y todo lo que eso implica y aquí tenemos que entender que las festividades o las fiestas de Dios, no son simples conmemoraciones de situaciones históricas, son reformulaciones espirituales, es decir, es una oportunidad única de crecer espiritualmente, de acercarnos más a nuestro Dios. Así que estos hombres entendiendo el poder espiritual que tiene esta fiesta y van y tocan la puerta de Moisés y le dice por algo ajeno a mi hoy no puedo celebrar esta fiesta, pero quiero hacerlo de todo corazón, y Moisés escucha esta petición y no sabe qué hacer, pues aún él no sabía qué hacer en todas las situaciones, así que el señor le responde como sigue:

“Y Jehová habló a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel, diciendo: Cualquiera de vosotros o de vuestros descendientes, que estuviere inmundo por causa de muerto o estuviere de viaje lejos, celebrará la pascua a Jehová. En el mes segundo, a los catorce días del mes, entre las dos tardes, la celebrarán; con panes sin levadura y hierbas amargas la comerán. No dejarán del animal sacrificado para la mañana, ni quebrarán hueso de él; conforme a todos los ritos de la pascua la celebrarán.” (Números 9:9-12 RVR60)

Así que aquí están justamente las especificaciones de lo que acabamos de leer en esta lista de mandamientos que implican celebrar la fiesta un mes después, comer la carne del cordero, tal cual como se hacían un mes antes, entre las dos tardes, con matzá, que es otro de los mandamientos y con hierbas amargas, adicional a esto tampoco se debía quebrar ningún hueso del cordero.

Esta sería la lista de los mandamientos que se da específicamente para esa celebración en ese día, como vemos es prácticamente idéntico a lo que se hacía en la primera fiesta de Pésaj, sin embargo, aquí vamos a ver algo muy interesante y creo que es lo que Dios nos quiere enseñar que es más allá de la celebración un mes después de Pésaj y esto tiene que ver con conocer el corazón de Dios, como les decía al principio dicen que segundas partes nunca fueron buenas, pero para Dios no es así, porque vemos que cuando alguien busca de todo corazón a Dios, Dios es capaz de darle una segunda oportunidad, hay dos razones para que una persona no podía celebrar Pésaj en el primer mes del año, por causa de muerto y por estar lejos en un viaje y estos dos representan algo más profundo.

La primera razón, el muerto es algo obviamente opuesto a lo que es la vida, y la muerte no nada más puede implicar el ámbito físico, sino también espiritual, y muchos aquellos que no salieron de Egipto eran como muertos espirituales. De la misma manera Dios cada año y cada fiesta de Pésaj nos hace un llamado a salir de Egipto, a salir del mundo, a caminar en la libertad que Él nos llamó hacia una vida verdadera, pero hay personas que posponen esta decisión o simplemente no la han tomado, y cuando piensan que es el momento se dan cuenta de que ya todos partieron que ya todos salieron adelante, es como si fueras a abordar el tren, pero ya se ha ido, se fue hace treinta días, llevan treinta días y tú apenas vas a salir; sin embargo, para Dios no hay ninguna cosa difícil, no hay imposibles, Él dice no importa si tú te decides un mes después estar ahí, vas a estar ahí, vas a llegar, no importan esos treinta días de diferencia Dios es capaz de liberarnos, de darnos vida, de quitarnos toda inmundicia y maldad de limpiarnos de toda maldad, porque de eso se trata la fiesta de Pésaj, de recordar que a través de Yeshua Él nos ha limpiado, nos ha liberado, nos ha santificado, nos ha puesto en una condición santa delante de Él.

La segunda razón nos dice que es por estar de viaje, esto también puede representar justamente estar lejos de Dios, hay personas que durante cierto tiempo caminaron con el Señor y decidieron alejarse o a través de las circunstancias se fueron alejando, y Pésaj es la oportunidad de volvernos a acercar a Él, Pésaj Shení este segundo Pésaj, es la oportunidad de retomar el camino, de volver a casa y de acercarnos una vez a nuestro Señor, porque el viaje más importante de nuestras vidas es con Él, no importa lo que hagamos, no importa donde vayamos si no está Él con nosotros ningún viaje va a tener un destino feliz.

Pésaj Shení debemos verlo como un regalo, como una segunda oportunidad, representa la capacidad de reencontrarnos con el Eterno, de salir y alcanzar a los que ya salieron más adelante, es tiempo de reconectarnos, de acercarnos una vez más.

Tal vez tú has sido una persona que tal vez se ha alejado del Señor, tal vez algún día caminaste con Él y por alguna u otra razón te separaste de Él te fuiste lejos, mira este mandamiento como una oportunidad que te está dando Dios de decir vuelve a mí, acércate una vez más a mí, no importa cuánto tiempo dejaste ir, no importa cuán lejos ya estén los de más adelante, Dios puede hacerte ir aún todavía más lejos y acercarte mucho más a Él, solamente tenemos que actuar como actuaron estos hombres, acercarnos y pedirnos a Él.

Conclusión:

Me gustaría dejarte esta frase del rabino Yosef Isaac Snirson el rabino de Lubabich: “Nunca Es Demasiado Tarde, Siempre Hay Una Segunda Oportunidad”, así que, si tú estás considerando en algún momento acercarte al Señor nuevamente porque te fuiste, Dios te está esperando, Dios es un Dios de segundas oportunidades y que te quiere hay, que te quiere cerca como parte de su pueblo para recibir la Torá, los mandamientos y todas las bendiciones que Él tiene para ti.

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