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Juan 10:1-21
Yeshua el pastor de las ovejas perdidas.
Juan 10:1-21 (RV60)
10:1 De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador.
10:2 Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es.
10:3 A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca.
10:4 Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz.
10:5 Mas al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.
10:6 Esta alegoría les dijo Jesús; pero ellos no entendieron qué era lo que les decía.
10:7 Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas.
10:8 Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas.
10:9 Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.
10:10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
10:11 Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.
10:12 Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa.
10:13 Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas.
10:14 Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen,
10:15 así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.
10:16 También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.
10:17 Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar.
10:18 Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.
10:19 Volvió a haber disensión entre los judíos por estas palabras.
10:20 Muchos de ellos decían: Demonio tiene, y está fuera de sí; ¿por qué le oís?
10:21 Decían otros: Estas palabras no son de endemoniado. ¿Puede acaso el demonio abrir los ojos de los ciegos?
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