No dictaminar sentencia ni ejecutar una pena en Shabat.
No encenderéis fuego en ninguna de vuestras moradas en el día de reposo. (Ex. 35:3 RVR60)
La Palabra de Dios siempre tiene una segunda enseñanza y una de ella es también, que está prohibido tener una disputa o hacer un juicio a un hermano en shabat, encender fuego o encender una disputa prácticamente es lo mismo.
Hemos leído en Éxodo 20:8 el mandamiento de guardar el shabat, y en ocasiones tenemos versículos adicionales, como éste, de no encender fuego en shabat.
Leamos el Salmo 133:1
¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es Habitar los hermanos juntos en armonía! (Sal. 133:1 RVR60)
El Eterno dice – es bueno, es bello, es agradable y además es delicioso que nosotros vivamos en armonía.
Un ejemplo en la Palabra del Eterno de alguien que tenía todo para poder decir que estaba en condiciones correctas, pero él decidió salirse de esa condición de armonía:
Coré hijo de Izhar, hijo de Coat, hijo de Leví, y Datán y Abiram hijos de Eliab, y On hijo de Pelet, de los hijos de Rubén, tomaron gente, y se levantaron contra Moisés, con doscientos cincuenta varones de los hijos de Israel, príncipes de la congregación, de los del consejo, varones de renombre. Y se juntaron contra Moisés y Aarón, y les dijeron: ¡Basta ya de vosotros! Porque toda la congregación, todos ellos, son santos, y en medio de ellos está Jehová; ¿por qué, pues, os levantáis vosotros sobre la congregación de Jehová? Cuando oyó esto, Moisés, se postró sobre su rostro; y habló a Coré y a todo su séquito, diciendo: Mañana mostrará Jehová quién es suyo, y quién es santo, y hará que se acerque a él; al que él escogiere, él lo acercará a sí. Haced esto: tomaos incensarios, Coré y todo su séquito, y poned fuego en ellos, y poned en ellos incienso delante de Jehová mañana; y el varón a quien Jehová escogiere, aquel será el santo; esto os baste, hijos de Leví. Dijo más Moisés a Coré: Oíd ahora, hijos de Leví: ¿Os es poco que el Dios de Israel os haya apartado de la congregación de Israel, acercándoos a él para que ministréis en el servicio del tabernáculo de Jehová, y estéis delante de la congregación para ministrarles, y que te hizo acercar a ti, y a todos tus hermanos los hijos de Leví contigo? ¿Procuráis también el sacerdocio? (Num. 16:1-10 RVR60).
Aparentemente, lo que estas personas solicitaban no era malo, eran de la tribu de Leví, eran sacerdotes, ministraban, pero ellos creían que podían tener más. Sin embargo, el Eterno tenía otro plan.
Números 16:19
Ya Coré había hecho juntar contra ellos toda la congregación a la puerta del tabernáculo de reunión; entonces la gloria de Jehová apareció a toda la congregación. Y Jehová habló a Moisés y a Aarón, diciendo: Apartaos de entre esta congregación, y los consumiré en un momento. Y ellos se postraron sobre sus rostros, y dijeron: Dios, Dios de los espíritus de toda carne, ¿no es un solo hombre el que pecó? ¿Por qué airarte contra toda la congregación? Entonces Jehová habló a Moisés, diciendo: Habla a la congregación y diles: Apartaos de en derredor de la tienda de Coré, Datán y Abiram. Entonces Moisés se levantó, y fue a Datán y a Abiram, y los ancianos de Israel fueron en pos de él. Y él habló a la congregación, diciendo: Apartaos ahora de las tiendas de estos hombres impíos, y no toquéis ninguna cosa suya, para que no perezcáis en todos sus pecados. Y se apartaron de las tiendas de Coré, de Datán y de Abiram en derredor; y Datán y Abiram salieron y se pusieron a las puertas de sus tiendas, con sus mujeres, sus hijos y sus pequeñuelos. Y dijo Moisés: En esto conoceréis que Jehová me ha enviado para que hiciese todas estas cosas, y que no las hice de mi propia voluntad. Si como mueren todos los hombres murieren estos, o si ellos al ser visitados siguen la suerte de todos los hombres, Jehová no me envió. Más si Jehová hiciere algo nuevo, y la tierra abriere su boca, y los tragare con todas sus cosas, y descendieren vivos al Seol, entonces conoceréis que estos hombres irritaron a Jehová. Y aconteció que cuando cesó él de hablar todas estas palabras, se abrió la tierra que estaba debajo de ellos. Abrió la tierra su boca, y los tragó a ellos, a sus casas, a todos los hombres de Coré, y a todos sus bienes. Y ellos, con todo lo que tenían, descendieron vivos al Seol, y los cubrió la tierra, y perecieron de en medio de la congregación. Y todo Israel, los que estaban en derredor de ellos, huyeron al grito de ellos; porque decían: No nos trague también la tierra. También salió fuego de delante de Jehová, y consumió a los doscientos cincuenta hombres que ofrecían el incienso. (Núm. 16:19-35 RVR60)
Miramos aquí hasta donde llegó el pecado de estos hombres, realmente queriendo aparentemente solicitar un favor o algo bueno para el Eterno, pero fue todo lo contrario. Tengamos cuidado que mandamientos exponemos a los demás para que guarden.
El día siguiente, toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón, diciendo: Vosotros habéis dado muerte al pueblo de Jehová. Y aconteció que cuando se juntó la congregación contra Moisés y Aarón, miraron hacia el tabernáculo de reunión, y he aquí la nube lo había cubierto, y apareció la gloria de Jehová. Y vinieron Moisés y Aarón delante del tabernáculo de reunión. Y Jehová habló a Moisés, diciendo: Apartaos de en medio de esta congregación, y los consumiré en un momento. Y ellos se postraron sobre sus rostros. Y dijo Moisés a Aarón: Toma el incensario, y pon en el fuego del altar, y sobre él pon incienso, y ve pronto a la congregación, y haz expiación por ellos, porque el furor ha salido de la presencia de Jehová; la mortandad ha comenzado. Entonces tomó Aarón el incensario, como Moisés dijo, y corrió en medio de la congregación; y he aquí que la mortandad había comenzado en el pueblo; y él puso incienso, e hizo expiación por el pueblo, y se puso entre los muertos y los vivos; y cesó la mortandad. Y los que murieron en aquella mortandad fueron catorce mil setecientos, sin los muertos por la rebelión de Coré. (Núm. 16:41-49).
Aquí hablamos de que aproximadamente 14,700 personas, más 250, más 3, más Coré todos perecieron, unos por fuego, otros se los tragó la tierra, ¿y todo porque? Por no querer vivir en armonía como el Eterno ya lo había manejado.
El versículo del Salmo 133:1 que dice:
¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía! (Sal. 133:1 RVR60)
¿Qué es armonía?
Vamos a ver si estamos de acuerdo, si nuestra armonía está de acuerdo al versículo. El término armonía significa: acuerdo, concordancia y combinación, el verbo es ajustarse y conectarse, no es, se ajustan a mí y se conectan a mí, tampoco yo me ajusto y me conecto.
La armonía ocurre cuando existe un equilibrio y una conveniente y adecuada proporción, concordancia y correspondencia de unas cosas con otras, y en su caso la armonía es agradable a los sentidos, a la vista; por ejemplo los colores, algo que está en armonía generalmente es bello, alegre, agradable, relajante.
Conclusión
Existe armonía que produce tensión y que produce disonante, por ejemplo, si hablamos de una orquesta, ¿qué sucede si los instrumentos de viento se molestan porque los de cuerda no suenan como los de ellos?, o los de percusiones, y dicen: ‘mejor me voy, no quiero estar aquí, porque ustedes no suenan como sueno yo’, entonces nos vamos. ¿Ustedes qué creen que sucedería en esa orquesta? Se van los instrumentos de viento y se quedan los de percusión y los de cuerda, pues obviamente no va a sonar igual.
Que podamos procurar el Shalom en todas nuestras relaciones.
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