Mandamiento 14 – No compartir

el cordero de Pascua con un extranjero

El mandamiento anterior fue, el de no compartir el cordero de Pesaj (Pascua) con un renegado, así se interpreta el mandamiento; con un Israelita renegado. Y comentábamos lo interesante que es este precepto, y quisiera retomar el mandamiento 13, porque tiene relación con lo que vamos a estudiar hoy del mandamiento 14.

Y el Señor dijo a Moisés y Aarón: Esta es la ordenanza de la Pascua; ningún extraño comerá de ella. (Éxodo 12:43. RVR1960).

Explicación del mandamiento.

Este “extraño” no es extranjero como la palabra Ger, ni tampoco es la palabra Goy, es la palabra Ben Nekar (renegado), alguien que algún día estuvo en los mandamientos, pero renegó de la fe, se apartó. En otras palabras, le podríamos llamar un apóstata. Quiere decir que la Torá no es para un apóstata.

El mandamiento que vamos a analizar ahora:

El extranjero y el jornalero no comerán de ella. (Éxodo 12:45. RVR1960).

No comerán de la cena de Pesaj (Pascua) –Eso es lo que dice la versión Reina Valera 1960.

 

¿Qué es un extranjero?

Extranjero aquí, viene de la palabra hebrea Toshab (forastero), Strong 84, una persona asentada en Israel. Esta palabra Toshab viene de la raíz Yashab (instalarse o asentarse), y es una mención como de comodidad. Entonces un Toshab es un extranjero, un forastero, alguien que no es propio de Israel, y que ya se asentó, ya se acomodó allí. Se le hizo cómoda la vida y dijo: “Aquí estoy muy bien en la tierra que fluye leche y miel y está bastante abundante todo”, y entonces se asienta allí en Israel, este es un extranjero.

Y dice que tampoco un jornalero puede comer de la Pascua. Jornalero viene del hebreo Sajir (asalariado, contratado e incluso mercenario). Está prohibido también para este tipo de personas participar de la cena de Pesaj; para un asalariado, mercenario, o para alguien que nada más se asentó en Israel, se acomodó ahí. ¿Se refiere a Israel como país o como pueblo? Yo creo que aplica para ambas. En ese momento en el que fue dado, era más claro porque estaban dentro de la tierra de Israel, pero creo que también tiene que ver con la congregación de Israel.

 

¿Qué empezamos a aprender?

Que esta prohibición se aplica a todos aquellos que, por un lado; nada más están en la comodidad de ser parte del pueblo, pero realmente no se han comprometido. Recordemos que todos los mandamientos conllevan una bendición, pero también tienen una responsabilidad, y esa es la parte que muchas veces no queremos tomar.

Así que si tú tomas la ciudadanía de un país, tomas los derechos, pero también tomas las obligaciones. No puedes decir: “bueno, yo guardo lo que me gusta y lo que no, pues lo desecho porque ya está muy complicado, o no lo entiendo, o simplemente no lo quiero hacer”.

Esto nos enseña que hay que tener una responsabilidad también a esa ley, no es tan solo acomodarse, sino que es tomar el lugar que nos corresponde y eso implica la responsabilidad que tenemos.

 

¿Qué tienen en común un asalariado y un extranjero?

¿Por qué Dios dice aquí que está prohibido para ellos participar de la Pascua? ¿Por qué serán comunes ambos? ¿Un asalariado o mercenario y un asentado?, que ambos están de paso, ninguno de los dos es parte de esa casa. Por eso el esclavo si podía participar de la Pascua, y ¿saben por qué? Porque la Pascua, es una fiesta familiar, es una fiesta que se vivía en un entorno familiar y se disfrutaba por casas. Entonces el esclavo formaba parte de la familia del amo, por eso si participaba, pero un asalariado no, porque el asalariado se iba a su casa y él tenía que hacerlo por sí, no en la casa de alguien más.

Por eso la fiesta de Pascua no es como para invitar a alguien que aún no haya entendido, porque Incluso dice:

El que come y bebe sin discernir correctamente el cuerpo del Señor, come y bebe Juicio para sí.(1 Corintios 11:29. RVR1960).

Entonces tienes que llegar a comprender exactamente el sacrificio y lo que implica, para entonces participar. Pero alguien que llega por primera vez, no va a tener este mismo sentido, y eso es algo importante, y es algo similar entre el jornalero, el asalariado y aquel extranjero.

Si yo les dijera que hoy es el día de la bandera de las islas Faroe, ustedes ¿sentirían algo, o se emocionarían, o se preguntarían quizás ¿cómo se me olvido? Yo creo que no les importaría mucho en realidad, aunque fuera un día trascendental en algún lugar lejano. Y ¿por qué no te importa tanto?, ¿por qué no lo sientes?, porque no eres de ahí, así de simple. Ese país no es el tuyo, ni estás ahí, y aunque estuvieras ahí, y vieras juegos artificiales, dirías: “que lindo”, pero sabes que eso no es tuyo, no te pertenece.

Entonces una persona asentada, un extranjero que aunque estuviera físicamente ahí, se aplica en Israel, si viera la Pascua, en realidad no va a cobrar el mismo significado y Dios no quiere eso. Dios quiere que lo que hagamos para Él, tenga un significado muy profundo y que realmente sea algo importante para nuestras vidas, como lo es la Pascua. Un extranjero lo ve nada más de afuera, aunque este físicamente dentro. Entonces es una reflexión, para que cuando celebremos Pascua, sintamos que la fiesta es nuestra. Porque si tú todavía sientes como que: “esto no es mío” entonces todavía no eres parte de este Cuerpo.

Pascua es una fiesta que nos otorga identidad, y quién realmente está abrazando el pacto, quien se identifica con este pacto. El asalariado, mucho más, es más, Yeshúa dijo acerca del asalariado con respecto a las ovejas: “llega el lobo y el asalariado deja las ovejas” él dice: pues finalmente no son mías, no se identifica, ni da su vida por ellas porque no depende en realidad de eso. Después va y se cambia a otro redil, con otros pastores y ya se acabó. Es igual la gente que no está comprometida con Dios, de repente está aquí y de pronto va a otro lugar y andan así de arriba a abajo y no se identifican con algo. Pero en el pueblo de Israel Dios dice: “No, no puede ser así, no puedes estar de un lado a otro”.

Conclusión.

La fiesta de Pascua la tienes que sentir como parte de ti, porque Dios nos la entregó a todos nosotros. Así que este es el mandamiento 14. ¿Por qué un extranjero y un asalariado no pueden celebrar Pascua? Porque no se identifican, porque no sienten como suya esa fiesta, y en realidad no lo es. Esta fiesta Implica un nivel de responsabilidad, que ni un extranjero ni un asalariado va a llegar a comprender.

 

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