147. No comer el cebo del animal puro.
148. No ingerir sangre.

“Di a los Israelitas lo siguiente: No deben comer nada de grasa de toro, de cordero o de cabra”. (Levítico 7:23 DHH)
“La persona que coma cualquier clase de sangre será eliminada de entre su pueblo”. ( Levítico 7:26 DHH)

Explicación del mandamiento:

Estos son los dos preceptos que estudiaremos, por lo tanto, vayamos a Levítico 7:22-27, donde dice:

“Habló más Jehová a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel, diciendo: Ninguna grosura de buey ni de cordero ni de cabra comeréis. (Levítico 7:22-23)”.

-Este es el primer precepto que estamos analizando y parece hasta un poco simple o extraño, porque dices ¿por qué se habría de comer el cebo o la grasa?

La grosura de animal muerto, y la grosura del que fue despedazado por fieras, se dispondrá para cualquier otro uso, mas no la comeréis. Porque cualquiera que comiere grosura de animal, del cual se ofrece a Jehová ofrenda encendida, la persona que lo comiere será cortada de entre su pueblo. Además, ninguna sangre comeréis en ningún lugar en donde habitéis, ni de aves ni de bestias. Cualquiera persona que comiere de alguna sangre, la tal persona será cortada de entre su pueblo. (Levitico 7:24-27 RV60)

Así como vemos el castigo por comer o ingerir estos dos elementos grasa o cebo y sangre era prácticamente la muerte o como se conoce en términos hebreos como karet (cortar) tiene diferentes formas de interpretarse, podría ser cortado, implicaba que le costaba la vida, se mataba a esa persona, también podría interpretarse como expulsado del pueblo, otros piensan más bien que su vida sería cortada, aunque hay diferentes formas de interpretarlo definitivamente es un castigo siempre que se haga una transgresión a los mandamientos.

Vamos a analizar bien el versículo 23 donde dice:

“Habla a los hijos de Israel, diciendo: Ninguna grosura de buey ni de cordero ni de cabra comeréis (Levítico 7:23 RV60)”.

Este pasaje o versículo en particular sobre esta prohibición ya se había dado, lo encontramos en Levítico 3:17 RV60

“Estatuto perpetuo será por vuestras edades, donde quiera que habitéis, que ninguna grosura ni ninguna sangre comeréis (Levítico 3:17)”.

Si vamos leyendo este versículo de levítico 3:17 nos damos cuenta de que esto estaba meramente prohibido porque era algo que estaba reservado para el Eterno, tanto el cebo o grasa de las entrañas como la misma sangre estaban totalmente reservados, recordemos que cierto tipo de ofrendas como los Shelamim ofrendas de paz donde los oferentes que llevaban la ofrenda podían comer, podían participar, pero particularmente nos dice es muy claro tanto el cebo o grasa y sangre estaban totalmente prohibidos, estaban consagrados o entregados al Eterno.

En el versículo 23 que ya habíamos leído en levíticos 3:17 esta prohibición, que debemos entender unos puntos en la parte que dice grasa o grosura en hebreo es la palabra Cheleb que se traduce como cebo en algunos otros casos y realmente el término comprende la grasa que rodea las entrañas del animal, así que cubre estos órganos como los riñones, hígado, los lomos, hay órganos en el cuerpo que están rodeados de mayor grasa, entonces el sacerdote al abrir el animal y examinar los órganos evidentemente tenía que limpiarlos y sacar esa grasa para poder dejar limpios todos estos órganos.

Entonces esta grasa estaba reservada al Eterno y esto es algo que tenemos que entender, hay cosas que ya sea que las entendamos o no, ya sea que sean lógicas, están reservadas para el Eterno. Así, tal vez al día de hoy muchas personas pueden llegar a ver ilógicamente el Diezmo, han de pensar ¿por qué debemos dar al Eterno esta parte? Si yo lo estoy trabajando?, aunque es otro tema y hay muchas razones, finalmente por un principio de obediencia es que nosotros entregamos el diezmo, aquí por un principio de obediencia aquel que llevaba ese animal a sacrificio tenía que aceptar y el mismo sacerdote también que esta grasa que rodeaba estos órganos estaban consagradas al Eterno.

¿Qué otra razón podríamos pensar por lo que se deriva de este mandamiento?

La grasa que rodeaba estos órganos como les decía tenía que ver muchos con órganos relacionados con el enojo como el hígado y riñones, de alguna manera es una forma simbólica de entregarle al Eterno aquello que nos lleva al coraje, ira, al enojo a muchas emociones. En la biblia las emociones no estaban en el corazón, sino más bien en ese tipo de órganos, en los lomos, los riñones, toda esta grasa se tenía que quemar simbolizando que nuestra ira, nuestro enojo se lo debemos entregar al Señor y permitir que él lo queme, que se deshaga de él.

Otra razón importante es porque la sangre y el cebo comprenden la totalidad de la vida simbólicamente, ¿qué quiere decir esto? De alguna manera son los polos que componen al animal, la sangre representa la vida, la grasa representa al cuerpo o constituye el producto de su existencia física, entonces esto simbólicamente corresponden a la vida humana y como tales deben ser ofrecidos al Señor, es decir, debemos entregar nuestro cuerpo, nuestra alma a Él representado por la grasa y por la sangre.

También otra razón interesante si lo vemos dentro de la lógica es que la grasa es mala para la digestión, el estar consumiendo alimentos demasiados grasosos o este tipo de grasas aún de animal son de difícil digestión, entorpecen todo el sistema digestivo a la hora de asimilar la carne y entre otras cosas elevan el colesterol, la glucosa, tapan las arterias las venas, es decir, nos van a dificultar mucho más el proceso digestivo y en general nos van a dañar.

Hasta por una razón, si tú lo quieres ver de manera científica o médica, el Eterno dice “no te comas esta grasa, porque no la vas a poder digerir” y de alguna manera, si esta grasa que rodeaba estos órganos que representan estas emociones negativas, cuando los comemos o nos quedamos con estas emociones como la envidia, el coraje, la ira nos va a ser daño, nos va a tapar realmente la circulación de nuestra vida espiritual.

Otro que está relacionado de las prohibiciones es el No ingerir sangre, que vimos en Levítico capítulo 3:17, está incluso en el mismo versículo y hay una pequeña separación de unas cuantas líneas, pero vamos a volverlo a leer:

“Además, ninguna sangre comeréis en ningún lugar en donde habitéis, ni de aves, ni de bestias” (Levítico 13:26 RV60)

Esta prohibición es muy clara, ya sea que la ofrenda fuere de un ave o de un animal terrestre, de ninguna de ellas harás. Esto es un poco más obvio o lógico porque la mayoría sabe que la sangre representa la vida, hay un pasaje muy famoso que dice “porque la vida del hombre en la sangre está y yo os las he dado para hacer expiación”, por la sangre casi siempre se tiene respeto, es antinatural incluso el pensar consumir sangre.

Aquí lo habla no más como un precepto de guarda, sino de que no vayas a llegar a transgredir por si algún día alguien te invitará, se confundiera o se apartará o quisieras hacer esto y también para tener cuidado de este elemento que no lo olvidáramos igual que el sacerdote en el momento de hacer el sacrificio, no olvidará escurrir al animal kasherizarlo y entregarle toda esa sangre al Eterno.

¿Qué otra razón será?

También si nos vamos a la parte médica sabemos que es dañino el consumir o beber sangre, ya que produce desde enfermedades neverías hasta una afectación general del sistema circulatorio. Y si nos vamos a la parte espiritual, la sangre representa la vida, es una parte fundamente y, por lo tanto, el hacer esto sería una transgresión a la vida y al alma de aquel animal que ha sido sacrificado.

Nosotros sabemos que nuestro Mashiaj derramó su sangre como expiación para podernos redimir, como resultado la sangre exige por sí misma un respeto por ser la única fuente por medio del cual el Eterno nos otorgaría la redención. Y el castigo es obvio es uno de los castigos que se repiten en mayor cantidad de veces dentro de la biblia, esto está en Génesis capítulo 9 versículo 4, Levítico 7: 26-27, que es lo que estamos leyendo, Levítico 17:10, Levítico 19:26, Deuteronomio 12:16, Deuteronomio 12:23, Deuteronomio 15:23 y levítico 3:17, entonces en todos estos pasajes se prohíbe tajantemente el comer sangre.

Sé que es polémico para algunos grupos como los que consideran que una transfusión de sangre es una transgresión a este mandamiento, pero creo que debemos marcar una gran diferencia primero este precepto es dado entendiendo que tanto el cebo o grasa y sangre son consagrados para el Eterno, es decir no podías tu tomar absolutamente nada de estos elemento para comer, ni para nada, segundo punto la transfusión de sangre aunque no es en sí comerlo, lo ven “aunque no lo comes, pero finalmente entra a tu organismo” se hace por razón de salvar una vida, se hace con razón de salud en hebreo hay un término que se llama Kal v´omer que consiste en algo que tenga mayor peso, con la finalidad de salvar la vida por supuesto que está permitido hacer una transfusión de sangre.

No es que uno busque deliberadamente transgredir un mandamiento al hacer una transfusión, sino más bien preservar la vida, esas son las razones por las cuales se permiten las transfusiones bíblicamente hablando. Debemos reflexionar, que tanto el cuerpo como el alma, representados en estos dos elementos, son para nuestro Adón, debemos entregárselos y nuestras vidas deben estar consagradas a Él, por tanto, todo lo que somos también debe ser entregado a Él.

¿Deseas recibir la lista de los 613 mandamientos?

Escríbenos a info@caminoaemaus.org y recibe en PDF la lista de los 613 mandamientos de la Ley en tu correo.

Escribe un comentario

*

Your email address will not be published.

© 2012 -2024 KEHILÁ Camino a Emaús.
Todos los derechos reservados

Síguenos en:           
Simple Follow Buttons
Simple Share Buttons
Menu