Amaras a tu prójimo
No te vengues ni guardes rencor contra la gente de tu pueblo. Ama a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy Hashem.(Levítico 19:18)
Explicación del mandamiento:
La intención es de estos estudios en conocer el espíritu de cada mandamiento, conocer como lo podemos aplicar a nuestros días y este es uno de los mandamientos más importantes de toda la escritura, de acuerdo a lo que se ha enseñado,
es el segundo mandamiento más importante, nos podríamos pasar el resto de la vida estudiando y aprendiendo, comentando y viviendo esto y precisamente de eso se trata estar aquí, de conocer como amar mejor a nuestro prójimo, dice un dicho que: “Venimos a la congregación para aprender a amar a Dios, pero debemos de salir aprendiendo a amar a nuestro prójimo”.
Este mandamiento está asociado a dos mandamientos negativos que es no te vengues ni guardes rencor contra la gente de tu pueblo e inmediatamente después nos dice ama a tu prójimo, como diciendo en cierta manera es más fácil no hacer algo, es más fácil cumplir los mandamientos negativos que cumplir los positivos, es más fácil no hacer daño, no vengarse, no tener rencor, pero amar a tu prójimo ¿Qué implica? Amar implica acción, y de eso se trata la fe, la fe no es estática, no es algo que podemos entender y razonar y nada más escribir, la fe es algo que tenemos que vivir y una muestra de la fe es el amor a los demás y el amor al prójimo es el resumen, es el cincuenta por ciento de toda la escritura el cincuenta por ciento de toda la Torá.
Hay gente que cumple esto tal vez sin conocer el resto de los mandamientos, pero la esencia de este mandamiento es la base de todos los demás y es a lo que somos llamados y sabemos que suena muy simple decir amar al prójimo, pero hay muchas maneras de llevar a cabo esto y podríamos poner una infinidad de detalles de qué es amar al prójimo, pero me gustaría que leyeramos 1 de Juan 5:2 y darnos una idea mucho más específica y clara de lo que es entonces amar a nuestro prójimo:
En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y cuando guardamos sus mandamientos. (1 Juan 5:2)
Por cuanto amar al prójimo es muy general, podríamos tener cada uno una idea diferente de como manifestar ese amor, hoy en día hay gente que lo manifiesta de manera impropia o hay gente que dice bueno amo tanto a mi prójimo que me quiero casar con él, aquí está mi novio, y a esa persona no la puedes sacar de la idea de que está amando a su prójimo y así una gran cantidad de detalles que podríamos mencionar y que son opuestos a la Torá y que se hacen o dicen en nombre del “amor”.
Aquí la Torá es muy específica y justamente hay una regla de interpretación que dice que vas de lo general a lo particular, y en este caso esto es lo particular, dice: “En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios…”, sabemos de esta manera y lo demostramos, cuando amamos a Dios y cuando guardamos sus mandamientos, ¿Quieres amar a tu prójimo? esto es algo práctico y es: conocer los mandamientos y guárdalos
Si ya guardas los mandamientos, automáticamente no tendrías ni que decirle a tu prójimo que lo amas, si no le robas, si no lo matas, si no le guardas rencor, si le ayudas cuando tiene necesidad, le estás amando; no necesitamos en ese sentido tanto detalle, ese es el amor al prójimo. En concreto podríamos decir que el resumen de este mandamiento tan extenso es: “Cumple los mandamientos”.
¿Quién es mi prójimo?
Llegar a entender estos mandamientos puede llevar bastante tiempo, incluso nos podríamos preguntar ¿quién es mi prójimo? Porque el término prójimo también es usado de muchas maneras. La palabra prójimo es sinónimo de la palabra: próxima o próximo y es alguien que es muy cercano ti, la persona más cercana a ti. Entonces lo que nos dice Dios es: ama a la persona que tengas más cerca, ¿Cuándo? En el momento que lo tengas, a la persona más cercana a ti, ese es tu prójimo.
Los rabinos incluso interpretan que este mandamiento se cumple a cabalidad en el caso del matrimonio con tu cónyuge, con tu esposo con tu esposa, él o ella son tu persona más próxima, porque no hay ninguna relación más cercana que tú puedas tener cuando estás casado que tu propia pareja, entonces el mandamiento más importante, tu primer paso para cumplirlo es con la persona más cercana que es tu esposo o tu esposa, después son tus hijos y después tu familia en la fe, y esto ¿porque lo comento?, porque a veces todos tendemos a ayudar a los demás y nos olvidamos de los que están más cerca de nosotros.
Hay muchos casos de gente que hace actos de beneficencia impresionantes, gente que dona millones de dólares a causas de ayuda social, que dona a gente de otros lugares que está en mucha necesidad, en situaciones de guerra, casi todas las grandes empresas ninguna deja de tener este sistema o esta manera de aportar, de ayudar y que bueno que es así!. Incluso como congregación podemos caer en eso y como creyentes podemos caer en eso, pues vamos a compartirle al último chino de china o vamos a darle de comer a los que se están muriendo de hambre en tal sierra o en tal región, en tal lugar y eso está muy bien, pero es más fácil darle a alguien que no conoces que alguien que si conoces; es más fácil amar al que está más lejos que al que está más cerca, ¿quien te hace enfadar más?, seamos honestos ¿tu esposa ó el que está en la sierra Tarahumara?, obviamente que la persona con la que convives todos los días, con el compañero de trabajo, con el jefe, con el vecino, con el hijo, porque es más difícil amarles a ellos, justamente porque están más cerca, y curiosamente el mandamiento no dice ama a todos en general, sino dice: “ama a tu prójimo”, ama a la persona que está más cercana a ti porque es la que te va a costar tal vez más trabajo amar, la persona que en ese momento esté más cerca de ti y ¿de qué manera nos pide amarlo?
¿De qué manera nos pide El Eterno amar al prójimo?
La Biblia dice: “ama a tu prójimo como a ti mismo”. ¿Qué implica esto? Que la Biblia da por hecho que tú ya te amas lo suficiente, hay un amor propio en ti, pues todos tratamos de arreglarnos lo mejor posible, de vernos lo mejor posible, de sentirnos lo mejor posible, pensamos en nosotros mismos todo el tiempo, no necesitamos que alguien piense por nosotros porque tú mismo piensas en ti ya.
En la carta de los Efesios, el apóstol Pablo comenta justamente que, nadie en cierto sentido desprecia su cuerpo, sino que lo sustenta y lo cuida, y él dice: así mismo amen a sus esposas. La Biblia da por hecho que ya te amas lo suficiente, no necesitas aprender a amarte, el amor que tienes por ti es simplemente lo que Dios dice que es así como tú te amas, ama a tu prójimo, ama a tu esposa, ama a tus hijos, ama a tu hermano en la fe.
Yeshua lo puso en otros términos también diciendo: “Hazle a los demás como te gustaría que te hicieran a ti”, en términos positivos y me gusta mucho la expresión que llegó a dar Rabí Akiva y Hilel diciendo: el cumplimiento de la Torá es amar a Dios y amar a tu prójimo, todo lo demás es solo comentario; todas las demás hojas de la Biblia nos sirven para aprender a cumplir esto mejor. El amar a Dios y el amar al prójimo es como la portada y la contraportada del libro, pero necesitamos leer el contenido para saber realmente de que se trata y cómo hacerlo mejor y creo que hay un ejemplo para resumir esta lección o este mandamiento y eso lo enseño Yeshua: la historia del buen samaritano. Es la historia más contundente en cuanto a la enseñanza del amor que pudo haber dejado Yeshua .
Es un hombre que es asaltado por algunos, en el camino lo dejan herido, lo dejan tirado y es interesante cada pieza de la historia que nos narra Yeshua porque cada una de ellas es clave, es específico. Dice que primero pasó un levita y nos ponemos a pensar con el conocimiento de Levítico y que tenemos de la Torá y, nos damos cuenta de que los levitas participaban y servían en el Templo, entonces tocar un cadáver implicaba contaminarse ritualmente y ya no podía participar del servicio a Dios, el servicio de los sacerdotes y los levitas en muchos casos era muy esporádico no era que cada sábado lo hicieran, entonces era un precio muy alto si esta persona se acercaba y lo tocaba se daba cuenta de que estaba muerto es el peor tipo de contaminación ritual el tocar un cadáver y ese conocimiento que él tenía le llevó justamente a actuar de esa manera. Después viene en la narrativa que pasa también un sacerdote el cual tiene un grado más alto que el levita, una responsabilidad todavía mayor y entonces para el sacerdote está todavía más complicado porque él es el sacerdote, él no se puede contaminar ni siquiera por causa de sus propios familiares, en el caso del sumo sacerdote no se podía contaminar ni siquiera por su padre. Hay descripciones que dicen que si está el sumo sacerdote en el lecho de muerte de su padre y veían que ya se iba a morir, le tenían que pedir que saliera y cuando iba la procesión o llevaban el cuerpo para enterrarlo él podía solamente ver de lejos, ni siquiera podía estar ahí.
Esa, tal vez, es la razón por la que el sacerdote no se quiso acercar a este hombre que vieron ensangrentado, tirado, prácticamente muerto, en el caso de ellos el conocimiento de la Torá misma y su servicio a Dios fue un estorbo para llevar a cabo una obra todavía mayor que era el amar al prójimo. Entonces todos los mandamientos que ellos pudieron haber cumplido en el servicio a Dios, eran menores, y en el caso de haberse acercado a este hombre que quedo herido como muerto y haberle ayudado.
La contra parte fue que llegó un hombre Samaritano, es interesante que Yeshua introduce a este personaje porque los samaritanos eran considerados como enemigos de Israel o de los judíos propiamente de la gente religiosa ya que ellos pusieron su propio sacerdocio, sus templos, su “Torá”, y tenían todo su servicio, llevaban otro calendario, en fin. Entonces había una enemistad impresionante entre judíos y samaritanos, y el hecho de que Yeshua pone a un samaritano es algo que me dice: este samaritano que no tenía todo este entendimiento muy particular, pues era una persona común y corriente, una persona del pueblo, del vulgo, sin todos estos detalles de la cuestión ritual, simplemente se dejó llevar por lo que había en su corazón que era la misericordia y la compasión y sabemos en la historia bíblica, que sustenta y ayuda a este hombre, que lo carga, lo lleva a un lugar para que lo curen y se recupere, el mismo paga todos estos gastos y la pregunta final de Yeshua es: ¿Quién cree que actuó como el prójimo? ¿Quién fue el prójimo de esta persona?
Se dan cuenta de que en la narrativa ellos ni siquiera dicen el samaritano porque ni siquiera de su boca querían pronunciar esas palabras, era tanta la situación hostil que había entre ellos que dijeron: el que hizo misericordia, ni siquiera dicen el samaritano porque era como reconocer que el samaritano es el que está cumpliendo la Torá y no nosotros. Esto es una lección de quién es realmente tu prójimo, tu prójimo es la persona que te necesita, la persona que más te necesita en ese momento y de esto tenemos que aprender todos, de esto tenemos mucho que aprender.
En la carta a los Romanos y en la carta a los Gálatas, Pablo entiende esto y dice: “por qué el amor no le hace mal al prójimo”, en el amor está el cumplimiento de toda la Torá, porque: no robaras, no matarás, todo esto se resume en una cosa y que es: ama a tu prójimo como a ti mismo.
Conclusión
A esto somos llamados, a llegar a este nivel y despojarnos de nuestro propio egoísmo, porque lo contrario al amor es el egoísmo, y el amor al prójimo es un mandamiento que nadie pudiera pensar que ya pasó o que ya no está vigente, al contrario, si nosotros creemos que la Torá está vigente y que Yeshua es el cumplimiento a la Torá mucho más nosotros deberíamos llevar a cabo estos mandamientos, particularmente estos que tiene que ver nuestra relación con el prójimo, así que cuando estemos estudiando estos libros de la Torá y Devarim (Deuteronomio), darnos cuenta cuáles son los mandamientos que tienen que ver con nuestro prójimo y tratar de ser ortodoxos y celosos en el cumplimiento de ellos.
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