Conteo del Omer
Y contaréis desde el día que sigue al día de reposo, desde el día en que ofrecisteis la gavilla de la ofrenda mecida; siete semanas cumplidas serán. Hasta el día siguiente del séptimo día de reposo contaréis cincuenta días; entonces ofreceréis el nuevo grano a Jehová. (Lev. 23:15-16 RVR60).
Explicación del mandamiento:
Esta es una pequeña síntesis extraída del libro del Midrash por el rabino Moshe Weisman:
“El conteo del Omer es el mandamiento de contar los 49 días a partir del día de la ofrenda del Omer, el 16 de Nissan. La mitzvá consiste en contar tanto la cantidad de días como de semanas, tal como lo indica la Torá: deberán ser 7 semanas completas”
Cuando los hijos de Israel fueron liberados de Egipto, Moshe les dijo que se les daría la Torá luego de 49 días. Con gran expectativa de recibir este regalo divino, cada judío llevó una cuenta del Omer propia esperando que el día llegara, luego Hashem estableció la cuenta como una mitzvá permanente. Contamos desde Pesaj, el tiempo de redención de la esclavitud física de Egipto, hasta la entrega de la Torá, para demostrar que la redención espiritual alcanzada por el estudio y cumplimiento de la Torá, se considera aún más importante que lo que fue la liberación física.”
Estudiando el tema, encontramos una parábola; una enseñanza de un rabí llamado Aba y uno llamado Gía y dice así: Rabí Aba y Rabí Gía, caminaban y hablaban temas acerca de la Torá; Rabí Gía le comenta a su colega: la Tora ordena: y ustedes deberán contar 7 semanas completas. ¿Cuál es el verdadero significado profundo de esta cuenta? Rabí Aba le contesta: durante el Éxodo, el pueblo judío era una kalá, que es nidá. Esto es la representación de una mujer en su período, y una mujer en su período no puede tener intimidad con su marido y deben esperar 7 días, y luego purificarse para él. De acuerdo a los 7 días que ella cuenta; y ellos a su vez contaron 7 semanas. El día del Matan Tora, la entrega de la Tora, ellos quedaron libres de la impureza espiritual de Egipto y quedaron listos para dedicarse a Hashem en el Sinaí en la entrega de la Tora, y dice el Talmid Jajam, también debe purificarse durante estas siete semanas para que en la noche de Shavuot esté preparado para recibir la Tora con mayor devoción y apego.
La Tora nos ordena que contemos siete semanas completas
Y contaréis desde el día que sigue al día de reposo, desde el día en que ofrecisteis la gavilla de la ofrenda mecida; siete semanas cumplidas serán. Hasta el día siguiente del séptimo día de reposo contaréis cincuenta días; entonces ofreceréis el nuevo grano a Jehová. (Lev. 23:15-16 RVR60).
Y se resume así: este es un deber especial para nosotros mismos con el fin de sobrellevar cualquier obstáculo que nos aparte de Hashem. Durante los 49 días, El Todopoderoso le revelaba a Moshe un concepto nuevo en la sabiduría divina, Moshe estaba muy cerca del entendimiento divino, sin embargo, el concepto 50 era secreto aún para él, ya que excedía la capacidad de comprensión humana. Y en una síntesis del rabino Rashi dice: Y os contaréis 7 semanas desde el día siguiente a la primera solemnidad, la prescripción concierne a la mujer aislada llamada Nidá.
Los sabios han extraído de esto la conclusión siguiente: los hijos de Israel tuvieron la necesidad de un período para liberarse de la impureza egipcia que había contraído viviendo entre los paganos; como una mujer que está en el período de nidá, como una mujer impura, como una mujer que tiene que respetar un período de 7 días para poder estar con su pareja y debían purificarse mediante la abstinencia de séptuplo de semanas (dicho de una cantidad, que incluye en sí 7 veces a otra) en función de la extrema gravedad de su impureza. Después pudieron unirse a su Señor la noche de Shavuot, que es la consagrada a esta unión santa, por ello también se distingue en nuestros días por la costumbre de velar durante esa noche. También se ha dicho: cuando el rocío cayó de noche sobre los campos.
La Mikvé
En cuanto a la inmersión en el agua de la cual el mikve es el símbolo, está representada por el baño de la Torá en el curso de cuya noche purificamos nuestros cuerpos; de esta manera, el conteo de las 7 semanas debe contribuir a perfeccionarnos. La fiesta de Pesaj no había sido dada graciosamente por Dios, pero una vez hecho el regalo, de lo que se trata es subir los 49 grados de la impureza y hay como contrapartida 49 grados de pureza, lo subimos uno a uno y pensamos en cada movimiento en el grado de pureza que encierran estos días de acuerdo a la enseñanza, y llegados a este término hemos realizado la mitzvá, la cual nos hace dignos de recibir una vez más la Torá; hemos empleado la libertad recibida en la fiesta de Pesaj para insuflarle un contenido que nos haga merecedores de la fiesta de Shavuot. Estos preparativos son ciertamente y ante todo, un acto de pureza ejercido en el temor de Dios; por esta razón festejamos Shavuot al final del día cuarenta y nueve, o sea, el 6 de Sivan, en tanto que la Tora fue dada según el rabí Josef el 7 de Sivan. El motivo de esto es que este día representa los largos preparativos que nos imponemos para recibir la Torá y representa asimismo el principio del temor a Dios.
Como ya se mencionó, al final de cuentas, estos 49 días nos deben servir de conciencia para irnos purificando día a día hasta que completemos las 7 semanas, purifiquemos nuestras almas y nuestro espíritu para así ser merecedores en Shavuot de la sagrada Torá.
Conclusión:
Pongamos, pues, conscientemente nuestro empeño día a día en ir cambiando actitudes, nuestra forma de ser, y así sentirnos merecedores de ese privilegio de recibir la Torá.
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