Mandamiento 36
No raptar
“No hurtarás” RVR60
Explicación del mandamiento
La interpretación de este mandamiento es muy sencilla y todos sabemos a qué se refiere. En las Biblias hebreas el mandamiento de no matarás, no cometerás adulterio y no hurtarás aparece en un solo versículo, específicamente en el verso tres. Se considera que estos tres mandamientos están relacionados o enfocados en las personas, por lo cual principalmente se interpretó el no robarás, como no raptar personas. Éste, es un mandamiento muy extenso, que abarca todos los ámbitos, desde personas y cosas, hasta tiempo, y corazones. Es un mandamiento lógico, universal, de los llamados Mishpatim (juicio y equidad), mandamientos que buscan la justicia en la sociedad. Hay más información sobre cómo se regula este mandamiento en Éxodo 22:1-13. El no robar o hurtar abarca un sentido muy amplio, ya que no sólo implica cosas materiales, propiedades, animales, sino también cosas intangibles como los corazones.
“Aconteció después de esto, que Absalón se hizo de carros y caballos, y cincuenta hombres que corriese delante de él. Y se levantaba Absalón de mañana, y se ponía a un lado del camino junto a la puerta; y a cualquiera que tenía pleito y venía al rey a juicio, Absalón le llamaba y le decía: ¿De qué ciudad eres? Y él respondía: Tu siervo es de una de las tribus de Israel. Entonces Absalón le decía: Mira, tus palabras son buenas y justas; más no tienes quien te oiga de parte del rey. Y decía Absalón: !Quién me pusiera por juez en la tierra, para que viniesen a mí todos los que tienen pleito o negocio, que yo les haría justicia! Y acontecía que cuando alguno se acercaba para inclinarse a él, él extendía lo tomaba, y lo besaba. De esta manera hacía con todos los Israelitas que venían al rey a juicio; y así robaba Absalón el corazón de los de Israel.” (2ª Samuel 15:1-6 RVR60)
El caso anterior es un ejemplo de que efectivamente se pueden robar los corazones. Absalón empezó a mostrarse como un hombre de poder, de influencia, como un hombre importante, pero de forma sutil, este fue un acto encaminado hacia la rebeldía para robar el trono de su padre el rey David, por lo que actuaba de esta forma, robando el corazón del pueblo, hablándoles al oído, convenciéndolos para que lo pusieran a él por rey, diciéndoles: “Les conviene que me pongan como rey a mí y no a mi padre, porque yo sí los escucharé y entenderé”.
“Cuando entres en la viña de tu prójimo, podrás comer uvas hasta saciarte; mas no pondrás en tu cesto. Cuando entres en la mies de tu prójimo, podrás arrancar espigas con tu mano; mas no aplicarás hoz a la mies de tu hermano.” (Deuteronomio 23:24-25 RVR60)
Aquí tenemos otro ejemplo de no robar. Estaba permitido comer del campo de otros, pero no tomar para llevar y guardar, eso ya sería considerado como robar. Este verso habla la necesidad de proporcionar alimento a la gente que pasaba por el lugar, si se poseía un campo, debía permitirse que las personas se abastecieran por un momento, lo que cupiera en su mano, lo que pudieran comer, pero no llevarlo; el hecho de llevarse algo era calificado como robo. Esta es otra aplicación más de este mandamiento, además de robar corazones, aprovecharse de las personas es también otra forma de robar, que al mismo tiempo está asociado con no engañar.
“No hurtaréis, y no engañaréis ni mentiréis el uno al otro.” (Levítico 19:11 RVR60)
Los Rabinos interpretan que el mandamiento de Éxodo 20 aplica principalmente a las personas: no robes personas, no secuestres, porque lo anterior es digno de pena de muerte. Mientras que Levítico 19:11, habla sobre no robar cosas materiales, no hurtar ni engañar aparecen en el mismo mandamiento porque el engaño es una forma de cometer un robo.
“Si alguno engañare a una doncella que no fuera desposada, y durmiere con ella, deberá dotarla y tomarla por mujer. Si su padre no quisiera dársela, él le pesará plata conforme a la dote de las vírgenes.” (Éxodo 22:16-17 RVR60)
En el ejemplo anterior, si un hombre engañaba a una doncella básicamente podría decirse que le había robado el corazón. Así que, robar y engañar están muy relacionados.
Otras aplicaciones de este mandamiento
En lo que respecta al tiempo, un caso de cómo podemos “robar tiempo” a otros, es por ejemplo cuando entramos a una tienda y sabemos que no vamos a comprar nada, en este hecho le estamos robando el tiempo al empleado, y creándole ilusiones de sus comisiones pensando que hará negocio con nosotros. Es muy importante este mandamiento porque tiene muchas aplicaciones, como en el caso de personas, es por ello que el secuestro está prohibido, y tristemente es una actividad que va en aumento en nuestra sociedad. Y como ya lo mencionamos antes, se puede robar el corazón de una persona como lo hizo Absalón, quien fue muy astuto, porque en lugar de buscar una sedición y hacer una revuelta, lo que hizo fue envolver y robarse el corazón de las personas. Cuántos hombres buscan robarse el corazón de una mujer o viceversa, sin ningún compromiso real, y por ello hay muchos divorcios, o cuántos jóvenes no buscan robar el corazón de una chica sin una intención seria ni formal, eso es robar sentimientos, ilusiones, sueños, la santidad de esa persona. Así que, si nosotros no estamos listos y atentos con la guardia arriba, también ser víctimas de robo por alguien más.
Este es un mandamiento de carácter universal
¿Qué diferencia habría en el mundo, si tan solo se aplicara este mandamiento de no robarás? ¿Qué pasaría? Yo no creo que exista alguna religión, país, o constitución que se oponga o esté en contra de no robar. Si solo se aplicara eso ¿cómo sería nuestra vida? Los coches no tendrían llave, encenderían con un botón, no habría candados, por lo tanto no existirían los cerrajeros, no habrían rejas, ni sistemas de seguridad, por lo que no existiría gente dedicada a la seguridad, ni personas en las cárceles acusadas de este delito, porque ya no habría robo, ni estafa. ¿Cuánta gente hoy no está en la cárcel porque robaron, o estafaron? y ¿Cuánto dinero se destina para evitar el robo? Se considera que el robo más grande de las tiendas de autoservicio es el robo “hormiga”, que es aquel donde entra una persona y se roba algo aquí, algo allá, algo más allá, y es aquí donde los comercios pierden millones y millones en dinero, que al final repercute en el precio de todos los productos, por lo que las consecuencias repercuten en todos. Podemos aprecias porque nuestro mundo sería totalmente diferente si realmente se aplicara este mandamiento, podríamos salir a la calle con seguridad y sin temor de que alguien intente quitarnos lo que no le pertenece, podríamos dejar nuestro auto abierto, nuestra casa, nuestros niños podrían salir a jugar y no temeríamos que fueran víctima de algún secuestro. Probablemente esto parezca una utopía (plan ideal del gobierno en el que se concibe una sociedad perfecta), pero no cabe duda que sería un mundo totalmente distinto y mucho mejor para todos nosotros.
¿De qué manera robamos?
Es cuestión de reflexionar cada uno en su corazón y preguntarse, ¿de qué manera robamos? Tal vez no hemos robado cosas materiales, pero si el tiempo, el corazón, las ilusiones, los sueños de alguien, por lo tanto, hemos transgredido este mandamiento de alguna u otra forma.
¿Qué dice el Brit Hadasha (Pacto renovado)?
En la misma Torá como ya vimos, el robar personas (secuestrar) conlleva pena de muerte, inclusive al punto de considerar que con tal de liberar a la persona secuestrada es justificado el matar al secuestrador. Las cosas materiales se sustituyen, pues en Éxodo capítulo 22 menciona que, si una oveja es robada, deben restituirse por cuatro, si se roban un buey se restituyen por cinco. Además, había casos en los que se prestaba algo y de pronto el objeto en cuestión desaparecía, debía decidirse quien pagaría esta pérdida, por lo que se llamaba a los jueces con el propósito de realizar una investigación para determinar quién había cometido el robo.
En relación al robo, veamos lo que se dice en el Brit Hadasha:
“Ni deis lugar al diablo. El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con él que padece necesidad.” (Efesios 4:27-28 RVR60)
Podemos apreciar que mostrar arrepentimiento y hacer Teshuvá (Retornar al Creador a través del arrepentimiento) es muy sencillo. Si antes robaba, ahora ya no más. ¿Qué hizo Zaqueo? “Dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.” (Lucas 19:8 RVR60). Zaqueo devolvió el cuádruple de lo robado, pues él sabía que debía devolver las comisiones extra que se quedaban en su bolsillo. Pablo dice aquí, el robaba no robe más, sino trabaje; a veces espiritualizamos demasiado el arrepentimiento, y ciertamente es bastante sencillo: Si robabas, ya no robes, se acabó, trabaja.
“Si sois vituperados por el nombre del Mesías, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu del Señor reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado. Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno.” (1ª Pedro 4:14-15 RVR60)
Si vamos a padecer en este mundo, que sea por ser un ejemplo de los creyentes, por el nombre del Mesías, y no por ladrón. Hay un dicho tristemente muy conocido que dice: “El que no tranza, no avanza”, y cada vez, la gente lo aplica más y más, creando una tendencia en la sociedad, siempre buscando que se puede robar, que se puede obtener, y en ocasiones la gente lo confunde sagacidad, astucia o habilidad para hacer negocios, como en el caso del narcotráfico que le llaman “negocio”, o al traficar con personas, que también es conocido como “negocio de personas” y por supuesto que es un pecado y la Biblia dice muy claro: Arrepiéntete.
Conclusión
La reflexión para todos es la siguiente: En lo que robemos ya sea tiempo, personas, corazones, dinero, o cualquier otra cosa que hayamos tomado y no nos pertenezca, arrepintamonos de todo nuestro corazón.