Mandamiento 495 y 496
Obedecer al Sanedrín, no discrepar sus disposiciones, ni alterar su palabra.
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Obedecer las disposiciones del Sanedrín.
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No discrepar con las disposiciones del Sanedrín y no alterar sus palabras.
“Según la ley que te enseñen, y según el juicio que te digan, harás; no te apartarás ni a diestra ni a siniestra de la sentencia que te declaren.” (RV 60)
Deuteronomio 17:8-13:
Deuteronomio 17: 8-13
“Cuando alguna cosa te fuere difícil en el juicio, entre una clase de homicidio y otra, entre una clase de derecho legal y otra, y entre una clase de herida y otra, en negocios de litigio en tus ciudades; entonces te levantarás y recurrirás al lugar que el Eterno tu Dios escogiere;
y vendrás a los sacerdotes levitas, y al juez que hubiere en aquellos días, y preguntarás; y ellos te enseñarán la sentencia del juicio.
Y harás según la sentencia que te indiquen los del lugar que el Eterno escogiere, y cuidarás de hacer según todo lo que te manifiesten.
Según la ley que te enseñen, y según el juicio que te digan, harás; no te apartarás ni a diestra ni a siniestra de la sentencia que te declaren.
Y el hombre que procediere con soberbia, no obedeciendo al sacerdote que está para ministrar allí delante del Eterno tu Dios, o al juez, el tal morirá; y quitarás el mal de en medio de Israel.
Y todo el pueblo oirá, y temerá, y no se ensoberbecerá.” (RV 60)
“Cuando te enfrentes a un caso difícil en el juicio, ya sea por homicidio, disputa legal o lesión, en litigios dentro de tus ciudades, deberás levantarte y dirigirte al lugar que el Señor tu Dios haya elegido.
Acudirás a los sacerdotes, levitas y al juez que esté en funciones en esos días, y les consultarás; ellos te instruirán sobre la decisión del juicio. Actuarás de acuerdo con la sentencia que te indiquen desde el lugar que el Señor haya escogido y prestarás atención a todo lo que te comuniquen.
Seguirás la ley que te enseñen y el veredicto que te informen, sin desviarte de la sentencia que te declaren, ni a la derecha ni a la izquierda. El hombre que actúe con arrogancia, sin obedecer al sacerdote que sirve ante el Señor tu Dios, o al juez, ese hombre morirá.
Así eliminarás el mal de Israel. Todo el pueblo escuchará y temerá, y no volverá a actuar con soberbia.”
Explicación y Espíritu de Estos Mandamientos:
Estos versículos contienen palabras poderosas y significativas, estableciendo mandamientos que surgen de la necesidad de resolver diferencias que a menudo no podemos solucionar por nosotros mismos.
No siempre es posible llegar a un acuerdo con nuestros hermanos o con otras personas en una variedad de situaciones, ya sea por daños, lesiones, disputas sobre tierras, cuestiones legales o interpretaciones de las Escrituras.
Estos mandamientos implican que debemos aceptar la resolución de un problema, nos guste o no, y generalmente estas situaciones son complicadas porque suele haber un ganador y un perdedor.
Idealmente, resolveríamos los problemas llegando a un acuerdo mutuo, pero esto no siempre es posible. Por esta razón, el principio de buscar un juicio justo rige en todas las naciones y hay tantas especialidades en el campo del derecho.
Los principios de la Torá pueden aplicarse en muchas situaciones complejas o únicas, pero esto requiere que ambas partes en disputa crean en la Torá y consideren a los jueces que Dios ha establecido como autoridades supremas.
Sin embargo, surge la controversia cuando consideramos la posibilidad de que el Sanedrín se equivoque o que la interpretación no sea correcta, como se evidenció en la época de Yeshua.
Él reprendió a los líderes religiosos por ignorar las Escrituras y por juzgar injustamente. Además, hay leyes rabínicas que pueden contradecir la Torá, como la prohibición de tocar el Shofar en Yom Teruah si cae en Shabat, lo que contradice el mandamiento de escuchar el sonido de la trompeta.
Yeshua dejó claro que no debemos anular los mandamientos de Dios por seguir tradiciones humanas, como se menciona en Marcos 7:8-9 y Mateo 15:1-2.
“Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres: los lavamientos de los jarros y de los vasos de beber; y hacéis otras muchas cosas semejantes.
Les decía también: Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición.” (RV 60)
Muchas contradicciones a la Torá que le tocó vivir al mismo Mesías cuando caminó en la Tierra, otra sería como por ejemplo en Mateo 15:1-2
“Entonces se acercaron a Jesús ciertos escribas y fariseos de Jerusalén, diciendo:
¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de los ancianos? Porque no se lavan las manos cuando comen pan.” (RV 60)
Estos mandamientos son de doble filo y conllevan riesgos, por lo que es necesario buscar la voluntad de Dios conociendo su Palabra.
Aunque no somos expertos en todo, Dios ha provisto maestros, pastores y otros líderes para ayudarnos a entender su voluntad.
Por otro lado, es común que las personas busquen consejo, pero no lo sigan, lo que puede llevar a la disolución de la sociedad y del pueblo.
Es crucial evaluar si lo que dice la autoridad está conforme a la Torá y obedecer en consecuencia. Lamentablemente, hoy en día es común que las personas quieran saber qué quiere Dios, pero terminan haciendo lo que desean.
Un pastor me dijo una vez que, al final, la gente hace lo que quiere, un recordatorio para aquellos que están comenzando en el ministerio de no frustrarse ante esta realidad.
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