Mandamiento 497 y 498

Designar un rey en Israel, no designarlo si no es de la simiente de Israel.

  1. Designar un rey de Israel.

  2. No designar rey de Israel a quien no sea de la simiente de Israel.

“Ciertamente pondrás por rey sobre ti al que Jehová tu Dios escogiere; de entre tus hermanos pondrás rey sobre ti; no podrás poner sobre ti a hombre extranjero, que no sea tu hermano.

Pero él no aumentará para sí caballos, ni hará volver al pueblo a Egipto con el fin de aumentar caballos; porque Jehová os ha dicho: No volváis nunca por este camino. 

Ni tomará para sí muchas mujeres, para que su corazón no se desvíe; ni plata ni oro amontonará para sí en abundancia.” (RV 60)

Analizaremos los antecedentes y la razón de estos dos mandamientos:

Estos mandamientos se complementan, el mandamiento positivo 205 y el negativo 293, que básicamente consisten en designar un Rey para Israel, y ese Rey no puede ser sino de la simiente de Israel.

Deuteronomio 17:14-15

“Cuando hayas entrado en la tierra que el Eterno tu Dios te da, y tomes posesión de ella y la habites, y digas: Pondré un rey sobre mí, como todas las naciones que están a mi alrededor; ciertamente pondrás por rey sobre ti al que el Eterno tu Dios escogiere; de entre tus hermanos pondrás rey sobre ti; no podrás poner sobre ti a un hombre extranjero, que no sea tu hermano.” (RV 60)El rey Saúl siendo coronado. Imagen 2 de 4

Estos mandamientos tienen bastantes opiniones y controversias, porque tenemos los dos lados de la moneda, tenemos opiniones a favor y tenemos opiniones totalmente en contra.

Iniciamos con la controversia, te pregunto a ti: ¿Tú qué consideras, buena idea o mala idea la de tener un rey? Por cuál te inclinas, es buena la idea o es mala idea tener un rey.

La Escritura dice acerca de poner un Rey en Primera de Samuel 8, en la versión Reina Valera 1960 aparece con el título de “Israel pide rey”, el contexto es lo que sucedió años después, cuando el pueblo ya estaba establecido en la Tierra de Israel, dice:

Primera de Samuel 8:1-11ª

“Aconteció que, habiendo Samuel envejecido, puso a sus hijos por jueces sobre Israel. Y el nombre de su hijo primogénito fue Joel, y el nombre del segundo, Abías; y eran jueces en Beerseba.

Pero no anduvieron los hijos por los caminos de su padre, antes se volvieron tras la avaricia, dejándose sobornar y pervirtiendo el derecho. Entonces todos los ancianos de Israel se juntaron, y vinieron a Ramá para ver a Samuel, y le dijeron: He aquí tú has envejecido, y tus hijos no andan en tus caminos; por tanto, constitúyenos ahora un rey que nos juzgue, como tienen todas las naciones. Pero no agradó a Samuel esta palabra que dijeron: Danos un rey que nos juzgue.

Y Samuel oró al Señor. Y dijo Dios a Samuel: Oye la voz del pueblo en todo lo que te digan; porque no te han desechado a ti, sino a mí me han desechado, para que no reine sobre ellos. Conforme a todas las obras que han hecho desde el día que los saqué de Egipto hasta hoy, dejándome a mí y sirviendo a dioses ajenos, así hacen también contigo.Un profeta. Imagen 3 de 4

Ahora, pues, oye su voz; más protesta solemnemente contra ellos, y muéstrales cómo les tratará el rey que reinará sobre ellos. Y refirió Samuel todas las palabras del Señor al pueblo que le había pedido rey. Dijo, pues: Así hará el rey que reinará sobre vosotros: ”(RV 60)

Vemos todo lo que implicaría “Tener un Rey” no iba a ser gratis.

Continua en Primera de Samuel 8:11-22

“Tomará vuestros hijos, y los pondrá en sus carros y en su gente de a caballo, para que corran delante de su carro; y nombrará para sí jefes de miles y jefes de cincuentenas; los pondrá asimismo a que aren sus campos y sieguen sus mieses, y a que hagan sus armas de guerra y los pertrechos de sus carros. Tomará también a vuestras hijas para que sean perfumadoras, cocineras y amasadoras.

Asimismo tomará lo mejor de vuestras tierras, de vuestras viñas y de vuestros olivares, y los dará a sus siervos. Diezmará vuestro grano y vuestras viñas, para dar a sus oficiales y a sus siervos. Tomará vuestros siervos y vuestras siervas, vuestros mejores jóvenes, y vuestros asnos, y con ellos hará sus obras.

Diezmará también vuestros rebaños, y seréis sus siervos. Y clamaréis aquel día a causa de vuestro rey que os habréis elegido, más el Señor no os responderá en aquel día. Pero el pueblo no quiso oír la voz de Samuel, y dijo: No, sino que habrá rey sobre nosotros; y nosotros seremos también como todas las naciones, y nuestro rey nos gobernará, y saldrá delante de nosotros, y hará nuestras guerras.

Y oyó Samuel todas las palabras del pueblo, y las refirió en oídos del Señor. Y el Eterno dijo a Samuel: Oye su voz, y pon rey sobre ellos. Entonces dijo Samuel a los varones de Israel: Idos cada uno a vuestra ciudad.” (RV 60)El profeta Samuel. Imagen 1 de 4

¿El pueblo pidió algo en contra de la Torá? ¿La petición con la que llega el pueblo delante de Samuel, iría en contra de lo ya se había establecido en la Torá, ordenado en la torá a través de Moisés?, la respuesta es: No, ellos le pidieron lo que la misma Torá establecía que pedirían.

Deuteronomio 17:14-15

“Cuando hayas entrado en la tierra que el Señor tu Dios te da, y tomes posesión de ella y la habites, y digas: Pondré un rey sobre mí, como todas las naciones que están en mis alrededores; ciertamente pondrás por rey sobre ti al que el Señor tu Dios escogiere; de entre tus hermanos pondrás rey sobre ti; no podrás poner sobre ti a hombre extranjero, que no sea tu hermano.” (RV 60)

Si nos vamos con la idea o con lo que expresa el libro de Primera de Samuel capitulo 8, evidentemente que esto no le agradó y entristeció a Samuel; Samuel era un hombre evidentemente sensibles al Espíritu de Dios, que conocía la voluntad de Dios, era una autoridad dentro de Israel y él va delante de Dios a presentarle el caso, diciendo: “Mira lo que nos están pidiendo”, “Quieren un Rey” y el Eterno le dice: “No te están desechando a ti, me están desechando a mí”, como no te lo tomes personal Samuel.

Hay una opinión muy firme que dice. “No fue una buena idea y las consecuencias que vendrían por asignar un rey, sería sumamente graves y fuertes. Para ver esto bastan dos libros primera y segunda de Reyes, con los que nos damos cuenta de lo que le sucedió a Israel cuando fue gobernado por Reyes. Sin embargo, la torá dice que Si; ciertamente cuando hayas entrado pondrás por Rey.

La otra opinión que aún los rabinos no se han puesto de acuerdo y es que, si, esa era la idea, porque por eso mismo está en la Torá, Dios previendo esto, dice: “Pon un Rey”, pero cuál es el detalle, en el lado positivo al decir sí está bien, es que Dios dice: “Pero el que sea, será el que yo les diga”, en eso radica la diferencia. Algunos se inclinan a pensar que Samuel se entristece porque consideraron que esa petición fue prematura, no esperaron a que Samuel muriera, sino que dijeron como tus hijos no andan en los caminos, necesitamos un Rey como todas las naciones.

El principio de la petición fue imitar a todas las naciones, por un lado, creo que sí era necesario nombrar un rey porque la Torá dice que era necesario que hubiera un Rey, lo delicado del asunto es dos cosas; primero, asegurarse que ese Rey fuera escogido por Dios, esto no era una cuestión democrática, olvídense de la Democracia occidental de vamos a votar, no hay tal o lo que la mayoría quiera, no era lo que la mayoría quisiera, era era lo que Dios decía que fuera.

Por otro lado, porque era necesario; y también era la parte delicada; eran las consecuencias que traerían establecer un Rey, por más que fuera maravilloso o perfecto y bueno, este Rey iba a requerir lo que Samuel les los dijo, por eso el Eterno le dijo adviérteles, que consideren el costo de lo que implicaría tener un Rey, va ha tomar a sus jóvenes,

A pesar de ser un hombre conforme al corazón de Dios, David cometió errores y cayó en tentaciones, lo que generó una serie de problemas con su propia familia, hijos y generales. Esto era inevitable porque, antes de ser Rey, David era un ser humano.

¿Por qué era necesario nombrar un Rey?

En Jueces 21: 25 se dice:

“En aquellos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que le parecía bien.” (RV 60)

Esta era la situación que vivía Israel, no había Rey y cada uno hacía lo que le parecía, es decir, cada quien se gobernaba a sí mismo. De alguna manera, podemos ver que cuando no hay un Rey, cuando no hay una cabeza, cuando no hay un líder, las cosas no funcionan bien. Esto respalda la idea de que era correcto pedir un Rey. Incluso el Rey con el perfil más adecuado y siendo perfecto, podía equivocarse. Entonces, esto implicaba un riesgo.El rey Saul. Imagen 2 de 4

Viéndolo desde otro ángulo, siendo honestos, somos ingobernables por nosotros mismos, necesitamos una figura de autoridad. Por eso Dios no trae a los hijos al mundo siendo adultos, los trae siendo pequeños, bajo la figura de autoridad de un padre, una madre o abuelos, para que aprendamos teniendo un modelo a seguir. También se iba a necesitar en situaciones difíciles alguien que asumiera la responsabilidad de llevar en sus hombros al pueblo.

Así como espiritualmente el Cohen Hagadol, el Sumo Sacerdote, cargaba esta responsabilidad por el pueblo en Yom Kippur (Día del Perdón), el rey debía asumir la responsabilidad de tomar decisiones y emitir veredictos en momentos difíciles, lo cual no era fácil. El Rey debía conducir a la nación, fortalecer la enseñanza, la aplicación de la Torá, teniendo un líder con una sola voz y no muchas voces.

Por eso el periodo de los jueces fue un desastre, con altibajos en el sentido de que surgía un líder como un tipo caudillo que espiritualmente estaba conectado con Dios, generaba un movimiento que liberaba a Israel, pero moría o se corrompía y entonces todo se venía abajo junto con él. Estaban como atados a estas consecuencias, de altas y bajas, porque no había un Rey.

La idea es buena, viene de la misma Torá, pero la aplicación es la que puede fallar. Es como quien quiere una esposa o un esposo, pero escoge a cualquiera que va pasando, porque Dios dijo que el matrimonio lo bendice. Ten cuidado porque la idea es buena y el mandamiento lo manda, pero depende con quién.

Tristes casos se sucedieron, Rey tras Rey, se ve como testimonio en los libros de Reyes, en los libros de crónicas que relatan que iban de mal a peor, que pasaban de un desastre a otro. Como se dijo en el libro de Samuel; “Van a clamar, dice el Señor y yo no los voy a oír, ustedes tuvieron lo que pidieron”.

Aquí el detalle es ese, el Rey iba a emitir justicia, iba a dirigir, siendo más fácil cuando hay una sola voz. Otro problema consistía en que el poder puede corromper, puede desviar el corazón, incluso del hombre más sabio, del hombre más humilde. Salomón era sabio y aun así llevó al pueblo a la transgresión, debido a que sus matrimonios trajeron un sin número de idolatría.

Quisiera recomendarles un libro, es un libro muy pequeño, que está narrado en forma de novela, como una obra de teatro, se llama “Perfil de tres monarcas”. Es un libro que se lee en dos o tres días, describe el carácter, el corazón de tres hombres: Saúl, David y Absalón. Se enfoca en estos tres Reyes, tiene la intención de hacernos dar cuenta, qué tipo de corazón tenemos, a qué tipo de Rey seguimos y a qué tipo de persona nos podemos llegar a convertir.

Se lo recomiendo especialmente; lo venden en librerías cristianas o en internet. Te ayuda a reflexionar bastante acerca de qué Rey queremos ser y sobre qué tipo de persona somos, cómo reaccionamos en las adversidades y en las injusticias.

Como les decía, el Rey es un ser humano y con tal autoridad, tendría que cuidarse. El rey tenía que ser consciente de esto, por eso vamos a ver ciertas prohibiciones que tenían muy específicas los Reyes, sobre el tema de acumular mujeres, dinero, caballos, que se refiere con cuestiones militares, políticas, económicas, también en cuestiones de índole emocional.

Es controversial, por sus pros y sus contras, puntos a favor y en contra. El Apóstol Pablo aumenta la controversia, o la solución según se vea el caso, cuando él dice: “No hay autoridad sino de parte de Dios, en Romanos 13

“Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos.”(RV 60)

Como quien dice, no importa que sea el peor gobernante, no importa que sea el peor Rey o lo que sea, dice Dios lo puso ahí y nos tenemos que sujetar. En la época que Pablo escribe sobre esto, posiblemente estaba Calígula o estaba Nerón como Emperador del Imperio Romano, al igual que de Israel.

El mandamiento 498, dice que: “No designar Rey de Israel a quien no sea de la simiente de Israel, no se podría designar a un extranjero”. Por eso es que para los judíos era odioso que los Romanos los hubieran invadido.

Por eso fue muy fuerte cuando, le pregunta Pilato a los que estaban ahí, que no era todo el pueblo, pero los que estaban ahí presentes diciéndoles: “He de crucificar a su Rey” y respondieron: “No tenemos mas Rey que El César”, y con eso se echaron la soga al cuello, ellos mismos declararon nuestro Rey es El César, ahí si iban a tener que obedecerle, iban a tener que sujetarse, iban a tener regirse a las leyes de ese gobierno.

El espíritu de los mandamientos:

Lo podemos trasladar en la actualidad a algo increíble que Dios nos enseña, y como lo comentan aquí, el problema, es que no esperaron a que el Eterno se los asignara, el tenía otro Rey para Israel, eso es cierto, nosotros hoy estamos siendo gobernados por un presidente o por un monarca, un rey no de pronto como en las monarquías europeas; una autoridad que ahí está sobre nosotros.

Pero también tenemos que saber que estamos esperando finalmente, al Rey de Reyes, al Señor de Señores y nosotros creemos que ese Rey, que ha sido designado por el Eterno es Yeshua, es El Mesías y que algún día va a gobernar todas las naciones, que primeramente quiere gobernar en tu vida y en tu corazón y si no somos capaces de someternos a Él,

No podemos ser parte de su reino, no puede haber un reino; y se habla que el reino de los cielos; si no hay un Rey, no hay un reino si no hay un Rey, las palabras están entrelazadas, si queremos ser ciudadanos de ese reino, debemos estar dispuestos a sujetarnos a ese Rey, a las disposiciones y a la ley de ese Rey y la ley de ese Rey es la Torá, son los mandamientos, por eso es una contradicción cuando alguien dice:Yeshua. Imagen 1 de 4

Yeshua o Jesús es mi Rey, pero no estoy dispuesto a obedecer en esto, en esto, en esto, porque yo creo que ya no, ya no aplica para mí, y es que ya no hay tal elemento, es que yo no lo puedo hacer, es que yo en mi corazón siento que no es necesario, es que no le estás obedeciendo, entonces no es Tu Rey, tú eres tu propio Rey y lo queramos o no.

Él nos va a gobernar, con vara de hierro a todas las naciones, alguien que aprendió está lección sumamente fuerte, y tuvo que ser humillado hasta el extremo fue Nabucodonosor, gobernó sobre todas las naciones en aquel entonces, fue puesto en el lugar más alto, pero fue soberbio y no quiso reconocer.

No podemos ni mereceremos ser dignos de ese reino, yo te invito que pensemos en esto, que tomes hoy la decisión de sujetarte ese Rey, de tomar el yugo de ese Rey y de tomar las reglas, los mandamientos y la ley de ese Rey, Él quiere gobernar tu vida, Él quiere regir cada aspecto de tu vida, créeme que es el Rey escogido por Dios, ese Rey no te va a fallar, ese Rey va a juzgar con justicia y equidad, va a castigar al impío y finalmente va a establecer Shalom.

Estos fueron los mandamientos 497 y 498.

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