Mandamiento 499 y 500
El rey no puede tener más caballos que los necesarios, ni regresar a Egipto
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Que el rey en ejercicio del reinado no acumule más caballos de los necesarios para su carruaje y los carruajes de su séquito.
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Prohibición que el rey haga volver al pueblo nuevamente en la tierra de Egipto.
“Pero él no aumentará para sí caballos, ni hará volver al pueblo a Egipto con el fin de aumentar caballos; porque el Eterno os ha dicho: No volváis nunca por este camino.” (RV 60)
Análisis, antecedentes y razón de estos dos mandamientos:
Estos dos mandamientos están relacionados con la monarquía. Aunque son muy particulares y específicos, tienen que ver con el reinado, su aplicación y la nuestra. Los mandamientos que siguen a estos dos están relacionados con las prohibiciones para los reyes.
(Te invito a que hagas tus propias anotaciones para que te enriquezcas con estas explicaciones de cada versículo y mandamiento que estamos analizando)
El contexto de estos mandamientos:
Deuteronomio 17:14-17
“Cuando hayas entrado en la tierra que el Eterno tu Dios te da, y tomes posesión de ella y la habites, y digas: Pondré un rey sobre mí, como todas las naciones que están en mis alrededores; ciertamente pondrás por rey sobre ti al que el Eterno tu Dios escogiere; de entre tus hermanos pondrás rey sobre ti; no podrás poner sobre ti a hombre extranjero, que no sea tu hermano.
Pero él no aumentará para sí caballos, ni hará volver al pueblo a Egipto con el fin de aumentar caballos; porque el Eterno os ha dicho: No volváis nunca por este camino. Ni tomará para sí muchas mujeres, para que su corazón no se desvíe; ni plata ni oro amontonará para sí en abundancia.” (RV 60)
Estos dos mandamientos, el 499 y el 500, son negativos y tienen una peculiaridad. Estos mandamientos negativos, como muchos otros que tenemos, tienen un propósito muy claro.
En este caso, es evitar que cometamos alguna transgresión de otro tipo o que transgredamos algún mandamiento positivo. A este tipo de mandamientos, como vimos en los versículos 16 y 17, se les llama mandamientos de guardia.
Existe un concepto rabínico, un concepto que discutimos en la carta a los Gálatas, una disposición rabínica que tiene este mismo propósito: evitar que cometamos alguna transgresión de algún mandamiento positivo o que nos lleve a transgredir cualquier otro mandamiento.
La idea de este tipo de mandamientos es precisamente que el individuo se aleje lo más posible; incluso cuando intente hacer las cosas y obedecer los mandamientos positivos y no lo haga, vendrá una consecuencia peor.
Este tipo de mandamientos de los que estamos hablando, como en este caso, son dos ejemplos muy buenos. Como cuando una persona tiene niños muy pequeños y tiene escaleras, les ponen barandales, cercas que simplemente sirven para que no se caigan.
El término es Takanot. (La palabra Takaná, cuyo plural es Takanot, proviene de la palabra hebrea Tikún que significa corregir, mejorar o arreglar).
Los Takanot son mandamientos de guarda, son cercos o vallas que nos evitan pasarnos al otro lado. Para eso Donald Trump quería construir su muro, para evitar que los inmigrantes pasaran a su país, que no se colaran los de México o Centroamérica al otro lado.
“Mandamientos de Guarda: La Moderación en el Poder y la Guerra según Deuteronomio 17:16a”
Esa es la intención de estos mandamientos, que no te vayas al otro lado, porque entonces te vas a caer, vas a transgredir o vas a cometer cosas peores. Así como en el caso, cuando queremos preservar la vida de un niño pequeño mediante estos barandales que se ponen en las escaleras, de la misma manera estos mandamientos de guarda tienen el mismo propósito.
Continuamos desglosando más a detalle y lo primero que vemos aquí es que el Rey no debía acumular, como lo dice Deuteronomio 17: 16a
“Pero él no aumentará para sí caballos.” (RV 60)
Eso es lo que dice el mandamiento 500 y se interpretó de la manera, que no debía acumular caballos más de los necesarios para sus carruajes y los carruajes de sus séquitos.
El caballo históricamente siempre ha sido identificado como un medio de transporte desde que se empezaron a domesticar o desde que se empezaron a usar como medio de transporte siempre ha sido así, pero más en particular el caballo en medio de la cultura bíblica y en la Biblia lo vemos así, identificado como un medio de guerra, era un vehículo de guerra como si fuera en la actualidad un tanque de guerra moderno.
Sí, era un medio de transporte, si era un medio de transportar carga en carretas, pero principalmente tenían ese propósito bélico, bien sea de llevar a los soldados, de llevar los carros o carruajes dónde iban los lanceros o los que disparaban las flechas o algo así.
Aunque aquí para estos mandamientos se interpreta para uso personal, de manera particular los rabinos vieron este versículo con esta interpretación, está bien que el Rey tuviera caballos, porque los necesita, pero no debe de incrementarlos de tal manera que fueran demasiados, más de los que en realidad necesitará.
Eso también puede aplicar al ejército del Rey, en el sentido de que el poder militar causa soberbia, causando una falsa seguridad. Muchos golpes de estado justamente se han dado por militares, gente que tiene mucha influencia, en la época del Rey David vemos a Joab, General de su ejército prácticamente como el brazo derecho de David, quién de repente tenía ciertas tendencias por derrotar al mismo Rey David, gente con mucha ambición en muchos casos.
“El Simbolismo del Caballo: Reflexiones sobre la Acumulación y la Vanidad en el Contexto Bíblico”
El caballo era una forma de simbolizar la fuerza militar, hoy en día podríamos hacer una semejanza pensando en los tanques de guerra y si pensamos en los caballos como ese medio de transporte serían los carros, los vehículos que usamos para transportarnos, esta cuestión de acumular de tener un gran ejército o de tener un gran séquito de caballos, era más una cuestión de fanfarria, una cuestión de quererte lucir, de demostrar tu poderío.
Muchas naciones sobre todo las poderosas hacen sus desfiles militares y exhiben sus tanques, misiles, soldados y todo lo que tienen para así demostrar como se dice músculo, para que vean su poderío, esto no ha cambiado el corazón del hombre y en aquellos días, era algo de jactancia, también era una cuestión de vanidad, cuando los reyes se paseaban con un gran séquito de caballos, iba pasando el Rey en su carruaje acompañado de este séquito como más o menos lo podemos apreciar en películas o en reportajes, acompañado por decenas o centenas de caballos y de caballeros.
El caballo es el símbolo de la realeza, en la actualidad lo podemos trasladar como los ricos, acumulan casas, carros, acumular personal de seguridad, esto es vanidad de vanidades, es una falsa seguridad como lo decía El rey Salomón.
Dios quiere que realmente confiamos en él y un sentido muy práctico de este mandamiento 499 sería; “No tengas más de lo que realmente puedes usar”; por ejemplo, en el caso de los caballos, algo tan sencillo como en eso de esos días.
¿Cuántos caballos en realidad podía montar una persona? ¿Cuántos podía montar un rey? o ¿Cuántos carros tú podrías manejar?
¿En cuántas casas podrías vivir? solo si tuvieras varios clones de ti mismo serían una sola, simplemente no se puede solamente sería uno a la vez, yo lo veo como una reflexión y no es porque promueva el minimalismo.
Pero sí somos una sociedad muy consumidora, muy materialista y por supuesto también vivimos demasiado para acumular y para vivir de la imagen, vivimos demasiado con esta idea de impresionar a la sociedad en realidad, si algo nos sobra en esta vida son cosas.
Decimos que nos falta tiempo, decimos que nos falta dinero, pero en cuanto a cosas nos sobra, podríamos decir basura, hace poco nos cambiamos de casa, no lo podía creer que tengamos tantas y tantas cosas. El espíritu del mandamiento
Análisis, antecedentes y razón de estos dos mandamientos:
Estos dos mandamientos están relacionados con la monarquía. Aunque son muy particulares y específicos, tienen que ver con el reinado, su aplicación y la nuestra. Los mandamientos que siguen a estos dos están relacionados con las prohibiciones para los reyes.
(Te invito a que hagas tus propias anotaciones para enriquecerte con estas explicaciones de cada versículo y mandamiento que estamos analizando)
El contexto de estos mandamientos:
Deuteronomio 17:14-17
“Cuando hayas entrado en la tierra que el Eterno tu Dios te da, y tomes posesión de ella y la habites, y digas: Pondré un rey sobre mí, como todas las naciones que están en mis alrededores; ciertamente pondrás por rey sobre ti al que el Eterno tu Dios escogiere; de entre tus hermanos pondrás rey sobre ti; no podrás poner sobre ti a hombre extranjero, que no sea tu hermano. Pero él no aumentará para sí caballos, ni hará volver al pueblo a Egipto con el fin de aumentar caballos; porque el Eterno os ha dicho: No volváis nunca por este camino. Ni tomará para sí muchas mujeres, para que su corazón no se desvíe; ni plata ni oro amontonará para sí en abundancia.” (RV 60)
Estos dos mandamientos, el 499 y el 500, son negativos y tienen una peculiaridad. Estos mandamientos negativos, como muchos otros que tenemos, tienen un propósito muy claro. En este caso, es evitar que cometamos alguna transgresión de otro tipo o que transgredamos algún mandamiento positivo. A este tipo de mandamientos, como vimos en los versículos 16 y 17, se les llama mandamientos de guardia.
Existe un concepto rabínico, un concepto que discutimos en la carta a los Gálatas, una disposición rabínica que tiene este mismo propósito: evitar que cometamos alguna transgresión de algún mandamiento positivo o que nos lleve a transgredir cualquier otro mandamiento. La idea de este tipo de mandamientos es precisamente que el individuo se aleje lo más posible; incluso cuando intenta hacer las cosas y obedecer los mandamientos positivos y no lo logra, viene una consecuencia peor.
Este tipo de mandamientos de los que estamos hablando, como en este caso, son dos ejemplos muy buenos. Como cuando una persona tiene niños muy pequeños y tiene escaleras, les ponen barandales, cercas que simplemente sirven para que no se caigan.
El término es Takanot. (La palabra Takaná, cuyo plural es Takanot, proviene de la palabra hebrea Tikún que significa corregir, mejorar o arreglar).
Los Takanot son mandamientos de guarda, son cercos o vallas que nos evitan pasarnos al otro lado. Para eso Donald Trump quería construir su muro, para evitar que los inmigrantes pasaran a su país, que no se colaran los de México o Centroamérica al otro lado.
Esa es la intención de estos mandamientos, que no te vayas al otro lado, porque entonces te vas a caer, vas a transgredir o vas a cometer cosas peores. Así como en el caso, cuando queremos preservar la vida de un niño pequeño mediante estos barandales que se ponen en las escaleras, de la misma manera estos mandamientos de guarda tienen el mismo propósito.
“El Caballo en la Biblia: Símbolo de Poder y Guerra en Deuteronomio 17:16a”
Continuamos desglosando más a detalle y lo primero que vemos aquí es que el Rey no debía acumular, como lo dice Deuteronomio 17: 16a
“Pero él no aumentará para sí caballos.” (RV 60)
Eso es lo que dice el mandamiento 500 y se interpretó de la manera, que no debía acumular caballos más de los necesarios para sus carruajes y los carruajes de sus séquitos.
El caballo históricamente siempre ha sido identificado como un medio de transporte desde que se empezaron a domesticar o desde que se empezaron a usar como medio de transporte siempre ha sido así, pero más en particular el caballo en medio de la cultura bíblica y en la Biblia lo vemos así, identificado como un medio de guerra, era un vehículo de guerra como si fuera en la actualidad un tanque de guerra moderno.
Sí, era un medio de transporte, si era un medio de transportar carga en carretas, pero principalmente tenían ese propósito bélico, bien sea de llevar a los soldados, de llevar los carros o carruajes dónde iban los lanceros o los que disparaban las flechas o algo así.
Aunque aquí para estos mandamientos se interpreta para uso personal, de manera particular los rabinos vieron este versículo con esta interpretación, está bien que el Rey tuviera caballos, porque los necesita, pero no debe de incrementarlos de tal manera que fueran demasiados, más de los que en realidad necesitará.
Eso también puede aplicar al ejército del Rey, en el sentido de que el poder militar causas soberbia, causando una falsa seguridad. Muchos golpes de estado justamente se han dado por militares, gente que tiene mucha influencia, en la época del Rey David vemos a Joab, General de su ejército prácticamente como el brazo derecho de David, quién de repente tenía ciertas tendencias por derrotar al mismo Rey David, gente con mucha ambición en muchos casos.
El caballo era una forma de simbolizar la fuerza militar, hoy en día podríamos hacer una semejanza pensando en los tanques de guerra y si pensamos en los caballos como ese medio de transporte serían los carros, los vehículos que usamos para transportarnos, esta cuestión de acumular de tener un gran ejército o de tener un gran séquito de caballos, era más una cuestión de fanfarria, una cuestión de quererte lucir, de demostrar tu poderío.
“Vanidad de Vanidades: Reflexiones sobre la Acumulación y la Confianza en Dios en la Sociedad Moderna”
Muchas naciones sobre todo las poderosas hacen sus desfiles militares y exhiben sus tanques, misiles, soldados y todo lo que tienen para así demostrar como se dice músculo, para que vean su poderío, esto no ha cambiado el corazón del hombre y en aquellos días, era algo de jactancia.
También era una cuestión de vanidad, cuando los reyes se paseaban con un gran séquito de caballos, iba pasando el Rey en su carruaje acompañado de este séquito como más o menos lo podemos apreciar en películas o en reportajes, acompañado por decenas o centenas de caballos y de caballeros.
El caballo es el símbolo de la realeza, en la actualidad lo podemos trasladar como los ricos, acumulan casas, carros, acumular personal de seguridad, esto es vanidad de vanidades, es una falsa seguridad como lo decía El rey Salomón.
Dios quiere que realmente confiamos en él y un sentido muy práctico de este mandamiento 499 sería; “No tengas más de lo que realmente puedes usar”; por ejemplo, en el caso de los caballos, algo tan sencillo como en eso de esos días.
¿Cuántos caballos en realidad podía montar una persona? ¿Cuántos podía montar un rey? o ¿Cuántos carros tú podrías manejar? ¿En cuántas casas podrías vivir? solo si tuvieras varios clones de ti mismo serían una sola, simplemente no se puede solamente sería uno a la vez.
Yo lo veo como una reflexión y no es porque promueva el minimalismo, pero sí somos una sociedad muy consumidora, muy materialista y por supuesto también vivimos demasiado para acumular y para vivir de la imagen, vivimos demasiado con esta idea de impresionar a la sociedad en realidad, si algo nos sobra en esta vida son cosas.
Decimos que nos falta tiempo, decimos que nos falta dinero, pero en cuanto a cosas nos sobra, podríamos decir basura, hace poco nos cambiamos de casa, no lo podía creer que tengamos tantas y tantas cosas.
El espíritu del mandamiento 499:
Este mandamiento tiene un sentido práctico: “No acumules más de lo que necesitas”. Esta era una reflexión para el Rey, para que considerara que estos recursos podrían utilizarse para muchas otras cosas. Te invito a que, antes de dormir hoy, revises tu armario, tus zapateros, el ático, los muebles, los cajones.
Te encontrarás con una cantidad de cosas que sobran. Dios nos dice: “Confía en mí”. Es mejor tener poco pero que lo uses, que valga la pena que realmente lo uses, que aparentemente tener mucho o dar la imagen de que tienes mucho, cuando realmente en el interior tienes poco.
No se refiere a que debas ir al otro extremo pensando que no debes tener nada, que debas vivir como un monje tibetano o adoptar estos conceptos que tienen personas que vivían realmente aisladas, personas que llevaban una vida ascética, pensando que todo lo material está prohibido.
No, simplemente es una reflexión para llevar una vida más sencilla, práctica y saludable que dice: “No tengas más de lo que necesitas, porque esto desviará tu tiempo, tu atención y tus fuerzas”, porque incluso desviará tu confianza en Dios y en tus recursos espirituales, tu corazón en otras palabras.
¿Quién podría recordar en qué montaban los Jueces o en qué montaban los Reyes? Había un medio de transporte que, al menos entre los hebreos, entre los Reyes Israelitas, la familia Real, los Altos Jueces de Israel montaban. Vamos a ver si alguien recuerda de qué estoy hablando, en qué montaban.
Como se dice, el caballo siempre ha sido considerado como este símbolo de realeza. Todas las películas de la Edad Media, sobre todo en la cultura europea, era inimaginable que un rey anduviera a pie o en cualquier otro animal. El caballo era lo máximo de la época, pero entre los israelitas, no era así.
Tenemos la evidencia en los libros de Jueces, en los libros de Samuel, en los libros de Reyes, era en asnos. Vamos a ver las evidencias de que si había mulas, pero principalmente eran asnos.
Hoy en día, en este lado de Latinoamérica, un burro es un concepto bajo, pero en aquellos días era como decir: “Guau, llegaron en su asno, como el Rolls-Royce de su época, asno último modelo versión 944 Antes del Mesías”. Vamos a Jueces 10: 3-5, para ver la primera evidencia.
“El Asno como Símbolo de Humildad: Reflexiones sobre el Transporte Real en la Biblia”
“Tras él se levantó Jair galaadita, el cual juzgó a Israel veintidós años. Este tuvo treinta hijos, que cabalgaban sobre treinta asnos; y tenían treinta ciudades, que se llaman las ciudades de Jair hasta hoy, las cuales están en la tierra de Galaad. Y murió Jair, y fue sepultado en Camón.” (RV 60)
Treinta hijos, treinta asnos y treinta ciudades. Este es un ejemplo sencillo de que este era el medio de transporte real, los asnos. Ahora vamos a Segunda de Samuel 16:1.
“Cuando David pasó un poco más allá de la cumbre del monte, he aquí Siba el criado de Mefi-boset, que salía a recibirle con un par de asnos enalbardados, y sobre ellos doscientos panes, cien racimos de pasas, cien panes de higos secos, y un cuero de vino. Y dijo el rey a Siba:
¿Qué es esto? Y Siba respondió: Los asnos son para que monte la familia del rey, los panes y las pasas para que coman los criados, y el vino para que beban los que se cansen en el desierto.” (RV 60)
Este es un ejemplo más claro que además corresponde al rey David. Dos ejemplos claros, porque además dice que los asnos son para que monte la familia del Rey. ¿Qué nos muestra esto? Que HaShem quería que el Rey fuera humilde, fuera diferente al resto de los Reyes de otras naciones.
La idea de un Rey a caballo no era que estuviera excluida, sino que la idea de un Rey a caballo era para la guerra y que su medio de transporte normal o habitual, incluso dentro de la realeza, sería el asno. Aunque se podrían usar para otras cosas, creo que de la misma forma había, como ahora, asnos de distintas clases, de primera calidad o último modelo con algunas adecuaciones.
“El Rey de Reyes: De la Humildad al Poderío en la Profecía Bíblica”
Pero fijémonos en lo más interesante: ¿en qué montó el Rey de Reyes, nuestro Rey? ¿Qué medio de transporte utilizó para entrar a la Ciudad de Jerusalén? Lo vemos en Mateo 21:5.
“Decid a la hija de Sion: He aquí, tu Rey viene a ti, Manso, y sentado sobre una asna, Sobre un pollino, hijo de animal de carga.” (RV 60)
Dice: “He aquí viene tu Rey, montado sobre un pollino hijo de asna, es decir, humilde, cabalgando de manera humilde”. Dios quería que el Rey se transportara así, ese era el modelo. Dios quería que el rey fuera así, ese era el modelo y la figura.
Es interesante porque ¿quién no quisiera tener el mejor carro, un auto último modelo? Eso es de admirar. Qué interesante saber cómo va a regresar Yeshua, de acuerdo a Apocalipsis 19:11-15.
“Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo.
Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS. Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos. De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso.” (RV 60)
Cuando El Mesías vuelva, regresará montado en un caballo blanco y con una espada que sale de su boca, a tomar posesión de la Tierra, cabalgando para la última batalla. Es muy interesante ver cómo todos estos mandamientos apuntan a Yeshua y de alguna manera Yeshua cumplió estos mandamientos.
Él no acumuló esta cuestión de los caballos, aunque él no vino a establecer su reino en ese momento, sí es interesante ver cómo cumple estos mandamientos siendo humilde, siendo sencillo, entrando en un pollino, hijo de asna, es decir, una cría de asno que nunca había sido montado y regresará sí, con un caballo y con un séquito, un ejército que venga junto con Él.
Reflexionemos, que de repente sí podemos tener muchas cosas, que eres bendecido en ese aspecto material, sin embargo, nunca pierdas la humildad, la sencillez y no permitas que demasiadas cosas puedan apartar tu corazón de Dios, porque muchas veces podemos perder ese enfoque.
Hay gente que trabaja literalmente para mantener un carro, para pagar la mensualidad del carro, para tener el carro como su posesión más preciada, convirtiéndose como en un becerro de oro, todos los días lavándolo, puliéndolo, arreglándolo, poniéndole luces, poniéndole estéreos, poniéndole cosas para abrillantarlo, es decir, el carro está mejor que ellos mismos, más cuidado que la esposa.
El espíritu del mandamiento 500:
Relacionado con el mandamiento anterior, dice: “Prohibición de que el rey haga volver al pueblo nuevamente a la tierra de Egipto”.
En Egipto eran conocidas las caballerizas, hay evidencia en algunos documentales, por ejemplo, cuando Israel dejó Egipto, que había caballerizas en las afueras de lo que serían las ciudades egipcias. Vamos a leer una evidencia de esto en Primera de Reyes 10:28 para que veamos por qué este mandamiento de Deuteronomio se da especificando a este lugar, que es Egipto.
Primera de Reyes 10:28-29
“Y traían de Egipto caballos y lienzos a Salomón; porque la compañía de los mercaderes del rey compraba caballos y lienzos. Y venía y salía de Egipto, el carro por seiscientas piezas de plata, y el caballo por ciento cincuenta; y así los adquirían por mano de ellos todos los reyes de los heteos, y de Siria.” (RV 60)
Estos versículos nos muestran que Egipto era conocido por sus caballos y que incluso los reyes de otras naciones los adquirían allí. Por lo tanto, el mandamiento de no volver a Egipto para aumentar caballos tiene un sentido práctico y simbólico, recordándonos la importancia de la humildad y la confianza en Dios por encima de la acumulación de riquezas materiales.
Es cierto, el rey Salomón transgredió estos mandamientos. No solo acumuló caballos, sino que también desarrolló un negocio en el que se dedicaba a traer caballos de Egipto y luego los vendía a los heteos y a los sirios. Salomón era un hombre muy inteligente y sumamente sabio que aprovechó su cercanía con Egipto. Recordemos que se casó con la hija del faraón, lo cual también estaba prohibido, como veremos más adelante en otros mandamientos.
La idea particular de no regresar a Egipto se refiere a no hacer volver al pueblo. Es similar a lo que sucede cuando vamos a un centro comercial o a un supermercado: vas a comprar una cosa y terminas comprando lo que no necesitas. Creo que a todos nos ha pasado que entramos solamente por algo, como leche o huevos, y luego salimos con tres o cuatro bolsas.
Ese era el peligro adicional que tenía volver a Egipto. Ibas aparentemente por algo y al final te cautivaba algo y resulta que encima te lo llevabas de regreso. Una persona puede creerse fuerte y acercarse, aunque esto no es sinónimo de fortaleza.
Una persona que se involucra en negocios o en comercios que tal vez no debería, tal vez puede salir ileso, no pasa nada. Pero si involucras a otras personas, puede que esas personas tal vez no vuelvan, tal vez les guste Egipto y se queden allí.
Egipto es una representación muy clara del mundo, del descenso espiritual y de la esclavitud, como lo vemos en la historia de la Pascua. Todo el proceso que tuvo Israel para salir de Egipto es obvio que dice que no debes llevar gente allí, porque es lo opuesto al trabajo que el Eterno ha hecho.
“De Egipto a la Libertad: Reflexiones sobre los Mandamientos 499 y 500 y la Verdadera Riqueza”
En qué sentido estamos diciendo que podemos regresar a Egipto, es cuando vives para trabajar, no trabajas para vivir, vives para mantener tus caballos, es decir, tus cosas materiales, los carros, las casas, cierta ropa, ciertas marcas de ropa, cierto estilo de vida. Es cierto que a muchos nos gusta tener cierto carro, cierta ropa, pero no debemos perder el enfoque, no debemos perder lo que el Eterno quiere para cada uno de nosotros.
Un hombre que expresó de una manera muy hermosa este principio de vida fue el apóstol Pablo en Filipenses 4:12:
“Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.” (RV 60)
Sé vivir en abundancia, sé vivir en pobreza. Me ha tocado vivir de todas las formas, pero todo lo puedo en el Mesías que me fortalece. Y también dijo que en todo tiene contentamiento. Esa es la verdadera riqueza, cuando una persona puede tener contentamiento con lo que tiene, porque entonces no te vas a atar.
Pero cuánta gente vive atada, esclava de las tarjetas de crédito, porque aprovechaste en el Black Friday, el Cyber Monday o el Buen Fin en México, finalmente como lo tienen en muchos países, épocas de grandes descuentos, que en realidad son ganchos que te atrapan y que te esclavizan por meses y meses y luego no puedes dejar de trabajar porque no puedes dejar de pagar esto. Esa es la manera de esclavizarte, por eso no puedes volver a Egipto. Dice: “Ten cuidado”.
Y veamos cómo Dios es tan hermoso que nos ayuda a cuidar nuestras finanzas, nuestra economía, nos ayuda a ver todos estos detalles y eso es lo que realmente nos hace ser libres. Por eso dijo Yeshúa: “Conocerán la verdad”, es decir, conocerás la Torá, conocerás lo que Dios quiere y entonces serás libre de todas esas ataduras.
Te invito a que reflexiones en estos dos principios de estos dos mandamientos, que no regresemos por caballos a Egipto de ninguna manera y que no acumulemos más de lo que realmente necesitamos.
Estos fueron los mandamientos 499 y 500.
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