Mandamiento 570
No tener relaciones pre o extramatrimoniales.
570°- “No tener relaciones antes o fuera del matrimonio.
“No haya prostitución entre las hijas de Israel, ni haya homosexualidad entre los hijos de Israel.” (RV 60)
Análisis, espíritu y razón de este mandamiento:
La prohibición de tener relaciones sexuales antes del matrimonio o fuera de él está basada en Deuteronomio 23:17. Es un mandamiento directo en cuanto a lo que el versículo expresa y lo que Dios desea para su pueblo. Aunque aborda temas sexuales, que a menudo se consideran tabú en muchas iglesias, es parte importante de la vida y, por lo tanto, debe ser abordado con naturalidad.
Este mandamiento, en apariencia, puede no estar directamente relacionado con el acto sexual sin compromiso matrimonial, pero considera que involucrarse en tal actividad es una degradación del estatus espiritual de la persona. Cuando alguien cae en este pecado, se considera que disminuye su estándar espiritual.
¿De dónde se deriva el mandamiento 570?
Este mandamiento se basa en “No haya prostitutas entre las hijas de Israel”, ya que una prostituta es alguien que tiene relaciones sexuales sin un compromiso matrimonial. Cuando hay relaciones sexuales sin compromiso, no existe una Ketuvá (contrato matrimonial) que obligue a las partes a casarse. Dios quiere evitar que los seres humanos se unan físicamente sin un compromiso de por medio.
La palabra “Kedasha” para prostituta proviene de la misma raíz que “Kadosh” o “Kadesh”, que significa sagrado o apartado. Es curioso que, aunque “Kadosh” generalmente está asociado con algo bueno o santo, en este caso se refiere a alguien apartado o consagrado a la fornicación.
En el caso de los sodomitas, se refiere a los hombres homosexuales, quienes tienen relaciones con otros hombres. La palabra en hebreo, “Kadesh”, está asociada con la prostitución masculina.
¿Por qué la Biblia prohíbe las relaciones sexuales antes del matrimonio?
La prohibición se basa en la responsabilidad de los padres de cuidar la moral de sus hijos, como se menciona en Levítico 19:29. Dios quiere evitar que la tierra se llene de maldad y corrupción a causa de la fornicación.
Hoy en día, este tema es delicado debido a la permisividad extrema y la pérdida de autoridad de los padres. Los jóvenes enfrentan una variedad de influencias que a menudo promueven la promiscuidad. Es importante que este mensaje llegue a los jóvenes y les ayude a tomar decisiones que reflejen los valores de la Biblia y les conduzcan a una vida espiritualmente plena.
¿Por qué existe una actitud negativa hacia el sexo prematrimonial?
Muchos argumentarán que en las películas se presenta como algo maravilloso, una manifestación de amor desbordante. Esto se debe en gran medida a la actitud abrumadoramente positiva hacia el sexo dentro del matrimonio. La Escritura retrata el sexo conyugal como algo abrumadoramente positivo, santo y sagrado. Por lo tanto, todo lo que se encuentra fuera de este marco de santidad se percibe como negativo. No es que el sexo en sí sea malo, ya que Dios lo creó, sino que cuando se separa de este marco sagrado, las cosas cambian.
El matrimonio, también conocido como Kidushin, implica consagración y separación. Cuando dos personas se casan, se están consagrando y apartando mutuamente. Este momento es único y especial, separándose de otras relaciones para centrarse exclusivamente en su pareja y en Dios.
Dentro de la tradición judía, las cosas sagradas se separan y se manejan como algo único y especial, un principio que se remonta a Génesis 1. Dios separó la luz de las tinieblas y el agua de la tierra, estableciendo una división entre lo que es sagrado y lo que no lo es. El matrimonio y el sexo forman parte de esta santificación, convirtiéndose en elementos sagrados y únicos. Por lo tanto, la mayoría de las autoridades dentro del judaísmo desaprueban el sexo prematrimonial, ya que no se ajusta al contexto del Kidush.
¿Qué hace que este mandamiento sea tan complicado hoy en día?
En primer lugar, las personas tienden a casarse a una edad cada vez más avanzada. Esto dificulta la observancia de la abstinencia sexual antes del matrimonio. Además, el despertar prematuro de la libido en los jóvenes representa un desafío adicional. Vivimos en un mundo hipersexualizado, donde las falsas ideas sobre la sexualidad son abundantes.
Hoy en día, tanto mujeres como hombres, así como los jóvenes, se ven tratados como objetos sexuales. El fin de muchas relaciones parece ser únicamente el sexo, lo cual está distorsionando la verdadera imagen del sexo dentro del matrimonio.
Esta distorsión es como si nos pusiéramos unos lentes desenfocados; por mucho que nos esforcemos, nunca veremos con claridad hasta que ajustemos esos lentes.
El mundo ha proporcionado una visión distorsionada sobre el sexo, alejándola del contexto de la santidad. Necesitamos quitarnos esos lentes y ver las cosas como son. Por eso estoy aquí, para decirte que el sexo no es como lo ves en las películas o en el mundo del entretenimiento.
El matrimonio conlleva situaciones complicadas. Las películas de Disney suelen terminar con una boda, porque si mostraran lo que ocurre después, no sería tan agradable. Nos dejan la imagen de que todo se resuelve y el amor triunfa, pero la realidad es diferente.
Te invito a no ser parte de esta hipersexualización o de la promoción de la sexualidad fuera del matrimonio a través de lo que vemos o comentamos. Es importante no perder de vista que el sexo es sagrado y santo dentro del matrimonio, tal como lo establece la Escritura.
Otra razón por la que es difícil mantener este mandamiento hoy en día son las ideas falsas. Algunas personas argumentan que no son compatibles sexualmente, pero sinceramente, no logro entender esa razón. No veo cómo la compatibilidad sexual podría ser un problema dentro del matrimonio si ambos se aman y buscan el placer y la intimidad con su pareja, como Dios manda. Esta idea de la falta de compatibilidad es más bien el resultado de comparaciones y expectativas falsas sobre el sexo.
¿Qué dice la Escritura sobre el sexo?
La Torá no prohíbe el sexo. De hecho, lo considera una Mitzvá (un mandamiento). No considera saludable reprimirlo, sino que establece límites sobre cuándo y con quién. En una ocasión escuché a un rabino decir que “todo está permitido”, pero depende del cómo, cuándo y con quién. Sin embargo, hay más libertad sexual dentro del matrimonio que fuera de él. La Torá no limita el sexo únicamente a la procreación; lo considera parte integral de la vida desde el principio. También se lo ve como una fuente de placer dentro del matrimonio.
El propósito principal del sexo es fortalecer el vínculo de amor entre el esposo y la esposa. Por eso Pablo nos exhorta a no abstenernos mutuamente, excepto por un tiempo acordado para dedicarnos a la oración. La voluntad de Dios es nuestra santificación, lo que implica apartarnos de la fornicación y vivir en santidad y honor en nuestras relaciones matrimoniales.
Por último, es mejor casarse que arder en deseos sin satisfacer. Esto refleja la importancia que la Escritura otorga al matrimonio como un contexto adecuado para la expresión sexual y la intimidad entre un hombre y una mujer.
Así de simple, sé que tal vez no es la motivación más pura ni aparentemente espiritual que una persona podría tener, pero es peor vivir con la culpabilidad, la tentación y las caídas que implica caer en este pecado. Decir mejor “me caso” y evitar todo eso hace que la fornicación se convierta en algo santo y especial.
Sin rodeos y siendo honestos, cada uno ya sabrá si tiene don de continencia. Seamos honestos, pocas personas tienen ese don, y menos personas tienen un verdadero don de continencia. Tener 15 días sin sentir la necesidad de acercarse a nadie no significa tener don de continencia. El verdadero don de continencia es poder dominar y controlar la situación en tu mente y corazón. Si no es así, ¿para qué seguir sufriendo? La solución es simple: casarse, punto.
No estoy diciendo que busques a alguien para desahogarte, no se trata de eso. Hay que orar y reforzar nuestra relación con Dios antes de buscar un compromiso con alguien. Si esa es tu situación, ponte a orar y dile a Dios que traiga a la persona que necesitas. Esa es la solución, en lugar de seguir sufriendo cuando hay una solución que es el matrimonio.
Sexo, espiritualidad y sociedad: una reflexión sobre el celibato y la moralidad.
A veces, la gente quiere aparentar ser muy espiritual, pero tristemente, lo que ha sucedido con mucha gente que practica el celibato es que después de un tiempo caen en peores pecados, como la pedofilia. Sin ir a ese extremo, lo que la Biblia marca claramente es: si no tienes don de continencia, cásate y listo, esa es la solución.
Esto es a grandes rasgos lo que marca la Escritura con respecto al sexo. Sé que hay mucho más de lo que podríamos hablar, pero este es solo un enfoque parcial del tema.
Como mencioné al inicio, hoy en día los jóvenes tienen acceso a mucha información y tenemos derecho a opinar y pensar de manera diferente. No es tan fácil como decir “No lo hagas porque Dios lo dice”, es más complejo. Quiero darte algunas razones, basadas muchas de ellas en la Palabra, de por qué sí esperar. No espero convencerte solo por mi opinión, sino que lo hagas por convicción propia, que sea por el espíritu de Dios para esperar ese momento. Te doy estas razones, pero seguramente hay más, siempre es bueno escuchar otras opiniones.
Quizás no estés de acuerdo conmigo y veas esto como retrógrado o antinatural, pero te invito a abrir tu mente, tu perspectiva y considerar estas razones.
¿Por qué sí esperar?
- Amor genuino.
- Mejora de la comunicación.
- Aumenta el respeto.
- Control de los impulsos.
- Hay una recompensa.
- No vivas solo para el presente, piensa en el futuro.
- Serás criticado, pero respetado.
- Menos daños colaterales.
- Evitas enfermedades de transmisión sexual.
Esperar para tener relaciones antes del matrimonio es amor genuino. Al no tener un vínculo sexual con la persona, podrás saber si realmente te ama por quien eres y no solo por tu cuerpo. El esperar es en sí mismo una muestra de amor. ¿Por qué no podría ser al revés? ¿Por qué no podría ser “si me amas, vamos a esperar”? Esta es una forma sana de ver si te aman por quien eres y no solo por atracción física.
Cuando los dos están comprometidos para el matrimonio y deciden no tener relaciones, mejora la comunicación. Cuando la relación se centra solo en el sexo, se bloquea una comunicación más profunda e íntima, saltándose aspectos importantes que son bases del matrimonio.
Esperar mejora el respeto como pareja. Construir una relación basada en la paciencia y el respeto por la decisión de abstenerse muestra un verdadero compromiso. Si la persona no puede respetarte en la abstinencia sexual, ¿cómo lo hará cuando estén casados?
Esperar también significa tener control sobre los impulsos. Los impulsos sexuales descontrolados se consideran destructivos y pueden llevar a problemas en la vida y en la sociedad. Si no puedes controlar estos impulsos siendo soltero, ¿cómo lo harás cuando estés casado?
Sin duda, hay una recompensa por el esfuerzo que implica esperar. Dios ve el esfuerzo y recompensa a quienes buscan la santidad. No he conocido a ninguna pareja que haya esperado y se haya arrepentido, pero sí he visto a personas arrepentidas por tener relaciones prematrimoniales.
Esperar significa no vivir solo para el presente, sino pensar en el futuro. Esaú es un ejemplo de vivir para la carne, de no pensar en el futuro y de no esperar por lo que realmente vale la pena.
La Congruencia y el Respeto: Razones para Esperar en una Relación
Aunque serás criticado, en el fondo serás respetado. Las personas respetan a quienes tienen convicciones firmes y congruencia entre lo que creen y lo que viven.
No temas ser criticado, piensa en quién quieres quedar bien: con tus amigos y la presión social o con Dios y contigo mismo. El respeto se gana siendo congruente entre lo que crees y lo que vives.
Esperar implica menos daños colaterales y evita enfermedades de transmisión sexual. No vivas solo para el presente, piensa en el futuro y en lo que es mejor para tu vida y tu relación.
En resumen, hay muchas razones para esperar y cada persona debe tomar su propia decisión basada en lo que cree que es correcto y lo que es mejor para su vida y su futuro.
Otra razón para esperar es que tendrás menos daños colaterales si esa relación termina. ¿A qué me refiero? La Biblia no menciona el noviazgo como lo entendemos hoy en día. Habla más bien de compromiso. Cuando menciona al novio y la novia, se refiere a dos personas comprometidas que están por casarse.
Esto es lo que podríamos considerar como un noviazgo bíblico, es decir, el tiempo desde el compromiso hasta la boda. Durante este lapso, si te das cuenta de que no es la persona adecuada, es más fácil evaluarlo sin la influencia de la sexualidad, que tiende a distorsionar nuestra percepción y dificulta ver las cosas con claridad.
El sexo tiene el poder de unir a las personas, incluso si son muy diferentes entre sí, lo que puede prolongar una relación incluso si no es adecuada. Cuanto más sexo haya, más difícil será tomar la decisión de separarse. Por eso, algunas personas se quedan en relaciones dañinas porque el vínculo sexual las hace más difíciles de romper. La abstinencia facilita romper ese vínculo afectivo porque no hay una atadura física.
Protección de la Autoestima y la Salud: Beneficios de la Abstinencia en las Relaciones
Otro aspecto de la abstinencia es la protección de tu propia autoestima. Cuando una relación termina y has entregado todo, puede dejar un vacío y dañar tu autoestima, lo que afecta tus futuras relaciones.
La expresión física de un amor eterno en un contexto temporal no es coherente. El abstenerse de tener relaciones sexuales protege tu reputación y demuestra respeto, algo que la mayoría de las personas apreciará inconscientemente.
Además, evitar las enfermedades de transmisión sexual es una razón fundamental para esperar. Cuantas más parejas sexuales tengas, mayor será la probabilidad de contraer enfermedades. El matrimonio no garantiza la eliminación de este riesgo, pero permite que las parejas se hagan exámenes, reciban tratamiento y se recuperen sin poner en peligro la salud del cónyuge.
Hay más de 30 enfermedades de transmisión sexual, y evitarlas es más sencillo si te abstienes de tener relaciones sexuales antes del matrimonio. La única forma de anticoncepción segura al 100% es la abstinencia, ya que ningún otro método es infalible. Por lo tanto, es importante considerar si estás dispuesto a asumir las responsabilidades que conlleva la actividad sexual, como el riesgo de embarazo no deseado.
La abstinencia también permite mantener tu reputación y tu imagen ante los demás, ya que la perspectiva de las personas cambia cuando saben que has tenido relaciones sexuales. Esto puede afectar tu vida en la comunidad, en el trabajo y en otros aspectos.
Además, evitar embarazos no planeados es otra razón importante para esperar. Un embarazo fuera del matrimonio puede cambiar tu vida drásticamente y puede generar temores, inseguridades y decisiones difíciles, como el aborto.
Abstinencia: Clave para la Autoestima, la Salud y el Éxito Matrimonial
La abstinencia también permite una mejor vinculación emocional con los futuros hijos y evita la introducción de pensamientos y temores negativos sobre la paternidad o la maternidad.
Hay una mayor probabilidad de éxito en tu matrimonio, eso está comprobado según un estudio de la Universidad de Utah. En su revista en línea, se menciona que tener más parejas sexuales está asociado con una menor estabilidad marital. Según este estudio, las mujeres que se casaron siendo vírgenes tenían menos probabilidades de divorciarse en los primeros 5 años. Creo que esto es cierto, ya que de alguna manera, por sentido común, sabemos que hay una mayor probabilidad de éxito en el matrimonio cuando ambas partes se abstienen. No conozco ninguna pareja que se haya arrepentido de haber esperado. Siempre es más sabio apostar por la abstinencia.
Una mejor relación con los suegros es otro beneficio. Si tus padres están contigo, te habrás dado cuenta de que les preocupa saber si sus hijos son sexualmente activos antes del matrimonio. Es una preocupación constante para ellos. La abstinencia en la pareja generará una mayor confianza en otros aspectos de la relación y hará que la relación con los padres y los futuros suegros sea más transparente. Sería interesante preguntarles a tus padres si esta preocupación es relevante para ellos.
Cuando los jóvenes comienzan a tener relaciones sexuales antes del matrimonio, suelen hacerlo a escondidas, lo que fragmenta la relación con sus padres. Esto conduce a la deshonestidad y la ruptura de la confianza. Es triste que no pueda haber una relación de transparencia en estos temas. El sexo está diseñado para unir a dos personas espiritualmente, pero también involucra todos los sentidos, lo que hace que sea difícil olvidar la experiencia. Por eso, es importante entender que la sexualidad está vinculada a la espiritualidad y tomar decisiones cuidadosas al respecto.
La Biblia nos advierte sobre los peligros de la fornicación y nos insta a huir de ella. Tu cuerpo es un templo del Espíritu y no debe ser profanado. Es crucial comprender la importancia de esta decisión y sus consecuencias.
¿Qué sucede si ya no esperaste? Siempre es posible volver a comprometerse y buscar la santidad. Dios nos ofrece segundas oportunidades y podemos aprender de nuestros errores. Toma la decisión de rodearte de personas que compartan tu compromiso y evita asociarte con aquellos que no lo comparten. Aun puedes cuidar el don de tu pureza y manifestar sinceramente lo que hay en tu corazón.
Cómo esperar mientras llega ese momento es una cuestión práctica que requiere algunas acciones concretas
- Aléjate de aquello y de aquellos que puedan hacerte caer. La santidad es una decisión diaria, por lo que debes apartarte de entornos o personas que no contribuyan a ese objetivo.
- Ocúpate en otras actividades que te ayuden a mantener esa santidad. Enfócate en tus estudios, actividades deportivas, cursos, o involúcrate en ministerios. Mantén tu mente y tu cuerpo ocupados para no dar espacio a pensamientos o situaciones que puedan llevarte a caer.
- La oración es poderosa. Dedica tiempo diariamente a la oración y a la lectura de la Palabra. Confía en que Dios busca tu santidad y te ayudará en este camino.
Recuerda que este es un tema importante que requiere reflexión y oración. Invita a tus hijos a reflexionar sobre estos principios y reafirma tus convicciones en la búsqueda de la santidad. Que el Eterno nos guíe en este camino hacia la santidad que él desea para nuestras vidas.
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