Abstenerse de trabajar en Shabat.
“Seis días trabajarás, y al séptimo día reposarás, para que descanse tu buey y tu asno, y tome refrigerio el hijo de tu sierva, y el extranjero.” (Éxodo 23:12 RVR60)
Explicación del mandamiento.
Este mandamiento nos habla de abstenernos del trabajo, cuya cita base se encuentra en Éxodo 23:12, que expresa lo siguiente: “Seis días trabajarás y al séptimo día reposarás para que descanse tu buey y tu asno, y tome refrigerio el hijo de tu sierva y el extranjero.” (RVR60).
Pero este mandamiento tiene otra cara, que podemos leer en Éxodo 20:9, donde se nos habla del reposo. Ahora bien, desde la perspectiva negativa al ordenarnos lo que no debemos hacer en este día, que es básicamente el abstenernos de trabajar, tanto nosotros, como las personas que laboran para nosotros, inclusive hasta los animales que eran utilizados para las labores diarias de subsistencia. Por ende, aunque ambos versículos se refieren a lo mismo de guardar el día de reposo, uno lo hace desde la parte positiva, mientras que el otro desde una óptica negativa.
Para entender a qué tipo de reposo se refiere a Dios, necesitamos analizar a detalle este mandamiento. Para ello, en primera instancia podemos apreciar que este mandato está ligado a la creación misma, porque, como ya sabemos, después de que El Eterno realizó una obra específica durante seis días, al séptimo día descansó. Y esta es una de las razones o argumentos por las cuales se nos ordena descansar, de la misma forma que el Creador reposó y disfrutó de la obra que había hecho, así nosotros debemos aprender a disfrutar de todo lo que tenemos y hacemos. Por otra parte, también es una forma de “celebración” de la creación del mundo, de la misma manera que en este mundo tenemos días dedicados a la celebración de ciertos aspectos, como por ejemplo el día mundial de la Cultura, donde se suelen realizar eventos tales como ferias de libros, de pintura, o de cualquier tipo de expresión artística y cultural, con el fin de conmemorar este evento. También, el Eterno, para celebrar la creación del universo, lo hace de una forma totalmente contraria a lo que usualmente se acostumbra, dejando en evidencia que Sus Pensamientos están por encima de los nuestros, pues en lugar de llevar a cabo un sinfín de actividades nos pide relajarnos y descansar.
Es importante resaltar que cuando se dice que el Eterno “descansó de toda la obra que hizo” no se refiere al hecho de que se encontraba cansado o fatigado, pues, así como lo expresa el profeta Isaías en el capítulo 40, Él no desfallece ni se fatiga, por lo que podemos entender que El Señor no busca de nosotros solamente un reposo físico.
Al llegar al séptimo día, El Eterno lo declaró “santo”, que significa apartado, pero ¿para quién lo apartaríamos? Para Él, para Su Nombre, siendo este el verdadero propósito de la creación del cielo y la tierra. En nuestra mentalidad hubiese sido más adecuado celebrar el sexto día, dado que fue el momento de la creación del hombre, de Adán y Eva, por lo que en apariencia tendría más sentido conmemorar este acontecimiento. Sin embargo, el Señor nos ordena apartar y celebrar este día porque es para Él, ese día le pertenece a Él. Es un día para estar con Él, con toda la consciencia e intención posible. De la misma forma que nosotros como padres nos lastima y hiere el que nuestros hijos no tomen en cuenta nuestro esfuerzo, por ejemplo, al planear un viaje o una salida con ellos, o tal vez una fiesta sorpresa, con el único objetivo de que ellos se diviertan y tengamos la oportunidad de pasar un tiempo en familia, asimismo El Eterno al crear todo en este mundo, la vegetación, los cielos, los mares, las bestias, etc. con el fin de que lo disfrutemos a Su lado, el propósito de los seis días de la creación fue poder llegar al Shabat y gozar de todo lo que Él había creado, incluyendo por supuesto el privilegio de Su Compañía.
En otras palabras, lo que El Eterno busca es intimar con nosotros, por lo que debemos de poner toda nuestra atención y evitar cualquier distracción que desvíe nuestra mirada de Él, y aunque esto deberíamos hacerlo todos los días, en Shabat debemos hacer un esfuerzo aún mayor. Una de las cosas que nos genera una mayor distracción, es, sin duda, el trabajo, por lo cual El Señor nos ordena olvidarnos de eso, confiar en Su sustento, y descansar de nuestras labores en este día especial.
Otro aspecto importante que cuidar en el Shabat es no perder la esencia y el sentido de este, que es el hacer el bien y preservar la vida. Por lo que, por ejemplo, utilizar dinero para bendecir a una persona en necesidad, está totalmente permitido, contrario a lo que se piensa en algunos círculos religiosos, como es el caso del judaísmo ortodoxo. No obstante, el uso del dinero con fines personales, como al comprar o recibir algún pago por la venta de algún producto o servicio, sería algo contrario y prohibido dada la esencia del Shabat.
¿Cuál es el verdadero propósito del Shabat?
Más que la celebración de la creación del universo, lo que pretende es celebrar el descanso de esta. Por eso decimos que El Eterno creó el descanso, lo que nos permite entender cuál es el trabajo que estaba realizando El Creador. Existen dos tipos de trabajo que se mencionan en la Escritura, el primero de ellos se denomina avodá en hebreo, que se refiere a un tipo de trabajo mundano o corriente, mientras que el otro es conocido como melaká, que transmite la idea de transformar algo y llevarlo a un estado más desarrollado y elevado a través de la intervención consciente de un ser inteligente. Es precisamente este último el tipo de trabajo que El Eterno llevó a cabo, un trabajo creativo y de transformación. Por lo tanto, Él creó el descanso que no se refiere simplemente a la ausencia de trabajo, sino a algo mucho más profundo. Dicho descanso es conocido como descanso positivo. Muchas veces por la naturaleza transformadora del ser humano (lo cual es algo positivo), nos mantenemos en una inercia imparable de trabajo y actividad, lo que nos puede llevar a un estado de ansiedad y fatiga física y mental, en nuestro afán por transformar y cambiar nuestro entorno. Y es precisamente aquí donde El Eterno nos pide hacer una diferencia, poder tener la capacidad de detenernos, de hacer una pausa, en la transformación de este mundo físico, para dedicarnos a la transformación espiritual, que por supuesto nos permite una trascendencia aún mayor.
Por lo tanto, debemos aprender a tomar este descanso positivo, y apreciar las cosas que realmente importan, como nuestra relación con Dios, con nuestra familia y con la comunidad de creyentes, aspectos que al final son los que verdaderamente sostienen nuestra vida, nos capacitan y motivan para poder realizar todas las demás actividades del día a día.
Por todo lo anterior, El Señor nos invita cada séptimo día a dejar de transformar, a dejar de seguir haciendo nuestras actividades de la vida productiva. Este mundo nos engaña y nos dice que sigamos arriba sobre la rueda, girando como un ratón sin llegar a un lugar de refrigerio. Tenemos que detener la inercia de la vida cotidiana y desconectarnos del mundo para conectarnos al cien por ciento con El Eterno, que, si bien es algo que podemos y debemos procurar diariamente, este día es un momento en que tenemos la oportunidad de dedicar toda nuestra atención y enfocar nuestra consciencia completamente en nuestro Señor.
¿Qué podemos hacer en Shabat?
En Shabat es un día para adorar sin presión alguna. En Isaías 66:23 se dice:
“Y de mes en mes, y de día de reposo en día de reposo, vendrán todos a adorar delante de mí, dijo Jehová.” (RVR60)
Lo que nos permite entender uno de los objetivos de este día de reposo, la adoración. El Eterno se comunica con nosotros todos los días, pero sin duda, este momento es un día especial para ello, así como sucedió en Éxodo 24:16: “Y la gloria de Jehová reposó sobre el monte Sinaí, y la nube lo cubrió por seis días; y al séptimo día llamó a Moisés de en medio de la nube.” (RVR60) Fue al séptimo día que el Señor llamó a Moisés, lo cual sucede de la misma manera con nosotros, hay un llamado especial en este día.
¿Se puede trabajar para El Eterno en Shabat?
Mateo 12:5 nos dice: “¿O no habéis leído en la ley, cómo en el día de reposo los sacerdotes en el templo profanan el día de reposo, y son sin culpa?” (RVR60) De aquí podemos comprender que mientras sean actividades dedicadas al servicio del Señor, o con el objetivo de acercarnos a Él, tales como acomodar sillas en la congregación, arreglar el sistema de sonido, cargar instrumentos musicales para la alabanza y adoración, predicar, etc., es algo totalmente permitido, e inclusive necesario. También es lícito hacer el bien en Shabat, tal como se registra en Marcos 3:1-4, donde al entrar un hombre con la mano seca dentro de la sinagoga donde se encontraba Yeshúa, este al verlo le sanó, ante la sorpresa e indignación de los líderes religiosos quienes sobreponían las tradiciones y costumbres por encima de la Palabra de Dios y su esencia principal, que es el promover la vida y el amor. En Lucas 13:10 también se relata el caso de la sanidad de una mujer encorvada en el día de reposo. Estos son algunas muestras de lo que podemos hacer en Shabat para aquellos que no conocen lo que es permitido hacer en este día. Al final, el objetivo y el espíritu de este día es el bendecir, promover la vida, desatar las ligaduras de opresión, hacer misericordia, y mostrar el amor del Eterno para con la humanidad.
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