No plantar árboles en el Templo.
No plantarás ningún árbol para Asera cerca del altar del señor tu Dios, que tú te habrás hecho. (Deuteronomio 16:21)
Explicación y espíritu del mandamiento:
Que tú te habrás hecho, es decir, que tú te hagas o que tú te construyas. El término Asera se repite frecuentemente a lo largo de la Biblia, era un culto a una deidad pagana, en este caso representado por un árbol al que se le tallaba o se le grababa los pechos de una mujer, implicando la fertilidad; siendo un aspecto en el que todas las culturas, se ha tenido en común, como algo sumamente importante: La fertilidad, de alguna manera asociada con la bendición de Dios, también con la multiplicidad de Dios y por supuesto porque también implicaba más mano de obras. Más soldados, más gente que trabajara, en fin, muchas de las cosas que implica la multiplicidad o la fructificación en este caso.
Las culturas de Canaán, llevaban a cabo este culto y parte de lo que se hacía era tallar en estos árboles estas imágenes o grabados que Dios prohibió tajantemente que no siguieran haciéndolas, de hecho, en el libro de Éxodo, ya Dios les había advertido acerca de este culto.
Derribaréis sus altares, y quebraréis sus estatuas, y cortaréis sus imágenes de Asera. (Éxodo 34:13 RV60)
Cuando dice cortaréis, viene siendo con hacha, porque estaba asociado a este culto. Prácticamente en occidente se celebra la Navidad, uno de los elementos principales de la Navidad es El árbol.
No podemos decir que sea exactamente el mismo árbol o el mismo pino, pero sí tiene mucho que ver, porque si empezamos a relacionarlo yéndonos más atrás, incluso de la época de Deuteronomio, este culto ya existía, era muy antiguo, está idea de llevarle, de adornarlo está asociado con cuestiones místicas y mágicas.
El Eterno dijo: A mí no me vayas a plantar ningún árbol y mucho menos de estos árboles, porque Dios es un Dios fuerte y celoso, no podía soportar que en el mismo Templo existiera estos tipos de culto.
Aconteció que la misma noche le dijo el Eterno: Toma un toro del hato de tu padre, el segundo toro de siete años, y derriba el altar de Baal que tu padre tiene, y corta también la imagen de Asera que está junto a él; y edifica altar al Señor tu Dios en la cumbre de este peñasco en lugar conveniente; y tomando el segundo toro, sacrifícalo en holocausto con la madera de la imagen de Asera que habrás cortado. (Jueces 6:25-26)
A Gedeón se le ordena que derribe un altar de Baal; que era un altar de su propio padre; se le dijo corta también la imagen de Asera que está junto a él, es decir, tala estos árboles, no permitas que queden en esta Tierra porque es un culto pagano, es un culto idolátrico.
Es obvio algo muy lógico y muy evidente que El Santo de Israel no permitiera que existiera este tipo de idolatría, culto a deidades paganas, dentro del mismo Templo, lamentablemente se llegó a dar que en más de una ocasión que dentro del Templo existió esta situación y fue la razón de la purificación que llevaron a cabo Los Macabeos, cuando reinauguran el Templo y lo limpian de toda la idolatría, que le habían metido ahí.
La idea del árbol no es un árbol cualquiera, es un árbol conocido como: Asherot en plural o Asherim; pudiéndose usar cualquiera de los dos términos; era muy frecuentes en estos lugares, era adorar a un árbol adornado con muchos pechos femeninos, tallados en el tronco y estos árboles constituían el centro de un bosque, donde el culto se llevaba a cabo, donde se podía invocar o aplacar a esta diosa para adquirir fertilidad para sí mismo, para la tribu, para el pueblo, para todos los que creían.
Muchos de los reyes de Israel también adoraron o llevaron a cabo cultos a esta diosa pagana Ashera.
Porque ellos también se edificaron lugares altos, estatuas, e imágenes de Asera, en todo collado alto y debajo de todo árbol frondoso. (1 Reyes 14:23)
Aquí nos arroja un poco más de luz, al darnos cuenta de que este culto a Asera estaba asociado a estos árboles, bosques y de todo lo que eso implica.
Hoy en día parecería irrelevante este mandamiento, por cuanto no hay un Templo, sin embargo, deberíamos de verlo en una perspectiva más profunda. En esa perspectiva más profunda es pensar que deberíamos de cuidar mucho de lo que hacemos, como por ejemplo en la congregación o en nuestra casa, Dios no necesita decoración; sin referirme a que no se pueda decorar la casa con motivo de alguna festividad como Janucá, o como Pesaj, sino que simple y sencillamente que le atribuyamos un poder místico o mágico a este culto o que podamos incitar a otros llevándolos a realizar un culto pagano.
Recordemos que una de las cualidades o virtudes que tiene el Eterno es un término que se le conoce como End Off, que significa “El Invisible”, es un término que se usó, cuando Abraham se sostuvo viendo al invisible (End Off) que es el Eterno. Una característica que tiene Dios es que es invisible, que no le podemos ver, por eso no permite que nos hagamos ninguna imagen o estatua; por otro lado, es cuidar que en nuestra propia casa no se halle la idolatría, para que nuestro hogar no sea confundido con los lugares donde se celebre ningún culto pagano.
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