Temer a Dios.
Al Eterno tu Dios temerás, a él solo servirás, a él seguirás, y por su nombre jurarás.” (Deuteronomio 10: 20)
Explicación del mandamiento:
Es uno de los Mandamientos más importantes de toda la escritura que necesitamos conocer y por supuesto, para poderlo vivir necesitamos aprenderlo y entenderlo mucho mejor. De solo un versículo surgen tres mandamientos que iremos conociendo.
El primero dice de manera literal:”Al Eterno Tu Dios temerás”, desde una perspectiva simplemente mundana, externa a la Palabra de Dios parece incluso contrario a la idea que muchos pudieran tener en cuanto a una relación con el Eterno. ¿Cómo vamos a tener temor de Dios si Dios es amor?
Dios es amor y el que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. (1° Juan 4:8)
El temor es una parte esencial, innata en todos los seres humanos, todos nacemos con una cierta dosis de temor. Un comentario del rabino llamado Johanan Ben ZaKai en su lecho de muerte, en respuesta a sus discípulos que le habían pedido una bendición, expresó: “Que vuestro temor a Hashem, sea como el temor a nuestros semejantes”, los discípulos le replicaron. -¿no debería ser nuestro temor a Hashem mayor que a nuestros semejantes? Él les dijo: Ojalá vuestro temor a Hashem sea mayor, por supuesto, porque cuando una persona comete un pecado se preocupa de que nadie lo vea, no tienen miedo que Hashem sea testigo de su transgresión.
Realmente estamos dispuestos a transgredir, con ello demostramos que tenemos más temor de la gente que de Dios, porque Él está en todas partes y no puede estar fuera de ningún lugar, nos falta conciencia de este Dios y eso también es en gran manera la clave para tener la virtud de ser capaces de sentir temor del cielo, temor de Dios ya que en ocasiones si nos encontramos solos y nadie nos ve podemos cometer ciertos ilícitos El temor al eterno de alguna manera regula.
En el libro “Educación con amor” del Rabino Shalom Arush, nos habla literalmente acerca de 3 niveles en la página 276:
- Primer Nivel El temor al castigo: La persona hace lo que Hashem le ordena solamente porque teme el castigo que recibirá si transgrede su palabra. (O sea que lo que motiva a la persona a no transgredir, a no pecar es únicamente por el castigo que pueda recibir) continua diciendo: pero si Hashem le dijera, quiero que hagas ciertas cosas y no lo haces, eso me provocará un gran pesar pero no te castigaré si no lo haces. Entonces, sin ninguna duda, esa persona actuaría en contra de la voluntad de Hashem. ¿Por qué? Porque la razón que lo lleva a actuar de acuerdo con la voluntad divina es solamente el temor al castigo. Si Hashem le asegurara que no lo va a castigar si no cumple con su pedido, entonces nada le impediría actuar en contra de la voluntad divina. Por lo tanto, este es un nivel muy bajo en el temor del Creador, Este obviamente no es el parámetro con los que Dios nos va a juzgar, no quiere decir que no suceda de inmediato, que no haya un castigo. ciertas personas creyentes que están conociendo la palabra pueden pensar “esto no lo hago porque Dios me castiga. Sin embargo debemos empezar por lo que motiva la acción a hacer las cosas bien ya que es importante entender que el castigo también es un principio para aprender a temer al eterno.
- Segundo nivel Temor al Pecado: la persona es consciente de las graves y amargas consecuencias del pecado. Sabe que es bueno para él cumplir con la voluntad divina y que le dañará transgredir la voluntad del Creador. Este es un nivel más alto que el anterior porque la persona no teme solamente al castigo, sino que sabe qué es bueno y qué es malo. Aún así se considera que actúa por sus propios intereses y no por honor a Dios, pudiera pecar sin considerar que le provocaría un daño, lo haría.
Está consciente de que va a recibir algún daño, alguna consecuencia como aquel que fuma o aquel que se droga pero este tampoco se podría decir que es el nivel ideal. Y sobre este tema del temor al pecado es el que mucha gente actúa diciendo voy a diezmar, ofrendar porque si no Dios me va a castigar,
no bendecirá mi negocio, etc., lo hago porque me conviene hay un interés de por medio, voy a alabar a Dios porque en El habitan las alabanzas de su pueblo y quiero sentir su presencia y oro porque yo quiero que Dios me bendiga, me voy a poner a ayunar porque quiero que Dios me conceda algo.
- Tercer Nivel: El temor a la grandeza del creador: Significa que la persona cumple con la voluntad divina en honor al creador, sin ningún interés propio. Además, incluso si supiera con toda seguridad que resultaría dañada, cumpliendo con la voluntad divina. aun así entregaría todo su ser para poder cumplir. ¿Por qué? Porque esta persona sabe que esta es la voluntad de Hashem, ama a Hashem y hará todo lo que él desee, o sea, en otras palabras una persona que cumple la voluntad de Dios simple y sencillamente porque ha llegado al punto que quiere agradar a Dios.
Dice además ¿Porque una persona estaría dispuesta por ejemplo a hacer la voluntad de Dios cuando sabe que le puede dañar, que puede ir a la cárcel, como le sucedió a los apóstoles, o que los latiguen o los persigan? Lo hace por el temor a la grandeza del creador, porque el temor a Dios está por encima y esa es la misma idea que expresan los apóstoles cuando son llevados por el sanedrín de aquellos días y les dijeron que no podían hablar en ese nombre, que estaba prohibido que prediquen en el nombre de Yeshua y ¿qué dijeron?: No podemos. Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres, entonces no es que no queramos, no es que no tengamos temor de la autoridad, pero el temor a Dios está por encima de todo lo demás y eso es algo impresionante, porque si eso es lo que puede mover nuestra vida estamos en un nivel, ahora sí, verdaderamente más alto.
Cuando los hijos crecen es cuando se pone a prueba si realmente hay temor de Dios o no en ellos, cuando ya tienen una verdadera libertad se ve lo que inculcamos en ellos. Empezando por nosotros mismos, en este nivel de temor estamos del otro lado. ¿Por qué? porque que no tenemos que estar viéndolos, vigilándolos, cuidándolos porque el temor de Dios en ellos es suficiente como para que todo lo que hagan, aunque se equivoquen, sea por agradable como así también nosotros. Debemos de pensar y reflexionar en qué nivel estamos y la manera en la que nos conducimos es un reflejo de ello, tomemos conciencia de los pecados que se evitarían solo con tener realmente temor de Dios, más allá de tomar esta palabra como una simple reverencia.
En los días de Abraham, de los patriarcas, del mismo David había una idea muy arraigada también de un temor divino, de un temor verdadero hacia Dios todopoderoso, hacia un Dios que se manifestaba con poder, con autoridad que se manifestaba con aspectos sobrenaturales y eso generaba en aquellos hombres y mujeres un verdadero temor, un temor real que todos hemos experimentado de alguna manera de forma similar en nuestras vidas lo que es una gran oportunidad que nos conduce a La Santidad y evitar la transgresión, por eso murió Yeshua, por nuestros pecados. Entonces la manera en la que ahora debemos de vivir es evitando el pecado a toda costa.
El amor a veces no es suficiente.
Muchas veces el amor no es suficiente por eso lo que tiene que operar es justamente este ámbito, el ámbito del temor.
Más a la caída del Sol, sobrecogió el sueño a Abraham. He aquí que el temor de una gran oscuridad cayó sobre él. (Génesis 15: 12)
Abraham está haciendo un pacto con el Eterno después que vence a los reyes de Sodoma y Gomorra y esta idea de la oscuridad que cae sobre él, implica miedo, es como una pesadilla, algo espantoso, terrorífico, como la manifestación de temblor o sea que lo que experimentó fue algo fuerte ante la presencia de Dios, ante esa conciencia de la presencia de Dios, de esa grandeza, omnipotencia como refiere Éxodo 20:20 que es el momento de la entrega de la torá, cuando el eterno establece y formaliza el pacto que hizo con Abraham, Isaac y Jacob luego con las 12 tribus de Israel un momento único y particular en el que dice que hay una manifestación de fuego, se escucha el sonido del Shofar con relámpagos siendo una escena muy fuerte
Y Moshe respondió al pueblo, no temáis porque para probaros vino Dios para que su temor esté delante de vosotros y no pequéis. (Éxodo 20:20-21)
A veces no somos conscientes en el día a día que no es suficiente el amor. En el judaísmo existe un concepto muy habitual que se llama “Por amor o por temor” o sea que cuando el amor falla es el temor lo que rescata la relación, el temor a la consecuencia, el temor al castigo, el temor al daño, esto es lo que nos insta a actuar de manera correcta, aunque para muchos no sea lógico, el temor a Dios es una parte de nuestra relación con El y la palabra que utiliza aquí Moisés: Yareh significa reverenciar y además asustar, amedrentar, atemorizar, algo espantoso, formidable, terrible.
La Carta Hebreos 12 nos recuerda el momento cuando Moisés está en el monte Sinaí espantado y temblando, ¿cuál es el propósito de experimentar este temor y este temblor? Que adquirió un nivel de Santidad mucho más alto llevando una vida apartada del pecado. Y eso es en gran manera el propósito por el que el Mesías murió, no solo para perdonarnos de nuestros pecados, sino para que llevemos una vida libre del pecado, vivamos respondiendo al llamado que Dios ha hecho para todos nosotros, que en todas las áreas de nuestra vida nos conduzcamos con temor al cielo, con temor a Dios. Porque el conocimiento del eterno sin temor a Él no sirve, eso no es una verdadera Santidad, no es una verdadera Emunah.
¿Qué sucede cuando no hay temor?
Génesis lo ejemplifica en este pasaje: Cuando el rey llamado Abimelek le pide cuentas a Abraham porque dijo que Sara era su hermana y la toman para el harén de este hombre, la respuesta de Abraham es un ejemplo para ayudarnos a entender lo que sucede cuando no hay temor del eterno en nuestras vidas.
y Abraham respondió: Porque dije para mí: Ciertamente no hay temor de Dios en este lugar, y me mataran por causa de mi mujer. (Génesis 20: 11)
La falta de temor a Dios puede llevar a transgredir cualquier pecado, no importa cuánto sepamos de la Torá, igual debemos tener temor de Dios en nuestras vidas, el que aparentemente no pase nada no es motivo para transgredir, pensemos verdaderamente en este mandamiento, que en todo lo que hagamos nos conduzcamos con este principio porque cuando una persona tiene arraigado el temor del Eterno en su vida, de verdad es una persona diferente, es una persona que se va a conducir de otra manera, se nota, es evidente cuando hay temor en su vida, a veces el amor llega después, el ideal es obedecer por amor, el vivir conscientes todos los días de su gracia, de la obra de Yeshua por nosotros, podremos fallar pero tenemos que recurrir a lo mejor en la primera instancia, el temor al castigo puede salvarnos de cometer una transgresión en un momento dado, no importa, lo que importa es no caer, no apartarnos, no desviarnos del camino que El Eterno tiene para nuestras vidas.
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