224. No hurtar.

225. No negarle al dueño ningún objeto suyo que tengamos.

“No hurtaréis, y no engañaréis ni mentiréis el uno al otro.” (Levítico 19:11 RV60)

Explicación del mandamiento:

La palabra “hurtar” viene del hebreo “ganab” que significa: robar, hurtar, saquear, llevar a escondidas, llevar a lo oculto. Por lo que podemos decir que “hurtar” es quitar algo a una persona que le pertenece con el ánimo de lucro sin utilizar la violencia o intimidación, de acuerdo al diccionario de la Real Academia.

Estos 3 mandamientos nos hablan de que no debemos engañar, mentir y robar. También están relacionados con el comercio. Un ejemplo vivo de estos mandamientos es la vida de Jacob, ya que él engañó y mintió a su padre, le robo la primogenitura a su hermano Esaú y tuvo que huir para que su hermano no lo matara, y en el camino se encontró a su suegro, el cual era más mentiroso y engañoso, más que él, pero era con un propósito. Lo más hermoso es que a Jacob, el Eterno, le mostró que debe ser lo más integro posible en todo lo que haga, y eso lo podemos llevar a nuestra vida.

Ya que así como el Eterno transformó a Jacob de ser el hombre que era a ser “Israel”, el padre de las 12 tribus. Así tiene el Eterno preparado ese cambio para nosotros, pues los pecados nos pueden absorber rápidamente porque no vienen solos, van acompañados de otros y a veces no lo tomamos en cuenta, como por ejemplo, podemos notar que Caín tuvo celo por su hermano y eso lo hizo matarlo, o como David que deseo a una mujer y eso lo llevo a adulterar.

Conclusión:

Como conclusión, el espíritu de este mandamiento, nos dice que el no “hurtar” nos hace llegar al amor al prójimo, respetando y honrando a nuestro prójimo como persona integra.

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