No mezclar semilla, ni animales de distinta especie.

Nos encontramos en los mandamientos  244 y 245, respectivamente, estos dos, son mandamientos negativos, y los encontramos en el libro de Levítico capítulo 19:19, ambos mandamientos se encuentran dentro del mismo versículo, aunque de hecho, este versículo encierra tres mandamientos, pero solo veremos los dos que ya mencionamos. 

El libro de levítico contiene una riqueza muy grande espiritualmente, así que leeremos lo que la biblia nos dice literalmente en estos dos mandamientos, y que después nos regresemos, a ver el sentido y el espíritu de los mandamientos, y ver que nos quieren decir, porque el Señor siempre tiene algo que decirnos en cada pasaje y cada versículo de la biblia. Y estos dos mandamientos dicen de la siguiente manera;

Levítico 19:19:

“Mis estatutos guardarás. No harás ayuntar tu ganado con animales de otra especie; tu campo no sembrarás con mezcla de semillas, y no te pondrás vestidos con mezcla de hilos. (Levítico 19:19 RV60)”

Explicación del mandamiento:

Literalmente, lo que nos dice aquí la escritura en el mandamiento 244, es que no crucemos animales de diferentes especies, y para no ir tan lejos, hablando de los perros como ejemplo, pues a lo mejor son la misma especie, pero a la fecha de hoy, de acuerdo a la Federación Citológica Internacional, hay 350 razas, aunque está cantidad es en relación con la cruza de estos animales entre las diferentes razas, ya que se cree, que hace algunos años atrás, solo existían alrededor de 200 razas de perros. 

El hombre se ha encargado de cruzar diferentes tipos de razas para crear nuevas razas, incluyendo entre estos a lobos, coyotes y otro tipo de animales. La mezclas que ha hecho el hombre, supuestamente entra razas puras, son animales que no viven tanto tiempo, que son propensos a enfermedades.

Otra mezcla que se ha hecho además de los perros es la de las cebras con caballos, o la de un burro y una yegua, la cual da como resultado una mula. Y el resultado de esta cruza es de animales estériles, animales que ya no se pueden seguir procreando.

Y, ¿por qué razón no quiere el Señor que el hombre lleve a cabo este tipo de mezclas entre animales? Porque en este tipo de cruzas difícil, de tal manera que el hombre tiene que interceder para llevar a cabo el cruce de estas especies, no es algo que los animales lo estén buscando, ¿y por qué no? Bueno, literalmente Él es soberano, su creación es perfecta, Él hizo todo, los cielos y la tierra y todo lo que en ello habita, todo le pertenece a Él, Él lo creó, y el hombre debería considerar y respetar su creación, además Él sabe de antemano lo que es bueno o malo para nosotros. El ser humano no necesita ayudarle a Dios a hacer absolutamente nada, su creación, así como es, es perfecta, no tenemos por qué hacer mezclas, ni a jugar a ser Dios en ese sentido, el mandamiento literalmente es eso, y aun hasta en las mismas especies, porque, por ejemplo, nosotros como seres humanos, pues ahora ya es la moda de qué hombres con hombres, y mujeres con mujeres, y realmente no es lo adecuado, la creación de Dios tiene un propósito y es perfecta. Eso es lo que literalmente nos está hablando este mandamiento.

Ahora, en el mandamiento 245 dice; tu campo no sembrarás con mezcla de semillas, y no te pondrás vestidos con mezcla de hilos. Literalmente, ¿qué nos quiere decir?, aparte de que nos está hablando de que este mandamiento es exclusivamente en Israel, para los hijos del rey, es; volvamos a la creación, el Señor mismo es soberano, y Él tiene la capacidad de haber hecho una zanja muy grande, y haber aventado todas las semillas de todos los frutos, y que cada quien en nuestras casas o en nuestros predios, tuviéramos todos los frutos y todos los árboles y demás. Él tiene la soberanía y la capacidad de que pudiera ser así, pero ¿por qué no quiso que fuera de esa forma? Porque aparte de todo, él no quiere que seamos en ese sentido flojos, sino que cada quien labre un campo, y que uno tenga una semilla de trigo, y que otro tenga cebada, que cada uno pueda tener diferentes tipos de granos, frutas o vegetales. 

Y desde tiempos antiguos, esa es la manera en que se ha movido la economía del mundo, unos produciendo una cosa y otros otra, y así poder intercambiar entre nosotros mismos, incluso, su creación es tan perfecta, que hay frutos que no se pueden sembrar en otras partes del mundo, por ejemplo el chile, los japoneses lo han tratado de sembrar allá, y sí se da el fruto, tiene el sabor y todo, pero no pica. Entonces, eso es parte de lo que literalmente él quiere decirnos, que no mezclemos nuestras siembras con diferentes semillas, ahora, uno podría decir, pero si yo no soy ganadero, ni me dedico a cruzar animales, tampoco soy agricultor, pues ¿qué tienen que ver estos mandamientos conmigo? Bien, enseguida lo vamos a ver, vamos a lo que es la riqueza espiritual de estos dos mandamientos que nos está dando el SR. el día de hoy, y hay algunas biblias, que al principio de la escritura dicen, cuiden mis mandamientos, pero hay otras versiones como la biblia Kadosh y la biblia Nazarena, que son traducciones muy literales del original a nuestro idioma, y estas empiezan diciendo; observen mis estatutos. Entonces, cuando el SR. antes de darte un mandamiento te está diciendo; observa mis mandamientos, hay algo más que nos quiere decir, en esos mandamientos. Así que, leeremos en nuestras biblias estos mandamientos, para ver precisamente cuál es el espíritu de estos mandamientos. Así que vayamos ahí mismo a Levítico 19:1, para que tengamos una idea del contexto general de esta escritura,

“Habló Jehová a Moisés, diciendo: Habla a toda la congregación de los hijos de Israel, y diles: Santos seréis, porque santo soy yo Jehová vuestro Dios. (Levítico 19:1 RV60)”

Así que, el espíritu de estos mandamientos es precisamente eso, ser Santos, la santidad y la pureza es lo que el SR más aprecia, todo lo que son mezclas, todo lo que es la dilución de sus mandamientos, todo lo que afecta la esencia y la pureza de algo, esto es lo que al SR no le agrada. Inclusive, en ocasiones tejían ropa con diferentes hilos para bajar la calidad y devaluar esas prendas, y ¿cuál era la finalidad de esto? Lucrar. Pero esto es algo que al Señor no le agrada. Y hablando del mandamiento 244, y leyendo varios pasajes, esto tiene que ver con un pastor y su ganado, con sus ovejas, de no cruzar diferentes especies, y es curioso, porque el Señor siempre nos refleja en sus escrituras, a Él mismo como un pastor, y a nosotros como su rebaño, como a sus ovejas, Él hace esa comparación, y de hecho así lo describe él salmo 23, al igual que Juan en el capítulo 10. El Señor siempre nos está comparando como a un rebaño, ¿qué quiere decir con esto? 

Que nosotros, los hombres, como cabezas de familias, queramos o no somos pastores, tal vez no de una congregación como las hay muchas, pero sí de una congregación única, que es nuestra familia, la primera congregación que nos da es la familia, y nuestra primera oveja siempre va a ser nuestra esposa, y luego nuestros hijos. Y de esta forma es la manera correcta, ya que Dios nos estableció como reyes y sacerdotes, y si nosotros somos ovejitas del Señor, pues que tus ovejas no se mezclen con los cabritos. Y ¿qué instrucción específica nos da a nosotros en este sentido de no mezclarnos?  2 Corintios 6:14 “No os unáis en yugo desigual” el Señor nos está diciendo que cuidemos nuestra simiente, es responsabilidad del hombre, como cabeza de familia, garantizar que los hijos que nos son prestados, que estos también conserven esa pureza. Tanto en lo físico como en lo espiritual, ya que todos tenemos un testimonio diferente, algunos más fuertes que otros, pero cada uno de los que estamos persiguiendo la verdad guiados por el Señor a través de su palabra, sí podemos tener un testimonio en común, y ese testimonio es; que no es fácil. 

Cada uno de nosotros ha pasado o estamos pasando situaciones inciertas y experiencias un tanto difíciles, pero no es nada que no podamos llevar, el Señor no nos da una carga más pesada de la que podamos llevar. Porque, ¿de qué serviría pasar por todas esas experiencias, y estar leyendo y siguiendo esta verdad tan preciosa, si en dos generaciones nuestras ya no va a ser así? Eso sería una perdida incalculable, es algo en que el Señor no solo nos ha escogido a nosotros, sino que el Señor está viendo a nuestras generaciones, y nosotros tenemos que ser claros, en una ocasión, una persona hacía un comentario con respecto a su hijo, él comentaba que ya le llevaba años compartiendo y hablándole a su hijo de la palabra, pero él, yo sé que ahorita está en el mundo, y yo sé que va a regresar, su novia no conoce del Señor, pero ella va a llegar a los pies del Señor. Pregunta; ¿será esto así? ¿Hay alguna evidencia en la biblia en donde podamos ver si esto va a ser así o no? Tenemos el caso del rey Salomón, el único hombre al que Dios le dio sabiduría como a ningún otro, y ¿qué pasó? Terminó arrastrado y cediendo a las peticiones de sus mujeres, las cuales tenían otras creencias. Así que no podemos entregar así de fácil a nuestros hijos, hay que procurar garantizar que esa semilla, que esa simiente tan preciosa, llegue a los pies del Señor y sea santa, apartada para el Señor. 

Esto es básicamente el espíritu del mandamiento; Sí, leemos Deuteronomio 22; 9-10, nos damos cuenta de que es el mismo mandamiento que Levítico nos está dando con respecto a la mezcla de semillas. De hecho, Deuteronomio es la repetición de los mandamientos, es cuando Moisés repite todas las instrucciones, y es por algo que él lo repite. Y esto a la vez nos conecta con II Corintios 6:14 que ya habíamos visto momentos atrás. De una manera u otra, el Señor nos hace ver la relevancia que tiene este mandamiento, que es el de no hacer mezclas.es como querer que el lobo conviva con la oveja, tarde o temprano el lobo se va a comer a la oveja, este es el sentido y el espíritu de este mandamiento. 

Y, como dato extra, dentro del Judaísmo, los rabinos van más allá de este mandamiento, y todos sabemos que cuando la palabra nos habla de una tierra, también es en referencia a nuestro corazón, hay que ararlo, hay que prepararlo, limpiarlo de piedras y de todo lo que esté estorbando, para que la palabra que se está sembrando de su fruto, así que; hagamos está pregunta ¿qué estamos sembrando en nuestros corazones? Si venimos a la palabra para alimentarnos de la misma, pero luego nos volvemos y empezamos a meternos en chismes, o a ver novelas, películas, o programación que simplemente va en contra de la palabra, ¿qué es lo que estamos haciendo? 

Conclusión:

Estamos simplemente mezclando las semillas, estamos sembrando en nuestros corazones semilla que da buen fruto y semilla que da mal fruto, y ¿qué dice Deuteronomio 22:9? Que a causa de esto puedes perder todo, tanto la semilla que sembraste, como el mismo fruto, y esto es algo que el Señor quiere entregarte hoy, que siempre estemos convencidos de que la pureza y la santidad en todos los sentidos, la podemos aplicar a nuestras vidas, a nuestros pensamientos, a nuestras esposas y a nuestros hijos, a nuestro hogar, y una vez que hayamos logrado esto, entonces poder esparcir la semilla buena con el resto de nuestras familias y sus respectivos Hogares, que el Señor nos lo permita, bendiciones.

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