No comer el segundo diezmo del cereal fuera de Jerusalén.

“No comerás en tus poblaciones el diezmo de tu grano, de tu vino o de tu aceite, ni las primicias de tus vacas, ni de tus ovejas, ni los votos que prometieres, ni las ofrendas voluntarias, ni las ofrendas elevadas de tus manos.”

No comer el segundo diezmo del vino fuera de Jerusalén.

“No comerás en tus poblaciones el diezmo de tu grano, de tu vino o de tu aceite, ni las primicias de tus vacas, ni de tus ovejas, ni los votos que prometieres, ni las ofrendas voluntarias, ni las ofrendas elevadas de tus manos.”

No comer el segundo diezmo del aceite fuera de Jerusalén.

“No comerás en tus poblaciones el diezmo de tu grano, de tu vino o de tu aceite, ni las primicias de tus vacas, ni de tus ovejas, ni los votos que prometieres, ni las ofrendas voluntarias, ni las ofrendas elevadas de tus manos.”

Explicación de los mandamientos:

Los mandamientos descritos se refieren al segundo diezmo y al lugar donde deben ser comidos. El mandamiento se encuentra en Deuteronomio 12:17:

“No comeréis en tus poblaciones el diezmo de tu grano, de tu vino o de tu aceite, ni las primicias de tus vacas, ni de tus ovejas, ni los votos que prometieres, ni las ofrendas voluntarias, ni las ofrendas elevadas de tus manos, sino que delante de Jehová tu Dios las comerás, en el lugar que Jehová tu Dios hubiere escogido, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, y el levita que habita en tus poblaciones; te alegrarás delante de Jehová tu Dios de toda la obra de tus manos (RV60).”

Reitera la idea del segundo diezmo que fue mencionado en Deuteronomio 12:6 y 7, el diezmo relativo a las fiestas (que es un segundo diezmo que se apartaba para tener un presupuesto para las fiestas e ir a Jerusalén, en los días del templo) y el cumplimiento de estos mandatos se llevaba a cabo en la tierra de Israel.

La idea de estos tres mandamientos negativos de no comer el segundo diezmo, ya sea de cereal, vino o aceite, fuera de Jerusalén, es recordar que este diezmo tiene una finalidad marcada por el Eterno y no se utiliza cuando se desee o como se quiera.

Es un diezmo que el Eterno ha dispuesto para celebrarse y ser consumido delante de Él. Lo que se le consagra debe ser usado en su nombre.

Por otro lado, el énfasis se da en “ven a la fiesta, disfruta de la fiesta”, es como un Padre que invita a sus hijos y les dice: vengan a comer aquí, lo compartimos juntos.

El Segundo Diezmo: Un Mandato para Celebrar las Fiestas y Honrar al Eterno.

El historiador Flavio Josefo documenta en el libro “Antigüedades de los judíos” que había un segundo diezmo que se comía delante del Eterno, y que para eso era, para celebrar las fiestas.

El sentido práctico es apartar este segundo diezmo y gastarlo únicamente en las fiestas, por ejemplo, Sukot, todo lo que implica acampar o mejor dicho, morar en una suka, estos gastos se cubren con ese diezmo, incluso podría servir para una cena de Shabbat.

Hay una nota de este mismo pasaje en la Septuaginta (que es una traducción del griego, realizada aproximadamente unos 200 años antes de Yeshua, por alrededor de 70 rabinos, en la que no hubo influencia del Mesías porque fue antes de Yeshua) dicha traducción se difundió mucho dentro del mundo grecorromano. Lo que se traduce y se tradujo de la siguiente manera:

LXX dice: “no Comerás en tus ciudades el diezmo adicional de tu trigo…” La palabra griega “ephidekaton” es usada en vez de “dekaton”. “Dekaton” significa “una décima” o una “décima parte”, mientras que “ephidekathon” significa “un diezmo adicional” o “una décima más”.

Por lo tanto, los traductores entendieron el fondo del texto, porque llamaron al diezmo adicional, mejor dicho, segundo diezmo.

Conclusión: El Eterno mandó estos mandamientos para que con lo que guardes de este segundo diezmo, sea para que tengas recursos y no faltes a la fiesta, además de reiterar que este diezmo no debe ser usado para otra finalidad que no sea la prescrita por su palabra.

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